Cambio de vida (15)

Me desperté muy temprano...

Me desperté muy temprano y con hambre, desayune fuerte y con más tranquilidad le envié un mensaje a Isabel.

YO: “Lo siento mucho de verdad, cuando te dije de celebrar tú cumpleaños en ningún momento se me pasó por la cabeza hacerte daño, todo lo contrario, lo hice porque sabía que lo pasarías sola y no quería que lo hicieras, perdóname”

Dejé el teléfono en la mesa y sonó el sonido de un mensaje recibido, lo cogí y era de ella, si estaba despierta a aquella hora es que había dormido fatal si había dormido algo.

ISABEL: “No te preocupes, no es culpa tuya, yo me hice una ilusión que no tenía derecho a hacerme, ¿Dónde estás, estás solo o con alguien?, si me lo quieres decir claro, si no me lo dices no pasa nada.”

YO: “En casa solo como la mayoría de fines de semana.”

ISABEL: “Está bien, que pases un buen día, besos”

YO: “Después de saber de ti será mejor de lo que me esperaba, igualmente, besos”

Respiré tranquilo porque me dio la sensación que ella no estaba tan mal, era muy pronto y me estiré en el sofá a escuchar música relajándome, pasó un rato y llamarón a la puerta, al abrirla me encontré con Isabel vestida con un tejano, una camiseta y una chaqueta por encima.

ISABEL (sonrisa): ¿De verdad estás solo?

Le contesté moviendo la cabeza alegrándome de verla tan bien y risueña, entró y se me tiró al cuello abrazándome pasándole mis brazos por su espalda apretándola contra mi cuerpo, me miró a los ojos y nos besamos.

ISABEL: Sé que no puedo tenerte cada día y para mí sola, pero no quiero volver a estar tanto tiempo sin verte.

YO: No sabes la alegría que me das, nos veremos siempre que quieras.

ISABEL: Hace meses me fui de esta casa sin decirte nada y vuelvo para compensarte por aquello.

YO: ¿Me vas a compensar, cómo?

ISABEL (riendo): Seguro que tú pensaras en algo interesante para hacer, pero que no sea con mi culo que todavía lo noto delicado de lo de ayer.

La miré sonriendo levantando las cejas.

ISABEL: ¡Cabrón!

Nos partimos de risa los dos y nos dirigimos al sofá, se quitó la chaqueta dejándola en un sillón, me cogió una mano y me estiró en la parte interna del sofá, se quitó los tejanos y las zapatillas quedándose en camiseta y bragas estirándose a mi lado apretando su culo contra mi paquete, enganché mi pecho a su espalda y le acaricié el pelo dándole unos cuantos besos en el cuello, volvimos a la posición del día anterior antes de irme de su casa, me cogió la mano en medio de las suyas y se la puso debajo de su cara como almohada, los dos suspiramos a la vez.

Pasó un buen rato sin movernos disfrutando de su compañía, de su cuerpo al lado del mío y del cariño que sentía que me daba sujetándome aquella mano debajo de su carita, se fue girando poco a poco hasta darse media vuelta quedando las dos caras enfrentadas mirándonos a los ojos, puso su mano sobre mi cara acariciándome y me besó con ternura apretujando más su cuerpo al mío.

ISABEL: Dime que nos veremos cada semana, no quiero volver a estar separada de ti tanto tiempo.

YO: Ya te lo he dicho y lo mantengo, nos veremos siempre que quieras, pero quiero que sepas la verdad yo…

Me tapó la boca con sus dedos.

ISABEL: Ya sé que no soy la única mujer en tú vida, y tienen que haber sido muchas las que han pasado o pasan ahora mismo por tú cama para haber aprendido todo lo que sabes, pero no quiero saberlo, yo solo quiero disfrutar de estar contigo cuando pueda, sentir momentos como este que son para nosotros y que nadie me va a quitar.

YO: Mi intención era hacerte ver que se podía disfrutar mucho del sexo, para que fueras capaz de buscarte un hombre con quien compartirlo y disfrutarlo…

ISABEL: Es que ese hombre yo ya lo tengo David, he estado unos meses separada de él por idiota, pero no quiero volver a cometer el mismo error, si te tengo que compartir lo haré, me da igual si te tengo para mí en algunos momentos.

YO: ¿Pero eso lo podrás soportar, serás capaz de salir conmigo sabiendo que no me tienes en exclusiva?

ISABEL: Sé lo que es no verte y estar alejada de ti sin saber nada de tú vida, pensando que nunca más te iba a ver y eso si que no lo soportaba, solo quiero que seas sincero en una cosa…

Hizo una pausa mirándome fijamente a los ojos.

YO: Sabes que siempre te he dicho la verdad y en eso no he cambiado, sigo creyendo que las mentiras no van a ninguna parte.

ISABEL: Dime sinceramente si sientes algo por mí o simplemente seré un pasatiempos sexual, voy a seguir queriendo verte sea cual sea tú respuesta y más ahora con lo bien que haces el amor.

YO: ¿Qué hago el amor, cómo se hace eso, se necesita barro o plastilina para hacerlo?

ISABEL: Que follas tonto, con lo bien que follas y me follas, cabrón.

Nos volvimos a reír.

ISABEL: Respóndeme por favor.

Le miré a los ojos serio.

YO: Siempre te he querido mucho Isabel, pero ahora que puedo disfrutar de tu cuerpo al cien por cien y sé que la chupas tan bien te quiero mucho más.

Me dio un golpecito en la cabeza con la palma de la mano.

ISABEL: Tonto que eres.

Me volvió a acariciar la cara acercando sus labios a los míos besándome con cariño, moviendo su cuerpo colocándolo encima del mío, yo me puse boca arriba para que pudiera estar bien y se encajó en medio de mis piernas sin dejar de besarme metiendo una mano por debajo de mi camiseta acariciándome el pecho, separó los labios de los míos.

ISABEL (sonriendo): Estás muy guapo sin pelo y me excitas un montón.

YO: Algún día te explicaré la primera vez que fui a depilarme para que te rías un rato a gusto.

Me volvió a besar siguiendo con sus caricias por el pecho y los abdominales, me quitó la camiseta y la suya dejando caer sus tetas sobre mi pecho, que tetas tenía, las estaba descubriendo de nuevo esos días, grandes y naturales con esa forma de pera, con unas buenas aureolas y unos pezones que cuando los excitaba se ponían duros sobresaliéndole que me ponían como una moto, fue subiendo por mi cuerpo colocándome una en la boca para que se la chupara y lamiera, cuando le sobresalió el pezón me lo metí en la boca como si fuera un niño mamando de su madre, levanté los ojos y vi su carita muy excitada sacando la teta de la boca para ofrecerle mis labios para que me los besará, me puso la mano por la nuca y me metió la lengua en la boca en un beso largo y húmedo acabando por ponerme la polla tiesa del todo, lo debió de notar al estar en medio de mis piernas bajando una mano agarrándomela empezando a pajearla por encima del pantalón, fue bajando el cuerpo hasta arrodillarse, me cogió los pantalones y estiró de ellos ayudándola a quitármelos levantando una pierna y después la otra, me la volvió a coger con toda la mano mirándosela con curiosidad y no me extrañó porque en tantos años de casados no se entretuvo a conocerla bien nunca, me miró y bajó su cabeza para metérsela en la boca con delicadeza chupándome el capullo, me pasó la lengua alrededor y por la punta bajando poco a poco metiéndosela más adentro, subiendo y bajando unas cuantas veces lentamente chupando más fuerte al bajar y succionando al subir, me hizo empezar a gemir moviendo mis caderas del gusto, sin sacársela me miró sonriendo orgullosa de hacerme sentir de aquella manera, profundizó más llegando casi a metérsela toda volviendo a sacarla con tranquilidad, en cada bajada se quedaba más cerca del final hasta que en una de ellas se la metió entera cerrando sus labios tocándome el pubis, volvió a repetirlo dos o tres veces más acariciándome los huevos con una mano poniéndome a punto de reventar la polla, me quise levantar para ponerla debajo y ella me paró poniéndome una mano en el pecho.

ISABEL: Esta vez te voy a follar yo a ti, no hagas nada por favor.

Me senté en el sofá y le pedí que se subiera de pie con una pierna a cada lado de mi cuerpo dejándome las bragas un poco más arriba de mi cabeza, abrió un poco las piernas y me metió el coño en la nariz oliéndole las bragas puestas, con una mano se sujetaba en el respaldo para no caerse y con la otra me agarraba la cabeza para restregármelo bien, estiró las piernas y le quité las bragas, volvió a flexionarlas y esta vez me ofrecía el chocho a pelo para que se lo lamiera, cuando estaba a punto de contactar con mi lengua me separó un poco la cabeza, volvió a acercármelo y cuando noté la punta de la lengua tocárselo volvió a separarse, la miré y ella sonreía.

ISABEL (riendo): ¿Te pasa algo cariño?, te he visto la lengüecita fuera de la boca y parece que no llegas a tu objetico.

YO: Tú estás aprendiendo muy rápido cabrona.

Se reía a carcajadas, le agarré del culo y me acerqué el chichi a la boca pegándole un buen lametazo en medio cortándole la risa de golpe, pegó un buen gemido cambiando la cara, seguí lamiéndoselo con ganas, ella intentaba separarse haciendo fuerza contra mi cabeza y yo le apretaba más el culo contra mi boca para que no lo hiciera, pegaba unos gritos tremendos de lo pasada de gusto que la tenía, hasta que le empezaron a temblar las piernas, entonces paré y le miré a los ojos.

YO: Cariño, ahora puedes seguir con lo que quieras hacer.

Me dio otro golpecito con la palma de la mano en la cabeza.

ISABEL: ¡Animal!

Me reía sacando un poco el culo del fondo de sofá mientras ella se arrodillaba cogiéndome la polla para orientársela a su vagina metiéndosela despacio, fue subiendo y bajando primero con la punta metiéndosela en cada bajada un poco más profundamente hasta llegar al final, me puso las manos en los hombros y empezó a moverse despacio en todas las direcciones que podía hacerlo, me acariciaba la cara, me cogía por la nuca y me acercaba un pezón para que lo chupara, me abrazaba rodeando mi cuello con sus brazos poniéndome la cara en medio de aquellas dos tetas, me faltaban lenguas para poder lamerle por todos los sitios que quería hacerlo, me besaba con pasión, y todo esto aumentando poco a poco la velocidad de sus movimientos de caderas gimiendo los dos cada vez más, como se movía encima de mí me tenía alucinado, de casados lo habíamos hecho muchas veces con ella encima pero de aquella manera, con aquella pasión, con aquella desinhibición jamás la había visto así, ella gritaba fuerte acercándose al orgasmo provocando que yo moviera mis caderas para seguirla, cuando empezó a gritar corriéndose mirando para el techo cerrando los ojos, la seguí pegando un buen grito que hizo que bajara la cabeza mirándome a los ojos mientras nos corríamos juntos, nos quedamos abrazados uno encima del otro un ratito, ella levantó la cabeza.

ISABEL: ¿Me invitarás a desayunar cariño?, tengo un hambre terrible, por tú culpa ayer ni comí ni cene.

YO: ¿Por mí culpa?, quieres decir que…

ISABEL (riendo): Culpa tuya y se acabó, cabrón.

Entró al baño descojonándose de risa, cuando salió le estaba preparando algo para desayunar y no pude quitarle la vista de encima al verla caminar desnuda, con la cabeza alta y segura de ella misma, se paró a recoger sus bragas y ponérselas junto con la camiseta dirigiéndose hacia donde estaba yo sin moverme, me miró sonriendo.

ISABEL: ¿Qué te pasa ex marido?

YO: Le has cogido el gustillo a llamarme cabrón.

ISABEL: Mira, es lo que me sale con más naturalidad pero no te preocupes que si quieres que te insulte ya practicaré otras palabrotas, cabrón.

Se volvió a morir de risa, me encantaba verla tan contenta y con aquella imagen de felicidad, desayuné otra vez alguna cosilla para hacerle compañía.

YO: ¿Y qué querrás hacer con todo el día por delante?

ISABEL: Que tramposo eres, eso te lo pregunté yo a ti ayer, pero como yo soy más valiente que tú te lo voy a decir, cuando acabemos te voy a llevar a la cama a descansar un rato que es muy temprano para ser domingo, y si tienes suerte descansarás un poco porque te voy a destrozar, ¿tú quieres sexo?, pues te vas a enterar lo que es estar con una mujer que ha sobrevivido meses a base de…, bueno de eso.

YO: ¿Qué ha sobrevivido cómo?

ISABEL: Coooño, sabía que te engancharías a eso cabrón, no te lo voy a decir, te lo voy demostrar delante de tus narices.

YO (sorprendido): ¿Cómo?

ISABEL (riendo): Que me voy a hacer una paja y me voy a correr delante de tus narices.

Me puso la polla tiesa que al no llevar ropa interior el pijama parecía una tienda de campaña enorme, cuando nos levantamos de la mesa se quedó mirándomelo quieta sorprendida.

ISABEL: ¿Y eso niño?

YO: Ya lo ves, culpa tuya.

Se acercó cogiéndome la polla por encima del pijama pajeándomela mirándome a los ojos.

ISABEL: ¿Te gusta?

No le podía ni responder de lo excitado que estaba, me cogió de la mano y me llevó hasta la cama, estaba a punto de estirarme.

ISABEL: ¡Eeeeh!

YO: ¿Qué pasa ahora?

ISABEL: Ni se te ocurra meterte en la cama vestido pajarito.

Volvió a reír.

Nos estiramos desnudos, yo boca arriba y ella con su cabeza en mi pecho pajeándomela y tocándomela despacio manteniéndomela tiesa a más no poder.

ISABEL: Hoy mando yo, ahora voy a hacer una cosa para ti pero no quiero que te la toques para nada ni que te corras, lo harás cuando yo quiera, ¿de acuerdo?

YO (sorprendido): De acuerdo, sí, lo que tú digas.

Se giró y abrió las piernas colocando una encima de mi pecho y la otra muy abierta encima de la cama, tenía su chichi abierto a dos palmos de mi cara, se acercó una mano encima del vello púbico dándole vueltas con dos dedos que lentamente fue bajando empezando a hacerse una paja sin dejar de mirarme a la cara.

ISABEL: Vas a ver como he soportado todo este tiempo sin ti, pero a la vez pensando contigo cada vez que me hacía esto.

Siguió tocándose gimiendo despacio, se le fue mojando el chocho y a mí los ojos se me habrían cada vez más cuanto más placer se proporcionaba y gemía más fuerte, se metió dos dedos follándose sin dejar de frotárselo hasta correrse mirándome a los ojos, se dejó los dedos dentro.

ISABEL: ¿No es triste tener que hacerse una sola esto pudiendo tenerte a ti?

No sabía que decirle, me estaba recuperando de lo que había visto y ella se sacó los dedos del chocho y me los metió en la boca, se los chupé con ganas lamiéndoselos excitado a más no poder, se levantó para ir a buscar una toalla grande y me la puso por debajo del culo cogiéndome la polla acercándole sus labios.

ISABEL: Y ahora voy a seguir practicando para hacerte feliz, me has oído, lo hago por ti, solo por ti, porque te quiero.

Yo la miraba subiendo y bajando la cabeza sin saber que decirle, puso su lengua en la punta de mi polla lamiéndola alrededor, siguió bajando por un lado del tronco sin separar la lengua mojándola, llegó a los huevos chupándolos y volvió a subir por el otro lado llegando a la punta de nuevo succionándola.

ISABEL: ¿Lo hago bien?

Se lo confirmé con la cabeza y se metió la mitad chupándola con una fuerza que me hizo gemir y mover las caderas del placer, cuando pensaba que se la sacaría ella empujó más con la cabeza metiéndosela del todo, cerrando los labios sacándosela lentamente succionándomela a trocitos, me agarré a las sabanas levantando el culo, se la volvió a meter hasta el fondo, apretó los labios y me la folló desde la mitad hasta el final levantando y bajando la cabeza que me volvió loco haciéndome correr dentro de su boca, ella intentaba tragar pero le salía el semen por los lados de los labios y por todos lados medio ahogándose, cayendo sobre mi cuerpo y sobre la toalla, yo gritaba como un animal mirando aquella escena hasta que me salió la última gota, me miró abriendo un poco la boca para que viera que la tenía llena de semen, sonrió y se lo tragó con los labios y media cara manchadas.

ISABEL: ¿Te lo he hecho bien?, ¿te ha gustado?

YO: Si cariño, lo has hecho perfecto pero te ha quedado una boquita maja de verdad.

Se puso a reír, se pasó la mano limpiándose y la estampó en mi cara pringándomela, se levantó y salió corriendo conmigo detrás diciéndole de todo, nos metimos en la ducha juntos besándonos.

ISABEL: Dime que estarás conmigo cuando te necesite, haz lo que quieras pero prométeme que no me dejarás de lado nunca más.

La abracé con fuerza prometiéndoselo, pasamos el fin de semana y el lunes volvimos a nuestras vidas diarias.