Cambio de vida (13)

Llegué a la oficina y encontré...

Llegué a la oficina y encontré a otra secretaría sentada en la mesa de Pilar, una chica con un vestido muy corto con un escote por donde se le veían dos tetas de buen tamaño y un tipillo que captó toda mi atención, de buena lo estaba un rato, me acerqué…

YO: Perdone, ¿usted quién es?

Levantó la cabeza y se me quedo mirando toda extrañada, era Pilar, se me quedó una cara de imbécil que ni te cuento.

PILAR: Coño jefe, ¿no me diga que ya no me conoce?, cada día está usted peor.

Caminé entrando en mi despacho sin girarme de la vergüenza que me daba, me senté poniendo en marcha el ordenador, entró ella captando otra vez toda mi atención repasándola por todos lados, se sentó delante subiéndole la falda del vestido enseñándome las bragas, los ojos se me salían, intentaba disimular pero es que entre el escote que le salían las tetas por encima y las piernas cruzadas que me dejaban ver las bragas me tenía hipnotizado.

PILAR: Jefe, jefe.

YO: ¿Eeeh?

PILAR: Que si puede parar de mirarme las tetas y hablar de trabajo.

YO: ¿Como dice Pilar?

PILAR: Que si no tiene nada que decirme hoy del trabajo.

Le dije un par de cosas que corrían prisa para esa mañana, se levantó caminando para la puerta y yo no le podía quitar el ojo del culo.

PILAR: Y este hombre que se entera hoy de que tenía una mujer de secretaria, manda cojones.

YO: ¿Dice algo Pilar?

PILAR: Que tengo que organizar los cajones.

YO: ¿Los cajones?

PILAR: Sí hombre sí, los cajones.

Intenté distraerme trabajando en varios temas para no pensar más en el asunto, ¿porque se me ocurriría a mi decirle a Pilar que vistiera como le diera la gana?, si llego a saber que escondía semejante cuerpo le digo que se vista de monja coño.

Me llegó un mensaje de Katia.

“Hoy no poder vernos, yo ir a Rusia casi un mes hacer negocio”

YO: “Podías avisarme antes, ya me había hecho la ilusión de verte hoy”

KATIA: “Descansar un poco “mensetal”, tú follar demasiado”

YO: “Y tú que saber si yo follar mucho o poco, y es “semental” joder, “semental””

KATIA: “¿Tú creer que yo ser gilipollas?, un beso y vemos a la vuelta…, mi “mensetal””

YO: “Un beso, buen viaje”

Ya que estaba puesto con los mensajes cambie de chat y le envié uno a Ana.

YO: “Hacer tiempo que no verte, ¿estar bien?

Esperé un poco y me contestó.

ANA: “¿Estás bien tú?, es que escribes muy raro”

Joder, hablar o escribirme con Katia me descuadraba las neuronas y ya no sabía ni lo que decía ostia, la llamé por teléfono para hablar más tranquilo.

ANA: Hola David, ¿te pasa algo?

YO: No, estoy bien, pues eso, que hace días que no te veo y por el club tampoco vienes y me tenías preocupado.

ANA: ¿Estás preocupado?, o te falla hoy una flor por donde saltar y has pensado en mi.

Se hizo un silencio, me acababa de dar un mazazo en medio de la cabeza, era la verdad, me falló Katia y lo primero que pensé fue en hablar con ella, si la cita con la rusa no se hubiera caído, ¿habría pensado en ella?

YO: Perdona Ana, tengo una llamada urgente, te llamo más tarde.

ANA: Vale, tú mismo.

Dejé el móvil en la mesa y lo miré pensando, ¿cómo podía ser tan insensible?, yo sabía que Ana estaba buscando una relación más estable que conmigo no iba a conseguir, hacía días que no sabía nada de ella y se me ocurre contactar porque no tenía nada que hacer esa noche, ni se me había pasado por la cabeza que si Ana no me quería ver o hablar conmigo era porque le hacía daño, me concentraba tanto en mi vida y en mi polla que no veía nada más, igual era el momento de empezar a recapacitar un poco sobre el asunto.

Le envié un mensaje a Ana.

YO: “Lo siento mucho, si algún día quieres que hablemos me lo dices por favor”

ANA: “De acuerdo”

Me entristecí y seguí trabajando, Pilar entró un par de veces y ya no la miraba igual, estaba liado con mis pensamientos, un poco antes de la hora recogí mis cosas y me fui al gimnasio, al pasar por delante de Pilar.

PILAR: Jefe, ¿está bien?

YO: Sí Pilar, no pasa nada.

PILAR: Si quiere ya no me visto más así.

YO: No es culpa tuya, vístete como quieras ya te lo dije, así estás muy guapa.

Me sonrió y salí de la oficina, al llegar al club me saludó como siempre Rocío solo entrar.

ROCIO: Buenas tardes señor David.

YO: Buenas tardes Rocío, ¿cómo estás?

ROCIO: Estaba pensando que tengo que organizar unas cajas y si usted podrí ayudarme.

YO: Sí claro, que quieres que haga.

Me hizo entrar en un cuartito que había detrás, me dio una caja del tamaño de una de zapatos y ella se subió a una escalera para alcanzar una estantería.

ROCIO: Acérquese y démela por favor.

Al darle la caja ella se había levantado la falda lo justo para que al estar yo debajo le pudiera ver el tanga, que culo más bonito tenía.

ROCIO: Sujéteme la escalera por favor que no me caiga.

La aguanté con una mano por cada lado y ella bajó lentamente pasándome el culo muy cerca de la cara, cuando estaba en el último peldaño hizo como que se caía para atrás, la cogí por la cintura y ella me agarró una mano colocándomela en una teta apretando, la puse de pie y la giré.

YO: Por favor Rocío, ¿qué ha sido esto?

Bajó la cabeza avergonzada y se puso roja.

ROCIO: Lo siento David, no le diga nada a nadie por favor, pero es que veo cada día como las socias se lo están beneficiando y a mí también me gustaría hacerlo, aquí todo lo bueno es para los socios y nosotras tenemos que aguantar toda la mierda.

Otro mazazo que me descolocó.

YO: Perdona Rocío, ¿pero no habías pensado en pedírmelo simplemente en vez de montar este jaleo aquí dentro?

ROCIO: Pensé que si lo excitaba un poco sería más fácil.

YO: Está bien, ¿Cuándo quieres que quedemos?

ROCIO: ¿Qué?

YO: Quieres quedar conmigo ¿no?, ¿Cuándo te va bien?

ROCIO: Por las mañanas o a partir de las once cuando acabo.

YO: Joder Rocío, me lo pones difícil, no me cuadran nada los horarios.

ROCIO: Por favor David, la hora que sea, yo me adapto.

YO: ¿Vives sola?

ROCIO: Sí.

YO: Pásame la dirección de tú casa y paso mañana a las ocho a desayunar contigo.

En ese momento entró un grupito de gente.

ROCIO: Gracias señor.

Me sonrió mirándome a los ojos y atendió a las otras personas, corriendo en la cinta me volvieron a asaltar las dudas, estaba quedando con chicas para lo que quedábamos de una manera totalmente fría, cuando conocí a Sandra hubiera sido incapaz de hablarle así a ninguna mujer, ¿cómo evolucioné hasta ese momento?, estaba claro que descubrí el sexo porque hasta ese momento no sabía lo que era, pero de ahí a ser un depredador que se llevaba a la cama a todo lo que se le ponía a tiro sin pensar en la otra persona, no sabía hasta que punto estaba bien, por otro lado estaba claro que a ellas tampoco les venía mal, todas eran mayorcitas para saber lo que querían.

En ese momento entró Víctor con la cara desencajada, se puso a mi lado y me miró a los ojos, paré la cinta y nos sentamos en un banco de pesas.

YO: Víctor tío, ¿Qué te pasa que tienes esa cara?

VICTOR: Que soy un gilipollas David, mira que me lo advertiste, pero yo a mí bola como siempre sin hacerte caso y encima me enfadé contigo por intentar ayudarme, si es que me está bien lo que me pasa por gilipollas joder.

YO: ¿Rut?

VICTOR: Sí Rut, ayer me dijo que no podíamos salir porque tenía una fiesta de cumpleaños de unas amigas, como tenía la mosca detrás de la oreja de lo que me dijiste esperé delante de su casa a que saliera y la seguí, recogió a Tania y se fueron de fiesta ellas solas hasta las tantas.

YO: Bueno, eso no es tan malo…

VICTOR: No, si no se hubiera follado a tres tíos, a dos en el coche y al tercero en un callejón que los podía ver todo el mundo, me los estaba poniendo bien puestos la cabrona y yo sin enterarme de nada como un tonto polla, lo siento David, me intentaste ayudar y yo me enfadé contigo.

YO: No te preocupes, los amigos estamos siempre aquí.

Me abrazó y se fue, seguí en la cinta pensando que esas cosas pasaban por querer tener relaciones serias, me confirmé en mi idea de que mejor solo que mal acompañado.

Al día siguiente a las ocho estaba llamando al timbre de Rocío, me abrió con un salto de cama puesto transparente que dejaba ver una combinación de sujetador y bragas debajo que me dejó ojiplático, me sonrió y yo me tiré a besarle los labios con pasión sin dejar de meterle mano por todos sitios, la senté en un pequeño sofá sacándole el culo hasta el extremo, me arrodillé delante quitándole las bragas de un tirón, le levanté y abrí las piernas y le metí la lengua en medio del coño comiéndomelo con ganas, levantó la cabeza poniendo los ojos en blanco gimiendo una vez detrás de otra sin parar, cuando lo tenía todo mojado de lamer con la lengua se la puse en el clítoris lamiéndolo y chupándolo hasta que se corrió con un buen grito, no habíamos dicho ni palabra, me levanté y ella me desabrochó con destreza el pantalón dejándolo caer junto con la ropa interior y se la metió en la boca sentada en el sofá, me la chupó bien por todos lados pero pensé que le faltaba un poco de práctica para mejorar, la giré dejándola a cuatro patas y se la metí hasta el final, pegó un gritó ahogándolo tapándose la boca con la mano, follé a mi ritmo buscando correrme pero antes de hacerlo ella pegó un latigazo con el cuerpo corriéndose de nuevo tapándose la boca para no gritar más de la cuenta, ver como se movía compulsivamente me acabó de calentar y me corrí llenándole de leche su coño peludito, me vestía mientras Roció se levantaba del sofá con la mano tapándose el chichi, le besé los labios.

YO: Buenos días Rocío, ¿cómo estás?

ROCIO: Ahora mismo de puta madre.

Salió del baño y me preguntó si quería desayunar, le dije que ya lo había hecho y me quedé un rato con ella hablando mientras lo hacía ella.

Llegué a la oficina, Pilar estaba de pie junto a su mesa vestida otra vez despampanante, un vestidito que se le enganchaba al cuerpo marcando toda su figura, me paré a su lado.

YO: Buenos días Pilar, ¿qué tal estás hoy?

Me miró a los ojos sorprendida y se le escapó.

PILAR: Que pedazo de coño se acaba de comer este tío.

YO: Ostia perdona, ¿tanto se nota?

PILAR: Joder si se nota jefe, lávese la boca antes de nada por favor.

Me metí en el baño y me lavé la cara y los dientes, me puse algo de colonia y salí de nuevo.

YO: Pilar, ¿ahora mejor?

Pilar se acercó, me olisqueó como si fuera un sabueso y me colocó bien la corbata.

PILAR: Si jefe, ahora está perfecto.

Aquella tarde después de mis ejercicios en el gimnasio me fui para casa, descansé y estaba a punto de irme a la cama cuando sonó un mensaje.

SILVIA: “¿Si te busco un partidito para mañana, me invitas el fin de semana a tu casa?”

YO: “Claro guapa, y sin partidito también te invito”

SILVIA: “Mañana a las cinco contra Carmen y una amiga suya”

YO: “Ok”

Otro fin de semana que se me había ocupado, me metí en la cama y repasé la situación:

Katia en Rusia – situación: En espera.

Ana – situación: Ella decidía que quería hacer, de momento en espera.

Silvia – situación: Activa para todo.

Rocío – situación: Activa, Polvete de tanto en tanto.

Tanía – situación: Inactiva, descatalogada.

Cuando acabé de hacer el repaso pensé, ¿pero qué haces tío?, ¿de verdad las vas a catalogar como si fueran una caja de frutas?, ¿tan importante es esta mierda para ti?, me enfadé conmigo mismo y me dormí.

El viernes jugamos el partido y se vino conmigo Silvia de fin de semana, lo pasamos fantástico como siempre, paseando, de compras, de cenas y como no de sexo, el lunes la dejé en casa antes de ir a trabajar y llegué a la oficina, Pilar se levantó de su silla cuando me vio colocándose bien un vestidito que le sentaba impresionante, me siguió hasta mi despacho y se sentó delante.

PILAR: Buenos días David, ¿qué tal el fin de semana?

YO: Bien Pilar, bien como siempre, un poco cansado.

PILAR: Ya, es que la jodienda no tiene enmienda.

YO: ¿Eh?

PILAR: Que vamos a repasar la agenda.

YO: Vale, dime que tenemos esta semana.

PILAR: Bueno, pues empezaremos por…, ¡ostia!

YO: ¿Pasa algo Pilar?

PILAR: No, no, es que…, nada no se preocupe.

Le noté que algo no iba bien, miré a sus ojos interrogándola.

YO: Pilar, ¿Qué pasa?

PILAR: Que, que, claro lo tengo apuntado de cada año y no he pensado en repasarla antes de entrar.

YO: Dímelo de una vez por favor.

PILAR: Que, el viernes, pues es, es el cumpleaños de su ex Isabel.

YO: ¡No me jodas!

PILAR: ¿Cómo?

YO: Nada, que no lo borres de momento.

Repasamos el resto de la agenda, Pilar se fue y yo pensé un buen rato en Isabel, no la había visto desde que desapareció de mi cama, esperé al martes al medio día para llamar a mi ex mujer.

ISABEL: ¿David?

YO: Sí Isabel soy yo.

ISABEL: Perdona pero es que me he sorprendido, pensaba que nunca más volvería a hablar contigo.

YO: Tampoco acabamos tan mal ¿no?, si de vez en cuando hablamos no pasa nada…

ISABEL: Bueno, no sé, ¿te pasa algo David?

YO: Nada, que me ha saltado en la agenda que el viernes es tú cumpleaños, y he pensado si tenías a alguien para celebrarlo.

Se hizo un largo silencio.

YO: ¿Isabel?

ISABEL: Ya sabes que trabajo mucho, además, ¿a ti que te importa si tengo a alguien o no para celebrarlo?

YO: Porque te conozco y sé que eres capaz de pasarlo sola.

Otro largo silencio.

ISABEL: ¿Y a ti que más te da David?

YO: Que no pienso tolerarlo, tú cumpleaños lo vas a celebrar, el viernes a las nueve te voy a buscar.

ISABEL: ¿Pero qué dices?

YO: Hasta el viernes, adiós.

Le colgué el teléfono, pensé que si no estaba interesada ya me llamaría para enviarme a la mierda, pero pasaron los días y no llamó, así que ese fin de semana no cogí ningún compromiso con nadie, el viernes a las nueve estaba llamando a la puerta de la casa que habíamos compartido durante tantos años, me abrió vestida elegantísima con un vestido de color gris y una chaquetita por encima, como ya me lo imaginaba yo me había vestido para la ocasión con un pantalón, una camisa bonita y una americana para no desentonar.

YO: Guapísima como siempre.

Ella sonrió y le entregué un ramo de flores como regalo por su cumpleaños

ISABEL: No tenías que molestarte tanto.

YO: Por ti me molestaré y estaré atento siempre.

ISABEL: Te veo diferente, no sé que es pero estás diferente.

Dejó el ramo encima de la mesa antes de salir, fuimos a un buen restaurante que había reservado mesa, durante la cena me estuvo explicando cosas de su trabajo, que tuvo que frenar un poco porque llegó a trabajar tanto que casi cae enferma, que ahora estaba más tranquila y llevaba bien su vida.

YO: Pero habrás salido con un hombre algún día, un ligue o algo ¿no?

Me miró seria y me di cuenta que nada de nada, cambiamos la conversación, le expliqué que había vuelto al club de mi juventud y que estaba haciendo mucho deporte.

ISABEL: Se te nota.

YO: ¿Perdona?

ISABEL: Se te ve más delgado y más fuerte.

Acabamos la cena hablando educadamente, le dije de ir a tomar algo a otro sitio y se negó así que la acompañé a su casa, llegamos y aparqué el coche delante, la miré y me acerqué a ella moviendo el culo en el asiento.

ISABEL: David, ¿qué es lo que pretendes?

La miré serio a los ojos.

YO: Abre las piernas.

ISABEL (sorprendida): ¿Qué?

YO: Me has oído perfectamente, abre las piernas.

ISABEL (asustada): ¿Estás loco, qué quieres hacer?

YO: Abre las piernas que te voy a meter la mano en el coño y te vas a enterar lo que es una buena paja.

ISABEL: Si hombre, ¿y esa manera de hablarme?

YO: Isabeeeel, hazlo ya.

Me miró a los ojos dudando y empezó moverlas nerviosa abriendo y cerrándolas sin saber qué hacer.

YO: Ábrelas bien, hasta que no puedas más.

Se quedó sería mirando para abajo y las abrió hasta que le tocaron por los lados en el interior del coche.

YO: Isabel.

Me miró a los ojos y le metí la mano por debajo del vestido hasta cogerle el coño por encima de los pantis, abrió los ojos moviendo las piernas pero las mantuvo abiertas, le agarré los pantis y estiré rompiéndolos.

ISABEL: Por favor David…

Le metí la mano por dentro de las bragas apoyándole toda la mano encima del chichi y con los dedos tocándole el ojete, levantó el culo del asiento de la impresión apoyando una mano sobre mi hombro.

ISABEL: Por favor David, entremos en casa.

Se lo empecé a frotar suave, me di cuenta que estaba mojada y lo hice más rápido y con más fuerza, abrió los ojos mirándome suspirando, le metí un dedo en el coño sin dejar de frotarle el resto y el clítoris.

ISABEL (excitada): Entremos en casa por favor, puede pasar alguien.

YO: Mejor si pasa alguien, que te vea con las piernas abiertas y corriéndote.

Le metí un segundo dedo y aumenté el ritmo de la mano follándolo y frotándolo, dejó ir un gemido fuerte que debía estar reteniendo apretándome fuerte en el hombro con su mano, apoyó con más fuerza la espalda en el asiento levantando el culo estirándose, el ruido que hacía mi mano con el roce con su humedad me estaba poniendo ciego, pegó un grito ahogado y se empezó a correr como no la había visto nunca, cuando acabó dejó descansar la espalda contra el respaldo respirando profundamente, salí del coche dando la vuelta para abrirle su puerta ayudándola a salir.

YO: Ahora sí que vamos a entrar en casa.

ISABEL: David por favor.

La acompañé hasta la puerta metiéndole mano en el culo descaradamente con toda la mano en medio y apretándolo bien.