Cambio de parejas

Mi mujer tenia una amiga casada, con tres hijos, su matrimonio era perfecto, se querían y habían forjado un futuro, sin saber que la amistad con mi esposa iva a cambiar su destino, mi mujer era una ninfómana empedernida. Estubimos tres años casados, todo parecia ir bien, ahunque sexualmente conmigo no era muy ardiente, pero yo era pasivo en el sexo, no precisaba mucho.

cambio de parejas

Mi

mujer

tenia una amiga casada, con tres hijos, su matrimonio era perfecto, se querían y habían forjado un futuro, sin saber que la amistad con mi esposa iva a cambiar su destino, mi mujer era una ninfómana empedernida. Estubimos tres años casados, todo parecia ir bien, ahunque sexualmente conmigo no era muy ardiente, pero yo era pasivo en el sexo, no precisaba mucho.

Todo empezó cuando mi mujer dijo que podríamos salir junto a bailar y tomar algunas copas, nuetra amistad se fué consolidando, comiamos muchas veces en su casa, cenábamos a menudo, y cuando sus hijos se iban a dormir, nos quedábamos hasta altas horas de la noche hablando y esplicándonos cosas íntimas de nuestras vidas.

Esta intimidad se fue extendiéndo y nuestra tertúlia cada vez era mas atrevida, salieron a relucir cosas sobre sexo y comportamiento sexual mas atrevido, hasta que llegó lo que protagoniza mi historia.

Una noche, despues de cenar, nos sentamos juntos en el sofá, con el vino y las bebidas que siguieron estábamos muy animados, y como no, la conversación recayo en la sexualidad. Aquella noche, tenian a sus hijos en casa de los abuelos, por lo que estábamos solos. Empezamos a hablar de que nos parecía el intercambio de parejas, del sexo en comunidad, del amor libre de perjuicios, y terminamos estando de acuerdo en practicar sexo entre nosotros.

Miguel, el marido de Anna, nuestros amigos, puso su mano sobre la pierna de mi mujer, ella coqueteando le dijo. – vigila, que tu mano en mi pierna me pone muy caliente – A lo que él respondió – Eso es lo que pretendo, si tu marido esta conforme – me dijo mirándome intencionadamente.

Miré a Anna,

  • ¿Tu estas conforme en que tu marido meta mano a mi mujer ?

  • Siempre que él no nos lo prohiba a nosotros, a mi tambien me gustaria hacerlo contigo.

Acercó su cara a la mia y me besó en la boca, de soslayo, vi que Miguel subía su mano por la pierna de Miriam, mi mujer, hasta llegar a la entrepierna, empezando a acariciarla a traves del pantalón, Miriam abrió las piernas, ofreciéndole el contacto a traves de la tela, mientras, ví como su mano se posaba sobre el bulto que a Miguel se le formaba bajo la bragueta.

La mano de Anna, sin mas palabras, manipulo la cremallera de mi pantalón, buscando el miembro, que ya empezaba a estar hinchado,

Un momento,- exclamo Miguel, - que os parece si nos ponemos cómodos – yo pienso que estaremos mejor si nos desnudamos.

  • Si, - dijo Miriam – Tengo ganas de ver tu pene en acción, el de mi marido ya lo tengo muy visto- dijo riendo.- Seguro que me gustará.

  • Sera mas excitante que nos desnudemos mutuamente.

Anna, me hizo ponerme de pié, yo me desabroche los botones de la camisa, mientras ella bajaba mis pantalones y calzoncillos a la vez, agachándose hasta mi verga, que ahora ya completamente erecta, dió un salto al ser liberada, Anna se quedó arrodillada a mis pies, su boca a la altura del miembro.

  • Que maravilla – esclamó – Miriam, tu marido esta muy bien dotado.

  • Si – contestó – Lastima que no sepa utilizarlo mejor

-Será que tu no sabes apreciarlo, yo lo encuentro muy bien- diciendo esto, me cogió con la mano el falo, y descubriendo el glande pasó la lengua por el borde, - esta muy bueno – se lo introdujo en la boca, su mano sujetaban los testículos, elevando aun mas el miembro, que salía y entraba en su boca, que babeaba de placer.

Mientras, miré a Miriam, se habia´sentado en el borde del sofá con sus piernas abiertas y Miguel estaba arrodillado delante de ella, la cabeza entre ellas lamiendo repetidamente la vulva, entre gemidos que se escapaban de su garganta. Nuestras miradas se encontraron, en sus ojos se reflejaba el placer que estaba gozando, yo tambien quise que ella notara mi propio placer, gimiendo un poco exageradamente, Con la mamada que Anna me estaba practicando, no tube que fingir mas, traté de contenerme la corrida pero cuando lleguéal climax, con un estremecimiento de todo el cuerpo, grité de placer, un grito gutural que acompañó una brutal eyaculación de leche, una corrida como nunca la había sentido, mientras mi mujer era presa de convulsiones y gritos que Miguel le provocaba con su lengua dentro de la vulva, hasta llegar al orgasmo, el alarido final acompañó a su corrida. Miguel recibió en su boca toda la eyaculacion de mi mujer.

Me derrumbé sobre el sofä, al lado de Miriam, que con los ojos cerrados culminaba su orgasmo.

Miguel no perdió la oportunidad de tener a mi esposa, con las piernas abiertas, se puso delante de ella y tanteando con su miembro la entrada de su vulva, la penetró hasta el fondo de su matriz, ella dió un pequeño grito al sentir la verga dentro de su sexo. Pronto empezó a gemir de placer, los embates del miembro de Miguel en su vagina hacian estremecer todo su cuerpo. Cuando el placer llegó hasta el orgasmo, un grito gutural salió de su garganta, sus manos se aferraron a las nalgas de miguel, evitando que sus cuerpos se separaran cuando él se corrio dentro de ella, - No te retires, por favor, dejame toda tu leche dentro – gimio. El mantuvo el miembro dentro de ella mientras eyaculaba con rugidos de placer, Cuando el pene redujo su volumen despues de la corrida, salió de la vagina, dejando un reguero de semen.

Mientras tanto Anna y yo espectadores de la cojida de mi esposa, silenciosamente Anna me hizo estirar sobre el sofá .-¿no querrás ser menos que ellos? Ahora nos toca disfrutar a nosotros.

Mi miembro estaba aun fláccido despues de la corrida, -pobrecito,mira como se te ha quedado,.-ahoras veras,- sin mas se arrodilló encima del sofá entre mis piernas, con un ligero masage en los testículos empezó a frotar lentamente el miembro, al contacto de sus manos el pene empezó a recuperar su erección, la piel del prepucio retrocedió dejando el rojo glande al descubierto.-Vaya, esto es otra cosa- con goloso gesto se lo introdujo entre sus labios. Chupando y succionando hasta conseguir la completa erección, -Vale, ahora ya me puedes dar todo el placer que estoy deseando.Dicho esto se puso sobre el miembro erecto, su vagina engulló por completo la verga arrancándole un gemido, me esforcé en mantener mi virilidad firme, no estaba acostumbrado a gozar dos veces seguidas del sexo, pero Anna, sabía como mantener dentro de ella el miembro empinado, sus movimiento acelerados, buscando un orgasmo deseado, dieron fruto, dentro de ella, en mi pene sentía el masage que ella me proporcionaba con los núsculos de su vagina, que parecía como si fuera su boca, apretando y succionando el sensible bálano, algo que con mi mujer no había sentido jamas, Yo tenía los ojos cerrados, no ví como Miguel metía sus manos por debajo de las nalgas de su mujer, metiéndole un dedo por el esfinter del ano, untado con mantequilla, esto me lo explicaron despues, parece que a Anna tambien le gustaba que la penetraran por detrás, con un dedo metido en el orificio, con la otra mano le frotaba el clítoris, lo que provocaba en ella espasmos de placer, sintiendo mientras mi miembro penetrando hasta lo mas profundo de su vagina.

Abri los ojos, por encima de nuetros cuerpos,vi como Miriam besaba ardiente la boca de Miguel, mientras su mano le acariciaba los testículos, Anna se esforzaba en darme placer, Miguel en dar placer a Anna y Miriam masturbaba el miembro de Miguel. Fué una fiesta de placer, Anna se corrió al mismo tiempo que yo me escurría dentro de ellla, Miguel llenó de leche la mano de Miriam, caímos los cuatro en el sofá, satisfechos de sexo.

Espero volver a taner una experiencia como esta. Muchas noches me masturbo pensando en aquel dia..............feliz noche amigos de la paja