Cambio de actitud
Texto a traves del cual se intenta relatar la idea de que ni siquiera nosotros sabemos como reaccionariamos en diferentes situaciones, aprovechalo.
-Cambio de actitud-
Hola, me llamo Antonio, soy un joven de 26 años de la ciudad de Valencia y tengo algo que contaros; Nunca pensé que me encontraría aquí escribiendo mis vivencias sexuales, que sinceramente no han sido abundantes, aunque alguna si que es digna de relatar;
Así pues, ahí va:
Era una mañana fría, de un mes cualquiera, de cualquier año. De lo que mi cabeza esta segura es que era lunes, de que estaba desanimado, quizás fuese por los excesos del fin de semana o vete a saber tú por que. El caso es que estaba trabajando cuando aquello de representante de una empresa de productos de oficina, e iba de empresa en empresa con mi carita de bueno intentando vender a diestro y siniestro, supongo, que como cualquier comercial.
El caso es que entre en una oficina, con mi traje oscuro, mi camisa blanca y una corbatita roja de lo más moderna. Era una empresa pequeña, situada en un polígono con aspecto desolador; Faltaban el polvo y las redondas balas de paja correteando por las calles para parecer el escenario de una película del oeste. Entre en la oficina tras subir por unas escaleras desde el taller e intuí que se dedicaban a instalaciones eléctricas por el material que divisé en mi camino hacia la misma.
Toc! Toc!...Toc! Toc!... y nadie abría Así que como buen comercial, abrí la puerta y entre sin mas, ya habría tiempo de disculparse si fuese necesario. Entre poco a poco divisando y catalogando todo lo que veía, también como buen comercial, jajaja. Hasta que al girar hacia el pasillo La vi. Venia de frente a mi, con unos andares decididos, sin penderme de vista, recorriendo con su mirada mi cuerpo de pies a cabeza mientras yo hacia lo mismo con ella.
Era rubia, de larga melena, con el pelo ondulado y cardado, caderas amplias, y torso voluminoso, sus ojos eran grandes, inmensos, y de color verde. Se iba acercando rápidamente; aunque a mi no me lo pareciera. Lo recuerdo como un trozo de película en las que la chica aparece y todo empieza a ir mas despacio, incluso lo recuerdo en blanco y negro, creo que he visto demasiado cine y mi subconsciente me traiciona.
Llego donde mi, sin dejar de mirarme, y me pregunto que es lo que quería. Yo me quede en blanco, o al menos eso me pareció. Le comente cuando pude a que me dedicaba, y sin hacerme apenas caso, me dijo que la acompañara al archivo, que así veríamos que es lo que podía necesitar.
Yo la seguí absorto, mis ojos solo veían esas caderas protuberantes meneándose de lado a lado del pasillo, marcando cada arruga de su cuerpo en esa falda negra ceñida que tan bien buen aspecto la prestaba. Sus hombros eran amplios, y se escondían bajo una chaqueta del mismo color que la falda, que hacia resaltar su larga melena. La verdad es que esa, sí era una buena imagen de película.
Llegamos al archivo y empezó a decirme productos, mientras yo intentaba escribirlos en mi cuaderno de pedidos, creo que no apunté ni la mitad. Ella buscaba entre las estanterías y me decía no se que palabras que yo intentaba escribir sin excesivo éxito. Se agachaba torciendo todo su tronco sobre sus piernas estiradas e inamovibles, marcando aun mas su perfecto e inmenso culo, así como se estiraba para llegar a las de arriba haciendo lo mismo con su pecho en la chaqueta. Así estuvo un rato, o al menos eso me pareció a mí. Entonces armándome de valor y no me preguntéis por que, ¡la agarré por detrás! Nunca hubiera pensado que una cosa así me fuera a pasar a mi, fue como si hubiera perdido el control y todo el protocolo, ya que ella no me mostró mas de lo que mi imaginación quiso ver y no había excusa para tal actitud. El caso es que cuando mis manos llegaron a su trasero y ella lo sintió, se giró y Zas! Me cruzo la cara de una forma como nunca me la habían cruzado ..
Me quede blanco. Podéis imaginar mi cara blanca y el contraste de la marca rojiza de su mano sobre la misma. Yo al menos si me lo imagino y me resulta patética, aunque ahora me ría.
No sabia que decir, y no oía nada, solo veía gesticular sus manos rápidamente y su cara enfurecida, era un momento estresante, casi irreal, y muy agobiante. Quizás fuera por la conjunción de todos estos sentimientos lo que me impulso a jugármela otra vez.
La besé! Le agarré su cara con ambas manos y la besé, quizás en esos momentos a ella le pasara lo mismo que a mi anteriormente por que cambio radicalmente de actitud.
Me agarró con fuerza de la cintura y me empotro contra ella, sorprendido yo seguí besándola, con la cara dolorida y con una mezcla de rabia y calor en mi interior. Estaba enfurecido y excitado, sin mediar palabra la puse contra las estanterías, la cogí por las manos y las levante por encima de su cabeza, la miré durante unos segundos, penetrando dentro de esos grandiosos ojos verdes.
Solo la dije: No muevas tus manos o te devolveré el tortazo. Yo baje las mías hasta llegar a su chaqueta, se la desabroche, así como su camisa azul con gran escote, baje la cremallera de su falda y la deje caer en el suelo. Ella no dejaba de mirarme a los ojos, inmóvil y con mirada intrigante. Entonces la empuje contra unas cajas que había al fondo del estrecho archivo. Estaba enfadado con ella, y el caso es que aun no se por que.
Ella callo de cara sobre las mismas, me acerque contra ella me desabroche el pantalón y me lo baje junto con mis sleeps. Le arranque las medias y tras ellas las bragas, veía como se desgarraban dejando las marcas de sus costuras en su suave piel. Le puse la chaqueta por encima de la cabeza quedando inmóvil con ella y dejando su torso y su culo libres de barreras para mí. Se la metí de una sola vez, estaba goteando y yo muy excitado, con el pene como una barra de acero. Entro sola, la agarre por las caderas y comencé a follármela con fuerza, con rabia, mientras ella gemía y gritaba dependiendo del empuje. Le aparte la chaqueta de la cabeza y la agarre por los pelos mientras seguía embistiéndola cada vez con mas fuerza. La levante de las cajas y la apoyé contra las baldas del archivo, apoyándose con sus manos sobre las mismas.
Ella tiraba la mano hacia atrás para agarrar su nalga y así abrirlas mas, mientras con la otra se apoyaba en las baldas. El dolor empezaba a hacer mella y decidí ir un poco mas lejos.
Aprovechando esa posición, se la metí por el culo, entro de la misma forma que por su coño, con gran facilidad, habría pensado que estaba acostumbrada a ello si no hubiera sido por el grito que pegó. Aunque en tres empujones ya estaba tirando su cuerpo contra el mío para que entrara mas y mas.
Me volví loco en diez empujones, y cuando estaba a punto de explotar la saque y la di la vuelta. Ella callo en el suelo espatarrada y rota, quedando su cara a la justa altura como para restregar mi polla contra sus pómulos, mientras me la meneaba ella sacaba la lengua intentando llegar hasta mi capullo, con la cara enrojecida y mirada de viciosa. Llego el momento de empezar a descargar. Las primeras gotas cayeron entre su nariz y sus labios, pero al sentirlas se reactivó e incorporándose cogió mi polla y la metió en su boca quedándose con todo mi líquido. Instantes después la soltó y volvió a caer al suelo exhausta.
El resto pues como que es irrelevante, esta claro que no la vendí nada, y no se si seré un buen o mal vendedor pero lo que si esta claro es que cuando dos cuerpos se encienden en una u otra situación, por mucho que creas ser de una forma, bueno o malo, agradable o desagradable, arriesgado o precavido, vicioso o virtuoso a la hora de la verdad nos damos cuenta de que no somos mas que animales imprevisibles empujados por un naturaleza interior que hasta nosotros mismos desconocemos.
Besos y caricias .
By Pícaro.