Camaleón (capítulo 11)

Camaleón: Y mis ojos te hablarán

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Robert:

Me sentía confundido, ya le había declarado mi amor a Javier y besarlo había sido algo indescriptible, una sensación maravillosa que me hacía estar feliz, esos labios tan deseables. Javier todavía me ama, lo sé porque así sus ojos me lo confirmaban, ambos nos amábamos hasta el infinito, pero en medio estaba Felipe.

El gran problema era Felipe, él era más que yo, es un ingeniero con su vida resuelta, con un buen trabajo, además de guapo y ¿yo? Yo aún ni acabo la universidad, no he resuelto mi vida con Tamara ni mucho menos he salido de la casa de mis papás por tanto no tenía nada que ofrecerle, más que mi amor y la pasión que guardo por él y que no puedo reprimir y que me carcome por dentro.

-       Mauro: Hola Marciano ¿qué tal estás?

-       Robert: Hola, bien

-       Mauro: Te veo muy animado, ¿pasó algo?

-       Robert: Sí, me le declaré a Javier

-       Mauro: ¿De veras? y ¿qué te dijo?

-       Robert: Bueno me rechazó, pero yo sé que sigue amándome, lo sé.

-       Mauro: ¿Cómo estás tan seguro?

-       Robert: Porque sus ojos me lo confirmaron, esa forma que tiene de mirarme. Me vuelve loco, Mauro, loco.

-       Mauro: Mira, quizás no debiera decirte esto, pero es verdad, Javier sigue amándote.

-       Robert: ¿Cómo lo sabes?

-       Mauro: Javier se lo confesó a Constanza

-       Robert: ¿O sea que tengo posibilidades con él?

-       Mauro: No sé, Robert, él está muy dolido contigo

-       Robert: En eso tienes razón, él mismo me lo dijo pero el principal obstáculo es Felipe, su novio.

-       Mauro: O sea que Felipe al fin consiguió estar con él.

-       Robert: ¿A qué te refieres?

-       Mauro: Felipe ha estado enamorado de Javier desde siempre, pero Javier no lo sabía ya que Felipe nunca le dijo que era gay

-       Robert: ¿Y por qué hizo eso?

-       Mauro: No lo sé, mira sé que esto te va a doler, pero me alegra que estén juntos, Felipe es una muy buena persona y se merece ser feliz

-       Robert: Claro, Felipe merece ser feliz a costa mía

-       Mauro: ¿De qué hablas?

-       Robert: Yo quiero a Javier para mí, por su culpa no podemos estar juntos.

-       Mauro: ¿Por su culpa? Te recuerdo que tú lo rechazaste, tú te acostaste con Tamara a minutos que se te declarara, tú lo ignoraste y lo evitaste. El que Javier ya no quiera verte sólo es tu culpa.

-       Robert: ¿Ves este moretón? Es gracias a él, al buen Felipe

-       Mauro: Él sólo está defendiendo a su novio

-       Robert: Vaya Mauro, me parece que te equivocaste de carrera, Medicina no es lo tuyo, lo tuyo sin duda es ser abogado

-       Mauro: No seas idiota, Felipe no tiene la culpa de que tú basurearas a Javier y que sus sentimientos te importaran una mierda, tú causaste eso. Javier te odia porque tú y únicamente tú lo provocaste

-       Robert: Cállate (cachetada) Mauro, Mauro perdón

-       Mauro: Bien Robert, muy bien. Te has quedado solo

Mierda, estoy perdiendo el control, la había cagado con todos mis amigos y ahora con Mauro, que era el único que me quedaba.

-       Tamara: Hola amor, ¿qué te pasó en la cara?

-       Robert: Nada importante, una pelea.

-       Tamara: Fue por él ¿verdad?

-       Robert: Sí, fue por Javier, me le declaré, lo besé y Felipe nos vio y me golpeó. Así, a grandes rasgos, eso fue.

-       Tamara: ¿Y tienes el descaro de aceptármelo en la cara? Tú eres mi novio

-       Robert: Sí, lo sé pero ya me cansé de mentir y de esconderme. Soy gay y amo a Javier.

-       Tamara: (cachetada) De mí no vas a poder separarte y ¿sabes por qué? Porque estoy embarazada, vas a ser papá

-       Robert: Eso tiene que ser una más de tus mentiras, ese niño puede ser de cualquiera. Además hace tiempo que no te toco

-       Tamara: Pues lo creas o no, estoy embarazada y hace dos semanas que no hacemos el amor, dos semanas. Hazte a la idea, vamos a ser padres.

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Tamara:

Lamentablemente tuve que decirle que estoy embarazada, y digo lamentablemente porque pensaba deshacerme del niño y listo pero ahora que lo pienso podía servirme de algo y eso es para retener a Robert y alejarlo de Javier.

-       Robert: (agarrándose de la cabeza) No puede ser, soy demasiado joven para ser padre.

-       Tamara: Bueno pero es así, nosotros te necesitaremos, por tanto creo que lo de ser gay tendrá que quedar pospuesto

-       Robert: ¿Dejaste de cuidarte a propósito, verdad?

-       Tamara: No, no tenía intención alguna de quedarme embarazada pero si no lo quieres abortamos y ya.

-       Robert: ¡NO! Sabes que jamás haría algo así, es mi hijo y merece nacer. Él no tiene culpa alguna

-       Tamara: Ves, podemos ser felices los tres. Tendremos una hermosa familia

-       Robert: Disculpa, debo irme a clases, te veo después.

Ay, había conseguido mi objetivo, conociendo como conozco a Robert, sé que será incapaz de alejarse de mí o pedirme que aborte, lo horrible de todo esto es tener que perder mi figura pero bueno. Serás mi mejor aliado, bebé mío.

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Felipe:

-       Felipe: (tomando a Javier de la cintura, por detrás) ¿Cómo estás, vida mía? (besando la mejilla de Javier)

-       Javier: Mejor, aunque no te niego que ha sido un día difícil pero tú has hecho que mejore (besándolo)

-       Felipe: Oiga vida mía, quería yo preguntarle algo

-       Javier: Adelante (ligeramente nervioso)

-       Felipe: Usted… usted se casaría conmigo, si se pudiese claro está

-       Javier: ¿Ya quieres casarte? (riendo)

-       Felipe: Bueno, o sea no, es sólo una pregunta

Supiera usted que lo único que quiero es que seamos ¿marido y marido? Creo que metí la pata, es decir, después de todo lo que ha pasado, como que esta pregunta es un poco complicada y por demás, fuerte pero entiéndanme, quiero estar seguro del amor de Javier, necesito saber si está conmigo porque me ama o si es sólo por el resentimiento que le tiene a Robert.

-       Javier: Claro que sí me casaría contigo, pero todavía no podemos. Aunque igual y llevamos vida de matrimonio. Yo me esfuerzo por tener esta casa perfecta y tú en segundos la conviertes en basurero, siempre resolvemos nuestros problemas haciendo el amor, tú eres el único que trabaja, dejas la toalla mojada en nuestra habitación, nunca bajas la tapa del baño, etc. eso ya nos convierte en un matrimonio, vida mía

-       Felipe: Bueno, tiene razón (besándolo) y ya que estamos reflexionando sobre nuestra vida matrimonial, ¿no te parece que este departamento es un poco pequeño para nosotros?

-       Javier: Créeme que lo he pensado pero mientras es perfecto, ya tendremos tiempo y medios para cambiarlo.

-       Felipe: Podría vivir en una choza, y aún así sería una mansión para mí, siempre que viva contigo (besándolo)

-       Javier: Interesante. Ahora que recuerdo hay algo que quiero decirte.

-       Felipe: Adelante, dígame

-       Javier: No te lo tomes a mal pero hay algo que me molesta

-       Felipe: Me asustas, ¿qué es lo que te molesta?

-       Javier: No me gusta que uses pantalones tan ajustados, no me gusta que se te marque… bueno, tú sabes

-       Felipe: ¿Me estás hablando en serio? (riendo)

-       Javier: No te rías, claro que es en serio, no me gusta que cuando caminas se te queden mirando ¿o es que acaso a ti te gustaría que yo usase pantaloncillos cortos y muy pero muy ajustados?

-       Felipe: Ya, mi vida no se me crispe, es que nunca pensé que te molestaría. Además ¿qué más da que se marque? Al final, sólo me disfrutas tú

-       Javier: Eso espero, ser sólo yo quien te toque, quien te disfrute (coqueteándole) y tu, bueno eso, sólo puede levantarse cuando yo lo permita.

-       Felipe: Pues mira cómo está (tomando la mano de Javier y llevándola hasta su pene) algo vas a tener que hacer, no puedes dejarla así.

-       Javier: Por supuesto que haré algo.

Sentía sus manos rozar con rudeza mi paquete, era una sensación dolorosamente excitante, Javier me excitaba mucho, tanto que cuando lo hacía, mis erecciones llegaban a ser dolorosas. Sacaba mi verga de su prisión y comenzaba a acariciarla y a masturbarla, con mi mano tomaba su cabeza y la acercaba a mi pene, necesitaba sentir sus labios en mi glande y su… ¡mierda! Puto timbre

-       Felipe: Salvado por la campana, iré a ver quién es.

-       Javier: De salvado nada, esto no ha terminado.

Abría la puerta y, tú, tenías que ser tú…

-       Fabián: ¿Qué, no te alegra verme?

-       Felipe: Para nada, ¿qué quieres?

-       Fabián: Sólo hablar con tu Javier

-       Felipe: ¿Y qué quieres hablar con él?

-       Fabián: Quiero que comentemos qué tal eres en la cama, ya sabes, intercambiar experiencias y eso

-       Felipe: Eres despreciable

-       Fabián: Tal vez yo lo sea, pero ese no es mejor que yo

-       Felipe: No te compares con él, que sales perdiendo

-       Fabián: Jajaja más quisieras. Oye, no te molesta vivir aquí, luego de vivir en nuestra hermosa casa

-       Felipe: ¿Nuestra? Por favor, esa casa es mía y si no te he sacado de ahí es sólo porque no obligaría a Javier a vivir en ella, y además porque no quiero verte pero muy pronto tendrás que salir de ahí.

-       Fabián: Eso ya lo veremos, ¿Por qué no llamas a Javier? Dile que quiero hablar con él

-       Felipe: No, lárgate

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Javier:

Felipe se estaba tardando demasiado y yo estaba demasiado excitado, así que comenzaba a quitarme la ropa e iría a buscarlo así, después de todo estaba en mi casa y quizás esté en la cocina.

-       Javier: Amor ¿por qué tardas tanto?

-       Felipe: Mi vida (tapándolo)

-       Javier: (avergonzado) ¿qué hace este tipo aquí?

-       Fabián: Venía a hablar con contigo, pero jamás imaginé encontrarme con un espectáculo tan lamentable. Mira que tener que desnudarte para poder excitarlo.

-       Javier: No, no necesito hacerlo pero estábamos haciendo el amor cuando tú interrumpiste

-       Felipe: Exacto, como ves, estás molestando. Tenemos cosas que hacer así que por qué no te vas.

-       Fabián: No puedo creer que después de estar conmigo, te conformes con estar con esto

-       Javier: ¿Pero quién rayos te crees que eres? No puedes venir a mi casa a ofenderme, y por favor ten un poquito de dignidad, lo más probable es que hayas venido a arrastrarte como siempre lo haces. Deja a Felipe en paz porque no voy a seguir aguantando que lo busques.

-       Fabián: Tú eres el colmo maldito hipócrita, cuántas veces tuve yo que aguantar que lo buscaras aún cuando él estaba conmigo, muchas veces nos interrumpiste antes de tener sexo y luego por tu culpa ya no me tocaba. Así que esto es lo menos que te mereces. Pero tranquilo, sólo venía a preguntar cómo llevas el desempleo

-       Felipe: ¿Fuiste tú verdad?

-       Fabián: No fui yo directamente, pero sí algo tuve que ver con que Carlos lo despidiera

-       Javier: En otras circunstancias te hubiese golpeado e insultado pero esta vez caíste tan bajo que ni siquiera mereces un insulto de mi parte. Eres el ser más miserable que he conocido en toda mi vida, eres una rata miserable, actúas por la espalda

-       Fabián: No Javiercito, déjame corregirte, yo actúo de frente, les dije que no iba a permitir que sean felices, les dije que les iba a hacer la vida imposible y eso es lo que estoy haciendo. El que avisa no es traidor.

-       Javier: Eres una basura, ahora veo por qué Felipe tenía su relación en secreto, das vergüenza, das lástima. Pobre de ti, la vida te va a castigar tan duro

-       Fabián: Si a mí me toca pagar por lo que estoy haciendo, a ti más por interponerte en mi relación con Felipe, aún estando enamorado de otro, das asco.

-       Javier: Más asco das tú que tienes que ofrecértele a un hombre que no te ama, porque tú podrás despertar deseo y placer en los hombres, pero amor no, el amor nunca lo vas a tener por eso vas a acabar tan solo…

-       Fabián: Cállate (intentando cachetear a Javier)

-       Felipe: Ya basta (sujetándolo del brazo) lárgate de aquí o te saco

-       Fabián: Anda, inténtalo, sácame.

-       Javier: Mi amor, no te ensucies las manos tocando a una mierda como ésta, mejor llamemos a los guardias para que lo saquen de aquí. En un edificio tan tranquilo como éste no se permiten visitas desagradables como ésta

-       Fabián: Eres patético

-       Felipe: (puñetazo) Ya estoy harto de que insultes a Javier, vuelve a insultarlo y te rompo la cara

-       Fabián: ¿Cómo pudiste?

-       Javier: Me hartaste (jalándolo del pelo y lanzándolo al pasillo, fuera de casa) No te atrevas a volver de nuevo, miserable.

-       Felipe: Qué visita más desagradable (estirándose) lo veo y me lleno de malas energías

-       Javier: Ya lo creo, ¿en qué estábamos?

-       Felipe: Cierto, ya (tronando los dedos) ¡a la cama!

-       Javier: Como ordene

Y así Cupido me hacía caer más y más en los brazos del amor verdadero…

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* Avance ***

En el próximo capítulo de “Camaleón”

-       Javier: Tranquila Tamara, te lo regalo, no tengo ningún interés en quitarte al padre de tu hijo, de veras.

-       Tamara: No te creo nada, eres tan arrastrado que seguirás molestándolo y acosándolo, rogando porque te haga el amor como a mí me lo hace

-       Javier: (cachetada) ¿Cómo te atreves? ordinaria