Camaleón (capítulo 10)

Camaleón: Es imposible dar la vuelta

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Javier:

Cuando salí de casa estaba contento, había sido un lindo día junto a Felipe pero Carlos había logrado empañar ese lindo momento.

Estaba de vuelta en casa y solo, Felipe había ido a comprar helado para consolarme pero yo tenía muy claro que estaba feliz, al fin y al cabo él quería que yo dejase de trabajar ahí. Algo me sacaba de mis pensamientos y ese era mi celular, recibía una llamada de… ¡no puede ser!

-       Javier: (con voz temblorosa) Aló

-       Robert: (con temor) Hola, ¿co-cómo e-estás?

-       Javier: Bien. Perdona que sea grosero pero… ¿por qué rayos llamas?

-       Robert: Sólo llamaba para saber cómo estás, nada más.

-       Javier: Bueno, siendo así, ya lo sabes, hasta lu…

-       Robert: Espera, no me cortes por favor. Escúchame

-       Javier: ¿Qué?

-       Robert: Tengo que decirte algo, si no lo hago me volveré loco

-       Javier: Habla

-       Robert: Pero no puedo por aquí, ¿podemos vernos en algún lugar?

-       Javier: Si quieres puedes venir a mi casa

-       Robert: No, preferiría que fuera en el parque que está cercano a mi casa, por favor no me falles, necesito decirte esto.

-       Javier: Ok, está bien. Nos vemos

-       Robert: Adiós, te quiero…

Uuy pero quién diablos se creía que era este tonto para llamarme y pedir que nos veamos y todavía más encima decirme “te quiero” por qué, mi día ya era horrible y ahora empeoraba. Robert te odio, no sabes cuánto te odio.

Era hora de terminar con el tema de Robert y de Carlos, necesitaba respuestas y ya sabía dónde encontrarlas.

-       Felipe: Cariñito, ya llegué

-       Javier: Hola amor, te veo luego.

-       Felipe: (molestándose) ¿a dónde vas?

-       Javier: A donde una amiga, ya te veo luego (besándolo)

-       Felipe: ¿Te llevo?

-       Javier: No, voy yo solo y de paso tomo un poco de aire.

Necesitaba respuestas claras y mi amiga Marlene era la única que podía dármelas.

-       Javier: Marlene, necesito tu ayuda.

-       Marlene: Javi, dime

-       Javier: Estoy yendo a tu departamento, necesito que me aclares unas cosas.

-       Marlene: Ok, te espero

Tocaba la puerta y Marlene me abría, Marlene era mi mejor amiga y además mi vidente de más confianza. Me había dicho cosas que jamás yo a nadie le había contado y en este momento sólo ella podía aclararme el mar de dudas que tenía.

-       Marlene: Javi ¿qué te ocurre?

-       Javier: Necesito que veas unas fotos y me digas qué ocurre con ellos.

-       Marlene: Javier, ya sabes que hay cosas que puedo decirte para las cuales no estés preparado.

-       Javier: Créeme que a estas alturas ya estoy preparado para todo.

Sacaba una foto de Robert y la ponía en frente de ella, miraba concentradamente la fotografía…

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Felipe:

Me tenía histérico la espera, Javier no salía de casa de Marlene con lo cual comenzaba a desconfiar. No quiero imaginar que se está viendo con cualquiera de ellos dos, me vuelvo loco de solo pensarlo.

Sé que no está bien que lo espíe pero entiéndanme, yo sé que él todavía piensa en Robert, sé que me quiere pero también sé que él ocupa sus pensamientos y tengo miedo de que algún día se de cuenta de que no me ama y se decida por él y yo me quede sin nada.

No lo resistiría, no soportaría vivir lejos de él…

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Javier:

Estaba nervioso esperando escuchar lo que Marlene tenía que decirme sobre Robert, fuera lo que fuera quería escucharlo ya.

-       Marlene: Veo que él y tú están muy unidos. Él tiene un secreto que lo une a ti.

-       Javier: ¿Cuál es ese secreto?

-       Marlene: No lo sé, no lo veo, sólo veo que ese secreto los une y mucho. A él le haces mucha falta, te necesita pero a la vez te quiere lejos.

-       Javier: ¿Por qué?

-       Marlene: Él tiene muchas dudas con respecto a ustedes, te quiere y mucho pero hay dos personas que lo presionan demasiado, y que a él le molestan. No te alejes de él, te necesita mucho, él no confía en nadie más que en ti, pero sí no ha sido del todo sincero contigo, él te está escondiendo algo.

-       Javier: No entiendo nada.

-       Marlene: No tienes que entender, deja que las cosas sucedan

-       Javier: y ¿Qué ves en esta otra foto?

-       Marlene: Uuy, ahí vas a tener muchos problemas. Te recomiendo que te alejes. No veo buenas intenciones en sus ojos.

-       Javier: ¿Eso crees?

-       Marlene: No lo creo, lo veo. El tiene demasiada ira y maldad dentro, aléjate de él. Se vienen tiempos muy difíciles por causa de él y de alguien más, a quien no logro ver.

-       Javier: Gracias Marlene, me has ayudado mucho.

-       Marlene: Cuídate Javier, por favor. Prométeme que te cuidarás

-       Javier: Ok. Te lo prometo (abrazándola)

Salía a mi encuentro con Robert, ahora mucho más claro. No sabía si pensar, si Robert me quiere como yo lo quiero o si sólo me quiere como un amigo. Prefería no ilusionarme y dejar que las cosas se dieran solas, era lo mejor.

Había algo en el pecho que me incomodaba, y eso era perder a Felipe ¿podría tenerlos a los dos? A ambos los quiero y no me quiero separar de ellos, bah Javier te estás adelantando a los hechas, quizás Robert no sienta nada por ti.

Por muy paranoico que suene, sentía que alguien me observaba, miraba para todos lados pero no veía nada extraño. Tal vez sea por lo que me dijo Marlene, sobre Carlos y esa persona que me quieren dañar. Calma Javi, calma.

-       Robert: Hola Javi (abrazándolo)

-       Javier: Hola Robert (respondiendo su abrazo)

Sentía su cálido abrazo, el contacto de su respiración con mi cuello, ese aroma suyo que tanto amaba y que me volvía loco, era irresistible.

-       Javier: (separándose bruscamente) Bien, tú me dirás ¿para qué querías verme?

-       Robert: ¿De veras no imaginas de qué se trata?

-       Javier: No, no imagino nada y si me citaste para hablarme con acertijos mejor me voy.

-       Robert: Espera (sujetándolo del brazo) yo te …

Sonaba mi celular, era Felipe…

-       Felipe: Hola cariñito mío ¿dónde está? (con voz de estar ligeramente molesto)

-       Javier: Hola amor, bien, sigo en casa de Marlene

-       Felipe: Ah ¿sigues donde Marlene? Interesante

-       Javier: ¿Qué te pasa, no me crees?

-       Felipe: No, ya sabe que yo confío en usted. Bueno, no te molesto más, te veo en casa. Te amo.

-       Javier: Yo también, adiós.

Me había matado al decirme que confiaba en mí, pero la verdad es que no le creí, yo sabía que él estaba sospechando pero no podía decirle que estaba con Robert, no podía…

-       Robert: ¿Era Felipe?

-       Javier: Sí, pero era sólo para decirme que me ama, siempre lo hace.

-       Robert: Vaya, qué suerte tiene.

-       Javier: ¿A qué te refieres?

-       Robert: (tomando a Javier de la cintura) A que él si puede decirte que te ama (acercándose a sus labios) sí puede besarte, acariciarte y hacerte temblar y yo me tengo que aguantar estas ganas de tenerte.

-       Javier: (empujándolo) ya basta. ¿Para esto me hiciste venir?

-       Robert: Sí, Javier porque ya no me aguanto las ganas de decirte que te amo y que no quiero estar lejos de ti…

-       Javier: ¿Qué?

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Felipe:

Quería bajarme del coche y moler a golpes al desgraciado de Robert, estaba herido porque Javier me había mentido pero al ver como se había alejado de Robert cuando éste lo tomó de la cintura me calmó. De cualquier forma le iba a dejar claro a ese que Javier es mío.

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Robert:

-       Robert: Lo que escuchaste, te amo y ya no quiero estar más lejos de ti. Me estoy volviendo loco por no tenerte y ya no puedo más

-       Javier: ¿Y por qué ahora? No tienes idea de todo lo que sufrí cuando tú me rechazaste y ahora vienes y me dices que me amas ¿Qué crees, que puedes jugar conmigo, ilusionarme, decirme que me amas e intentar besarme cuando se te de la gana para después reírte con tu noviecita? No, Robert, te amé, me tuviste en tus manos, pudiste haber hecho conmigo lo que se te diera la gana pero ya elegiste, ya elegiste a esa zorra y yo también elegí y al mejor.

-       Robert: Tú ni te imaginas todo lo que yo pasé, ¿crees que para mí fue fácil darme cuenta de lo que soy? Crees que no lloré soñando noche a noche contigo, sabiéndote en los brazos de Felipe, mordiéndome la lengua para no hablarte ¿Crees que sólo tú sufres? No tienes ni idea de nada.

-       Javier: ¿Y por qué no hablaste antes? ¿Por qué esperaste hasta que yo estuviera bien con Felipe para destruirme de esta manera?

-       Robert: No podía ser de otra manera.

-       Javier: No te quiero volver a ver en lo que me reste de vida.

-       Robert: Espera, por favor. Sólo quiero que me beses, una última vez y sabré que ya no hay más que hacer.

-       Javier: E-está bien

-       Robert: (besándolo)

Veía como el amor de mi vida se marchaba, ese beso había significado un doloroso adiós, una estocada dolorosa…

-       Felipe: (aplaudiendo) Vaya, vaya, vaya hasta que te armaste de valor para declarártele ¿no?

-       Robert: ¿Qué?

-       Felipe: Maldito infeliz, ya te vi besuqueándote a mi novio pero te voy a poner en tu lugar

-       Robert: Ay mejor tú ni te metas porque no eres mejor que yo, tú te metías con Javier y Fabián al mismo tiempo. Eres un descarado

-       Felipe: A mí no me hablas así (puñetazo)

-       Robert: (puñetazo)

Sentía que la sangre me hervía y sólo quería golpearlo más y más, quería dejarle claro que iba a pelear por Javier

-       Robert: (puñetazo) Voy a pelear por Javier, él se va a quedar conmigo

-       Felipe: Infeliz

-       Robert: Cállate

-       Felipe: Esto no se va a quedar así, eres una basura, no vales nada.

-       Robert: No te tengo miedo y eso es para que veas que no voy a permitir que me vuelvas a poner una mano encima.

-       Felipe: Uuy qué miedo tengo, aléjate de Javier o me vas a conocer.

No imaginaba que Felipe iba a actuar de esa manera, sentía miedo de lo que iba a decirle a Javier. Creo que mi declaración sólo sirvió para traerle más problemas.

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Javier:

Llegaba a casa pero no veía a Felipe. La declaración de Robert me había dejado perplejo, estaba feliz pues sentía lo mismo que yo pero por otro lado estaba Felipe y no quería que él sufriera. Veía la foto de Robert en mi celular, ¡Que me perdone Dios! Pero todavía lo amo y mucho…

-       Felipe: ¿Dónde estabas?

-       Javier: ¿Qué te pasó? ¿Por qué vienes así?

-       Felipe: Te hice una pregunta ¿dónde estabas?

-       Javier: Ya te dije, en casa de Marlene

-       Felipe: ¡Mentira! (gritando) te vi besando al infeliz de Robert

-       Javier: Escúchame, te lo pu…

-       Felipe: No quiero que me expliques nada, me mentiste. Te has pasado mi amor por donde te ha dado la gana

-       Javier: No es así, yo lo rechacé, de verdad.

-       Felipe: Vaya manera de rechazarlo ¿no? Dándole un beso, por eso que ese tipo se atrevió a decirme que lucharía por ti, y en mi cara.

-       Javier: ¿Lo golpeaste?

-       Felipe: ¿Por supuesto? No quiero que vuelvas a verlo

-       Javier: ¿Cómo pudiste hacer eso? De sobra sabes que yo jamás te engañaría

-       Felipe: ¡Yo los vi! Vi cómo se besaban, no me quieras ver la cara.

-       Javier: Perdóname, por favor. Yo ya no siento nada por él, y besarlo era la única forma de saberlo.

-       Felipe: Entiéndeme. Te amo tanto que tengo terror de perderte, no quiero que eso pase, mi vida, no quiero.

-       Javier: Eso nunca va a pasar (besándolo)

Besaba las huellas de los golpes en su cara, besaba su frente, su cuello, todo en él me parecía tierno y apasionado, era lógico pensar que me estaba enamorando de él, y por tanto me dejaba llevar.

Felipe quitaba mi blusa y comenzaba a acariciar mis pezones con su lengua, mientras yo jugaba con el bulto que se le marcaba en el pantalón. Seguía en lo suyo, yo bajaba el cierre y dejaba libre su pene, notaba que no llevaba ropa interior con lo cual descubría que esa era su sorpresa.

Bajaba hasta su pene y comenzaba a devorarlo como si fuese el último que iba a probar, acariciaba sus testículos mientras él presionaba más mi cabeza para que yo lo tragase completo.

Volvía a devorar su boca y el con sus dedos comenzaba a dilatarme, sus dedos eran tan gruesos que al sentirlos dentro ya no podía seguir aguantando más para que me penetrase.

-       Felipe: Venga, amor (palmeando sus piernas)

Me sentaba sobre él y comenzaba a cabalgarlo, primero lento y después aumentaba el ritmo, estaba en una especie de trance en que lo único que quería era sentirlo dentro, sentirlo mío, hacerlo gemir y gemir desesperado por tan pasional follada.

La cara de Felipe era de total placer, entregado a mis locuras y a mi desenfreno.

-       Felipe: Amor, ya me vengo (gemido)

-       Javier: Y yo (gemido)

Ambos acabamos al mismo tiempo, él dentro de mí y yo en su pecho, me quedaba recostado sobre él, besando su pecho, de repente sonaba mi celular…

-       Javier: Felipe, ¿puedes ver quién es?

-       Felipe: Es un mensaje de Carlos.

-       Javier: Por lo visto no se harta de molestar, ¿qué dice?

-       Felipe: Que no te molestes en ir a buscar tus cosas, que ya las tiró a la basura.

-       Javier: ¿Qué? ¡Dios! Maldito desgraciado.

Lloraba de la impotencia que me daba el que me trate así, primero mi trabajo y ahora mis cuadros, mis títulos, todo…

-       Felipe: Tranquilo amor.

-       Javier: ¿Por qué me hace esto?

-       Felipe: NO sé, pero ahora lo voy a averiguar…

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Felipe:

Rápidamente me vestía para ir a partirle la cara a ese imbécil, yo podía soportar que a mí me molestaran o me insultaran, después de todo, a mí ninguno de ellos me alimenta ni me mantiene pero lo que no podía soportar es que se metan con Javier y ya estaba harto de Carlos y de Fabián, claro estaba que detrás del despecho de Carlos estaba Fabián.

-       Felipe: Hola Helena, necesito hablar con tu jefe pero por favor no le digas que soy yo.

-       Helena: Pero me meterás en un problema, Felipe.

-       Felipe: Lo siento Helena, pero después de lo que le hizo a Javier, tengo que hacer esto.

-       Helena: Está bien, le preguntaré

Helena hablaba con el patán ese y yo seguía molesto, quería golpearlo hasta romperme las manos.

-       Helena: Disculpa pero no quiere recibir a nadie, lo siento.

-       Felipe: ¿A nadie? Pues me va a tener que escuchar…

-       Carlos: Helena, ya te dije que no quiero ver a nadie.

-       Felipe: Tranquilo que mi visita será muy corta (puñetazo) si quieres desquitarte con alguien hazlo conmigo pero a Javier lo dejas en paz.

-       Carlos: ¿Qué te pasa imbécil?

-       Felipe: Me pasa que estoy harto de que molesten a Javier, no quiero que vuelvas a meterte con él, ni a llamarlo ni a molestarlo, porque te las vas a ver conmigo.

-       Carlos: Sal de aquí o llamo a seguridad

-       Felipe: Tranquilo, me voy pero quedas advertido.

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* Avance ***

En el próximo capítulo de “Camaleón”

-       Fabián: Eres patético

-       Felipe: (Puñetazo) Ya estoy harto de que insultes a Javier, vuelve a insultarlo y te rompo la cara