Calzoncito Sudado...!!!

Una chica que se da cuenta que su calzon sudado y su mano le da mucho mas placer que una buena pieza en su conchita...!!!

Como todos los jueves sabia que ese día vería a Néstor, el me iría a recoger después del trabajo, saldríamos a comer algo y me llevaría a "hacer el amor". Esa rutina la llevamos mas o menos seis meses, en los que he aprendido a satisfacerme con la verga de un hombre una vez por semana, aunque en mi soledad me autosatisfago y llego a tener orgasmos largos, placenteros.

Néstor esta casado y tiene una hija de tres años, todos los jueves nos vemos porque dice que es el día que puede, ya que su esposa sale a sus clases de costura, a el lo conocí porque una amiga es su secretaria, ella me lo presento. Néstor es el tipo atractivo, alto, de brazos fuertes, un piernas largas y bien formadas, y un pecho envidiable, se ejercita mucho, y el jueves es el día que lo hace conmigo. El finge ir al gimnasio.

Esta ultima semana, antes de que el jueves llegue, había estado sola en mi habitación, para irme al baño deje mi ropa interior en la cama, cuando regrese, me seque y me acosté desnuda, y por curiosidad olí mi calzón sudado, y sentí que ese olor me llenaba, me recorría y me excitaba, me puse el calzón en la cara y comencé a masturbarme como nunca, el olor a sudor, a usado, me tenia ya con tres dedos metidos en mi conchita y sentía como mi interior se humedecía, como mis pechos se ponían duros, mis dedos se metían profundos en mi ser, y no tenia necesidad de imaginarme una verga para sentirme satisfecha. Tuve dos sensaciones maravillosas con mi calzón en la cara, sobre mi nariz, largas, que me dejaron casi sin aliento, y después de esos dos maravillosos orgasmos, me quede dormida, desnuda, con mi calzón aferrado a mi mano.

Vamos a comer algo Gisella? – me dijo cuando me recogió del trabajo.

Si amor, toda esta semana ha sido larga y tenia la necesidad de verte.

Hemos cenado juntos, algo rápido y ligero, porque sabia también que después de hacer el amor, el tendría ganas de volver a comer una hamburguesa con su gaseosa negra bien helada. A pesar de que Néstor hace el amor como los dioses (el porque le acepto una vez por semana), tenia ganas de probar algo nuevo, dos días había tenido un calzón puesto, estaba sudado, mucho mas oloroso que el de la ultima vez, aunque tenia algo de recelo de sacarlo de la cartera cuando este con el, sabia que era de las cosas que debo aprender a sobrellevar si es que quiero que la relación con el salga a flote. Si había yo aceptado lo de la esposa y de la hija, que el acepte esto mío.

Ya en el hotel, el se desnudo como siempre primero, dejándome ver su gran verga venosa y dura, en señal de que estaba listo y deseoso de tocarme, de hacerme el amor, y yo como siempre tendría que arrodilladarme y mamarsela, y a pesar de que me gustaba, sentía que todo era tan rutinario, lo que hacíamos. Me arrodille, ya solo en calzón y sostén y frente a esa gran verga, abrí mi boca de par en par, con cada mamada, las venas de su verga se hinchaban, el tomo mi cabeza con sus manos, haciendo que los movimientos sean mas acompasados, y me estaba gustando sentir como llegaba a mi garganta. Cuando estaba por venirme me aleje y me puse de pie, me roce con el, me despojo de toda la ropa y me llevo al filo de la cama, separo mis piernas de par en par y su barba sin rasurar la paso sobre mi chucha depilada e hinchada por querer probar su verga ya... comenzó a ensalivarla con sus besos, a morderme el clítoris, su dedo curvado hacia arriba dentro mío, hacia que me olvide de todo, me estaba haciendo el amor su dedo, el placer era tanto, y tan reprimidas las ganas de tenerlo tocándome que me vine con su dedo dentro mío.

Para cuando el me acomodo en el medio de la cama, y alzo mis piernas sobre sus hombros, yo había localizado mi bolso y había sacado mi "reliquia", me la puse sobre la cara y eso multiplico el efecto de su verga dentro mío, para cuando el dio un par de embestidas yo estaba húmeda, el se agitaba pero no veía mi rostro, sentía que estaba allí, pero no estaba viendo que mi calzón estaba sobre mi nariz, cuando se dio cuenta, dejo de moverse y me pido explicaciones, quiso salirse de mi, alegando que no estaba haciendo el amor con el, sino con el calzón, pero él al verme así tan dispuesta, y abierta de piernas lo pensó y me volvió a penetrar o como dicen en mi país "cachar", ahora sabia que el estaba compitiendo con mi ropa interior, su cadera se movía circularmente y no dejaba de apretar con sus manos mi cadera, de besar mis piernas, yo estaba en el limbo, con su verga dentro y oliendo mi calzón, el olor me embriagaba, que sin darme cuenta estaba que me tocaba los senos, sobandome a mi misma, como cuando estaba sola en mi cama, el no dejaba de moverse dentro mío. Sentí que se vino y salió, estaba aturdido porque yo no dejaba de moverme y tocarme, me dejo en la cama, y otra vez sentí como mi cuerpo se agitaba y mis espasmos después de mi tercer o cuarto orgasmo eran mas sonoros y jugosos. Cuando abrí los ojos, el estaba sentado al filo de la cama, con su ropa interior puesta y con cara de estupefacción... Me pregunto que es lo que pasaba y le comente mi experiencia, le pedí disculpas. No me comprendió.

Un par de semanas no lo vi, hasta que me llamo, diciendo que quería verme y que podría comprender mi "desviación" pero que solo evite hacerlo con el cerca. Ahora tengo una relación pecaminosa con mi ropa interior sudada.