Calses particulares de sexo 2

Mi alumnos de 20 años que quería ingresar a la universidad se esforzaba muchooo por las clases praticas

Martín venía lunes, miércoles y viernes. Desde que se había ido el lunes era yo el ser más irracional existentes, estaba volando y confundida. Las noches con mi marido eran iguales y solo espera el miércoles para continuar con mis clases y mi instrucción a Martín. Me gustaba la idea de formarlo como  mi amante. Una y otra vez volvía sobre los recuerdos del lunes y eso me excitaba.

El miércoles decidí volver a las blusas pero esta vez con pollera, no corta, tubo un poco más arriba de la rodilla. Opté por una tanguita de microtull adelante y sujeta por tiritas. Martín llegó puntualmente, entró y me arrinconó apretandome las lolas. Me quiso besar a los que respondí que primero la filosfía y luego lo demás. No obstante cuando ibamos hacía la mesa me abrazó por detrás y sentí un gran bulto sobre mi cola. Otra vez mi dilema moral: los padres me pagaban por las clases de filosofía y el hijo solo quería cogerme, a mi eso me encantaba, pero.. era lo correcto?

Hablé con Martín y dividimos el tiempo, si ambos nos comprometíamos y maximizabamos el tiempo podíamos hacer las dos cosa, ya que no podía quedarse mucho más porque  su madre lo controlaba demasiado.  Entonces comencé diciendo que lo iba a evaluar a ver que había aprendido, a lo q se paró e intentó desnudarme. Me reí, había sido ambigÜa en mi idea, yo hablaba del curso no de sexo. Él me contó que cada vez que quiso estudiar se acordaba de cosas que yo decía y se excitaba. Que se había calentado miles de veces y que solo quería volver a la cama con migo. Le aclare que así no había más clases, que una cosa era el estudio y otra el sexo y que una vendría luego de la otra. Ese día tuve que explicar todo yo, pero con la aclaración que er ala última vez que él debía leer en su casa lo que veríamos así todo era mas rápido y fácil.

En un momento rogaba que Martín, me rozara, me mirara, se me acercara, algo. Me perdía ese joven. En un descanso del saber traje café y me senté en el sillón, lo invité a sentarse en el otro  y me crucé de piernas. Cosa q hacía que mi falda se levantara un poco. Martín comenzaba a reaacionar. Para tomar el cafe me incliné mostrandole mi escote, pero él seguía fiel a mi orden: primero el estudio. Tomé un libro y con el pretexto de mostrarle el texto me senté a su lado, previo haber pasado rozando mi cola por su cara. Yo seguía explicando hasta que le pregunté que pensaba. A lo q respondió: "en una sola cosa". Retruqué preguntando: "que?". Y él dijo "Que me tomes lección de la práctica". Me tembló el cuerpo, pero enseguida le dije demostrame lo que aprendiste.

El chico comenzó a besarme, a desabrocharme la blusa,  comerme las tetas de una manera voraz por momentos, y tierna otras. Con una mano me recorrió las piernas rápidamente queriendo meter los dedos en mi vagina. Al oído comencé con la lección:

-"a veces las mujeres no estamos muy lubricadas para que nos toquen, o no nos gusta tan rápido. Vos tenes q provocar q se vaya humedeciendo. Podés recorrer zonas herógenas con la lengua, con los dedos, ¿te acordás que a mí me puede q me chupen y mordisqueen la oreja. Otras es el cuello...?

Martín fue directo a mi oreja, le tome la mano y la llevé a mi conchita para que viera como se iba poniendo. PAra mí esos besos son afloja-tangas. Entonces seguía diciendole:

-Ves bebé, cómo me pones?. Eso tiene que conseguir un hombre,  ponernos muy muy calientes, dejando la conchita para después. Cuanto más lugares excitas mejor amante vas a ser. Otra veces podes llegar sin gran resultado entonces podes humedecerte los dedos en tu boca o en la de la mujer y rozaarla suavemente.

  • Pero yo quiero comertela- me dijo

  • Es toda tuya, y solo tuya- no terminé de hablar y ya me había corrido la tanguita un poco y tenía su lengua buscando mi clitoris para empezarlo a chupar. Me dejé un poco, porque realmente lo disfrutaba, pero lo retiré porque  quería demostrarle otra cosa. Pensé que para lo que quería hacer era tarde así que la lección "las mujeres podemos hacer todo" la dejaría para otro día.  Lo fui desvisitendo quería esa tremenda pija, él quería ir a la cama y yo no. Entonces le dije: "joven yo soy la autoridad aquí así que nos quedamos acá o no hay más clase".

Me puso una cara de pobre niño, que me conmovió.

Lo hice sentar en el sillón, busqué su miembro y me empecé a deleitar, bueno, empezamos. Lo lamí, lo chupé, lo succioné. Lo fui llevando a recostarse y le fui insinuando un 69. Ambos gemíamos, Martín parecía un experimentado en sexo oral, tenía un arte!!!! Hasta que me dijo;  quiero estar dentro tuyo. Yo le dije que quería su leche en mi boca y me dijo que él prefería estar dentro mio. Lo hice sentar y yo me senté sobre él frente a frente. Lo q sentí mientras me penetraba ya eso era el placer. Yo lo cabalgaba y el me comía las tetas. Yo me inclinaba hacía atrás para poder acariciar detrás de sus huevos, eso lo hizo vibrar hasta correrse. Cada chorro de leche me excitaba más y yo seguía sobre él ahora apretando con la vagina su miembro  algo más relajado hasta que me tocó en un lugar indescriptible, no podía dejar de rozarlo con mi cavidad vaginal y no quería, estaba en las nuebes, y Martín se volvió a correr. Quedamos abrazados, muy apretados por unos minutos.

Martín bajó su mano hasta mi cola y comenzó a acariciarme, su pija la sacó de mi vagina y a llevarla hacía atrás. Al oído le dije:

Esa lección es para otro día, dentro de un tiempo tenemos q prepararlo juntos porque aun nadie me la ha explicado

Martín me separó de él,, me miró asombrado. "Cómoooo???. Tu marido...???"

-No, no le interesa es muy tradicional. Y para que sea así nomás prefiero q no sea

-Yo ya me pongo a ver como es, entonces- dijo.

Me sonreí, y le pedí tiempo. "Vos por lo pronto capítulo 11 del libro, q de la otra lección me ocupo yo"

Ya estabamos pasados de hora y su mamá ya le había mandado sms pidiendo q hiciera compras.

Se vistió, y se fue feliz.  Y yo me fui a dar un buen baño de inmersión recordando sus manos, su boca, su pija y estimulando mis zonas más intimas, armando mi siguiente lección, que debía ser provechosa xq era viernes y hasta el lunes no habría otra.