¡Calla que nos pueden escuchar!

Hola amigos, vuelvo a subir este relato ya que perdí acceso a mi anterior cuenta, le hice unas pequeñas modificaciones ya que se me pedía ser más detallado, no olviden dejarme un comentario.

Recién había cumplido 18 años y aun que ya no era virgen tampoco tenía un hombre fijo para quitarme las ganas cada que las tuviera. Cómo era típico de mi (en ese entonces) entre a la aplicación naranja para disponerme a encontrar un macho que pudiera saciarme.

Mi nombre es Aarón y a mis 18 era de una complexión normal, tenía una buena definición en brazos y pecho, pero lo que más le encantaba a mis hombres era mi culo redondo y levantado. Mido 1.8cm Tengo unos ojos grandes y verdes que a más de uno hacen suspirar,mis labios son carnosos, mi piel es morena clara y todo mi cabello y vello corporal ( el cual es bastante) es negro.

Eran como las 4p.m y encontré un hombre aproximadamente de unos 35 años, era un poco misterioso y después de una no muy larga conversación me envió solo una foto de su verga, ( la cual se veía muy apetecible.) al principio me dio desconfianza no saber cómo se veía, pero estando poseído por el demonio del sexo no lo pensé mucho y me dirigí a la dirección que me envió. Cuando llegue me pidió que aparcara a unas casas de ahí para que no vieran mi SUV fuera de su casa. ( lo cual me pareció un poco paranoico, ya que los vecinos no podrían asumir que íbamos a follar solo por que aparqué justo frente a su casa..) me dio indicaciones muy específicas, iba a abrir un poco el garage yo tenía que entrar rápido y subirme a la parte de atrás del vehículo blanco que ahí se encontraba, (un poco raro otra vez, pero pensé que de una fantasía se trataba.) así lo hice, esperé unos minutos hasta que el también entró.

Efectivamente era un hombre de aproximadamente 35 años, tenía el cabello rubio oscuro y unos ojos verdes que le lucían muy bien con su tez blanca. Tenía unos labios un poco delgados y rosados pero enmarcaban una sonrisa muy cálida que me ponía como loco. Aun que sus brazos, hombros y pecho se notaban trabajados tenía una pancita de señor que no me molestaba en lo absoluto.

Al entrar al vehículo se presentó con una sonrisa amable y me dijo que su nombre era Pedro, (nombre que obviamente cambió con propósitos de privacidad).

-Pedro: Sere breve, no tengo mucho tiempo. Estoy bastante ocupado y si accedí a verte es por que con solo ver tu cara me puse caliente . Así que hagámoslo de una ves para volver a lo mío.

Apenas termino de hablar y me lance a besarlo, me senté sobre el y puse sus manos en mis nalgas. Me devolvió el beso con mucha pasión y lengua.

Con un movimiento rápido se sacó el pantalón y dejó a la vista una hermosa verga de unos 18cm bastante ancha y rosada que ya estaba empapada de precum. Me acosté en el asiento trasero bajándome el short para exponerle mi culito apenas cubierto por un pequeño bikini negro, comencé a mamar su verga. La sujete con una mano para retraer el prepucio y comenzar a jugar lentamente con mi lengua al rededor de su glande, dibujaba pequeños círculos en el alternando el ritmo, mientras que con la otra mano acariciaba sus huevos depilados que a pesar de tener un poco de sudor no olían más que a hombre limpio y aseado, poco a poco fui babeando e introduciendo más su miembro venoso y caliente hasta llegar a la base, mi nariz tocaba sus vellos púbicos recortados que también olían a limpio. Se notaba que estaba disfrutando pues soltaba aire como si se un toro se tratara. Podía notar el sabor de su precum mezclándose con mi saliva y el ambiente dentro del vehículo haciéndose cada vez más denso por la escena de pasión que ahí estábamos teniendo.

Yo: ya metemela, te necesito dentro de mi.

Pedro: estaba esperando que dijeras eso putito, siéntate y enséñame de que es capaz ese culo.

De un solo salto me lancé sobre el quitándome el pequeño bikini negro que ya estaba empapado por la parte de enfrente junto con el asiendo del vehículo que en ese momento se había convertido en nuestro espacio de morbo, lujuria y pasión. Comencé a besarle la boca como si fuera el último hombre en la tierra mientras que con su verga entre las nalgas lo comenzaba a masturbar, subía y bajaba poniendo su glande en mi entrada ejerciendo presión pero sin penetrarme aun. (Quería que lo deseará demasiado para que así me pudiera dar una buena follada y yo quedar satisfecho). Le escupí en su herramienta y con un movimiento rápido me acomodé para ensartarmela. Me entraron sus 18cm de golpe y era más el placer que sentía, que el dolor. (Ya que al parecer con la excitacione y la succión de mi mamada se había engrosado un poco más). Estaba fascinado con su pene, me llenaba justo cómo quería ser llenado. Comencé a cabalgarlo rápido, su pene estaba masajeándome la próstata lo que tenía gimiéndome como si de una porno se tratará. Estaba sujetándome con una mano en el techo del vehículo y con la otra masajeando sus pectorales y no paraba de gemir.

Pedro: calla puto de mierda!

Yo: no te prenden mis gemidos?

Pedro: Si! De puta madre me prende, pero nos van a escuchar!

Yo: cómo dices?

Pedro: mi esposa, mis hijos y mi suegra están en la cocina, así que cállate la puta boca de una vez!

Me quede helado con lo que me acababa de decir, al parecer dejé de cabalgar la verga de mi macho,por lo que aprovecho para poner cada mano en una nalga y separarme un poco de el para hacer espacio y empezar un ritmo de metidas y sacadas brutal, mis nalgas rebotaban y sonaban como melodía con cada estocada, mis ojos se pusieron en blanco, había perdido el control de la cogida pero una nueva sensación placer había tomado posesión de mi cuerpo, y lo que me había dicho me tenía más caliente aún, el hecho de que podíamos ser sorprendidos por su esposa o alguno de sus hijos me tenía con la verga a punto de explotar. Por lo que mi pene no dejaba de gotear precum sobre el vientre de mi sensual compañero.

Pedro: ya voy a preñarte mi putito, te voy a llenar tu culo apretado de leche. - en ese momento me dio la vuelta quedando el a espaldas mías, lo cual fue un alivio pues mis piernas se pudieron estirar un poco más.

Me agarró del cuello y me jaló hacia atrás, me tenía con su pecho pegado a mi espalda, su boca succionando mi cuello y su verga bien presionada a mi próstata. Ambos estábamos empapados de sudor, sentir como nuestras pieles mojadas rozaban me tenía al borde del orgasmo.

Pedro: quiero que eyacules tu primero, me encanta sentir las contracciones del culo en mi verga.

Me comenzó a masturbar con su mano y aceleró la cogida en mi culo. No tarde ni un minuto cuando mi pene comenzó a soltar semen, era muchísimo, la primera descarga llego hasta la parte trasera del reposa cabezas de el copiloto, el segundo cayó a la alfombra del piso y los demand entre la mano que me masturbaba y el asiento ya mojado por sudor debajo de nosotros. Me sentía en la gloria eyaculando mientras aun seguía siendo penetrado fuertemente, y mi hombre estaba fascinado con lo que mi culo contraccionandose le hacía a su pene. Tomo mi semen con sus dedos y lo puso en mi boca.

Pedro- me vengo, oooh si... te preño el culo.. ohhh siii que rico!! - senti como en la última estocada su pene se contraía dentro de mi soltando 6 trallazos abundantes de esperma caliente dentro de mi.

Me quede tirado sobre el unos minutos en lo que me reponía. Yo sabía que era momento de irme así que saque su pene aun un poco duro de mi culito y me dispuse a vestirme. Le di un beso y le pedí que me abriera para emprender mi huida. Pedro me pidió que conservara su semen dentro de mi hasta el día siguiente, pero en el momento que me puse en cuclillas para salir por la parte de abajo del garage entreabierto, la mayoría empezó a escurrir sin que yo lo deseara; ya que aún seguía muy dilatado y bastante cargado de leche.

¡Gracias por haber llegado hasta aquí! Espero les haya agradado y les interesen más de los relatos que tengo para ustedes. Saludos!