Caliente Reencuentro
Después de varios meses...un reencuentro ardiente
9 meses de terminar la relación con Darío… 3 o 4 meses en dejar de vernos definitivamente… él tiene una relación, según parece estable y feliz…
Yo retomé mi vida, que dejé estar por él (sin que nadie me obligara), hago hincapié en que la dejé estar, por tener el erróneo pensamiento que tenía que hacerlo feliz, más bien, que debía esforzarme para que él fuera feliz… erróneo porque no debía ser así, no podía estar dándole en el gusto en todo lo que él quisiera, una porque eso no me hacía feliz a mí, y al final, a él tampoco lo hacía feliz así… bueno, cosas que una se da cuenta cuando ya la relación termina, y sabe que nunca más volverá a suceder… como sirve para crecer!
Ya teniendo mi vida más o menos resuelta, con planes hechos, conociendo a una nueva persona, que por lo demás me gusta mucho… Darío me envía mails para que tengamos un reencuentro sexual, él claramente sabiendo que nuestro sexo me volvía loca, que nuestra conexión sexual es máxima, la confianza, el modo de tocar, de besar, como solo él me penetra, como solo yo me muevo… nuestro sexo era poderoso… él quería revivirlo…
No sé muy bien para que… cual es la necesidad? No lo sé…
Según mi parecer, el comienzo de una relación es tremendamente importante! Porque se crean los lazos de confianza, la conexión y por supuesto vas conociendo las nuevas formas de reaccionar frente al sexo, los modos de tocar, y todas esas cosas que incluyen el tener una nueva pareja sexual estable.
Al comienzo, cuando recibí la propuesta, estaba confundida, por lo mismo que mencioné anteriormente, pues meterme en medio de esa relación me resultaba tortuoso o excitante… y esa mezcla me llamaba poderosamente la atención, pero por sanidad mental preferí decir que no… pensando además que seguía enamorada de Darío… pensaba, no sentía…
Hasta que lo vi, de frente… no sentí amor por el… o por lo menos enamorada ya no lo estoy… quizás el gran amor que sentía por él, evolucionó tanto, que no siento egoísmo en ningún grado… y deseo de todo corazón que sea feliz, que su nueva pareja sea su complemento perfecto, que crezca y madure sus emociones de una vez por todas!!!
Luego de verlo, supe que podía tener sexo con él… disfrutar del rico sexo que nos damos, disfrutar nuestros cuerpos, nuestras pieles… sexo
Finalmente acordamos tener un encuentro sexual, solo sexo… viajar a otra ciudad, al lugar que fuimos solo una vez, pero que fue donde finalmente me comencé a encontrar con mi sexualidad pura… un pub swinger… ese lugar que yo pretendía fuera nuestro escape de la rutina, donde pudiésemos disfrutar del sexo con otras parejas, con otras personas, con terceros (as), para escapar de lo cotidiano de una larga y eterna relación como pretendíamos que fuera hace años atrás…
Llegó la hora, nos encontramos, conversábamos de varias cosas superficiales, otras no tanto…recorrimos para buscar preservativos, nos reíamos, la pasábamos bien, grata compañía, de esos amigos de años.
Estábamos en el pub, vimos el show, me tomaba por la cintura, nos servíamos un trago, hablábamos… fuimos a la orilla de la piscina, hasta que al fin conversábamos cosas con mayor importancia…
Entre muchas palabras, yo seguía sin entender cuál era el motivo o su necesidad de que folláramos… pues él ya tiene una relación, y yo definitivamente no pasaré de ser la novia, a ser la amante (casi denigrante), nuestro sexo era exquisito, pero aun así no es motivo para ser infiel…
Me comentó que alguien cercano a él, tenía sexo una vez al mes fuera del matrimonio, supuse en ese instante que él quería hacer lo mismo… no me parece. Ya que si ambos conocemos el mundo swinger y nos gusta… para que ser infiel, si puedes llevar a tu pareja a ese lugar o a muchos otros, para que vivan el morbo juntos, disfruten de cuerpos distintos juntos, para que afiaten su relación, para que se “ensucien” la mente con relatos vividos juntos, para que crezcan sexualmente juntos… juntos, siempre juntos, no por separado.
Mientras conversábamos, otra pareja se sentó a nuestro lado… cruzamos palabras, y comenzamos a pasarlo bien los cuatro…
Ella, una chica morena, de unos 21 años app, no tenía un cuerpo espectacular, pero sí tenía unas tetas ricas, Pancha.
El, un hombre alto, delgado, de 29 años app, Leo.
No eran atractivos, pero si nos servían para disfrutar de la noche, que recién comenzaba…Pancha nunca había ido a ese club, pero le gustó y tenía ganas de algo más… Leo ya había ido varias veces antes, y se notaba un hombre con experiencia.
Fuimos a bailar, yo me excitaba besando a Darío, sintiéndolo duro, pensando que su verga estaría dentro de mi…nos subimos al caño, Leo y Pancha también lo hicieron, nos movíamos cerca del caño, girábamos hasta yo quedar junto a Leo y bailarle muy de cerca, Darío hacia lo mismo con Pancha… Darío me miraba y sabíamos que lo estábamos disfrutando…
Pasó un rato, Leo y Darío fueron a la barra a comprar para seguir bebiendo… Pancha y yo nos quedamos bailando solas, solo con el DJ viéndonos bailar… observaba en su forma de moverse, de respirar, de mirar, que pancha quería más, no se atrevía, pero si quería, fui yo quien comencé a acercarme a tocarla cada vez más directa, ella se me apegaba, olía que quería sexo, el DJ nos motivaba cada vez más con la música en el justo momento, para ir avanzando con nuestras manos, con nuestros cuerpos…
Nos fuimos a buscar a los chicos, nos faltaban esas pollas duras cerca de nosotras; nos propusieron ir a casa de Leo, pues claro, eso no quedaría solo en un baile…
Ya instalados, con alcohol recorriendo nuestra sangre… ya era inevitable, no lo queríamos evitar… Darío y yo, íbamos por sexo…
Partí bailando con Pancha, sacándole la ropa de a poco, teniendo en cuenta que era su primera vez, con cuidado y con deseo… se nos unieron los chicos, bailándonos, tocándonos, cambiamos de pareja, Darío besó a Pancha, y yo a Leo… Leo quería penetrarme de inmediato, no lo permití, no tenía preservativo y quería que Darío me lo metiera duro…
Estuvimos jugando por un momento, pasé mi lengua por el glande de Leo, que estaba duro, excitado, y a mí me excitaba que Darío me mirara, que anhelara meterme su verga, que quisiera tener toda su polla dentro de mi coño, que quisiera que mi lengua lo recorriera
Me tumbe sobré la cama, miré a Darío, él se me acercó, con su polla lista para la acción, grande, palpitante, con esas venitas sobresalientes, uuff como me calienta! y me lo metió todo, completo, rico! Como extrañaba esa verga dentro de mí, como lo deseaba, como me ponía a mil su sexo, su respiración, su lengua en mi boca, su lengua en mi cuello… su voz diciéndome que siempre íbamos a tener este sexo tan rico
Mientras Darío me embestía, Leo estaba dándole duro a Pancha a nuestro lado, ella en cuatro, frente a mí, con sus tetas moviéndose sin parar… nos besamos calientemente, sentía como eso la excitaba, como le gustaba que otra mujer la besara por primera vez, le chupaba las tetas, al mismo tiempo que Darío se las chupaba y me besaba…que exquisito!
Yo estaba completamente mojada, mis fluidos recorrían mis entrepiernas, teniendo la polla dura de Darío dándome sin parar…
Cambiamos de lugar… las dos en cuatro, Pancha y yo les movíamos el culo para calentarlos, para que se nos acercaran, para que nos penetraran, para que ella sintiera el pene de otro hombre penetrándola rico, para que Leo la viera gemir por otra verga en su coño, frente a él... para que se llenara de ese morbo de ver a tu pareja siendo follada por otro, como excita, como te puedes extasiar mirando, siendo mirada!
Darío tomó a Pancha por las caderas, le dio una palmoteada en las nalgas, y comenzó a rozar su rajita con el pene, le acariciaba las tetas, se las amasaba enérgicamente… de pronto, le dio una embestida exacta, se lo metió rápidamente, Pancha soltó un gemido fuerte, de dolor y placer… Darío de lo metía y sacaba, una y otra vez, tomándola fuerte por las tetas, la apretaba hacia él, ambos gemían, se podía oír como el culo de Pancha le daba golpes en la pelvis de Darío, se oía como lo hacía, como la estaba cogiendo con fuerzas, como la estaba haciendo sentir placer.
Al mismo tiempo, Leo jugueteaba con su verga dura en mis muslos, como me estaba inquietando, deseando ser penetrada, como estaba deseosa que Darío me viera follar con otro, como yo quería ser follada por esa polla… hasta que por fin sucedió… Leo me lo comenzó a meter suavemente, me tomaba fuerte las caderas, hasta que su verga estuvo completa dentro de mi coño, me tenía las dos nalgas bien agarradas con sus manos, queriéndome partir en dos… entraba y salía con su verga de mí, lo hacía fuerte, al mismo tiempo que Darío se follaba a Pancha, manteníamos el ritmo; con Pancha nos besábamos y tocábamos, sus manos agarraban fuerte mis tetas y mi culo… yo le lamía las tetas, y el cuello… estaba excitada, me movía fuerte contra Leo, quería que lo hiciera fuerte, cada vez más fuerte
Pancha se tumbó en la cama, Darío de rodillas a su lado, ella le lamía el glande, se metía la verga completa en la boca, estaba disfrutando de esa verga rica y jugosa; yo frente a Pancha le lamía la rajita, sentía como sus fluidos recorrían su entrepiernas, mi lengua pasaba mojada por sus muslos, le acariciaba el abdomen, abría su coño rojo de excitación, ella encorvaba la espalda de placer, mi lengua jugaba en su clítoris que palpitaba, estaba hinchado, Pancha no podía creer lo que estaba viviendo, tanto placer en un mundo totalmente desconocido para ella, solo sexo, placer, juegos… hombres y mujeres dispuestos a entregar placer total… que rico! Mi lengua seguía calentándola, recorría cada centímetro de su coño húmedo, me tragaba sus fluidos, mis dedos se abrían camino, entraban y salían suavemente, haciéndola gemir, gritar y pedir más…; Leo no perdía el tiempo, seguía embistiéndome duro, dándome cada vez más fuerte, me acariciaba la espalda y las tetas, me apretaba fuerte… Darío me miraba con cara de deseo, me daba palmoteadas en el culo apretándome fuerte de vez en cuando –cosa que siempre hacia y me excitaba, esas nalgadas que podría reconocer en cualquier lugar con los ojos vendados- los cuatro estábamos extasiados, a mil, y yo quería seguir, pero solo con Darío… Leo y Pancha se tomaron de las manos y se fueron a otra pieza… por fin solos!
Darío recostado, yo encima de él, mi boca bajó para meterme su polla entera en mi boca, que nada quede fuera, que pueda sentirlo todo en mí, lo saco suavemente, mi lengua recorre todo el tronco, mi mano lo masturba, y mi boca queda en su glande, lo meto y saco de mi boca, varias veces para recordar su sabor.. Mi dedo acarician su cabeza roja que palpitaba y se mojaba con sus fluidos, suave, lento… acaricio sus bolas, mi lengua lo lamia completo, cada lugar su entrepiernas, sus pelotas, sus muslos, su verga que me tenía loca… el olor de su cuerpo, el sabor de su piel…
Quería tenerlo dentro… lo monté, y sentirlo dentro de mí era realmente exquisito… esa polla me calzaba perfecto, me calentaba, me hacía sudar, me erizaba la piel… él sabe cómo tocarme, donde tocarme, como hacerme sentir una puta…su puta, su perra, su maraca… ese sexo que hace vibrar, que se necesita sentir, explotar, sin pensar
Lo cabalgué muy suave para que recordara mis movimientos, de a poco iba aumentando la velocidad… me puse en cuatro esperando que me penetrara, Darío por detrás se abrió camino en mi culo, y de un solo golpe me clavó la verga en el culo, me hizo gritar por el impacto, por el dolor que se transforma en placer; sentía que me estaba partiendo, y eso a él le gustaba, que me doliera, que gimiera de placer al mismo tiempo, me estaba dando tan rico, su polla exquisita me traía hecha una loca de placer, una perra en celo, pidiendo más y más… él obediente no paraba de follarme, sus manos estaban en mis caderas sujetándome con fuerzas, moviéndome rápidamente, mi culo se estaba partiendo en deseo, mi coño empapado mientras mis dedos jugueteaban en mi clítoris, imaginando que me estaban follando dos hombres a la vez, diciéndole entre gemidos a Darío que me encantaba su pico, que siempre seria su puta, que nadie me folla como él…y que nadie lo follará como yo lo hago…
Darío ya no podía resistirse y yo no quería seguir aguantándome… le grite que me follara fuerte, que me partiera en dos, que me rompiera entera, que quería más y más… él me susurraba que siempre follaríamos así de rico, que yo era su perra…
-Me voy Darío, me voy a correr ahora, no pares por favor, dame toda tu verga rica, dámela toda! Quiero tu semen caliente dentro de mi… aaay que rico, follame más…aaaaaaaaaaaaah
-Toma puta rica, muévete así, más fuerte, corrámonos juntos, aaah aahh perra rica tómalo todo!!
Finalmente nos dormimos, quedando ebrios y exhaustos… con gusto a poco, queriendo más