Caliente

Hacía menos de media hora que mi mujer Marta había salido un día mas a realizar un vuelo desde Madrid a la Habana y el destino quiso que me cruzara con Ana su compañera y amiga.

Eran las diez y media de la mañana de un lunes del mes de Marzo del 2002 y aquel día yo tenía libre en la oficina por petición propia para poder aprovecharlo con mi mujer, la cual cumplía 30 añitos y me debía a ella y hacer ese día un día inolvidable.

Mi mujer se llama Marta, 29 años, bueno ahora ya 30, es azafata de vuelo o tcp (tripulante de cabina de pasajeros), como lo llaman ellos en su argot…es morena, pelo corto, ojos oscuros y muy profundos….pequeñita pero con un cuerpo de envidia para muchas mujeres y de admiración para muchos hombres y yo el primero…que soy su mayor admirador. Ese día tenía supuestamente descanso y lo ibamos a pasar juntos celebrando su cumpleaños pero la compañía aérea se vió obligada a ponerle un vuelo a La habana, así que me ví solo un lunes con todo el día libre y ella cruzando el océano con 200 turístas camino de Cuba….cada vez mas lejos de mi.

Tras dejarla en la puerta de su oficina de firmas y darla el último beso hasta dentro de tres días , regresé al parking en busca de mi coche con destino a casa. Casualidades de la vida, hicieron que un voz suave gritase mi nombre " ¡Carlos ¡" y allí estaba Ana con su uniforme de vuelo y su maleta gigante con cara de cansada y sonriente, acompañada por el resto de la tripulación incluidos los pilotos, separándose todos en la terminal tomando cada uno su propio destino. Se abrazó a mi , me beso en la mejilla y me dijo que se encontraba agotada, que se había coincidido con Marta justo antes de entrar en el avión y que ya sabía lo que había sucedido con el cumpleaños y que lo sentía mucho. A Ana la conozco aproximadamente desde hace cuatro años, es la mejor amiga de mi mujer y en numerosas ocasiones la hemos creado citas a ciegas con amigos pero todas habían sido un fracaso. Ella siempre decía que esta destinada a ser una solterona.

Ana era todo lo contrario a mi mujer… alta, rubia, ojos verdes, cara morena del sol del caribe y su cuerpo una delicia para cualquier hombre. Se torturaba en el gimnasio haciendo aerobic y no tenía ni una gota de grasa. En cierta ocasión pasando un fin de semana en nuestra casa de campo en Guadarrama y después de una sesión de tenis entre ella y mi esposa, subió a nuestro dormitorio entrando por error en el aseo pensando que estaba libre, encontrándome totalmente desnudo saliendo de la ducha y su expresión fue de normalidad , bajó, la vista hacia mi pene y abrió los ojos con disimulo y con gesto de sorpresa, pidió disculpas y salió al pasillo.

Yo me sentí extraño, hasta la fecha me había fijado en Ana, como es de ley y con el cuerpo que tiene es imposible apartar la vista , pero como la amiga de mi mujer, nada mas, pero después de aquello en el baño, no dejaba de pensar en que hubiera pasado si no hubiesemos cerrado la puerta.

Pues el destino me daba la segunda oportunidad y no quería dejarla escapar. Ana vive en Tres Cantos y nosotros en pleno centro y con lo cansada que venía no tenía ganas ni de conducir, así que gustosamente me ofrecí para llevarla a donde quisiese. Tomamos la autopista sin rumbo alguno y charlamos animadamente de su vuelo y de lo pesados que son algunos turistas….cuando me di cuenta estabamos camino de Guadarrama pero ni ella ni yo nos pareció extraño…es mas nos pareció de lo mas normal, ninguno dijo nada , solo hablabamos y sonreíamos relajadamente.

Cuando ya era evidente la ruta que llevabamos a mi chalet , intenté excusarme que venía a regar el jardín y pasar el día alli…cosa que no me creía ni yo porque no lo tenía ni siquiera planeado pero algo me hizo excusarme. Ella le pareció genial y me tranquilizó diciendo que era el sitio ideal para pasar unos días de recuperación tras tanto vuelo y trabajo.

Ella se sentía como en su casa y lo demostró desde el primer momento que bajó del coche, se dirigió al dormitorio que usamos normalmente mi mujer y yo, y allí mismo se cambió de ropa y se duchó. Sabía que yo subiría a dejar mi ropa y ponerme mas cómodo y ni siquiera cerró la puerta del aseo y con la misma confianza que había demostrado salió desnuda y me pidió una toalla mientras se medio secaba el pelo con una camiseta. Ahora fui yo quién no me inmuté la mire de arriba abajo la mire su monte de venus que llevaba casi depilado por completo a excepción de una pequeña perilla rubia muy mona y sonreí…ella me devolvió la mirada y la acerqué una toalla del armario. Se la pasé por encima de los hombros y ella se estremeció. Yo no me lo podía creer, estaba alli sólo con Ana y mi mujer hasta dentro de tres días no volvería.

Ella me dijo que la secara y yo accedí gustosamente y así que con mucho mimo la seque la espalda y bajé mas y mas…hasta su culo…estaba a su espalda y ella se relajaba y cerraba los ojos y respiraba mas fuerte cada vez que tocaba su piel. Me agaché, la secaba por las piernas y los gemelos y tenía una vista de su trasero y de su coño increíble. La separe las piernas y le pusé la mano en su sexo….ella exclamó que llevaba mucho tiempo deseándome, así que no podía defraudarla.

Me quité la ropa y la dije que no se moviera que continuase de espaldas, conecte la calefacción de la habitación y la invité a apoyar sus manos sobre el sofá del vestidor, quedando dándome la espalda ligeramente flexionada hacia adelante , la separa las piernas mas y la besé el culo y parte del coño impregnando mi mano con saliva mojando ambos orificios….cogí mi polla tiesa como una barra de hierro y la dije que se sujetara al sofá y de manera brusca se la metí por detrás……ella gritó y me insultó …….pero después no paraba de gemir………la dije que yo era su piloto y que la daría polla si ella iba a ser siempre mi azafata de vuelo particular….me gritaba que si que siempre pero que la follara mas y mas. Mas tarde me confesó que jamás la habían hecho sexo anal pero que a partir de ahora sólo yo lo haría…..la follé durante tres días sin parar……………se bebió mi semén una y otra vez y no dejaba de repetir que había follado como nunca…me dio las llaves de su piso y follamos siempre y cuando podemos y nos apetece

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