Cain y su dibujo

Pintaron mi cuerpo desnudo...

Ella salió de su casa, sabiendo que cuando volviese no sería la misma, tenía miedo, pánico, pero había algo que la hacía desearlo a él, solo a él. Caminó a paso lento, mentalizándose de lo que iba a hacer, sus piernas temblaban por los nervios; tomó el camino más largo, alargando así lo inevitable; llegó al portal, era grande y acogedor, subió al ascensor hasta el 4º piso y, llamó a la puerta...

Él abrió la puerta, la miró y sonrió:

-         Por fin has llegado, llevo un rato esperándote; pasa...

-         Gracias Cain

El pasillo era largo y, conducía a un salón, grande y con mucha luz, había ventanales alrededor, haciendo que los rayos del sol reflejasen en toda la estancia, realmente aquello era más un estudio, había cuadros y material para pintar por el suelo y encima de la mesa...

-         Bueno cielo, ¿estás preparada?

-         La verdad, estoy algo nerviosa, ¿me puedes decir dónde está el baño por favor?

-         La primera puerta a la izquierda...y relájate, ¿vale?, nos conocemos ya hace un tiempo

No podía relajarse, era imposible, su corazón estaba muy acelerado por tenerlo cerca, por oirle...se miró al espejo y suspiró...

-         Tranquilízate, no va a pasar nada, no tiene porque pasar nada y lo sabes.

Salió del baño y se dirigió al salón, allí, él la esperaba sentado delante del lienzo; había preparado un sofá para ella.

-         Cuando quieras...

-         Vale, pero esto es totalmente profesional, ¿no?, quiero decir que...

-         No te preocupes, así es...estás preciosa cuando te sonrojas...

Al oir esto, ella se relajó... Comenzó a desnudarse, pero no se dio prisa, primero desabrochó los botones de su camisa negra, uno a uno, muy despacio, el sujetador rojo, quedó al descubierto, era un sujetador pequeño, que dejaba ver sus grandes pechos casi por completo, pasó a bajarse la falda, llevaba un liguero negro que sujetaba unas medias igualmente negras. Se despojó de todo, dejando solo un mínimo tanga amarillo algo transparente...él suspiró, empezaba a impacientarse por ver aquel cuerpo al desnudo...

Siguió con la parte arriba, sus manos se fueron a la espalda y en un segundo dejaron caer el sujetador al suelo, él la miro con deseo, pero no dijo nada, se limitó a mirarla; pronto el tanga cayó al suelo también; los ojos de él bajaron hasta ver todo...suspiró de nuevo...

-         Estás lindísima...échate y ponte cómoda...

-         Vale, pero, ¿cómo me pongo?

-         Como tu quieras cariño

Primero se sentó y pensó por un momento como colocarse; simplemente se recostó y apoyo la cabeza sobre el brazo derecho, estaba completamente echada; él se acercó y le dio una rosa negra para que la sujetase con la otra mano, la cogió, y los pétalos tocaron su tripa, haciendo que un escalofrío la recorriese...

Él se sentó y la observó durante al menos 5 minutos, fijándose en cada rincón de su cuerpo, un cuerpo tan bonito...cogió el lápiz y comenzó a dibujar sobre el lienzo en blanco...

Ella cerró los ojos para sentir aquella magia que la envolvía cuando pensaba en él dibujando su cuerpo desnudo, sentía cada trazo del lápiz sobre ella, el bello se erizó y un leve gemido salió de su boca; al darse cuenta abrió los ojos y vio que la estaba mirando, ella sonrió y le hizo un gesto para que siguiese; así lo hizo.

Pasaron unos 30 minutos y no se atrevía a cerrar los ojos de nuevo, aunque lo estaba deseando, él había cogido los pinceles; la iba a pintar; finalmente sus párpados se cerraron...a cada segundo que pasaba su cuerpo se estremecía más y más, sentía cada pincelada sobre su cuerpo, notaba la pintura en sus pechos, como caía por ellos como el agua de un manantial, de su boca se escapaban leves gemidos involuntarios, pero no quería abrir los ojos; sintió bajar el pincel por su tripa hasta llegar a su sexo; un hormigueo la hizo moverse y juntar y separar sus piernas para rozarse un poco la zona, estaba húmeda...muy húmeda...

-         Quédate con los ojos cerrados...por favor.

Ella obedeció, los segundos se hacían eternos, mientras su imaginación la hacía ponerse más y más nerviosa. De repente, notó un aire caliente cerca de su boca, y una sombra se posó sobre ella, su atractivo pintor estaba muy cerca, ella se mordió el labio inferior, esperando algo, y así fue, sintió como los labios de su amante sellaban los suyos en un beso inmortal, como los mordisqueaba llegando al limite entre el placer y el dolor, pero deseaba más, él comenzó a bajar, ahora su boca besaba su cuello, su fino y largo cuello, lo besaba y lo mordía con pasión y furia, clavando sus dientes en él como si quisiese beber ese dulce licor rojo que corría por sus venas... su boca siguió el camino del latir de su corazón, y acabó cayendo en las redes de sus pechos, los besó lentamente, hasta sentirlos como suyos, rodeaba con la lengua sus pezones, haciendo que se erizasen por él, los lamió y mordió haciendo de su piel fuego y pasión...y bajó y bajó y de repente ella sintió su lengua caliente en su húmedo sexo, le daba lametazos, lo mordisqueaba; su respiración se entrecortaba, y así la introdujo en aquel tan deseado agujerito; él notó su tacto, suave y ardiente, movía su lengua para darle placer, a la vez que él no podía contener sus ganas de hacerla suya...Levantó la mirada y la vio con los ojos cerrados, oía sus gemidos y se excitaba aún más, como chillaba, lo agarraba de los brazos, clavando sus uñas en él, pero no le importaba, sentía el dolor placentero de sus uñas en la piel... Paró de lamer su sexo y se puso encima de ella, mirándola a los ojos, vio ese deseo...

-         Quiero hacerte el amor mi niña...no aguanto más

-         Nunca creí que esto fuese posible...nunca...

Se quedaron en silencio unos segundos y se abrazaron, uniendo sus almas en una sola, pero sus corazones anhelaban el fuego de la pasión y del amor...Ella se levanto con las piernas algo temblorosas, y lo tumbó en el sofá, observó sus ropas, solo llevaba unos vaqueros, comenzó a besar su cuerpo, le daban mucho morbo sus brazos, tenía unos brazos fuertes y pensó en lo que podría hacer con ellos...bajó con sus jugosos labios hacía su tripa y con los dientes desabrochó sus vaqueros, se los quitó, y quedó así con la ropa interior, pero también sobraba; así que lentamente rozando levemente sus muslos se la quitó dejando ver su enorme miembro, ella lo agarró y comenzó a tocarlo, bajo su mano libre hacia abajo, no dejando así nada sin explorar; él gimió, no pudo contenerse, la miraba con deseo e interés, quería saber que le hacía sentir tanto placer; entonces ella se puso juguetona, rozaba con sus pezones empitonados la punta de su pene, y de él manaba un líquido algo espeso que mojó sus tetas, pero eso la excitaba aún más, seguía con el juego, él estaba acariciando su cara mientras sus pezones seguían su travesura...Caín la deseaba, la quería poseer; le cogió la mano y la hizo levantarse, los dos depie se abrazaron sintiendo sus cuerpos desnudos, el uno contra el otro...el roce les excitaba...la tumbó boca arriba en el sofá, y ella le miro, él, con cuidado se puso encima de ella, rozando sus piernas y su tripa, sus ojos se clavaron en los de su linda mujercita y comenzó muy suavemente a penetrarla, con mucha dulzura y cariño; ella gimió de dolor, pero le gustaba, por que le sentía tan dentro suyo...sus manos se entrelazaron y él las apretó fuerte, siguió metiéndola más profunda, notando su líquido y su calor; sus cuerpos se movían al unísono, eran como uno solo ser, una sola alma luchando por salir de su cárcel y volar libre, los gemidos se hacían más fuertes , eran música en el edén, un canto en el paraíso de sus corazones; no paraban de agitar sus cuerpos, y de gemir, gemían y gemían, más fuerte, más fuerte...sus gritos pintaban el cuadro más hermoso, mientras sonaba una música... “And I’ve got your kiss, still, burning on my lips”, que los hacía soñar, y en una última explosión de gozo, sus almas al fin volaron libres; los dos se sintieron, cálidos y sudorosos, se entrelazaron en un abrazo eterno...el mundo se detuvo, dejo de girar y sus corazones lloraron de alegría.