Caigo en una trampa bien preparada

Alguien urde un plan, para hacerme caer en una trampa. No me lo esperaba y menos de ellos, por su forma de ser y de actuar ante la vida

Empiezo por los que me hacen la trampa. Sole (41) 1,70, pelo largo, color cobrizo, delgada, culo de infarto, trabaja en la sanidad y no diré de que. Su cónyuge y mi amigo, Pasqual (45) 1,75, cabeza afeitada, calculo que con 5 u 8 kgs. de más, es el primer hombre que al llegar a mi primer trabajo, me arropo, me apoyó y desde el primer día demostró que era un amigo. De ahí nuestra amistad fue en alza y aunque cambie de empresa, era raro el día que no nos mandábamos algún tipo de mensaje, porque además teníamos facetas de nuestra vida en común, fútbol, los dos socios y accionistas de nuestro Valencia, nos gusta el mismo tipo de cine, música, etc.

A su mujer no la conocía prácticamente, haciendo memoria recuerdo que la vi la primera vez un día que fue a recoger a Pascual, me la presentó, segundos. La siguiente vez fue en una cena de empresa, hablamos un poco más.  Luego me la encontré más a menudo en el gimnasio, si estaba de turno de mañana la veía por las tardes, porque se pegaba unas sesiones de hasta cuatro horas. Pero era como si no me conociera, siempre estaba con los auriculares y a lo suyo, nunca entablamos ninguna comunicación. Lo que sí puedo certificar que era de las mujeres más “admiradas” del gimnasio.

Pasqual era y es el hombre más bueno y amable que he conocido. Es difícil sacarle de sus casillas a excepción de cuando dicen o insinúan algo de su mujer. En eso era cortante y si alguien comentaba algo del vestuario de su mujer, cortaba de raíz el comentario y en caso de seguir con él tomaba una actitud que no gustaba a nadie. Recuerdo que las primeras semanas, sin conocer ni de vista a su mujer, pregunte que sucedía por cómo se puso. Tanto compañeros como compañeras, me recalcan que de la mujer nadie podía decir nada y si alguien lo dijera mentiría, ya que su mujer no hablaba con nadie más allá de lo justo e imprescindible.

Pasqual unos días antes del suceso que estoy contando, tiene un pequeño incidente en el que se rompe un tobillo y le recomiendan reposo, muletas y la pierna en alto. Me viene fatal, esto le sucedió no estando yo en Valencia, llegó ese fin de semana, habló con él por móvil y se empeña en que vaya a su casa, a una merienda cena, para ver el Granada-Valencia y después el Athletic de Bilbao-Barcelona. Eso supone salir de su casa como muy pronto a las 12 de la noche, lo que me hacía polvo el sábado noche. No soy de poner excusas falsas y le dije que algo le diría. Sopeso todo, llego sábado por la mañana con ideas de pasar una noche de traca, esa era la idea original y me encuentro con mi amigo jodido y el domingo me vuelvo a marchar. Le llamé y le dije que a las 7 estaré en su casa.

Me recibe su mujer que me recibe con una sonrisa muy bonita, nos decimos unas palabras de rigor, las típicas de los saludos. Me llamó la atención por lo menos un poco, pero claro estaba en su casa y estaría cómoda, como le apetecía. Camiseta naranja parecida a las de baloncesto, pero sin ser de baloncesto, gran escote, tirantes y abertura por los lados, que en ese momento no vi nada y un pantalón corto blanco, que se le veía ajustado pero nada escandaloso. Pasqual estaba en su salón, en un sofá chaiselongue de cinco plazas, bien grande que era, estaba bien acomodado, con unas muletas cerca y con la pierna escayolada sobre una banqueta baja. Nos dimos la mano y lo primero que hizo fue contarme la odisea de lo que le sucedió. Me lo estaba contando cuando Sole se acerca a un aparador para sacar unas copas grandes y es en el momento que la veo de espaldas.

Tuve que disimular mucho, el pantalón por detrás era un regalo para mis ojos. Dejaba libre sus dos cachas del culo. Poco le tapaba y al ser blanco y estar tan morena, era pura delicia. Porque en el gimnasio siempre iba con mallas y se imaginaba un buen culo, pero no tan buen culo. Había llevado un vino rosado y dijo que lo había metido un poco en el congelador para que se enfriara y le dije que no hacía falta, “mira, con papel de cocina, envuelves la botella, mojas luego el papel un poco y la metes en el congelador” como decía que no se aclaraba fuimos a la cocina. Lo hice y se la di para que la metiera en el congelador, ahí fue cuando vi por la gran apertura de la manga, se le vio un pecho, buen tamaño y un pezón de los abultados, que son particularmente muy bonitos para mí. Acabe rápido y regrese con mi amigo.

Si hubiera sido otra pareja, hubiera pensado mal, pero con ellos no. El concepto de matrimonio que tenía Pasqual y según él su mujer también, no casaba con nada de mis habituales prácticas. Menos mal que empezaba el fútbol que eso me quitaría pensamientos “raros” de mi cabeza. Empieza el partido del Valencia, estamos haciendo comentarios desde que el árbitro pita el inicio. Pues llega Sole con unas bandejas de picoteo, las deja con sumo cuidado en la mesa baja y la tengo de frente, viendo dos espléndidas tetazas que me estaban volviendo loco. Se queda dormida en la parte larga de la chaiselongue, el pantalón se le ha metido más en la raja del culo y no quiero mirar, porque está a mi lado derecho y mi amigo al izquierdo, girarme se notaría mucho, pero a pesar del esfuerzo se me escapa alguna mirada.

Acaba el primer tiempo y Pasqual se va al baño, le cuesta ponerse de pie y le echó una mano. Me quedo solo con Sole y ahora me puedo fijar mejor, de tanto mirarla mi rabo se puso para romper las esquinas. Me daban ganas de tocarle el culo, pero nadie se puede imaginar las tentaciones. Me despisté un momento porque me pareció oír un ruido y me quedé mirando la televisión sin parpadear. Fueron imaginaciones mías y seguí mirando ese culazo tan apoteósico. Ahora si llego Pasqual que al entrar tenía la visión completa de su mujer echada y mirando para el otro lado, agito un poco la cabeza, hizo un movimiento de labios y se sentó junto a mí, apoyó de nuevo la pierna y se puso a hablar conmigo en un tono de murmullo.

--- A que tiene unas posaderas increíbles y con 51 años?

--- No sé a qué te refieres.

--- Venga no me jodas, que seguro que la has mirado de reojo. Es que aunque fueras gay, hubieras mirado. Mírala sin miedo [Y me daba el hombro para que mirara y al final mire, pero poco tiempo]

--- La verdad que se nota que lo tiene muy trabajado, seguro que hace muchas sentadillas, patadas de glúteos [Me interrumpió bruscamente]

--- Si que eres raro, solo se te ocurre eso, viendo un culo así. Cuántos culos así has visto tú?

--- La verdad que pocos, el último que me ha llamado de verdad la atención es de una foto de una casada. Pero parece que está bien tonificado y duro.

--- Tócalo con suavidad para que no se entere, que te dejo.

--- [No sabía si dormía de verdad, lo que sí sabía que mi amigo se estaba poniendo con ojos de salido, lo acaricie suavemente y poco] Pues sí, parece duro.

--- Cómo que parece?

--- Hombre que le he pasado un dedo de forma muy suave.

--- Hazlo sin miedo, joder.

--- No que si se despierta porque lo nota va a saber que he sido yo y no quiero que nadie se enfade conmigo.

--- Espera, vamos a cambiar de sitio, si se despierta y cree que alguien la ha tocado pensara que he sido yo.

Nos cambiamos de posición y se puso él en medio. Se echó para atrás para que pudiera tocar más tranquilamente. Seguía con mis dudas si estaban los dos de acuerdo o solo Pasqual y es que me daba igual, pensaba ir por todas. Acaricié con toda la palma de mi mano la nalga, la tanteé pero sin hacerlo bruscamente como me hubiera gustado. Culo duro, apretado y la piel muy suave, como si se hubiera puesto alguna crema. Me fijé en un pequeño abultamiento en el pantalón de mi amigo, no mucho, pero había cambiado. Como él no me decía nada, ni sigue ni para, me tomé la libertad de ser más lanzado. Pase un dedo a lo largo de la raja de su coño varias veces y suavemente, hasta que ella se movió un poco y lo deje. Pasqual hizo unos comentarios sobre el primer tiempo, ya que iba a empezar el segundo.

Me acerque al oído de mi amigo, para que ella no pudiera escucharme nada, “que coño más rico, no lleva bragas y cómo se siente de bien” se le saltaban más los ojos. Ella se despierta y no con buena cara, lo primero que hace es regañar a su marido por dejarla dormirse. Mira la hora y dice voy a llamar a mi madre para ver lo de mañana. Llama y se oye que habla con alguien, Pasqual hace algunos comentarios y dice que se va a su habitación a hablar. Le dice que cierre la puerta del salón porque está el aire acondicionado puesto y le dice porque pasa de ver el fútbol, quiere hablar seriamente conmigo.

--- Pelayo mira si confío en ti, que he hecho lo que nunca hubiera pensado. Te he dejado que metas mano a mi mujer.

--- Si dices lo de la confianza por algo, que sepas que no lo voy a ir contando, pero lo que sí quiero es que me digas de qué va todo y si tu mujer está en el ajo.

--- Mi mujer no está en el ajo y ya habrás deducido que quiero que hoy tengas algo con ella.

--- Por qué? Y por favor no me vengas, que es solo por ella, que entonces me voy.

--- Aunque es verdad que lo hago por verla gozar como la perra que es, digo lo de perra, porque es muy caliente. Por pasarlo bien yo. Que es algo que lo llevo imaginando mucho y desde que te fuiste de la empresa más. Porque había el runrún entre las mujeres de que dejabas el pabellón bien alto y que eras un superdotado en todo.

--- Solo eso?

--- Al irte era mejor, porque si salía mal no tendríamos que vernos los caretos en el trabajo y porque te voy a ser sincero, mi polla es muy normalita. Claro hay un pero, que es que quiero llevar el mando.

--- Vamos a ver Pasqual. Si me enfrasco en esto, que me apetece, tu no vas a llevar ningún mando, tú harás lo que yo diga y lo que diga tu mujer. Eso no quiere decir que no vayas a participar, que te aseguro que vas a participar. Pero me gusta dominar a mí.

--- Concédeme solo una cosa.

--- A ver dime.

--- Besos en la boca nada de nada.

--- No te lo puedo jurar, porque es algo incontrolable, salvo que tu mujer lo controle. Pero te voy a ser sincero, me puede comer el rabo pero no la boca, de verdad lo entiendes? Oye me queda una pregunta importante. Cómo es que tu mujer se ha vestido de esa manera?

--- Normalmente en casa va de esa manera o más provocativa, al saber que venías quería vestirse normal, pero para hacerme un favor se ha vestido de esa manera, para luego fantasear los dos solos.

Quise saber sus gustos de forma general y le pregunte si le iba el sexo anal, porque viendo ese culo no había nada que más me apeteciera y el me contesto “me jodería porque yo no he podido, las veces que lo he intentado se ha quejado, pero si lo logras lo doy por valido” y claro le pregunté cuál era su idea para iniciar todo. Lo que me contó era demasiado farragoso, me quede con la parte de que a la mujer le gustaba mucho jugar al póker pero con dados y que en el momento que se bebía un cubata se le ponía todo el cuerpo muy contento. Ante cierta insinuación de hacerla beber más, le dije que si se pasaba con la bebida me marchaba, no quería porque no me gustaba que una persona no se pueda controlar. Le dije que le dejaba la primera parte y ya luego, tomaría el relevo. Ya no podía opinar sobre el partido, porque cuando hay una mujer interesante por medio, adiós al fútbol, el resultado fue un empate a uno.

Sole ya estaba en la cocina porque la estábamos oyendo y le hice la pregunta esencial y que se me había pasado .“Esto lo habéis hecho ya, sois un matrimonio abierto y sobre todo ella que opina, que dice?” miro a la puerta y con un tono más bajo del que ya tenía, “solo en plan fantasía, porque ella dice que hacerlo es de enfermos y de no estar enamorada de ella, porque a ella no le hace falta ningún hombre más. Que no va a ser nada fácil” Sole apareció con una bandeja de saladitos y de picoteo caliente. Me levanté a ayudarla y en la cocina me puse “malo” viéndola. Había creído a su marido y que ella no sabía nada, ni lo sospechaba y también le había creído, porque no vi nada raro en su mirada hacia mí, pero tampoco de complicidad con Pasqual.

Ella se metía con nosotros por el empate del Valencia y según hacíamos que nos “enfadábamos” ella se crecía y trataba de hacernos rabiar, le gusto el vino rosado y también lo del papel de cocina para enfriarlo antes. Pasqual que puede vender hielo a los esquimales, inició un pique a su mujer y logró llevarla a los dados, aquí no intervenía estaba callado. Al final logró enredar a Sole, que muy chulesca dijo que nos iba a dar una paliza a los dos. Terminamos de cenar y ayudé a quitar todo, luego Pasqual pidió que le pusiéramos un macallan de 12 años que tenía y me apunte a tomar uno, su mujer fue a por hielo y ella quería tomar un ron con Coca-Cola. Pasqual me pidió que le pasara las botellas y se encargó de cargar bien el cubata de su mujer. Que ni se dio cuenta porque estaba buscando los dados.

Se “quejo” cuando dio el primer sorbo, decía que estaba fuerte y riéndose le decía a su marido, “aunque me intentéis colocar no me vais a ganar, que hasta con los ojos cerrados puedo ganar” y nos dio un dado a cada uno para que tiráramos y ver quien empezaba. Y fue cuando Pascual nos dijo a los dos, “pero hay que tener algún incentivo para jugar” la mujer propuso jugar con dinero, pero específico, que sin pasarse. Pasqual sin ser nada dulce nos dijo, “si a este [refiriéndose a mí] está montado en el dólar, tiene que ser algo más jugoso [la mujer le preguntó con cara extrañada por no saber por dónde iba] pues ropa, nuestra ropa” Sole lo fulmino con la mirada y puso cara de estar muy enfadada y por eso salí en auxilio de él, “a mí no me vais a acojonar, que también se jugar y no creo que Sole sea tan buena” y se quedaron callados, hasta que Pasqual me decía que él si tenía cojones y llegó lo esperado ella con todo desafiante, “luego no os quejéis ni lloréis como nenazas, sobre todo tu Pasqual, que os voy a destrozar”

No estaba chula, lo siguiente. Tuvimos que poner unas normas, porque la fundamental, nosotros teníamos tres prendas de ropa y ella solo dos, por eso la primera que ella perdiese no tenía que quitarse nada. Lo siguiente que tuvimos que debatir más, era en que si alguien se quedaba sin prendas, el tipo de “castigo” que había que pagar. Ella puso unas condiciones inasumibles y otra vez tuve que actuar, “QUE SUSTO [había sacado mi cartera y de ella el DNI] [me miraban los dos sin entender que pasaba] es que creía que tenía 14 años y estaba mirando la fecha de nacimiento 1992” Pasqual “JAJAJAJAJA, QUE BUENO” y ella “tú que dices Pasqual?” y él le decía que un día era un día, que por él no ponía límites. Sole ahora mirándole a los ojos y con más chulería imposible, “me habéis cargado mucho ¡Y TU! [a su marido] en menudo embrollo nos estás metiendo, pero tú mismo”

Tiró su dado y le salió una J, a su marido un 5 y a mi 3. Me ahorraré las jugadas e iré a lo sustancioso. Perdimos la primera tirada, ella nos ganó y nos quitamos una camiseta y yo un polo. Ahora sí una mirada distinta, pero tampoco decía mucho más. La siguiente empatamos ella y yo, por lo que Sole ayudó a su marido a quitarse las bermudas. Para mi gusto la ropa interior que llevaba era bastante antiestética o antigua y lo que más me sorprendió, que era verdad que debía de tener un rabo de normal a menos. Ganó Pasqual, me quité mis pantalones y mi bulto era más que llamativo, no dejaba lugar a dudas, no se quien lo miro mas si él o ella. Que se hacía la remisa para quitarse una prenda. Se quitó la camiseta y dejó a la vista dos tetas muy hermosas, algo caídas, pero hasta esa caída las hacían más apetecibles. Los pezones eran de color rosa fuerte y tenía las marcas del bikini, donde dejaba un triangulito blanco justo donde están los pezones.

Sole estaba nerviosa, no le salían las cosas como quería o como pensaba que iba a salir. Las partidas no iban muy rápido, aunque lo parezca, porque eran tres tiradas por parte de cada uno. Mientras Sole se giraba para coger su vaso y beber, Pasqual hizo una pequeña trampa y nos ganó. Por lo que nos íbamos a quedar desnudos los dos. Me quedé expectante sin quitarme nada, porque ella miraba a su marido y le hacía un gesto pidiéndole ayuda, el que estaba dispuesto a ir por todas le dijo, “ya no estas tan chulita, si tienes miedo o no te atreves, lo entenderé y dejaremos de jugar” a Sole se le abrieron las fosas nasales muestra de que estaba más que cabreada con su marido, lo siguiente. Se levantó y sin dudarlo se quitó el pantalón, me quitaba mi ropa interior y vi que le vocalizaba a su marido, “HIJO DE PUTA” mi rabo quedó pegado a mi cuerpo y mirando al techo. Los dos abrieron la boca a forma de sorpresa. Igual que con sus tetas, llevaba la marca en blanco de un pequeño triángulo invertido y una línea vertical como de un dedos de ancho de vello en su pubis.

Al verla de esa manera mis ganas ya eran necesidad y decidía tomar el rumbo de esa noche, que no iba a ser el rumbo que Pasqual había diseñado y tampoco me la iba a follar a la primera, quería ponerla tan cachonda, pero tanto, que lo pidiera a gritos y quería que Pasqual lo pidiera también, que sabía que eso no iba a costar que sería el primero en decirlo. Sole estaba tan nerviosa que no sabía a donde mirar e hizo sus tiradas, se levantó y nos dijo que siguiéramos, se había ido por dos toallas de playa, para ponerlas en el sofá y en eso su marido había colocado los dados para que los viera, otra vez habíamos perdido ella y yo. Sole le miraba intrigada con lo que iba a mandar y yo también, porque en estos casos suele ser un beso, pero como él no quería besos, podía ser cualquier cosa.

Nos mira, hace gestos y al final dice “primero uno le comerá un pezón al otro y viceversa, un minuto de tiempo” que cabreo que tenía Sole y no lo ocultaba. Su mirada no era de estar excitada y si lo estaba lo disimulaba muy bien, porque podía estarlo y que viendo a su marido su cara no lo expresara. Ella se levantó instintivamente, sin saber que hacer y entonces se acercó a mí, le di la opción de elegir quien empezaba y ya sé porque se levantó, le dio la espalda a su marido para que no pudiera ver. Giró la cabeza hacia su marido y de forma seca “CONTROLA EL TIEMPO” se agacho y se puso a besar mi pezón, por decir algo, pero no me iba a quedar quieto y sin que Pasqual se diera cuenta, con dos dedos agarre uno de sus pezones y acariciarlos, fue bien, porque no se quejó, no me quito y cambió la manera de besar, pasaba la lengua y succionaba. Seguro que fue más de un minuto.

Pasqual nos avisó del tiempo y él quería que lo hice ramos ahora donde ella se sentaba y Sole le dijo que eso no estaba marcado en ningún sitio y le añadió, “y si no te gusta, TE JODES, por listo” como yo estaba sentado, ella se quedó de pie, que llegaba perfectamente a sus tetas, esta vez muy más provocador. Estaba lamiendo y chupando su pezón, cuando con mucho cuidado lleve un dedo a su pubis, fui bajando hasta llegar justo al clítoris y que su marido no se enterase. Porque no dejaba de protestar porque así no veía nada. Ella aguantaba y no lo demostraba, imagino que para que Pasqual no se enterase, pero el clítoris lo tenía tan duro como mi rabo.

Aunque se mantenía quieta, su respiración me llegaba a mi cabeza de lo profunda que era. Por lo menos fueron 2 o 3 minutos y cuando aviso Pasqual, ella se dio la vuelta y le di un pequeño azote en su culo, ella no dijo nada y su marido miró cachondo como un burro. Esta vez no permití que Pasqual hiciera ninguna trampa y gane yo. Quise atarle a él y taparle los ojos, pero protesto, dijo que eso eran dos cosas. Cambie y dije que tenía que estar con las manos atadas a la espalda durante 6 tiradas, quiso protestar con la excusa de cómo jugaría y dije que nosotros tiraríamos por él, eligiendo el los dados que quisiera. No había cuerdas y eso le saco una sonrisa hasta que su mujer dijo que había otra cosa. Se fue y volvió con unas vendas. Fue ella quien se encargó de atarle y el no dejo de protestar porque decía que no se podía mover y de verdad que le ató bien.

Nuevas protestas de Pasqual cuando el castigo para ella era un beso, pero para que no se enfadara del todo, especifique que un pico largo pero sin lengua. Eso le dejó más tranquilo. El inicio fue un pico sin más implicación, hasta que ella se dejó de niñeces y me metió la lengua hasta la campanilla. Nos desbocamos y fue un muerdo en toda regla, la zorra besaba de categoría y se le notaba demasiado cachonda. Pasqual nos miró con cierta rabia y ella le dijo, “AH SE SIENTE, no querías jugar a juego de mayores” y se volvió a sentar, ganó ella y remató la faena, porque dijo que a su marido le tocaba estar con los ojos vendados y así lo hizo ante sus protestas. Luego en voz alta dijo, “Pelayo tú no te levantes, ahora me vas a dar un beso con lengua que me quite la respiración, el minuto ya lo calculamos nosotros” Se sentó encima y coloco mi rabo en la raya justo de su coño, nos morreamos y se meneaba para darnos placer, sus gemidos eran ya del todo descarados y estaba preparada para todo.

Él decía que ya había contado hasta 60 y estuvimos un poco más sin hacerle caso. Nos preguntaba que ahora que sucedía y le conteste con un tono cachondo, “que he tirado mentalmente los dados por los tres, he ganado y tu muy decente esposa, me tiene que dar un beso en el rabo” le dije que se sentara junto a su marido y después le acerque mi rabo a sus labios, nada de un beso, pasaba la lengua por todo el rabo, me lamia los cojones y luego se lo metió en la boca, por el sonido no hacía falta explicárselo a Pasqual pero quise hacerlo. “coño Pasqual mira que muchas zorras me han comido el rabo, pero tu mujer es de otra categoría, como me lo está comiendo, joder que buena que es” y de vez en cuando le metía el rabo todo lo que podía, dándole una pequeña arcada, lo suficiente para que él lo oyera.

Le expliqué que de momento me la iba a follar y él solo lo iba a poder oír, sin saber si era verdad o no. Se lo dejaba para su imaginación. Estaba empalmado y era un rabo fino, de unos 13 o 14 cm. no más y ya le brillaba alguna gotita en la punta. Sole se apoyó sobre el respaldo del sofá y le dije que se moviera, quería que se apoyara sobre su marido, quería que sintiera mis golpes al follarla. Sole estaba ya sin prejuicios, dispuesta a todo, se apoyó sobre los hombros de su marido, le dio un beso con lengua y luego le dijo, “te gusta cómo me sabe a polla de otro? ¿esto es lo que querías? Menudo flojo que eres  y vas a ser el mejor bragazas desde hoy” al estar agachada era muy tentador el culo y la forma, por eso me agache y le comí el culo y el coño, ella se lo contaba a su marido, con una descripción perfecta de lo que sentía. Follaba su coño con mis dedos que entraban con suma facilidad y luego con los dedos mojados de ella, fui a por su hoyito, al notar mi dedo, se movió un poco, no era que le hiciera mucha gracia. Lo que sí hizo fue decírselo a su marido, “me está follando el culo con un dedo y es más grande que tu polla, lo mismo le dejo que me la meta”

Pasqual protestaba, quería verlo todo y ella le decía que no se preocupase que si me regalaba el culo lo vería. De pronto dio un chillido, “QUIETOS, que se ponga un condón” y no llevaba, porque no me esperaba nada de eso ni por equivocación. Contestó su mujer, “CÁLLATE, TE HE DICHO QUE VAS A SER UN BRAGAZAS, QUERÍAS MAMBO, PUES LO VAS A TENER” y el trato de razonar con su mujer, que no quiso escucharle más, “pero tú has visto que polla tiene? Y sabes que los condones me lo irritan, quiero sentirlo piel con piel, si no quieres ahora te jodes y reza porque no se corra dentro, porque luego me lo vas a comer y no te voy a permitir un no” ya no protesto lo único que me pidió como favor que no me corriera dentro. A lo que le respondí, “eso ya no es cosa mía, o me corro en el coño o en el culo, lo siento” y es que quería meterle el rabo suavemente, pero es que estaba tan mojada que de una estocada magistral le entro todo.

Grito de gusto en el oído de su marido, no podía oír bien lo que le decía, porque era un susurro y de paso le acariciaba su rabo, la boca de él lo decía todo, estaba en éxtasis, me gustaría oír lo que le decía, pero solo capte algo que al haber más intensidad lo puede oír mejor, “te sientes ya bien siendo cornudo? Te gusta ver a tu mujer clavada por otro, so cerdo?” y él solo contestaba con un movimiento de cabeza diciendo que sí. Aviso a su marido de que ya no podía aguantar más, que iba a acabar y en cuanto empezó su marido se corrió al oírla, tuvieron buena compenetración. Ahora quería follarme el culo y ella aceptó, diciéndome si tenía práctica, solo le pedí algún lubricante, no tenían, le pregunté por alguna crema corporal y me dijo que sí, si la quería líquida o cremosa, preferí la que fuera mas liquida. Me dijo que quería que Pasqual lo viera y le quitamos lo que le tapaba los ojos.

Con el frasco que me dio de crema para la piel, que era muy lechoso, iba a preparar el culo, pero se me ocurrió otra idea mejor. Desatar a Pasqual y que fuera él quien lubricara bien su culo, ese culo que iba a ser follado por primera vez. Sole que me miraba con asombro y con gestos de puta, “no sé quién es más pervertido si tu o mi marido, Jajajajaja y mírale si se ha puesto burrote, venga prepáralo bien para tu amigo” Se le salían los ojos a su marido y se volvió a empalmar, ella entre gemidos nos decía que al final la iba a gustar. Una vez estuvo el culo perfecto, según su marido, puse a mi rabo bien de crema. Ya me cansaba Pasqual, porque ahora se quejaba que en esa posición no podía ver bien, lo interesante y tenía razón, pero es que no había mejor posición teniendo el cómo tenía la pierna.

La idea surgió de Sole, “vámonos a nuestra cama que allí podrás estar tumbado y yo arriba, de esa manera no podrás quejarte, que lo veras con un primer plano increíble” y otra protesta de Pasqual porque no quería en su lecho matrimonial, así lo expreso y ya le iba a contestar mal, pero lo hizo su mujer, “NI UNA PUTA QUEJA MAS, si quieres te vienes y si no te quedas, que lecho matrimonial ni que mierdas, por tu elección y solo tuya, te has convertido en MI PUTO CORNUDO y desde hoy vas a hacer lo que yo diga a la hora de follar” lo dejo clavado, pero no tan enfadado ni ofendido como ella pensaba, porque oír a su mujer en ese tono le empalmo del todo. Nos fuimos para su habitación y Pasqual llegó el último, su mujer le ordenaba todo y se tumbó en la cama, ella se puso en la posición de perra con su coño a la altura de la cabeza de su marido. Con el mismo tono que estaba hablando a su marido me dijo a mí, “VAMOS, QUE ESPERAS UNA INVITACIÓN FORMAL?”

Me coloque detrás de ella, pero de momento no iba a follármela, iba a castigarla, golpee con saña su culo y al hacerlo le decía “a mi tu no me vas a ordenar, no soy Pasqual, tu aquí y ahora eres mi puta” se lo golpee bien, sonaba fuerte y ella solo se quejaba con algún AY falso y su marido era el que más se quejaba, “Pelayo, coño, estamos para pasarlo bien, no para hacer daño, podrías ser más suave, nos ves que se está quejando, o cejas en esa actitud o se acabó todo” le di el golpe más fuerte y le pregunté a ella que pensaba, muy cachonda le respondió a su marido, “los cornudos callan y miran, estos son azotes no la mierda que me das tú, me ha puesto tan cachonda que su polla va a entrar seguro” si a mí me gustaba su actitud a su marido le gustaba más. Lo decía su voz contenida por la excitación. Ya estaba bien, había que follarse ese culo que estaba pidiendo su primer rabo a gritos. Deje que con tanta crema resbalase y agarrado a las caderas de Sole, le dije a Pasqual que me sujetara el rabo para poder clavárselo bien.

Me aguante la risa cuando exclamó, “como voy a sujetar tu rabo? Que estás diciendo?” y de nuevo su mujer fue clarificadora, “Pasqual siempre dices que cuando se hace algo, hay que hacerlo mejor que nadie, pues tú has querido ser cornudo, pues coge su polla de una vez y dale mi culo, que lo que tienes escayolado es la piernas y no las manos, que así vas a ser el mejor cornudo, VENGA VAMOS” estoy convencido de que lo iba a hacer de todas maneras, solo que quería oír a su mujer es ese plan, que le ponía cachondo al máximo. Ya no dudó cogió mi rabo y los sostuvo con dedicación en la entrada del ano de su mujer, para que le diera el primer puntazo. Que aquí se me fue un poco y metí mas rabo de lo que era mi intención y gritó más de la cuenta, donde aprovechó Pasqual, “así, rompe el culo a esta hija de puta, que nunca me ha dejado a mi” y ella después de recuperar el aliento y mientras metía un poco más le decía, “ni lo vas a follar tú, que no te voy a dejar” los dos se dirigían todo tipo de frases y se ponían cachondos oyéndolas. Lo último que decía su marido, que no me parara que se la metiera hasta mis huevos.

Al tener mi rabo metido del todo, ella suspiraba y le iba narrando a su marido, como había notado que le entraba, que estaba teniendo unas sensaciones especiales y un dolor placentero, hasta que después de estar follando el culo con mucha suavidad y a pernas sacaba mi rabo, ella quiso provocarme ahora a mí, “Pelayo que pasa, se te ha pegado la flojera del cornudo?” y empezó lo bueno, sacaba mi rabo caso al completo y se lo metía de un solo golpe, al principio de forma distanciada, hasta que empecé a follarlo de manera intensa y ella pego su coño a la boca de su marido y le dijo que comiese que hiciera algo. estaba siendo demasiado potente y como ella solo pedía mas y mas y mas, no afloje y nos corrimos los dos, era muy cachondo oír como se corría esa mujer, que no se cortó en nada, gritos, gemidos, “insultos” a su marido, además de decirle que lo mío era una polla y no la culebrilla que él tenía. Al terminar y sacar mi rabo, mi corrida salía despacio y escurría hacia su coño. Fui al aseo y pude escuchar a Pasqual.

“Joder Sole, que al final me voy a comer su corrida, quítate ya” y ella le decía que hasta que no se corriera otra vez que no se quitaba, que siguiera con lo que hacía y no hablase. Se oían de nuevo los gemidos altos de Sole, que animaba a su marido, que ya solo le llamaba cornudo, para que siguiese y a él no se le oía. Seguí en el baño sin prisa para darles tiempo, curiosamente al primero que el oí correrse fue a él, luego a ella. Salgo del aseo y los veo en un morreo de lo más cachondo. Vuelvo atrás y me espero. “Que hija de puta que eres, al final aparte de tu corrida me he comido parte de la de él” y ella con gracia le decía “por eso te he dado este beso, para que mezcles las tres corridas. Que tonto eres, no me pides siempre un beso blanco cuando te corres en mi boca?” y él se quejaba porque decía que era su corrida y no la de otro, a lo que ella le sentenció, “pues vete acostumbrando, Jajajajaja, que sé que te ha puesto mucho, que a mí no me puedes engañar” Al volver ella se levantó y dijo que iba al baño y que tenía para rato. Por lo que nos levantamos y nos fuimos a tomar una copa.

--- Ahora Pasqual quiero que me expliques por qué no te has atrevido a contármelo antes, esta es la confianza que me tienes?

--- No te enfades, confianza si te tengo, que si no, de que iba a haber pasado lo que ha pasado. Me era más sencillo así, que preguntártelo y que me tacharas de enfermo o loco.

--- Si me lo hubieras dicho te hubiera contestado que sí. Que no es mi primera vez.

--- Ya me lo he imaginado por cómo controlas todo y como te desenvuelves. Lo que ha sido bueno porque lo has hecho más fácil. Lo que me gustaría es que afianzásemos este vínculo entre los tres, que fuese algo más que un vínculo. Eso sí Sole no se está arrepintiendo ahora mismo.

--- No sé si se arrepentirá mañana o pasado, pero la he visto muy suelta al final.

--- Si se ha arrepentido lo sabremos cuando salga, no es de esperar o pensar pasado el tiempo, es de primeras decisiones.

Seguimos hablando de todo lo sucedido y de que aunque no había salido con su planificación, había estado muy bien y le decía que el error suyo era planificar sin haberlo hecho antes, que eso se lo dejara a quien sabía. Retomé una de las cosas que me había dicho, lo de afianzar mucho más nuestra relación de a tres. “Te quiero dejar una cosa clara, no sé qué has querido decir con lo de un vínculo más fuerte entre los tres, si es lo que yo pienso, va a ser casi imposible” sin decir a qué se refería exactamente pero entendiéndonos los dos, me pregunto que si nos llevábamos muy bien. “Mira, para ese tipo de vínculo, tiene que existir algo más, nos tenemos que caer super bien, sobre todo nosotros dos y llevarnos de puta madre ella y yo. Lo mismo con el tiempo pero ahora mismo, no lo veo” luego me pregunto si es que no quería ese tipo de relación y si ya había tenido alguna. Como es mi amigo no quise ocultarle nada, “Me gustaría encontrar la pareja ideal, aunque me dicen que no existe jajaja, que lo mismo es verdad y nunca he tenido ninguna, aunque apareció una que es como el Guadiana y que aunque no nos hemos encontrado, es la que creo más ideal, pero creo que es un espejismo”

SO: De que hablan los dos depravados?

PA: Pelayo que me decía que lo mismo mañana o pasado te venían los remordimientos.

SO: Que va, es como si pruebo un pastel, se en el acto si me ha gustado o no, no me hace falta esperar a otro día. Hay cosas que me han sorprendido y una que tengo una duda.

PE: Qué es lo que te ha sorprendido y cuál es esa duda?

SO: Sorprendido varias coas, algunas como la facilidad con la que te has desenvuelto, lo seguro que estas de ti en el sexo, lo de azotar que se ve que no es tu primera vez, etc. y la duda, la gran duda, lo habías preparado con Pasqual?

PE: Te puedo jurar por lo que quieras, que no tenía ni puta idea, venía a cenar y tratar de irme en cuanto pudiera para ver si encontraba alguna amiga.

SO: Menudo pájaro que es Pasqual, que obsesionado estaba con que me follara otro, tú lo entiendes?

PE: Término de contestarte a la anterior, no es mi primera vez en esta situación y es que me gusta, es mejor estar con una pareja que dos solos, es más divertido.

SO: Y más excitante. Que había pensado cada vez que este me lo proponía o me lo insinuaba que sería imposible pasarlo bien. Pero te mereció la pena venir a cenar, estuviste a gusto?

PE: Con una “montura” como tú, no se puede estar mejor.

PA: Entonces todo bien? Ni enfadada ni nada?

SO: En absoluto, lo único amor, que en lo que se refiere al sexo las cosas van a cambiar un poquito. Lo entiendes?

PA: Perfectamente.

SO: Eres un sol, un tesoro. La pena que no lo pueda contar a mis hermanas, mis amigas, para que se murieran de envidia al tener un marido como tú.

PA: Como para que invitemos a Pelayo otro día a cenar?

SO: En cuanto él quiera pero eso sí, le pondría una línea roja.

PE: Cuál?

SO: Que me has dejado mi culito un poco tocado, pero imagino que será con los ejercicios en el gym para fortalecer algo, que es entrenar y ejercitarse mucho. Pues eso, que cada vez que vengas lo trabajemos. Te parece, aceptas?

PE: Te diría que me lo pensaría, pero creo que no me puedo negar a ayudar a toda una dama como tú.

PA: Oye que también te puedo ayudar yo.

SO: Dos cosas Pascualin, en mi culito ahora manda Pelayo y será lo que él diga y con lo que tú tienes, ni lo iba a notar después de la de él.

Como era más de la una de la mañana, me tuve que quedar en su casa. Por decisión de Pasqual se había acabado la “jornada” y por respeto a él y a su matrimonio, no dije nada aunque no me hubiera importado seguir follando. Me tenía que ir temprano por la mañana, porque venía la madre de ella y aunque sus hijos estaban con los padres de él en el chalet, entendía Pasqual que era mejor así. Me dormí plácidamente aunque rabiando teniendo una hembra como Sole en la habitación de al lado. No bajé la persiana ni corrí las cortinas para despertarme con las primeras luces, porque era algo que me ocurría siempre, por eso siempre dejaba mi habitación a oscuras. Era muy temprano, abrí los ojos y ahora dudaba en qué hacer, si esperar a que alguno de los dos se levantara o levantarme e irme. Estaba pensando eso cuando oí un pequeño ruido. Me levanté, me puse solo el pantalón y cuando iba a ir a la cocina, con los ronquidos de Pasqual ya sabía que era Sole. Estaba de espaldas a la puerta preparándose un café, llevaba solo un camisón corto de verano, sin nada debajo porque se le transparentaba.

Me vio, nos dimos los buenos días y me preguntó qué quería desayunar, para no ser muy pesado le dije que con un vaso de leche me bastaba, le hizo gracia y ella terminó su café antes que yo, se dio la vuelta se puso en el fregadero y lavaba la taza y la cafetera. Me levanté me puse detrás de ella y de forma provocadora me dijo, “no crees que está mal lo que quieres hacer, sin estar Pasqual?” y desabrochándome el pantalón y sacándome el rabo le respondí, “no qué va y me cojo a tus palabras, este es mi culo y es lo que voy a hacer, entrenártelo un poco, si te la meto en el coño, es solo para mojarlo un poco, recuerda el culo es mío, solo mío” ella me dijo que tenía toda la razón. Se puso culona y después de darle dos folladas por el coño, me fui a por su culo. Se seguía sintiendo muy apretado, poca diferencia a hacia unas horas, pero fue mejor recibido por ella.

Me agache un poco sobre ella, para poder tocar su clítoris y me dijo, “no, eso déjamelo a mí, tu agárrame bien y ya sabes que hacer” me puse a follarme ese culo tan provocador y se oían los gemidos por toda la casa y los golpes secos de nuestros cuerpos, seguro que despertaban a Pasqual y así fue, le mire y me indico que siguiera, él estaba pajeándose, la corrida de Sole fue muy satisfactoria, porque se le oyó hasta en la Baleares. Vio a su marido y le dijo que parase de tocarse, me pidió que fuera a asearme y volviera rápido. Quería hacernos una mamada a los dos a la vez. Era una máquina mamando y pasándose de un rabo a otro. Su marido avisó de que estaba a punto, ella lo dejó y se puso hasta que yo estaba a punto. Fue de nuevo al rabo de su marido hasta que se corrió en su boca, luego continuó con el mío hasta que me corrí en su boca también. El remate, se besó con su marido que trató de quitarse y no pudo. Algo que ya había visto en otros, al final se besó con el suciamente y cuando termino, “a que esto si es un beso blanco? A que es mejor que los de antes?” el con una media sonrisa “que puta te has vuelto en solo horas” y ella tocándole el rabo “siempre decías que dentro de mí había una puta que querías sacar, pues ya la has sacado” Pasqual me metió prisa, no quería que coincidiera con su suegra.