Caída libre para dos

It's time to begin, isn't it, i get a little bit bigger, but then, i'll admit, i'm just the same as i was now don't you understand that i'm never changing who i am

Finalmente llegué a destino, después de un no tan largo viaje pero si con muchas escalas, estoy donde tengo que estar, actuando como me dijeron que hiciera.

  • Si estás tan enamorada como decís, que esperas para actuar? deja de pensar tanto! - Fue la frase de una amiga y que me hizo despertar.

Asique emprendí este viaje, actuando con el corazón, no voy a mentir, racionalicé toda esta situación montones de veces, pero a veces hay que actuar y no dejarse llevar por lo que uno piensa que es correcto, más vale arriesgarse que esperar que las cosas caigan del cielo.

Un viaje medio tortuoso igual, pedí mis vacaciones en el trabajo, y rumbo al aeropuerto saque mi maravillosa tarjeta de crédito que me habilita la entrada al vip para esperar el embarque. Como todo vip, tiene sillones cómodos, comida y bebidas de todo tipo. Un viaje de estos no se hacen todos los días, asique prácticamente me baje casi una botella entera de whisky (del bueno además) con apenas una latita de Coca Cola .

Era para hacerme la idea mental de que no estaba tomando whisky puro, pero en realidad si lo hacía, asique mi aliento destilaba alcohol y mis funciones motoras disminuyeron considerablemente, tanto que no escuchaba como me llamaron por altoparlante durante veinte minutos. Entre al avión riéndome sola de la situación, no es que estuviera borracha como para caerme al suelo, pero definitivamente alegre.

Un viaje tranquilo de dos horas, entumecida hasta las orejas, con los audífonos de mi reproductor de mp3 puestos, pero sin escuchar nada, había olvidado apretar play . Anunciaron el aterrizaje, y había llegado casi a destino, estaba en el país, ahora me faltaba llegar a la ciudad.

Terminando de hacer los trámites aduaneros, me dirijo a la salida para tomar el taxi que me lleve hasta la terminal de buses y encaminarme hacia el final de mi viaje. Una vez ahí me toca esperar 5 horas hasta que salga el micro que me va a llevar a concluir esta loca travesía en la que me metí. Ya no hay vuelta atrás, no gaste tanta plata para decir ahora que no voy a terminar con esto.

Aunque tengo un poco de nervios, más me está ganando la resaca, el dolor de cabeza y el cansancio del viaje, pero es imposible que me duerma, en estas situaciones, no quisiera que por un descuido termine perdiendo el micro o peor aún, me roben el equipaje, dormiré en el viaje.

Esta espera me está volviendo loca, ya no se que más hacer, música no puedo escuchar porque no quiero gastar la batería del reproductor, jugar con el celular no puedo porque para variar me olvide de poner el cargador a mano y lo tengo entre medio de todas mis ropas en la valija, y ahora solo me quedan dos rayitas de carga.

Gracias a la luna y las estrellas, mis súplicas fueron escuchadas y veo llegar el micro que tengo que tomar, llegó con antelación, espero nada más a que me dejen subir y listo, ya estoy tranquila, sentada en mi asiento totalmente reclinada. Ni tan cómodo es, pero esto sí que es vida, después de esperar tantas horas.

Son como las 9 de la mañana, y me despiertan con la típica bandejita de desayuno que trae un café medio aguado y un alfajorcito, algo es algo, ya me estaban sonando las tripas. Al menos ya estamos llegando a la terminal, asique me toca ir a buscar un hotel o algo, porque no puedo más del cansancio, necesito dormir, sino con qué cara voy a darme a conocer a la persona que hace tanto tiempo me tiene andando en una nube.

Llegué a la habitación, está genial, la verdad que para lo que pagué es bastante grande y cómoda, deje mis cosas tiradas y me tire de un salto en la cama, a los pocos minutos ya había perdido la conciencia. Que cansancio que tenía, dormí como 7 horas seguidas, menos mal que desperté sino mi plan no se va a llevar a cabo.

Hablé con mi cuñado, él me está ayudando a organizar todo, me pasó la dirección de donde tenía que ir a buscarla, asique ya con todo listo me dispuse a arreglarme. Aprovecho que el baño tiene hidromasaje para darme un baño relajante y llegar con energías renovadas al bar donde trabaja ella. Saliendo del agua me sequé y me puse mis respectivas cremas perfumadas, me gusta tener rico aroma.

Revolviendo mis ropas encontré lo que quería ponerme, opté por un jean oscuro roto, una remera negra con un sweater beige, un collar bonito y botas. Me eché perfume por encima y salí rumbo a lo desconocido. Tome un taxi en la puerta del hotel, le di la dirección y me sorprendió lo cerca que era, ni siquiera tuve tiempo de pensar en que decir que ya estábamos llegando, que nervios!

Estoy en la puerta del local, y ahora me siento terriblemente mal, tengo el cuerpo pesado, ganas de vomitar, tengo un nudo en la garganta, es decir, tengo un cagazo terrible. Me hace acordar a cuando estudiaba y di mi último examen final, con el que me recibía, pero en esa ocasión además transpiraba, ahora no podría con el frío que hace. Mejor hago tripa y corazón, voy a entrar y listo, no hay nada que perder, en el peor de los casos me vuelvo a casa, me meto en la cama y me tapo entera hasta el fin de mis días.

Es feo cuando llegas a un lugar que está lleno de gente semi alcoholizada o muy, con la música muy alta, te sentís fuera de lugar, encima tengo que llegar hasta la barra con cara de fastidio. Pero creo que se me sale el corazón, se que está ahí, la veo y siento que se me humedecen los ojos, esto es demasiado para mí.

Me senté en la barra y espere a que se diera vuelta. Se ve tan hermosa con su camisita blanca, le queda a la perfección, siento que la sangre me recorre por todo el cuerpo a una velocidad increíble, hasta tengo calor. Apenas me miró, creo que no se percató aún de que estoy acá.

  • Que vas a tomar? - me dice de forma automática.

  • mmmm a vos...- se lo dije mirándola profundamente a los ojos.

Sus ojos se encontraron con los míos, se le abrieron como platos, y se quedo estática. Por suerte la barra no era muy ancha, asique estiré mi brazo y tomé su mano entre las mías y sonreí. No había nada que decir en ese instante, se llevó una mano a la boca como no queriendo creer lo que estaba pasando en ese momento.

  • Vení, no te quedes ahí, te quiero dar un abrazo, por favor me estoy muriendo hermosa -. En ese momento reaccionó, se soltó de mis manos, dio la vuelta a la barra y poniendo sus brazos alrededor de mi cuello, nos abrazamos.

Sentir su cuerpo cálido entre mis brazos es una sensación exquisita, todo su aroma se me impregna en la nariz, siento sus latidos casi tan fuertes como los míos, parece mentira que cerrando los ojos se siente mucho mas, y es como si fuéramos una en ese abrazo. Acomodé mi cabeza en su cuello y la apreté con fuerza hacia mí, nunca había sentido algo tan fuerte por alguien.

De repente el sentido por la responsabilidad me golpeó y nos separamos, dejé que volviera a su labor, mientras yo tomaba algo en la barra, había mucho trabajo y casi no me podía hablar, pero de vez en cuando me miraba y sonreía. Es todavía más hermosa cuando sonríe.

Ya cuando estaban cerrando me quedé afuera esperando a que saliera, apoyada sobre un auto, quería asegurarme de que llegara bien a su casa, pero aparentemente el plan no seguía de esa forma, al salir, ella se acercó a mí y sin dudar me tomó la cara con ambas manos y me besó. Primero los labios y lentamente su lengua se adentro en mi boca suavemente, un beso sin pausa, sin apuro, sin importar la gente alrededor, un beso que me calentó el alma. Cuando nos separamos me miro y me dijo que nos fuéramos a mi hotel.

Todo se dio tan rápido, entrando a la habitación no hacíamos más que besarnos y acariciarnos, nos deshicimos de nuestras prendas y nos metimos en la cama. Estuvimos jugando un rato, quien dominaba a quien, hasta que me puse encima de ella, y con mis manos sujeté sus muñecas, y la besé, y así seguí con todo su cuerpo, lamí sus pezones y los mordí levemente, ella respiraba muy fuerte, baje con mi boca por todo su abdomen dejando una huella de humedad, hasta que llegué ahí abajo. Pasé mi lengua desde su ano hasta su clítoris y sentí como su cuerpo se estremeció, acaricié su clítoris con mi lengua mientras la penetraba con un dedo, estaba tan húmeda que decidí hacerlo con dos, cuando siento sus manos en mi cabeza haciendo presión contra ella gritando más y más, por lo que metí un tercer dedo, sentí como su interior aprisionaba mis dedos y sus gemidos eran cada vez más fuerte, succioné su clítoris con fuerza y sus jugos brotaban de su interior, quite mis dedos y rápidamente me ubiqué con mi lengua, escuchaba decir que no podía más, pero de ninguna manera iba a parar, metí mi lengua lo más profunda posible y la movía, hasta que sentí como sus jugos me empapaban.

Subí besando nuevamente su cuerpo, busqué su boca y le di un suave beso en los labios, me disponía a abrazarla pero se giró hacia el costado, salí de encima de ella, fue tan rara la reacción que no sabía ahora si abrazarla o no. Cuando lo hice de nuevo se volvió a correr y dijo - Bueno, porque tan cariñosa? fue solo sexo nada más-.

Y con esa sensación de haberme sentido usada y despojada de mi corazón, me desperté.

Fue una pesadilla, pero de las peores, esas que te dejan con un sin sabor y no hay forma de sentirse mejor, peor aún porque la realidad ni siquiera alcanzó a semejarse con el sueño.

Todavía siento como si fuese ayer cuando estaba en un bar con una amiga tomando algo y recibí un mail con un contenido algo desagradable, sentí como mi corazón se hacía chiquito con la noticia, de que la mujer hermosa a la que todavía me tenía enamorada a pesar de la distancia y no hablar, estaba de vuelta con su ex. Salí prácticamente corriendo del lugar, necesitaba llegar a casa, caminé varias cuadras aguantando la respiración para no llorar, hasta que tomé un taxi y las lágrimas salían sin permiso. Por dentro me decía - no llores, por favor aguanta hasta casa, no llores en el taxi carajo!- pero no había nada que hacer, aunque no me gusta que me vean llorar, el pesar era muy grande para ocultarlo. Entre a mi edificio mirando al suelo y sin saludar al conserje, subí a mi departamento.

Ya no me duele tanto como creía, al menos supe porque ya no me hablaba, supongo que le ganó la cobardía y todo ese crecimiento personal que decía tener se esfumó, porque de haber sido sincera y contarme ella que volvía con su ex, no hubiera estado tantos días en vilo, esperando que se decidiera a hablarme y tener una luz de esperanza en esta relación.

Hace poco conocí a una chica por chat, y es de las pocas personas que me hacen reír tanto y tantas veces en el día. Siento que las cosas mejoran de a poco, al menos ahora me dedico a estar bien conmigo misma, sin intentar buscar a alguien que me de cariño. Llegará cuando tenga que llegar.

Pasaron unos meses y para variar voy llegando con el tiempo justo al trabajo, lo especial de este es que para entrar, hay que bajar y después subir varias escaleras, es medio complicado, pero así son las entradas del personal en un hotel. Iba saltando los escalones para bajar, para tratar de acortar camino de cierta forma, hasta que pisé con el talón, perdiendo totalmente el equilibrio, aterricé sobre alguien que encima no vi por el apuro que llevaba.

Me levanté y me di cuenta que estaba encima de una chica, no la había visto antes, pero era muy bonita, su cara era lo mejor, si fuera posible, me hubiera asesinado con sus ojos, la rabia era impresionante, era de menor porte que el mío pero así y todo me apartó con fuerza, me dedicó muchas palabras hermosas y se fue.

Quedé como idiota tirada en la escalera, con un dolor terrible en el tobillo y la mano, pero con una cara de embobada que no me la sacaba nadie. Casi no podía trabajar del dolor, así que a la salida fui a hacerme ver. Terminé con el tobillo esguinzado y una venda para el raspón en la mano.

Después de unos días de licencia, volví al trabajo, me comentaron mis compañeros que había una chica nueva que estaba muy buena y todos se baboseaban con ella. Asique cuando entré lo primero que pensé fue - Nooo, por dios que no sea ella la compañera nueva! - y si, si era ella, la chica con la que tropecé en la escalera, me miró con desprecio pero se le paso rápido cuando le dijeron que estaba bajo mi cargo.

Trabajar con ella es bastante insoportable, tiene el ego subido hasta el cielo, es porfiada, no quiere entender cuando algo le sale mal, me encanta discutir con ella, yo creo que eso es lo que más la hace enojar, que yo la mire y sonría mientras ella se queja sola.

Hoy discutimos fuerte, no quiso asumir que su error nos trajo pérdidas , me hizo levantar la voz, cosa que normalmente no hago y le grite fuerte, ahora me siento mal porque se le llenaron los ojitos de agua y se fue corriendo al baño. Aunque en cualquier situación similar con otra persona, esa actitud me parecería muy infantil, no sé porque con ella me siento así, me angustié un poco, y es que no me gusta hacerle mal a nadie.

Fui hasta el baño a buscarla para disculparme, me la encontré sentada en una de las bancas donde nos cambiamos el uniforme, con las manos en su cara mirando hacia abajo. Me senté a su lado y no sabía qué hacer ni qué decir. Ella levantó la vista, me miró con sus ojos rojos y me abrazó, correspondí su abrazo, pero no tenía idea de lo que estaba pasando. Era obvio que lo que la tenía así no era por lo que habíamos discutido, asique para distender la situación dije - Escuchame, yo el otro día puse un sándwich a tostar al horno y lo saque carbonizado, no estés así porque no cuajo el cheesecake... -. Por fin desde que la conozco, la vi reír, y se reía muy lindo, creo que hasta le dio ataque de risa, al menos ya no llora.

La relación entre nosotras cambió después de eso, ahora nos llevamos mucho mejor, hasta nos da risa recordar el día que chocamos. Hoy salimos con nuestros compañeros a tomar algo, es la primera vez que la veo arreglada para salir y la verdad es que se veía hermosa, se me caía la baba. No me imaginaba que debajo del uniforme tuviera semejante cuerpo esbelto y bien cuidado, pero es lógico, en su tiempo libre debe dedicarse a la actividad física, yo soy la única que hace de morsa acá.

Nos sentamos en una mesa grande, ella estaba frente a mí, era imposible no querer mirarla a cada rato, pero no quería delatarme y que todos se dieran cuenta que con esta chica me pasaban cosas serias. Por lo que procedí a ignorarla, hablando con los demás y evitando el contacto visual con ella. Después de varios tragos, me sorprendió que nos invitara a todos a una ronda de tequila, si ya estaba que no podía más.

En fin, fuimos todos a la barra a tomarnos un shot cada uno, cuando volvimos a la mesa, seguimos en lo mismo, charlas laborales y estupideces, hasta que decidí ir al baño, cuando iba saliendo del cubículo, me encontré con ella apoyada en el lavatorio con los brazos cruzados y mirando al suelo.

Pasé a su lado y me lavé las manos, sin decir nada, cuando estaba por salir me agarró de un brazo y me preguntó - Qué es lo que te pasa conmigo? - lo dijo entre enojada y triste, a lo que respondí que no me pasaba nada, porque la alteración, - Acaso no estoy lo suficientemente atractiva para que me mires? Soy tan estúpida de creer que podíamos llegar a tener algo? -.

Me acerqué a ella y con una mano pase su cabello por detrás de su oreja y pegando mis labios a los suyos le dije - Si no te miro es porque no te quiero comer con la mirada, y no, no sos para nada estúpida -.

Salimos del baño, agarramos nuestras cosas y partimos rumbo a su casa, no alcanzamos a llegar a su departamento que nos estábamos partiendo la boca en el ascensor. Entramos a su casa y nos fuimos directo a su habitación, sentía demasiado calor, era un beso con desesperación, con ansias, esta mujer besa demasiado bien, ella me iba quitando prenda por prenda, desabrochó mis jeans, yo mientras la besaba, mordí su labio inferior y suspiré en su boca cuando sentí su mano acariciarme suavemente, estaba empapada pero así y todo me frené. No podía seguir, no así, yo estaba medio tomada, pero ella mucho más, asique retiré su mano y me acomodé a su costado.

Al día siguiente despertamos abrazadas y a medio vestir, su cara era de desconcierto total, asique igual me decepcioné un poco, estaba segura de que se estaba arrepintiendo de lo que paso. Me levanté y me fui hasta su cocina, mi cuerpo pedía agua, estaba con el refrigerador abierto cuando siento sus brazos rodear mi cintura y un beso en el cuello, - Ni creas que no me acuerdo lo que pasó anoche, en verdad me gustas, desde que te caíste encima mío, y por tu actitud de anoche estoy segura que sentís lo mismo - me di la vuelta y le dije - No, a mí no me gustas, hace tiempo que lo que siento por vos es algo más que una simple atracción -.

Desde ese momento, hasta el día de hoy nos hemos llenado de besos, caricias, hemos hecho el amor de mil maneras, pero todavía falta algo, y espero que el resultado de esto nos cambie la vida.

Me acerqué a la cama, y acostándome sobre su espalda la hice despertar, me miro con ojos de sueño, como quien no quiere despertar, yo con una sonrisa que no me cabía en la cara le mostré el test de embarazo y con toda la ilusión del mundo me preguntó - Salió positivo? -.

Fin!

PS: dedicado a mi hermanita del alma, que me ha aguantado en las buenas y en las malas, te quiero muchísimo tontis!

ahh me olvidaba, gracias a vos, loca de los parques (sentite identificada cuando lo leas), por bancarme cuando me vino el bajón y alentarme a escribir ;)