Caida hacia el infierno (23)

Llego lo temido

CAIDA HACIA EL INFIERNO

23ª CAPITULO

Cuando se paro frente a mi, al lado de su esposo, a mi pareció se hundía el piso debajo mío. Me permitió mirarla. Estaba hermosa, siempre lo fue con esos ojos verdes y el cabello negro. Siempre fue mas linda, brillante, elegante e inteligente de las dos. Siempre estaba en todos los sitios, tenía una inquietud que la movilizaba a todos lados.

Movediza, inteligente y ambiciosa, no escatimaba esfuerzos en sus logros. En la escuela siempre descollaba, era líder natural de las demás. Nunca imagine que llegaría a esto, a ser una autentica Ama.

Tenia, por lo visto poder, dinero y carácter para ser Ama, mas acompañada por un esposo que según se veía la apoyaba en todo. Baje la vista sumisamente. Poniéndose a mi costado me dio un rodillazo en mi muslo derecho que me hizo doblar las rodillas, al grito de

HIJA: de rodillas perra.

Me puse de rodillas sin mirarla , para que, ya la habido mirado a los ojos y note en ellos desprecio, odio.

YERNO: debo felicitarte, nuevamente amor, por el ejemplar de yegua que has traído, pese a tener ya 44 años le podremos sacar muy buen aprovecho.

HIJA: gracias amor. Cuando vi. Los videos que mando mi padre supe que tendría que ser mi esclava.

YERNO: tenemos, mas tarde pensar el destino para esta yegua.

HIJA: si, tenemos varias opciones para ella.

Yo seguí de rodillas, con la mirada al suelo, sin mover un solo músculo.

HIJA: habrás disfrutado mucho del viaje no perra? Dijeron que pasabas de cama en cama, hasta en el suelo lo hacías. No perra?

EMILIA: si Ama

HIJA: te gusta amor

YERNO: no voy a negar que si. Es una estupenda ejemplar y tú eres parecida en algunas cosas.

HIJA: no quiero que me compares con esa puta.

YERNO: siempre hay algo físicamente que los hijos se parecen a sus padres.

HIJA: no quiero parecerme en nada a esta perra. Hablemos de otra cosa.

Hizo sonar un timbre y aparecieron dos de mis guardianes.

HIJA: llévenla a su nuevo lugar y si quieren divertirse con ella háganlo.

YERNO: antes díganle a Marian que le recorte los pelos de la concha y los sobacos, rasurarlos, solo recortar

Me sacaron sin ningún miramiento, ante la complacida mirada de los Amos y me llevaron a lo Marian, que era la que me había recibido. Me hizo los recortes requeridos y seguí camino con los guardianes. Al llegar al cobertizo me tiraron como un fardo adentro. Luego uno de ellos abrió su bragueta indicándome sacara su pija afuera. Era impresionante el olor de esos pantalones y calzoncillos. Olor a sucio, transpiración y también a meadas y semen.

Tuve que sacarla con la boca. Y lo mas triste que la tuve que chupar, produciéndome arcadas. Lleno mi boca de semen que en un momento pensé en escupir, pero ambos vigilaban mis movimientos y tuve que tragarla.

Luego con el otro paso lo mismo y después fueron llegando mas y con todos tuve que hacer lo mismo. Chupar solo chupar.

Un vez se fueron todos ingrese al baño para darme una ducha reparadora. Estaba intrigada porque estaban hablando de mi futuro y viendo que mi hija, hoy Mi Ama no tenia ni siquiera la mas minima piedad hacia mi, imaginaba lo peor para mi.

La intriga que tenia era insoportable ya. Ninguna persona, salvo los Amos, me dirigían la palabra, menos contestar alguna pregunta que les hiciera. Ya con el silencio y la mirada con que venían a mí, tiraban por tierra alguna pregunta que quisiera hacerles.

Las horas pasaban y yo sola y en ese maldito silencio que había hacia mi, me desquiciaban.

Vinieron los guardianes a buscarme y me llevaron a un cobertizo para dar de comer a los animales. Tenia que llenar los comederos con abundante comida y agua. Luego tirada de la cadena y en 4 patas me llevaron al patio. Había una rueda grande de la que salían cuatro maderos. Me ataron a uno de ellos y en los otros tres había otros esclavos y esclavas. Al sonido de un silbato que manejaba Marian, debíamos comenzar a caminar girando. Según supe era para el molino.

Cada vez que pasaba mirando la casa, en la ventana estaban los dos amos mirando el trabajo. Cuando alguno se detenía Marian lo azuzaba con un látigo o utilizaba una palo largo que en su punta había un pinché. Una vez que pare para respirar un poco sentí el latigazo sobre mi culo, haciéndome quejar de dolor. Así que trate de no parar más.

Terminado el trabajo ese, me llevaron a mi cobertizo. No se, cuando resolverían mi destino, lo único que rogaba era no tener sexo con mis Amas, mas que nada con ella. No me gusta el incesto y ya una vez lo cometí sin yo saberlo. Me levantaron temprano, me pusieron la cadena una bozal, pero esos dentro de la boca, no pudiendo cerrarla. Me babeaba constantemente y ellos tiraban de esa cadena no la del collar. Tenia que andar rápido, adelantando mi cabeza al cuerpo, para evitar heridas y dolores. De vuelta a la rueda, me engancharon para dar vueltas para el molino, siempre vigilada no solo yo sino también los otros esclavos. Ante el menor quedo venia el látigo o el pinché.

Nos tuvieron hasta medio día que nos llevaron a comer, siendo suplantados por otro grupo de esclavos/as. Me sacaron ese bozal y tuve que comer a lo perra, al igual que los demás. Nadie hablaba. Terminada de almorzar. Nos dejaron descansar un poco. Nadie hablaba y yo seguí lo mismo, silencio. A las  5 o 6 horas nos volvieron a llevar a trabajar  en reemplazo de los otros. De nuevo a andar dando vuelta con esa rueda, para el molino.

A las 10 de la noche fuimos reemplazadas y llevados todos a un patio. Todos con el bozal puesto. No hicieron poner juntos en un rincón y con dos mangueras de bomberos nos tiraban para bañarnos. Lógicamente, por la fuerza del agua, caíamos al suelo y había que levantarse. Trataba de cuidar no golpeara muy fuerte el agua en mis tetas, pero era imposible. Me llevaron toda mojada al cobertizo dejándome así como estaba. Menos mal no hacia frío. Me acosté al rato, ya seca, cuando siento una patada en mi culo, para que me levantara.

Me llevaron de la correa hasta la casa. Al llegar al living de la misma, estaban los

Amos sentados en un sillón. En la puerta del living me sacaron la correa y me hicieron agarrarla con la boca. Abruptamente me tiraron al suelo delante de los Amos. Caí delante de ellos con la correa en la boca, como las perras que saben que van a salir con el Amo y le alcanzan la correa.

YERNO: bueno estuvimos analizando tu situación y aun no decidimos y hasta que lo hagamos trabajas de la siguiente forma. 6 hs de la mañana deberás presentarte todos los días, dije todos, en establo lácteo a fin de ayudar al ordeño de las vacas.

8 hs. a 14 hs. tienes que estar en la rueda para trabajar de parejera girando como lo estas haciendo ahora

14,30 a15 almorzaras. De 15 a 22 estarás en tu establo durmiendo y de 22 hs a 03 de la mañana tendrás tu cuerpo a disposición de quien quiera usarlo, inclusive nosotros (esto último fue como una puñalada para mi)

Mientras tanto nosotros seguiremos estudiando lo mejor para vos. Mi señora, tu Ama. Quiere decir algo más

HIJA: estoy pensando y lo sabrás enseguida en sacarte el DIU que tienes colocado, así te pueden preñar y me des un hermanito. También estoy pensando otros destinos para vos. Ahora iras a bañarte y estar a disposición nuestra en la puerta de la habitación.

Me llevaron de nuevo, me hicieron bañar y llevaron de nuevo a la puerta de la habitación de los Amos. Me hicieron tirar en el suelo obstaculizando la entrada.

Colocaron a mi lado un bebedero de agua para pasar la noche. Tirada como una perra en el suelo, en la puerta de los amos, sentí que se abría la misma e intente ponerme en cuatro patas.

YERNO: (tomándome de los pelos) ven aquí perra

Me metió en la habitación. En la cama estaba ella sentada, parecía una reina. Me miro y con los dedos de su mano me llama para que me acercara.

Yo tenía prohibido hablar, me acerque hasta el costado de la cama

HIJA: estoy desnuda mami, ven chupame la conchita, mientras mi marido, cumple una fantasía, cogerse a la suegra. Jajá

Me hizo subir a la cama, se caían algunas lágrimas. Ella acostada se abrió de piernas mostrándome todo su sexo

HIJA: chupame, manteniendo la cola y concha levantada así te coje él.

Pese a mi desesperación y dolor tuve que hacerlo. Tenía una raja hermosa, delicadamente depilada. Hundí mi cabeza en su concha, no quería pensar. Comencé a recorrer su almeja con mi lengua abriendo sus labios vaginales.

En tanto se estaba apropiando de mi culo al tiempo que decía a mi espalda.

YERNO: sabes no puedes gozar. Debes aguantar así vengan mil orgasmos.

Seguí chupando y chupando, mientras recibía en mi culo todo el miembro de él.

Ella gritaba de satisfacción, yo pensaba en cualquier cosa para no acabar y él se relamía con mi cola.

Hasta que ella estallo en boca y él en mi culo.

Me bajaron y me llevaron afuera en la puerta. Lloraba de desesperación