Caida hacia el infierno (17)

despues de Juan el loco policia

CAIDA HACIA EL INFIERNO (17)

Entre al antro, junto con una de las chicas. Estaba el dueño esperando.

DUEÑO: muy bien, veo que han cumplido, el lunes que viene tendrán franco nuevamente.

Las dos agradecimos. Yo ya pensaba encontrarme con Juan ese lunes.

DUEÑO: (dirigiéndose a la otra) ve bañarte, a comer y luego a trabajar, tienes una hora.

DUEÑO;(dirigiéndose a mi) tienes un cliente esperando en tu cuarto. Atiéndelo bien.

YO: siempre atiendo bien a todos Sr., alguna vez se quejaron

DUEÑO: no, pero es especial.

YO: bien Sr.

Camine hasta mi cuarto pensando quien seria ese cliente y cuando abrí la puerta, me quede dura, helada. Era otra vez el comisario. Trague saliva y dije

YO: buenos días Sr.

EL: buenos días, llevo esperándote mas de media hora y me ya me estaba impacientando.

YO: tuve franco a la mañana Sr.

EL: bien desnúdate ya y acuéstate rápido.

Así lo hice. Me volvió a atar a la cabecera de la cama. Yo estaba ya transpirando de los nervios. Me puso una mordaza y me hizo abrir bien las piernas.

Saco su nueve milímetros y me puso el caño, como la vez anterior, dentro de mi concha. Yo rogaba no saliera un tiro, pese a decir el que estaba descargada. Saco una navaja y la abrió. Se me caían las lágrimas y temblaba toda pensando lo que podía hacerme. Pasaba la punta de la navaja, sin herirme, por mi cara y luego mis pechos. Con su mano derecha retorció primero un pezón y luego el otro, provocándome además del dolor más lagrimas. Agarro mi pelo, extendiendo lo mas posible, pasaba por el su navaja sin cortármelo. Parecía que la estaba afilando.

Estaba temblando, transpirando y llorando.

EL: (secándome groseramente mis lágrimas con un trapo) porque lloras? Tienes miedo?

YO: moví mi cabeza afirmativamente.

Saco de su valija broches de aluminio y puso uno en cada pezón

Era tremendo el dolor de mis pezones. Estaba en la cama, dura, aterrada, inmóvil como una momia.

Dirigió su mano a la pistola, cuyo caño estaba dentro mi concha. Cerré mis ojos, esperando lo peor.

El: tiene lugar para 9 balas, ocho están vacías. Espero tengas suerte.

Apretó el gatillo, sonó a vacío. Yo me desmaye. Me tiro la jarra de agua en mi cara para que reaccionara.

EL: uno no, a ver dos

Volvió a apretar el gatillo y nuevo vacío. Yo transpiraba, temblaba lo miraba suplicante y el nada

Así siguió hasta la octava. Cuando apretó el gatillo yo me desmaye unos segundos antes.

Cuando volví en si, estaba sola, libre de esposas, mordazas y broches. Me puse a llorar como loca, maldiciéndolo por el mal momento que me había hecho pasar.

Entro en ese momento el dueño

DUEÑO: menos mal se fue

YO: señor, esta loco. Un día me va a matar. Disparo ocho veces dentro de mi concha, menos mal estaba descargaba.

DUEÑO: ya lo se, pero hay que aguantarlo. Además quiere con vos solamente.

YO: pero un día me mata señor.

DUEÑO: sabes no puedo hacer nada. A propósito vino el Sr. Raúl y quiere que vayas a su casa esta noche a las 20 horas y regreses acá a las ocho de de la mañana del miércoles, o sea dos noches y un día entero. Parece le caíste bien al matrimonio.

Te acompañara hasta la casa uno de los mozos y te ira a buscar el miércoles.

YO: bien señor

Pensé, por lo menos la pasare bien allá.

Tocan la puerta, abro y me encuentro con un negro gigante.. Tuve que levantar la vista para verle la cara.

YO: si adelante.

Me desnude y me miraba con un deseo que pocas veces vi. Se desnudo dándome la espalda. Le pregunte a sus espaldas que quería hacer. Me dijo que quería mi culo.

Pensé todos quieren mi culo. Se dio vuelta y casi me desmayo. Donde iba a poner eso?

Si bien no tenia la pija larga, lo que le faltaba de largo lo tenia de grueso. Era impresionante el grosor que tenia.

Trate de convencerlo de hacerlo por la concha y no, estaba empecinado con mi culo. Se la agarre con mi mano y comencé a chuparla para lubricarla bien. Tenia que abrir bien la boca para lograrlo. Como el se quedaba quieto, con mi otra mano empecé a poner mis dedos ensalivados en mi culo. De pronto me levanto, como si fuera una pluma y me deposito de rodillas en el suelo, amarrándome del colchón. Abrió bien mis piernas, yo le ayudaba con mis manos a abrir bien mis nalgas y empecé a sentir su grueso pene en la puerta de mi culo. Sabiendo que iba a penetrarme sin miramientos de ninguna especie, me puse en la boca parte de las sabanas de mi cama mordiéndolas fuertemente. Me tomo de mis tetas y arremetió con todo. Mis ojos parecían salirse de orbita y soltando las sabanas de mi boca, pegue un grito mas fuerte que Tarzán. Entro a sacarlo y ponerlo violentamente y yo trataba de acompañar sus movimientos para evitar más daños. Hasta que estallo tirando semen dentro de mi culo roto.

Se vistió y se fue. Me levante como pude. Nunca como ahora necesitaba un bidet pero como no había, llene la palangana de agua fría y me senté dentro de ella.

Rogué que el próximo no quisiera también mi culo.

Luego entro otro minero. Fue fácil, quería solamente una mamada. Lo hice, me vestí y salí a hablar con el dueño.

YO: señor, uno que entro casi me desgarra la cola. Dentro de dos horas tengo que ir a esa casa, quisiera descansar un poco antes y bañarme.

DUEÑO: esta bien, no tienes nada ahora.

Volvía a mi cuarto y me metí debajo de la lluvia fría. La disfrute como nunca. Trate de poner mucha agua dentro de mi culo. Me vestí y me tire en la cama a la espera que me vinieran a buscar.

A las 20 en punto vino el mozo a buscarme y me llevo a esa casa. Toque el timbre y salio a recibirme una negra mota, joven, pero un poco rellenita. Le dije venia a ver a Raúl y Mara y me hizo entrar al living.

A los pocos minutos apareció Mara:

MARA: hola como estas

YO: bien y vos

MARA: bien, de ahora en mas no me tutees y dime AMA.

Me quería morir, esa que parecía una mosquita muerta quería la llamara Ama.

Como yo solo debía cumplir ordenes

YO: si Ama

MARA: estarás desorientada y te voy a explicar. Mi matrimonio con Raúl, es de conveniencia, no lo que te hicimos creer el otro día. Nuestros padres, dueños de la mina querían unirnos para que la compañía tenga vida más allá de ellos y de nosotros. Raúl ama a otra mujer y yo soy bi.-sexual. Entonces hicimos un pacto. Yo le permito a el seguir llevando su vida con la otra y el permite mi vida en especial la lesbica. Solo que tenemos que tener al menos dos hijos, esa sola es nuestra unión.

Raúl sabe que me encanta ser AMA y que tengo una esclava a mi servicio y que hoy conociste al entrar. Ella es Dora. A Dora que es lesbiana también la obligue a juntarse con un hombre, cosa que odia. Por lo tanto es esclavo mío también.

Parecía que no podía creerle, el otro día tan fina, delicada y femenina era una loba bi-sexual.

Hizo sonar una campanilla y apareció Dora trayendo en su mano un collar de perra. Ahí me percate que ella tenía uno igual, entonces ese seria para mí.

Me hizo desnudar y poner en cuatro patas y le mando una seña a Dora, para que pusiera el collar. Después trajo una traílla y la puso en mi collar. vi. que la traílla a un metro de mi, salía otra cadena. Dora se desnudo, se puso en cuatro patas y puso ese pedazo de cadena en su collar.

Ahora estaba sujeta a Dora que estaba casi rozando conmigo. Nos acercamos a Mara y Dora poniéndose en la boca la punta de la traílla se la ofreció a Mara.

Esta nos hizo caminar por la casa y salimos al jardín. De pronto Dora se freno, se puso en cuclillas y orino.

MARA: tú no tienes deseos de orinar perra

YO: no AMA

MARA: Dora te gusta la nueva perrita

DORA: si Ama

AMA: a partir de ahora responderán al nombre de Blanca y Negra y tu macho será llamado Negro entendido

DORA: si Ama

YO: si Ama

MARA: (soltando a Negra) ve a buscar a tu macho

Mientras esperábamos Mara agrego a la traílla un nuevo tramo a la traílla. (Supongo para Negro), por lo que caminaríamos rozándonos los tres

MARA: no sabes lo terrible que es de lesbiana la Negra. Cuando la hago coger con Negro se pone histérica, no le gusta y yo la mando a propósito.

(Sentándose en un sillón) ven Blanca cómeme la concha.

Me puse a chuparle la concha. Deliraba, gritaba eufórica, apretaba mi cabeza en su concha como queriendo que me la tragara. Hasta que termino dejando mi cara totalmente mojada de flujo.

Cuando termine vi. Que Negra y Negro habían observado parte o todo.

MARA: has estado magnifica Blanca.

Llamo a los otros y los puso en mi traílla. No llevo de nuevo al jardín y ahí si orine.

También lo hizo Negro, que levantando la pierna me mojo a mi. Después quería montarme y no llegaba porque Mara tiraba de la traílla.

Después llamo a Negra, la soltó y se hizo comer la concha nuevamente. Negro estaba loco. Tenía tres hembras y no podía cogerse a ninguna, no lo dejaba el Ama.

MARA: Negra te traje a Blanca para refinaras un poco tu modo de actuar sexualmente, especialmente conmigo. Deberás aprender ella y cuando yo diga puedes sacar es brusquedad, pero con ella.

Y vos Negro, a ver como andas. Estas al palo. Negra ordéñalo, así aprende Blanca.

Negra se acerco a Negro, que la miraba temeroso por la brutalidad que tiene. Le tomo la pija con la mano y le hizo una paja violenta. Se le veía a Negro la cara de dolor y a ella toda su satisfacción por ordeñarlo. Al fin el, en medio del dolor, pudo acabar en la mano de ella, y luego se la hizo limpiar con la boca. Negro chupo su propio semen. Vi que le caían algunas lágrimas.

Luego Mara le dio el visto bueno a Negra para conmigo, autorizándola a la brusquedad. Yo me puse en estado de alerta.

Se acerco a mí, empezó morder y chupar mis rosados pezones, produciéndome más dolor que placer. Una de sus manos tiraba de mis labios vaginales y yo la aparte con violencia, empujándola cayendo al suelo.

YO: así no AMA. Después tengo que ir a trabajar y no puedo estar tan marcada y mordida. Es bruta en serio.

MARA: sabes que haré contigo perra por tu insolencia, te devolveré ya mismo y te advierto no me quejare hoy de vos, pero le pondré a tu Amo el dinero que pida para comprarte y luego haré lo que QUIERA contigo. Vístete y tú también Negro la acompañaras hasta el puterio, sin molestarla o tocarla.

Estaba aterrada porque sabia que si había mucho dinero de por medio, mi Amo, me vendería.

Cuando salía la Negra me dijo por lo bajo. Te esperare ansiosa amorcito.

Salí de ahí, preocupada. Cuando llegue al antro, el Dueño me estaba esperando.

DUEÑO: si me llamo la Sra. Que tiene que salir de urgencia por eso te envía. Llamo tu Amo el lunes por la tarde te viene a buscar.

Me termino de tirar el ánimo por el suelo. Me puse a pensar a mil

YO: señor ya que el lunes me voy y voy a estar ajetreada, no podría dar el viernes por la mañana franco.

DUEÑO: (pensándolo) siempre te has portado bien acá. Esta bien tienes el viernes hasta mediodía.

YO: gracias señor.

Quería despedirme de Juan.