Café con leche de polla para las mamas (Dos)

Un haragán de pueblo chantajea a su jefa forzándole a realizar actos sexuales denigrantes para ella. En un intento de evitar que continúe abusando de ella trata de "ponerle en bandeja" a la mujer mas deseada del pueblo

La catetona era el mote que tenía en el pueblo Simona Zorita.

Se contaba por ahí que en las fiestas del pueblo cuando era mocita venían de todos los pueblos cientos de tíos para ver el espectáculo de mujer que era ya de tan jovencita.

Culo, tetas, boca, piernas, todo lo que tenia te la ponía dura, nadie podía resistirse a una erección inmediata al verla, un autentico viagra natural.

Y a ella el jueguecito le encantaba, calientapollas empedernida, disfrutaba viendo a los tipos sufrir. También dicen que por eso se caso con el sargento Hontalbilla, para poder jugar a reventar pollas sin que nadie se pudiese ni acercar, y desde que tenía esa seguridad en el pueblo, era más calienta rabos que nunca.

Doña Patro, al escuchar la petición del que incompresiblemente se había hecho con los mandos de su vida, le dijo sin aparente rencor:

-          Está bien, confío en usted, pero yo no puedo convencer a Simona de nada, no tengo confianza con ella para eso…además sería un disparate, a ella no le gustan los garrulos, bastante tiene con ese guardia… pero… hay una manera de…

Lo decía mientras se abstraía pensativa, o al menos lo aparentaba.

-          Yo le podría revelar un secreto de Simona y usted podría hacer esto que se le da tan bien. - Chantajearla.  ¿hacemos el trato así?

Eufemio Toribio, emocionado por la posibilidad de cumplir su obsesión, acepto  moviendo la cara de arriba abajo y abriendo los ojos como platos. En el fondo no era más que un idiota irremediable.

-Diga diga doña Patro, ¿que secreto?       Contestó emocionado

  • Pues fácil. Simona tiene un amante

  • ¿Queee?   ¡Cacho puta!    Y ¿quien, quien?   Ahora mostraba enfado, como si Simona fuese de su pertenencia.

  • Don facundo.   Contestó la Patro de sopetón.

  • ¿ El curaaa?    Dijo Eufemio con gesto incrédulo

  • Sisi, el mismo, por eso es tan devota y se hizo catequista. Para estar cerca del cura sátiro.

  • Ahora ya te lo he dejado a huevo, el resto hazlo tú, y cumple. En cuanto te la tires te vas del pueblo, porque si no se lo diré a su marido, para que te de dos tiros cabronazo, que me jodiste el culo.

  • Gracias Doña Patro, por fin cumpliré mi sueño, ya no la molestare mas, se lo aseguro…pero mire como estoy solo de pensarlo…  señalándose la polla

  • Déjeme en paz, asqueroso, salido.  Es usted de lo más fulero. Ya se termino, que se ha pensado?

  • No se me ponga tan digna Patro, venga la última, así se engrasa usted un poco, que estaba oxidada. jjjjjjjjjjjjjj

-No pienso hacer nada ¡¡maniaco!!

-Venga por culo, ahora que lo tiene calentito, total…una mas tampoco le va a hacer nía

Doña Patro se veía acorralada, sabía que lo mejor era terminar cuanto antes, el tipo ahora conocía su secreto del pasado además de sus líos con Pepote el carnicero del pueblo y la tenia amenazada con contarlo a toda su familia. Cuando un garañón esta así de salido, ni va a desistir, ni hay forma de convencerlo.

  • Noooo!!! Como máximo métamela entre las tetas y va que chuta…pero el culo no me lo toque mas y córrase en el suelo que no quiero ensuciarme.

-¡Vale!  Contesto excitado tirando del pene

  • ¡¡¡Pero lo ultimo!!!   ¡Este no era el trato!             Advirtió muy seria Doña Patro.

El tipo le puso el cipote en la canal . Sentía que dominaba la situación, por eso quería ir más allá todavía.

-          Abra la boca que quiero escurrirme en ella, PUUTAAAAhh    le decía jadeante

-          Céntrese y deje de decir porquerías o me voy de aquí, cochino.

-          ¡Vamos! Abra la boca, cacho puta! Y páseme la lengua por los “guevos”

-          No no Nooo, dijo Doña Patro, a la vez que se erguía para dejar plantado a Eufemio. Estaba indignada por lo abusón y depravado que era con ella.

Entonces Eufemio con un arrebato la cogió por el pelo y la hizo tumbarse de espaldas al suelo sentándose es su cara para que le lamiera los testículos y el ano.

-          Vamos Doña PUTAAA cómame los guevos y el ojete que quiero correrme.

Y se movía de adelante a tras pasando los huevos y el culo por los labios de la Patro, que apenas podía respirar.

En una de esas comenzó a correrse y tan fuertes eran las contracciones que se le escapo una ventosidad, justo en toda la cara de la Patro, lo que lejos de avergonzarle le provoco la risa.

  • JAJAJAJA

Ella lo sintió de tan mal gusto, que de rabia e indignación se tiro a morderle los huevos, y le engancho la piel de uno.

Eufe sintió como se enganchaba la quijada de la Patro, como un cepo cruel e indiferente. Suplico que soltase  preso del pánico y entre lagrimones de dolor. Pero la Patro no soltaba ni muerta.

Sabía que en cuanto se viese libre la mataría, así que decidió de un último tirón, arrancarle la piel a cuajo y salir corriendo.