Cadena De Tragedias 4

...escuché cómo se puso de pie, y al voltearme la tenía muy cerca de mí, me tomó de la cintura y me recargó con fuerza sobre la pared, pegó su frente con la mía y su rostro a pocos centímetros del mío.

>>>Julieta<<<

Después de que se fue Violeta regresé a mis clases y a la salida me llegó un mensaje de Rox, Theo y Valeria (mi otra amiga), de que iríamos al cine. Mientras esperaba a que llegaran a la entrada de la escuela, me la pasé pensando,  ¿por qué me siento así? En verdad quería que  Violeta comiera conmigo y se portó muy cortante, ¿habré dicho o hecho algo que la molestara?

Rox: ¿Por qué esa cara, amiga? – me preguntó mientras Vale y Theo llegaban

Julieta: Ay Rox… -  les conté todo lo que había pasado, y Vale me interrumpió los pensamientos.

Vale: ¿Por qué no le preguntas en lugar de quedarte aquí como tonta? – dijo Vale al escuchar todo y nos empezamos a reír -  ya me contaron un poco Theo y Rox, pero a ver ¿qué te pasa con ella?

Julieta: No se, desde la otra vez que me preguntó Rox me quedé pensando mucho y llegué a la conclusión de que sí me gusta.

Vale: ¿Y entonces a qué esperas?

Julieta: ¿Para qué?

Vale: ¡Pues para decírselo, mujer! Tú sí que eres lenta.

Rox: Yo creo que lo debes tomar con más calma.

Theo: Opino igual que Rox, no la conoces tanto, mejor date la oportunidad de conocerla. Además, Vale, tú eres muy diferente a Julieta, eres más aventada y cambias de novio como de ropa interior. – en ese momento todos nos reímos y recuperé un poco el ánimo, mis amigos tienen opiniones muy distintas pero al final quien decide soy yo. Así que creo que mañana hablaré con Violeta. Después de eso nos fuimos al cine y pasamos la tarde todos juntos, me sirvió mucho para despejarme.

>>>Rox<<<

Ya es hora de volver a nuestras casas, la película estuvo bastante interesante y como yo traje la camioneta pasé a dejar a todos. La última persona a la que dejé en su casa fue a Valeria, así que aproveché la oportunidad.

Rox: Vale, quiero hablar contigo.

Vale: Sí, dime.

Rox: No quiero que incentives a Julieta a que salga con Violeta.

Vale: ¿Crees que quiero que salga con esa tipa? – su comentario me desorientó mucho, pues fue la única que pareció apoyar la idea de que Julieta le dijera sus sentimientos a Violeta.

Rox: No te estoy entendiendo.

Vale: También he oído de ella, y tampoco me agrada la idea de que se acerque a July.

Rox: ¿Entonces por que…?

Vale: Porque mientras más rápido July se de cuenta de la clase de persona que es Violeta, más rápido se va a apartar de mi camino -  después de que dijo eso, se tapó la boca como si hubiera dicho algo que no debía.

Rox: ¿Apartarse de tu camino? -  solo se quedó callada – Creí que no te iban las niñas.

Vale: No me van, pero Julieta es diferente.

Rox: No me esperaba eso… ¿Julieta no lo sabe, cierto?

Vale: Jajaja, ay Rox, como si no la conocieras, Julieta jamás se enteraría que le gusta a alguien ni aunque se lo gritaran en la cara, es tan despistada.

Rox: Jajaja, en eso tienes razón…

Vale: Ni se ha dado cuenta de cuánto la amas tú. – cuando dijo eso mi cara se descompuso por completo, ¿cómo lo sabía ella? – tranquila, yo no se lo diré, pero te advierto que si en algún momento tengo mi oportunidad con ella no me voy a detener por ti, si tú no te animas a decirle nada, no te voy a estar esperando.

Rox: Yo… yo no… - mierda, no se qué decirle.

Vale: Así que no me vengas a sermonear con qué cosas puedo o no decirle a Julieta.  – después de eso definitivamente me quedé sin palabras, no pude decirle nada hasta que vi que se bajó del auto y se fue a su casa.

Julieta está muy por fuera de mis límites, jamás me atrevería a intentar algo con ella, en eso Vale tiene razón. Yo solo me conformo con verla feliz, nada me haría más feliz que volver a ver ese brillo en sus ojos antes de que la tristeza la inundara, pero tengo mucho miedo de que esa persona vaya a ser Violeta, no me da buena espina, y ahora Valeria también.

>>>Violeta<<<

Ya ha pasado casi 1 semana desde que empezaron las clases, creo que ya debería volver a la escuela o mis padres me matarán si se enteran que no he estado yendo. Me levanto y veo a una chica desnuda en mi cama, oh sí, ahora recuerdo, ayer salí de fiesta, ella debió ser la afortunada de la noche.

Es viernes, así que iré a ver a quién me encuentro y que me pasen sus apuntes, llamaré a Renata para avisarle que voy. Al llegar a la escuela me saludan mis amigas y Renata solo me da un zape en la cabeza por haber faltado tanto, les conté lo que estuve haciendo en toda la semana, estaba a punto de ir a la cafetería por algo de comer cuando al voltearme la chica de anoche se me colgó del cuello y me plantó un beso en los labios, no besa mal pero he probado mejores.

-Creí que me despertarías.

Violeta: Ah… disculpa, se me hacía tarde para venir.

-Debo suponer que no significó nada, cierto?

Violeta: Es correcto. Estuvo muy padre pero, no me van los compromisos.

-Entiendo, pues cuando quieras ahí tienes mi número – me guiñó el ojo y se fue, esas chicas sí son las buenas, las que no te piden ningún tipo de compromiso, solo sexo y ya.

Yaz: Entonces ya es definitivo, no?

Violeta: ¿Qué cosa?

Yaz: Pues que lo de Julieta ya está en el pasado.

Violeta: No se a qué viene tu comentario.

Renata: Te dije que no lo planeó, le sale natural. – le dijo a Yaz

Violeta: ¿Qué cosa, de qué tanto murmuran ustedes dos?

Yaz: No la viste, ¿verdad? – ay no…

Renata: Julieta venía camino a saludarte cuando tu conquista te saludó cariñosamente. – después de oír eso, sentí un frío recorrerme por la espalda, no pude decir nada. – hubieras visto su cara, obviamente salió corriendo en la dirección contraria, te salió de maravilla. – dijo con aires de tristeza.

Violeta: ¡Ay, mierda!

>>>Julieta<<<

Me pregunto si Violeta estará enferma, no la he visto en toda la semana y no contesta mis mensajes, mis amigos dicen que me calme pero ya estoy muy preocupada, ¿y si la atacaron de nuevo? No puedo más, debo preguntarle a Renata si sabe algo, iré a buscarla a su salón.

Julieta: Renata, ¿podemos hablar?

Renata: Julieta, que sorpresa, claro, ven vamos a sentarnos.

Julieta: Disculpa por preguntarte a ti, pero, no he sabido nada de Violeta, ¿sabes si se encuentra bien?

Renata: Me dijo que se había estado sintiendo un poco indispuesta, pero justo me acaba de llamar para decirme que viene para acá, llegará en unos 30 minutos, yo debo ir a comprar unas cosas pero quedamos de vernos frente a la salida de la escuela por si la quieres localizar.

Julieta: Perdona el atrevimiento, pero ¿te comentó si se molestó conmigo por algo?

Renata: No, para nada, o al menos a mí no me dijo nada. Cualquier cosa mejor háblalo con ella. – sentí que me ocultaba algo.

Julieta: Esta bien, regreso en un rato. – después de eso salí a comprar unos chocolates para Violeta y ver si podemos hablar tranquilas, creo que lo mejor es empezar diciéndole que me siento atraída por ella y que si me lo permite, quisiera conocerla más, nunca he hecho esto, pero no puedo seguir desperdiciando mi vida.

Pasaron los 30 minutos y ahí está, está tan bonita como siempre, doy unos pasos hacia ella y sus amigas cuando detrás de ella llega otra chica y comienza a besarla, en ese momento tuve una sensación horrible en el pecho y me quedé inmóvil, Violeta le correspondió y parecían platicar muy a gusto, no pude ver eso más y me di la vuelta para salir corriendo, quería alejarme, soy una idiota, yo tuve la culpa por hacerme ideas tontas en mi cabeza y pensar que podría interesarle a ella.

Ya no tuve ánimos de seguir en las clases, así que subí a mi moto y me puse camino a casa, pero antes de llegar decidí no frenar y seguí de largo, conduje hasta llegar a la colina donde estaba mi familia, tenía las intenciones de llorar como estúpida, pero estar en ese lugar me llenó de calma, como si mis padres me estuvieran reconfortando.

Julieta: Mamá, papá, necesito contarles algo… - estuve por más de una hora contándole a mis padres todo el asunto con Violeta, sabía que no me contestarían, pero de alguna manera sabía también que en algún lugar me estaban escuchando. Mientras eso sucedía observaba el atardecer y cuando menos me di cuenta ya había anochecido, así que más tranquila volví a mi casa y me dormí.

Desperté y aproveché que era sábado, la verdad es que no tenía muchas ganas de salir, mi mirada se desvió hacia aquel rincón donde abandoné mi hermosa guitarra Gibson que con tanta ilusión me compraron mis padres al descubrir mi talento con la música y utilicé día con día hasta el momento en que mi familia me dejó. La tomé entre mis manos, la afiné y comencé a cantar, a cantarle a mis padres… To die by your side is such a heavenly way to die… The Smiths – There is a light that never goes out.

Al terminar de tocar aquella canción, sonó el timbre de mi casa.

Julieta: …¿Violeta? ¿Qué haces aquí?

Violeta: ¿Por qué estas llorando?

Julieta: De que hablas, yo no… - toqué mi rostro y efectivamente tenía lágrimas en mi rostro, probablemente no me di cuenta de que aquella canción me causó mucha nostalgia y no noté cuando comenzaron a salir las lágrimas – deja, no es nada – me limpié con el brazo las lágrimas – no me respondiste, ¿qué haces aquí?

Violeta: ¿Cómo de que no es nada? Las personas no lloran sin razón. Ven. – sin más, me tomó de la mano y se metió a mi casa, me sentó en el sillón y fue a buscar unos pañuelos. Por qué es así, cuando estamos solas se porta muy amable, pero en la escuela parece otra persona completamente… - ¿Y esa guitarra?

Julieta: Es mía, estaba tocando antes de que tocaras el timbre.

Violeta: ¿Esa eras tú? Wow, habría jurado que era un disco o algo así, tocas y cantas muy bonito. No me habías contado que tocabas música.

Julieta: El día que murieron mis padres y mi hermana iban camino a ver la presentación del disco de mi banda – noté que se puso un poco incómoda con el asunto – después de eso decidí no volver a tocar, pero los chicos de mi banda me han estado insistiendo mucho, de hecho a uno de ellos creo que ya lo viste, Daniel, el chico con el que estuve platicando el otro día, venía a pedirme que regresara a la banda y accedí, por lo que me pareció buena idea comenzar a practicar un poco, aunque creo que me entró un poco la nostalgia, es todo.

Violeta: … - no sabe qué decir, lo entiendo, no hay mucho que decir al respecto - …puedo hacer algo para hacerte sentir mejor?

Julieta: Podrías decirme por qué estas en mi casa, tal vez, has estado evadiendo mi pregunta.

Violeta: No sé por dónde empezar, en la escuela, yo… - la interrumpí.

Julieta: No me debes ninguna explicación, espero que esa chica te haga feliz.

Violeta: No es mi novia.

Julieta: ¿Entonces por que…?

Violeta: Porque soy así, Julieta, no me van los compromisos, no te digo que lo hago involuntariamente, pero tampoco lo busco, no se me da, si veo una chica linda, la beso y ya, seguro tus amigos ya te lo habían dicho. – es cierto, algo insinuaban ellos – no creas que no he visto cómo me miran, y lo entiendo, te quieren cuidar de mí y es completamente razonable, creo que hasta yo quiero cuidarte de mí. – me paré a servirme un baso con agua.

Julieta: No… no te entiendo.  – dije dándole la espalda.

Violeta: Carajo – escuché cómo se puso de pie, y al voltearme la tenía muy cerca de mí, me tomó de la cintura y me recargó con fuerza sobre la pared, pegó su frente con la mía y su rostro a pocos centímetros del mío.

Sentía mi corazón latir a mil por minuto, su aroma es tan dulce que parece que duerme sobre miel, me desesperaba lo lento que pasaba el tiempo para que al fin me besara, con su frente recargada sobre la mía, subió sus manos a mi cara para fijar nuestras miradas, su respiración era tan rápida como la mía y atinó a decir por fin.

Violeta: ¿Esto es lo que quieres? – yo solo asentí, no salían palabras de mi boca. Cerré los ojos, pero nada sucedía, a los pocos segundos me soltó y se alejó – no puedo, no contigo. – ¿qué carajos acaba de pasar? Mis piernas perdieron su fuerza y solo me deslicé por la pared hasta el suelo hasta quedar sentada.

Julieta: Creo que... un simple “no me interesas” hubiera sido suficiente, no tenías por que hacer todo lo demás. – sintiendo cómo mi corazón se partía.

Violeta: ¿Qué es lo que quieres de mí, Julieta? Nunca me había pasado esto con nadie.

Julieta: Me… me gustas Violeta, me gustas mucho, pero con tus acciones veo que yo no te gusto ni te intereso para nada y no me queda más que respetarlo, aunque no tienes por qué ser tan cruel y decirme esas cosas, tampoco creo ser tan fea.

Violeta: ¿De qué hablas? No entiendes nada. Me gustas mucho, me vuelves loca, nunca me había sentido así con nadie antes, y no se si estoy lista para sentir esto que estoy sintiendo. – en el momento en que escuché esas palabras mi corazón se volvió a acelerar, tal vez tengamos una oportunidad.

Julieta: ¿Hablas en serio? Entonces date una oportunidad, dame una oportunidad.  – me dio la espalda y se quedó pensando.

Violeta: …vengo a despedirme.

Julieta: ¡¿Cómo?! Que… de qué hablas, ¿por qué?