Cadena De Tragedias 19
Su comentario terminó por descolocarme y estaba a punto de golpearla, levanté el puño y...
>>>Fernanda<<<
No me cabe la menor duda de que mi prometida es la mujer perfecta. Mis padres vivieron la experiencia de sus vidas gracias a la generosidad del padre de Karla y ese mes que estuve viviendo con ella fue maravilloso. Ahora muero de ansiedad por convertirme en su esposa y formar una bonita familia a su lado, ¿Qué estoy joven? Sí, pero cuando el amor te invade tan fuertemente como en mi caso, y tu pareja te demuestra una madurez impresionante, no hay mucho que pensar al respecto.
Karla: Mi vida, ¿tienes guardia hoy?
Fernanda: No mi cielo, hoy por fin puedo descansar. ¿Quieres hacer algo?
Karla: Si no estas muy cansada, ¿Te gustaría ir a un bar a beber una cerveza?
Fernanda: ¡Uffff! Por eso te adoro, tú sabes siempre lo que necesito. – Fuimos a mi casa y mientras me daba un baño Karla se quedó charlando con mis padres, al terminar de arreglarme partimos directo al bar que tanto le gustaba frecuentar.
Karla: Adoro este lugar, es tan tranquilo para tomar un trago a gusto.
Fernanda: Cualquier lugar es perfecto si estás tú. – tomé su mano y la besé.
Karla: Ahora que recuerdo, la última vez que vine tú estabas de guardia.
Fernanda: ¿Ah sí? ¿Y conociste a alguna chica linda? – dije bromeando, siempre hemos podido bromear y jugar, ella confía plenamente en mí y yo en ella.
Karla: De hecho sí – alcé las cejas invitándola a que me contara. – era una chica de 19 años, estaba bebiendo desesperadamente, me dio un poco de tristeza verla así porque me acordé de Flor – Flor era una de las mejores amigas de Karla hasta que comenzó a tener problemas con el alcohol y terminó muerta por una congestión alcohólica muy grave, ella sufrió mucho cuando eso pasó, yo apenas empezaba a estudiar para ser doctora – así que no pude evitar hablarle e intentar detenerla.
Fernanda: ¿Y lo lograste?
Karla: Sí, algo así, estuvimos platicando un rato, pero había tomado tanto que terminó vomitando en el baño, me ofrecí a llevarla a su casa y antes de irme me invitó a su casa.
Fernanda: Jajaja ay amor, tu siempre encantando al mundo con tu belleza.
Karla: Jajaja, eso es porque no te han visto a ti, en fin, la rechacé de la manera más amable que pude y me devolví a casa, seguro se levantó con una resaca terrible.
Fernanda: ¿Y dices que yo soy la que salva vidas? Hiciste algo muy lindo por ella – volví a besar su mano – Te amo.
Karla: Y yo te amo a ti, hermosa. – terminamos el trago y volvimos a casa a hacer el amor hasta caer rendidas.
>>>Violeta<<<
Dejé a July en la tienda para que se comprara un bonito traje de baño y me dirigí al banco, hice unos movimientos en mi cuenta y al salir me encontré con la desagradable coincidencia de encontrarme con Roxana.
Rox: Hey, tú. Necesito hablar contigo.
Violeta: Yo no tengo nada que hablar contigo, eres una hipócrita, siempre haciéndote pasar por la sacrificada amiga de Julieta para engatuzarla apenas y tuviste la oportunidad. Pues sabes qué, tu jueguito no funcionó, Julieta me contó todo y me pidió perdón, y como soy tan piadosa la perdoné por lo que hizo, desde que volvimos hemos pasado todo el tiempo haciendo el amor y ella grita mi nombre cada vez que la hago llegar a un orgasmo, si vieras como me deja rasguñada la espalda sabrías que es excelente en la cama, pero es algo que tú nunca podrás conocer. Ella es mía. – noté cómo apretaba los dientes y los puños.
Rox: Qué tan bajo tienes que caer y qué tan insegura te debes sentir como para tener que presumirme lo que haces con ella en la cama para imponer tu falsa idea de que te pertenece. Te agradezco que lo hagas, Violeta, porque me demuestras lo insegura que estás por conservarla a tu lado, tan así que eres capaz de contar su intimidad. Pero no vengo a escucharte, vengo que me escuches, no te tengo miedo, si me quieres golpear o intimidarme con tus amenazas estúpidas, inténtalo, no te tengo miedo. – su comentario me hizo hervir la sangre, pero sabía que intentaba hacer lo que yo quería hacer con ella, hacerla enojar, y no dejaría que me ganara.
Violeta: Y la gata ya sacó las garras. ¿Crees que soy tan estúpida como para cometer el mismo error dos veces? No voy a ponerte un dedo encima, te voy a herir donde más te duele. Te voy a arrebatar completamente a Julieta, y lo que más te va a doler es que ella me va a ayudar con eso. Firmaste tu propia sentencia, yo solo tengo que seguir tratando bien a mi novia y regalándole sus mejores orgasmos y la tendré conmigo, ¿y tú? No tienes nada.
Rox: Hablas de ella como si fuera un trofeo, estás muy enferma si crees que ella es un objeto que puedes poseer. La voy a conquistar, ella siente algo por mí y me voy a aferrar a ese beso tan hermoso que me dio. – quería matarla en ese momento, hice uso de toda mi fuerza de voluntad para no irme a su yugular y matarla ahí mismo.
Violeta: Eres una zorra, aléjate de mi novia. Ella no te quiere cerca.
Rox: Eso es porque la pongo nerviosa, estoy segura de que si insisto lo suficiente, le demostraré la clase de persona que eres y tendré mi oportunidad de ganarme su amor. – Su comentario terminó por descolocarme y estaba a punto de golpearla, levanté el puño y sentí que alguien me abrazaba por la espalda y ponía sus brazos alrededor de mi abdomen.
Julieta: Amor, vámonos a casa, por favor. – dijo, ocultando su cara en mi espalda. Abrazándome fuertemente en señal de que me tranquilizara. Bajé mi puño, abracé sus brazos, me giré y la tomé del rostro para plantarle un gran beso. Nos separamos y al voltear a ver a Roxana vi que ya no estaba. Había ganado esta batalla. - ¿Estás bien?
Violeta: Me hierve la sangre, pero intenté contenerme lo más que pude. Gracias por llegar a tiempo. ¿Tienes tu traje?
Julieta: No, al ver que no volvías salí a buscarte y vi que estabas discutiendo con Rox, así que corrí para detener su pelea.
Violeta: Pues le salvaste el rostro.
Julieta: ¿Me acompañas a escoger mi traje? No puedo esperar para irnos a la playa.
Violeta: Vamos. – el resto de la tarde nos la pasamos comprando y en la noche fui a dejarla a su casa para que terminara de preparar la maleta. Le dije que pasaría por ella en la mañana ya que yo también tenía que preparar mi maleta. Antes de llegar a mi casa me desvié y fui hacia la casa de Renata. – Reno… necesito hablar contigo. – inmediatamente puso una cara de preocupación.
Renata: ¿Qué hiciste ahora Violeta?
Violeta: ¿Por qué crees que yo hice algo?
Renata: Desde que éramos pequeñas, siempre que te metías en problemas graves ibas a buscarme y me decías “Reno”, solo me llamas así cuando hiciste algo realmente malo. – bajé la mirada.
Violeta: Es Julieta…
Renata: Ya… ¿Qué pasó?
Violeta: Me contó que en el campamento se besó con Roxana… - me miró con cara expectante, sabía que no era todo – y reaccioné muy mal.
Renata: ¿Qué hiciste?
Violeta: Le arrojé un vaso de vidrio y se hizo mil pedazos – la cara de horror de Renata me confirmó que hice mal – no le hice daño, alcanzó a esquivar el vaso pero… - me quedé callada y bajé la mirada.
Renata: ¡Violeta! ¿Cómo se te ocurre? ¿En qué carajos estabas pensando? Ella solo quería hacer las cosas bien. – lo que dijo me alertó.
Violeta: ¿Y tú cómo sabes que quería hacer las cosas bien? – dije con sospechas. El nerviosismo en su cara la delató - ¿Tú lo sabías?
Renata: Yo… joder… sí. Lo supe desde el momento que sucedió – iba a comenzar a gritarle pero no me dejó – pero antes de que te pongas como loca, Julieta juró que te ama a ti y me prometió que te lo diría en cuanto volvieran a la ciudad. Solo quería evitar que te pusieras violenta. Y mira nada más lo que hiciste. ¿Qué hizo Julieta?
Violeta: ¡No me jodas Renata, debiste decirme!
Renata: No evites mi pregunta, ¿Qué hizo Julieta cuando le arrojaste el vaso?
Violeta: Se tiró al suelo y se hizo bolita… Reno, no sé qué me pasa. Nunca antes había perdido tanto el control con alguien o por alguien… pude haber lastimado a la chica que amo con todas mis fuerzas.
Renata: Ay amiga… - me quedé un par de horas en su casa hablando de mi temperamento y la manera en que reacciono y Renata me hizo ver muchas cosas. Volví a casa y preparé la maleta, me quedé pensando lo que conversé con Renata y llegué a la conclusión de que ella no lo entiende, tal vez ella nunca ha amado a Ernesto con locura como yo amo a Julieta, simplemente no lo entiende, July no puede ser de nadie mas que mía. Terminé de acomodar mi maleta y al otro día temprano fui en mi camioneta a recoger a July, me recibió en la entrada muy contenta.
Violeta: Buenos días mi amor, ¿ya lista?
Julieta: Claro que sí, hermosa, muchas gracias por las flores. – y me besó en los labios.
Violeta: ¿Flores? ¿Cuáles flores? – su cara de desconcierto, luego sorpresa y al final fastidio me hicieron entender quién había mandado las flores. - ¿Dónde están?
Julieta: Ya déjalo amor, las tiraré, mejor ya vámonos. – no la escuché, la hice a un lado y entré en su casa, para ver un enorme ramo de rosas rojas colocadas sobre un florero en su mesa. Recordar que la felicidad con la que Jules me recibió y me besó fue por causa de esas flores que mandó Roxana me hizo enfurecer.
Violeta: Esa zorra… - le di un manotazo al florero, cayó al suelo y se hizo pedazos, comencé a pisar las flores con todo mi coraje acumulado, dejando un verdadero desastre en la sala.
Julieta: ¿Sabes qué? Ya no quiero ir a ningún lado. – me dijo muy molesta – Si te vas a portar así cada vez que ella haga algo para intentar ganar una oportunidad que yo nunca le voy a dar, no quiero estar cerca cuando hagas tu berrinches. – la miré con ira.
Violeta: ¿Me jodes, verdad? ¡Mejor dime que estas molesta porque querías esas estúpidas flores que tu enamorada te mandó!
Julieta: ¿Cuál es tu problema Violeta? ¿Acaso no te he demostrado que con quien quiero estar es contigo? ¿Y como me respondes? Gritándome, destrozando mi casa, arrojándome vasos. Yo no tengo la culpa de que ella se haya enamorado de mí, y estoy haciendo todo lo que está en mis manos para darte tu lugar y dejarle claro que tú eres la mujer a la que amo, pero apenas y ella muestra señales de vida y tú enloqueces, y soy yo quien termina recibiendo todas las agresiones.
Violeta: … tienes razón, perdóname, no debí explotar contigo… - nos quedamos muchos minutos en silencio – déjame limpiar este desastre.
Julieta: Ya déjalo, le diré a la señora Margarita que cuando venga limpie esto. ¿Qué día vamos a volver? Tengo una reunión con el abogado de mi familia para ver un papeleo de las empresas de mis padres.
Violeta: ¿Eso significa que aún quieres ir conmigo?
Julieta: Sí Violeta, quiero ir contigo, a un viaje donde solo estemos tú y yo, sin nadie que nos interrumpa, con los celulares apagados, disfrutar de nosotras y solo nosotras. ¿Crees poder controlar tus celos al menos allá? No quiero estar peleando contigo ni allá ni en ningún lugar, pero si al menos logramos pasar las vacaciones sin discutir sin sentido creo que podemos tener un lindo tiempo juntas, con bonitos recuerdos.
Violeta: Es cierto, gracias por ser tan paciente conmigo. Pues… pensaba regresar el último día de vacaciones antes de volver a la escuela, pero mejor dime qué día tienes que ver al abogado y volvemos un día antes.
Julieta: Necesito verlo el día 2 de enero, que ya todos vuelven a trabajar.
Violeta: Entonces pasemos navidad y año nuevo en la playa y regresamos el primero de enero, ¿te parece?
Julieta: Vale.
Violeta: Entonces nos iremos. ¿Alguien sabe que vas conmigo?
Julieta: No he hablado con mis amigos desde que volvimos del campamento, así que no.
Violeta: Bien, no les digas, no quiero que nos estén molestando. Tampoco les diré a mis amigos, quiero que solo seamos tú y yo. Dejaré una nota en mi departamento diciendo que nos fuimos de viaje, nada más. ¿Trato hecho?
Julieta: Claro… da lo mismo, acordemos no encender celulares ni computadoras allá.
Violeta: Perfecto. Vámonos entonces. – mientras Julieta guardaba su maleta en la cajuela de mi auto, yo aproveché para mandar un último mensaje.
>>>Rox<<<
Valeria y Theo me ayudaron a planear un plan para conquistar a Julieta, si iba a perderlo todo de todas formas, al menos tenía que dar la pelea de mi vida, y sin el camino me ganaba en corazón de July sería la más feliz, de no ser así al menos podría vivir con la satisfacción de haberlo intentado, ya me había cansado de ser siempre la que se hacía a un lado, me toca buscar mi felicidad.
Tomé un taxi al centro comercial para distraerme un rato, cuando tuve la suerte de ver a July y a Cruela De Vil entrando a una tienda, y el cielo siguió mandándome señales al ver que Violeta salía sola de la tienda para dirigirse al banco. Esperé a que saliera, era mi oportunidad de enfrentarla y declararle oficialmente la guerra por el amor de Jules. Comenzamos a discutir y justo cuando logré provocarla lo suficiente vi que al fin estaba por golpearme, solo necesito que cometa un error para tirarle su teatrito con July y que ella pueda darse cuenta con la clase de persona con la que sale y recapacite. No contaba con que July detendría a Violeta justo antes de que me golpeara, me estrujó el corazón ver cómo le pedía que no hiciera nada y no pude soportarlo, tuve que irme de ahí o rompería a llorar. Sé que no será fácil, primero July me odiará por lo que estoy haciendo, pero es por su bien. Una vez que ellas estén separadas, estoy segura de que me dará una oportunidad. Al salir del centro comercial recibí una llamada y atendí el celular.
Operador: Aló. ¿Hablo con la señorita Roxana Trejo? Soy el trabajador de su mecánico, solo quería avisarle que su automóvil ya quedó listo con las nuevas llantas, cuando guste puede venir a recogerlo.
Rox: Le agradezco que me haya avisado, hoy mismo paso por el auto.
Antes de irnos de campamento pasé a dejar mi auto con un mecánico para que le realizaran cambio de llantas, es un fastidio tener que moverme en transporte público, así que me apresuré a tomar un taxi y me dirigí al taller. Después de recoger mi carro, camino a casa encontré una florería y tuve una grandiosa idea.
Rox: Hola, buenas tardes. Quisiera enviar unas rosas a esta dirección. – extendí un papel con la dirección de la casa de July y le di una buena propina al florista.
Florista: Con mucho gusto, señorita. ¿Quiere que agregue algún mensaje o dedicatoria?
Rox: Sí, por favor, que diga solamente “Te amo”. – el chico me sonrió y apuntó la nota.
Florista: ¿Cuándo quisiera que se realice la entrega?
Rox: Mañana por la mañana, a primera hora si se puede, por favor.
Florista: Con mucho gusto, su entrega estará lista para mañana.
Rox: Muchas gracias, hasta luego. – Salí muy contenta de la tienda y me fui a casa, mañana pasaría a buscar a July después de que le entregaran mis flores y le propondría que habláramos tranquilamente, primero necesito que ella baje esa pared que ha intentado construir para alejarse de mí. Ya lo demás lo dirá el tiempo.
Al otro día me levanté y me arreglé para ir a ver a Julieta, si el destino me seguía sonriendo, tal vez Violeta no se encontrara con ella y así podría hablar con July tranquilamente. Manejé hasta casa de Jules y al acercarme a su puerta vi un pétalo de las flores que ordené en la puerta de su casa, por lo que supongo que recibió mis flores. Toqué el timbre y nadie atendió, así que usé las llaves que tengo de su casa y entré para ver si se había dormido o por qué no abría la puerta, me encontré con uno de sus floreros favoritos en el suelo, completamente destrozado y las flores que le mandé pisoteadas en el suelo. Mi corazón sintió una puñalada horrible. ¿Por qué July haría eso?... No, esto debe ser acción de Violeta, seguro vino a verla antes que yo y vio las flores… Si se atrevió a hacerle daño, me las pagará.
Rox: ¿July? ¿¿¿July, estás en casa??? – nadie contestó, así que subí a su habitación y me encontré con todo en orden, pero había mucha ropa sobre su cama y no estaba su maleta. Me tomé el atrevimiento de abrir su ropero y vi que sus prendas favoritas tampoco estaban… ¡maldición! Nuevamente Violeta se me adelantó. ¿Cómo es que esa mujer se las ingenia para estar siempre un paso delante de mí? ¡No la soporto!
Me senté en la cama de July y le marqué por teléfono, me mandó a buzón automáticamente, pero ella jamás anda sin pila, así que es probable que haya apagado su celular… ¿Y ahora qué voy a hacer? No me queda mas que volver cada día para averiguar si ya llegó de a donde sea que se hayan ido esas dos…
Al salir de su casa, iba a caminar hacia mi auto cuando vi que un sujeto con pasamontañas estaba a un lado de mi auto intentando abrirlo.
Rox: ¡Oye tú, aléjate o llamaré a la policía! – el tipo se espantó tanto que salió corriendo antes de que pudiera abrir mi auto. Pero qué idiota, no puedo creer que haya gente que es capaz de robarle a otras personas para conseguir dinero seguramente para drogarse… Sabía que no estaba siendo un día tan bueno como lo había planeado, así que decidí llamar a Theo y a Vale para pedirles consejo. Acordamos vernos en nuestra cafetería favorita y me dirigí hacia allá.