Cadena De Tragedias 13

Dicen que si algo puede salir mal, saldrá peor.

>>>Violeta<<<

Después de bailar un rato con Julieta me estaba excitando demasiado, así que le dije que iría por algo de beber, la verdad es que si no me separaba de ella en esos momentos le haría el amor justo en la pista de baile así que tenía que tranquilizarme un poco, la verdad es que yo misma me había sorprendido de aguantarme tanto tiempo sin tener sexo. Solamente una vez me besé con una chica que estaba buenísima, pero antes de que pasara algo más me arrepentí y me fui del lugar, decidí no darle importancia, no quería arruinar todo lo que había logrado con July.

Entré a la cocina para servirme un poco de agua y me quedé un rato dentro de la casa pues nunca había estado ahí mas que en su sala un par de ocasiones, en verdad su cocina era muy grande y quise salir por otro lado pero no había otra salida, de pronto escuché que unas personas entraban y era Rox con Valeria que se veía bastante mal, no notaron mi presencia y como no quería que arruinaran la noche con alguno de sus comentarios hostiles que suelen darme cada ve que pueden mostrando su inconformidad con mi relación con July, decidí quedarme detrás de unos muebles para que no me vieran y esperaría a que salieran para poder salir a reencontrarme con Julieta.

No pude evitar escuchar su conversación y escuché que Valeria le decía a Roxana que se había acostado con Julieta… al inicio no pude reaccionar, de pronto sentí como todo mi interior se encendía en una ráfaga de furia que no podía controlar. Mi corazón se aceleró, sentí que la sangre me hervía y mis oídos comenzaron a zumbar, me dolía el estómago, la cabeza, rechiné los dientes, quería abalanzarme sobre ella y matarla en ese mismo lugar. Escuchaba que Rox le decía que lo estaba inventando, pero en cuanto Valeria comenzó a dar detalles de lo que habían hecho no pude más y la irá me cegó, todo pasó muy rápido.

Violeta: ¡¡¡¿¿¿Que tú qué???!!! – tenía a Valeria contra la pared tomándola por el cuello, los ojos desorbitados de Valeria me decían que no podía respirar pero mi cuerpo no reaccionaba mas que para apretar más mis manos alrededor de su cuello.

Rox: ¡¡¡No Violeta, suéltala!!!! – escuché que me gritaba, pero solo quería estrangularla por lo que había hecho – ¡¡¡Por favor, le haces daño!!! – Roxana se colgó de mi cuerpo para intentar quitarme de encima pero con una de mis manos la empujé mientras con la otra seguía estrangulando a Valeria, comencé a azotar a Valeria contra todo lo que se me atravesó, ella estaba tan ebria que no podía ni soltarse, se rompieron varios vasos de vidrio hasta que al fin la empujé y quedó en el piso, me puse sobre ella y comencé a golpearla en la cara mientras mis manos se llenaban de sangre, hasta que Roxana se lanzó sobre mi y me sujetó por los brazos – ¡¡¡Contrólate por favor!!! – con fuerza sobrehumana me la quité de encima y salí corriendo. Volví al jardín donde todos estaban bailando y vi que Julieta se dirigía hacía mí.

Julieta: Te tardaste, hermosa, te perdis… - no dejé que terminara de hablar cuando le solté una fuerte cachetada que mi mano se quedó marcada en su rostro.

Violeta: ¡Eres una verdadera hija de puta! – grité y me fui hacia el estacionamiento  donde había dejado mi auto. No encontraba mis llaves y recordé que las había dejado en mi bolsa sobre una mesa en el jardín trasero, maldije mi vida y me dirigí al jardín en donde afortunadamente no había nadie y en ese lugar Julieta me alcanzó.

Julieta: ¡¿Qué… qué carajos fue eso Violeta?! – me dijo con lágrimas en los ojos.

Violeta: No me quieras ver la cara de estúpida, mejor vete a revolcar con tu amiguita Valeria. – la expresión en la cara de Julieta me confirmó que era cierto todo lo que Valeria había dicho.

Julieta: Pero… por qué me reclamas, no estábamos juntas cuando eso pasó… - sus lágrimas no le permitían hablar con fluidez, pero yo no quería escuchar nada de lo que tuviera que decirme. – Intenté decirte pero no me dejabas…

Violeta: ¡A la mierda tus explicaciones Julieta! ¡Estas idiota si crees que puedes usar esa carta de que pasó mientras no estábamos juntas, no te creo nada! ¡No se cuántos meses llevas viéndome la cara de estúpida! – estaba incontrolable, si no se alejaba de mí estaba segura que también la golpearía.

Julieta: ¡Mi amor tienes que creerme por favor, escúchame! – intentó abrazarme.

Violeta: Quítate del camino, no quiero volver a verte – la empujé pero me sostuvo del brazo – suéltame!

Julieta: ¡No! ¡Me vas a escuchar! – estuvimos forcejeando un rato hasta que después de un jalón logré soltarme de ella pero perdí el equilibrio y caí en la fuente de su jardín. El agua helada me inundó toda y pareció que el chapuzón me hizo enfriar parte de la ira que estaba sintiendo

Violeta: ¡Maldita sea Julieta, mírame ahora! – no tardé mucho en enojarme más ahora que estaba completamente empapada, intenté salir varias veces pero el agua había congelado mis huesos y me costaba trabajo salir, Julieta tuvo que ayudarme y cuando finalmente estuve fuera me disponía a irme. – ¡no me toques!

Julieta: Por favor, cálmate, mira nada más cómo estas, vamos a secarte, te va a hacer daño – aunque en ese momento la detestara, tenía razón, debía cambiarme de ropa – anda, ven. – me tomó de la mano y subimos a su habitación.

Subimos a su habitación y tomó su llave y quitó la cerradura de la puerta, al abrir la puerta vi que toda la habitación estaba decorada con fotos de nosotras y había varias velas encendidas, desde la puerta hasta la cama había un camino con pétalos de rosa  (sí, muy cliché) y me tomó solo un instante entender todo lo que pasaba en esa habitación. Julieta no dijo nada y solo encendió la luz y se dirigió al baño para tomar unas toallas y prestármelas, junto con un cambio de ropa.

De mala gana se las arrebaté y me metí al baño para secarme y ponerme ropa seca. Mi cabeza estaba hecha un lío, después de secarme me senté recargada en la puerta del baño y comencé a llorar, cómo había podido ser tan estúpida, quien sabe cuantas otras mentiras más me habría dicho Julieta, yo pensé que era diferente.

Julieta: Violeta, abre la puerta por favor – dijo desde el otro lado de la habitación, no quería contestarle así que solo seguí llorando. Nadie jamás en la vida me había lastimado, esto de querer a alguien apesta, solo es puro drama y mentiras. No se cuánto tiempo estuve en el baño, intenté tranquilizarme lo más que pude y me decidí a abrir la puerta, vi a Julieta sentada sobre la cama con sus codos recargados en sus rodillas y sus manos cubriendo su rostro. Cuando escuchó que cerré la puerta del baño se levantó y caminó hacia mí – por favor, escúchame. – no dije nada, tomé mis cosas y me dirigí hacia la puerta – ¡me lo prometiste! – cuando dije eso me detuve en seco, mi enojo volvió y me giré a verla.

Violeta: ¡No me hables de promesas Julieta! No tienes idea de lo mucho que me he esforzado por que esta relación salga bien, para venir a enterarme por tu amiga que ya te estabas revolcando con ella, y yo como idiota pensando que nunca había habido nadie en tu vida, que estúpida que fui.

Julieta: ¿Eso es lo que piensas? ¿Me estas acusando de que te engañé y ni siquiera vas a dejarme explicarte cómo fueron las cosas?

Violeta: No quiero escuchar cómo te revolcabas con ella mientras se burlaban de mí, además… - no pude terminar de decirle nada cuando nos interrumpieron.

Rox: ¡Julieta! Al fin te encuentro, es una… - llegó corriendo pero se quedó callada cuando nos vio discutiendo, lo que faltaba – ¿y tú que haces aquí? – me miró furiosa.

Julieta: Rox… por favor… no es buen momento… déjame a solas un momento con ella.

Violeta: ¡Yo ya no tengo nada que hablar contigo, si quieres también acostarte con Roxana o con toda la escuela por mí está bien!

Julieta: No, por favor no te vay…

Rox: ¡Julieta por dios! – la interrumpió – deja que se largue, tenemos que llamar una ambulancia, ¡Valeria no reacciona!

Julieta: ¿Cómo… qué dices, por qué?

Rox: Pregúntale a esta loca, tremenda paliza que le ha puesto. – dijo señalándome.

Violeta: A mí no me eches la culpa, que seguro está intoxicada por tanto alcohol!

Julieta: Violeta… ¿Qué hiciste?... – la mirada de Julieta era la misma que puso cuando Diana le dijo que yo había matado a Liz antes de que supiera que había sido un accidente, creo que más que todo lo que había pasado esa noche, esa mirada fue lo que más me dolió de su parte.

Rox: July, no hay tiempo, Vale no está respirando, tenemos que llevarla a un hospital! – sin pensarlo las dos salieron corriendo de la habitación y me quedé ahí como estúpida, lo que me faltaba, no me había medido al momento de golpear a Valeria y ahora podía hasta haberla matado, por otro lado seguía enfurecida por todo lo que había pasado, me tiré de rodillas en el cuarto y me puse a llorar. Pasaron un par de minutos.

Renata: Cariño, ¿qué haces ahí tirada? Vi que Roxana y Julieta subieron a su auto y Theo se fue con Valeria en una ambulancia, no alcancé a preguntarles qué fue lo que pasó, entro y te veo aquí, ¿me quieres decir qué pasó? – se acercó y no pude mas que abrazarme a ella y llorar mientras le contaba todo lo sucedido – dios mío… Violeta, no… no se qué decirte… vamos al hospital.

Violeta: ¡¿Estás loca?! No me importa lo que pase con Valeria, si se muere por mí está bien, se lo merece después de lo que me hicieron. – tomó mi rostro entre sus manos y me hizo verla para intentar calmarme.

Renata: Amiga, te conozco y sé que no lo dices en serio, y esto es muy serio, si algo le pasa a ella por lo que hiciste vas a estar en muchos problemas.

Violeta: Para lo que me importa… - Renata solo me abrazó.

Renata: Está bien, le digo a Yaz que te lleve a tu casa y yo me voy para el hospital. No me mires así, voy a cuidar tu trasero y a hacer lo posible por que Valeria se ponga bien y no te metas en problemas, mi papá trabaja en el hospital entonces le pediré que me tenga al tanto, también estoy en shock por lo de Julieta y Valeria, pero deberías dejar que Julieta te explique, no me cabe en la cabeza que te haya engañado.

A los pocos minutos ya estaba en el auto con Yaz, quien estaba echando fuego por la boca al enterarse de todo, no escuchaba nada de lo que decía, entré en un estado de aturdimiento que no me permitía estar en contacto con el mundo real. Cuando llegamos a mi casa Yaz me ayudó a cambiarme, me preparó un té y me llevó a dormir.

>>>Julieta<<<

Dicen que si algo puede salir mal, saldrá peor.

Al salir de la habitación seguí a Rox hacia la cocina y me impactó mucho ver lo destrozada que estaba, como si hubiera pasado un tornado por toda ella, en el suelo se encontraba Theo dándole respiración de boca a boca a Valeria. Tomé el teléfono y llamamos a urgencias, en menos de 10 minutos los paramédicos llegaron a revisarla.

Paramédico: Tiene pulso, pero no respira, ¿la señorita estuvo bebiendo? – asentimos todos – parece que se trata de un paro respiratorio por intoxicación alcohólica, debemos trasladarla urgentemente al hospital – nos decía el paramédico mientras su compañero se encargaba de hacer que Valeria respirara con una mascarilla sobre su cara. Nos subimos en el auto y Theo se fue en la ambulancia, llegamos pronto al hospital, la ingresaron por urgencias y no pudimos pasar, por lo que tuvimos que permanecer en la sala de espera. Solo un poco después de estar en la sala, llegó Renata.

Theo: ¿Y tú qué carajos haces aquí? Lárgate, no tienes nada que hacer aquí. – Rox lo agarró del brazo para que se tranquilizara.

Renata: Tranquilos – alzando las manos dando señal de que venía en son de paz – aunque no lo crean, ustedes me caen bien… se que Violeta no es nada fácil y no estoy de acuerdo con lo que hizo, por eso vengo a ver en qué puedo ayudar.

Theo: ¡Esa imbécil es quien tiene que venir a dar la cara por lo que hizo! ¡Si la tuviera aquí enfrente no me importaría que se tratara de una mujer, la mato a golpes!

Doctor: Tranquilícense todos por favor, estamos en un hospital y hay más pacientes – interrumpió el doctor encargado de atender a Valeria – los estudios que hicimos de la señorita demostraron que la agresión no fue la causa del deterioro de su amiga, fue el consumo irresponsable de alcohol, en este momento nos encontramos tratándola, se encuentra fuera de peligro pero tendrá que permanecer aquí para vigilancia.

Renata: Me alegra escuchar eso, en ese caso me retiro.

Julieta: Renata… - volteó a verme – gracias, por venir. – asintió con la cabeza y se retiró. – Muchachos, me quedo yo con ella, ustedes vayan a descansar.

Rox: ¿No quieres que se quede alguno de nosotros? – negué – vale, llámanos mañana para saber si se va a quedar más tiempo o pasamos por ustedes. – nos quedamos en silencio mirándonos y Theo notó la tensión.

Theo: Esto… bueno, Rox, voy pidiendo el taxi, te veo allá abajo. – y se fue.

Rox: ¿Estás bien? – dijo molesta, sabía a qué venía su pregunta.

Julieta: No lo sé, Rox… no se que pensar, me siento muy desubicada. A veces desconozco a Violeta…

Rox: ¿A veces? – se veía muy molesta – perdona que te lo diga, amiga, pero tu novia es una completa psicópata. Nada justifica lo que hizo… ni siquiera… - hizo un silencio que tuve que romper yo.

Julieta: ¿También tú estás enfadada? – noté cómo apretaba sus dientes y sus manos.

Rox: ¿En qué estabas pensando? ¿Valeria, en serio?

Julieta: Pero no estaba en esos momentos con Violeta… - no entendía por qué de pronto a todos les molestaba con quién me acostara o no, como si todos pudieran hacer lo que quisieran con su cuerpo menos yo.

Rox: ¡A mi me vale un pepino si fue antes o durante, Violeta es lo que menos me importa! Lo que no entiendo es ¿por qué Valeria?…

Julieta: Fue solo sexo. – dije fastidiada.

Rox: No pensé que fueras una chica de “solo sexo”

Julieta: Y no lo soy, jamás había estado así de ebria, no es que lo justifique, no creí que reaccionarías así tú también, ya con Violeta tuve suficiente. No entiendo por qué te molesta tanto.

Rox: ¡¿Quieres saber por qué me molesta tato?! – de verdad la vi muy molesta.

Julieta: Sí, de hecho sí me gustaría Roxana, porque últimamente ya no te entiendo. – también estaba molesta yo ahora, se hizo un silencio muy incómodo, abrió la boca como si fuera a decir algo pero luego se quedó callada. – olvídalo. – me di la vuelta e iba a entrar con Valeria.

Rox: Se supone que soy tu mejor amiga… - me detuve y la miré – se supone que estas son las cosas que le cuentas a tu mejor amiga, no que se entera del modo en que yo lo hice – bajó la mirada, ¿en serio por eso tanto drama? Bueno, sé que Rox es muy sentimental y esas cosas… por un momento creí que era otra cosa… pero… nah.

Julieta: Tienes razón… es solo que no encontraba un momento para contártelo, de hecho iba a decírtelo hoy, antes de que llegaran todos, pero justo cuando iba a decírtelo empezaron a llegar todos los demás. No puedo creer que Valeria se atreviera a contártelo así porque sí. Fue hace tanto que créeme que ya ni me acordaba.

Rox: En su defensa… nunca la había visto ponerse tan ebria, mira nada más dónde terminó. Pero también, no puedo evitar pensar que abusó de tu ingenuidad, por un momento no sabía si quitarle de encima a Violeta o ayudarle a estrangularla – reímos un segundo con un poco de tristeza.

Julieta: ¿Por qué dices eso? ¿Ya sabías que Vale quería algo conmigo?

Rox: July, por favor… ¿Quién no quiere algo contigo? – abrí mis ojos, eso no me lo esperaba – Digo, es que… tienes muchos admiradores y admiradoras en la escuela, pero eres tan distraída que nunca te das cuenta. – en eso tenía razón – Sí lo sabía, pero nunca pensé que se atreviera a decirte algo, se supone que te íbamos a apoyar en tu relación con la psicópata.

Julieta: No la llames así, por favor… - incluso así la defendía -  te digo que eso pasó el día en que Violeta y yo terminamos la primera vez, cuando Vale por error mencionó a Melissa y Violeta enfureció… - me miró con una cara que expresaba ironía, como diciendo “ajá, y seguro fue coincidencia” y hasta ese momento lo entendí – y… oh… vaya. ¿Entonces ese fue su plan desde el inicio?

Rox: No se si acostarse contigo fue su plan, eso lo tienes que hablar con ella, lo que sí que ella fue con toda la intención de hacerlas pelear ese día, ya la enfrenté por eso hace mucho y prometió comportarse, pero solo me vio la cara de idiota porque ahora sé que ya había obtenido lo que quería... aunque creo que debes repetirle lo que me dijiste – la miré extrañada – que fue solo sexo, porque no creo que a ella le haya quedado muy claro o no habría tomado así.

Julieta: Lo haré.  – me abrazó fuertemente, como si supiera que justo eso era lo que necesitaba en ese momento y me dio un beso en la frente. Qué haría yo sin mi mejor amiga. – Ve a descansar, yo te aviso de cualquier novedad. Te quiero.

Rox: Y yo te quiero a ti, Jules – salió del hospital y me dispuse a hablar con Valeria.

Entré al cuarto donde estaba Valeria, la tenían con suero para hidratarla según lo que me había explicado la enfermera y tenía oxígeno para que respirara por la nariz. Al entrar ella ya estaba despierta.

Valeria: ¿Vienes a terminar lo que empezó la psicótica de tu novia? – dijo intentando bromear.

Julieta: Mira que ganas no me faltan, Valeria. ¿En qué jodidos estabas pensando? Tomar así…

Valeria: Lo se, lo se, se me pasaron un poco las copas… - la miré molesta – está bien, se me pasaron mucho las copas. Discúlpame, no quise preocuparlos así.

Julieta: No sé qué decirte Valeria, me da gusto que estés bien, pero siempre me causas problemas.

Valeria: ¿Yo? Te recuerdo que la que me dio una paliza en tu casa fue ella, mira nada más cómo me dejó sus dedos marcados en el cuello – y se señaló con un dedo, era cierto, estaban las marcas de sus dedos en el cuello, debió de haber sido con mucha fuerza – y mi ojo todo morado.

Julieta: Eso te pasa por andar de boca floja – me senté a un lado de ella.

Valeria: Yo no sabía que ella estaba escuchando, créeme que no lo hice con esa intención.

Julieta: ¿Así como tampoco fue tu intención que ella y yo nos peleáramos ese día que terminé en la cama contigo? – di en el blanco porque solo bajó la mirada y se quedó callada.

Valeria: … fuiste tú la que fue a mi casa, sí, tal vez quería que se pelearan, pero no planeé que terminaras haciendo el… teniendo sexo conmigo. – desvió la mirada.

Julieta: No te estoy reclamando nada de ese día, ya lo habíamos hablado. Pero quiero que seas sincera esta vez conmigo, Vale. ¿Qué sientes por mí? Y ya no quiero más mentiras.

Valeria: Yo… nunca fuiste un capricho para mí July, después de se día me quedé pensando mucho y llegué a la conclusión de que me había enamorado de ti, pero recuerdo que me dijiste que tu estabas enamorada de la loca esa y decidí dejarte ser feliz, pero verlas juntas en la fiesta me puso mal y quise desquitarme con alcohol. Hice mal y ahora lo arruiné todo.

Julieta: Ay Vale… no quiero hacerte daño, pero necesito que entiendas que lo único que te puedo ofrecer es mi amistad, y creo que ya te llevaste algo más que eso, pero no va a volverse a repetir, ¿De acuerdo? – asintió – si necesitas que me aleje de ti, solo tienes que decir…

Valeria: ¡No! No te alejes de mí, eso sería lo peor que me podría pasar, entiendo, prefiero tenerte como amiga a no tenerte. Te prometo que voy a poner de mi parte para que nuestra amistad continúe.

Julieta: Está bien – suspiré ampliamente.

Valeria: ¿Y… qué pasó con Violeta?

Julieta: … -

Valeria: ¿Jules?

Julieta: No lo se, Vale… no lo se, estaba muy molesta por enterarse, pero luego yo vi lo que te hizo y… la verdad es que no sé qué pensar. Tenía tiempo que no me llamaban así, hace rato Rox también me llamó así.

Valeria: Julieta, July, Jules, como sea son maneras con cariño de llamarte, deja que las cosas se calmen un poco y después búscala para explicarle cómo se dieron las cosas. – la miré con sorpresa, no esperaba que me dijera eso – no me veas así, estoy intentando ser una buena amiga contigo, y es el mejor consejo que te puedo dar.

Me despedí de Valeria y salí a comprar algo para refrescarme, mientras iba de salida vi a una doctora y a un doctor, los dos muy jovencitos, apenas un poco más grandes que yo, que estaban muy contentos sentados viendo el anillo de la mano de la doctora y hablando alegremente, supongo que ellos se iban a casar o algo parecido, así que supongo que al menos alguien sonríe en este día tan caótico.

Me quedé en la sala de espera el resto de la noche porque al ser el servicio de urgencias no nos dejaban quedarnos con los pacientes, y al otro día por la tarde la dieron de alta y Theo pasó por nosotros. Aprovechando que era sábado, fui a mi casa para llamar al servicio de limpieza para que limpiaran todo el desastre que había quedado y dormí un poco. Ya por la noche me puse una pijama, preparé una ensalada para cenar y antes de poder sentarme sonó el timbre.