Cadena De Tragedias 11

Mientras estaba en la sala de espera estuve tomando bastante café, por lo que tuve que ir al sanitario y justo cuando estaba por irme sentí cómo me tomaban por la cintura...

Hola a todos, antes de que continúen leyendo la historia quiero en primer lugar agradecerles por leer este relato, y sobretodo por escribirme comentarios o correos, la mayoría tuvo la reacción que esperaba con el capítulo anterior y lo entiendo, lamento que algunos decidan dejar de leer y agradezco a aquellos que se atrevan a seguir leyendo, de todo lo que tengo escrito vamos por la mitad y sigo escribiendo, así que todo puede pasar. Escribo por gusto y siempre me retroalimentan sus comentarios, muchas gracias por leer y comentar. Y así como lo tengo en el prólogo de wattpad (porque también ahí la estoy publicando), recuerden que no todas las historias tienen un final feliz, o quien sabe. ¡Saludos!

>>>Violeta<<<

Han pasado 1 semana desde que dejé a Julieta y voy solo a alguna de las clases, hago todo lo posible por no verla a pesar de lo mucho que me vuelva loca, Yaz dice que varias veces le preguntó por mí pero no le dice nada, pues yo les pedí que así lo hicieran. A pesar de no estar cerca de ella no he tenido tiempo suficiente para pensar qué voy a hacer. Supongo que ya debo de regularizar mis clases o me voy a meter en problemas, antes de entrar a mi primer clase decidí dar una vuelta por los salones a ver si veo a mis amigas.

No me di cuenta de que inconscientemente me fui acercando hacia los salones donde se encontraba Julieta, lo supe hasta que pasando por uno de los salones la vi sentada hablando muy sonriente con Daniel, quien se nota a leguas que se le cae la baba por ella… bueno, y a quién no si es tan bonita. Me enfurecí tanto que entré al salón y no dejé que terminaran de hablar, la tomé de la mano y la jalé fuera del salón.

Julieta: ¿Qué haces? – no decía nada y solo la seguía jalando, ella no ponía mucha resistencia así que me fue fácil hacerlo. – Violeta, ¿a dónde vamos? Las clases están por empezar y no se si no lo has notado, pero a mí sí me importan mis clases, además de que tengo prueba. -  llegamos hasta las canchas donde no había nadie cerca y ahí me detuve.

Violeta: ¿Qué tienes con tu amigo, eh?

Julieta: ¿Qué? ¿Daniel? Nada, es solo un amigo. ¿Te desapareces una semana y lo primero que haces es preguntarme por él?

Violeta: ¿Y ya te diste cuenta cómo te ve? – me miró con cara de no entender – ay Julieta! Está que se muere por ti! No es posible que no te des cuenta.

Julieta: ¿Y eso qué? Nunca le he dado entrada para algo que no sea una amistad. Además yo ya estoy enamorada. – cuando dijo eso sentí una opresión horrible en mi pecho, como si me hubiera dicho que había perdido mi oportunidad con ella, no sé que cara me vería que sus párpados superiores se cerraron un poco y puso una cara seria, torciendo de lado una de las comisuras de sus labios – de ti, Violeta, no pongas esa cara.

Violeta: … - no salieron palabras de mi boca, solo me concentraba en sentir cómo me regresaba el alma al cuerpo, sin dudarlo tomé su cara entre mis manos y comencé a besarla, al inicio se resistió un poco pero luego sus labios finalmente me aceptaron, tenía una habilidad increíble para besar, a pesar de que he besado a muchas personas no se compara con la manera en que ella besa. Después de besarnos por un segundo, nos separamos.

Julieta: ¿Por qué me haces esto?

Violeta: ¿Qué cosa?

Julieta: ¿Qué quieres de mi?

Violeta: ¿Cómo?

Julieta: Ay… - haciendo un gesto de enojo – si nos vamos a contestar con preguntas cada vez que nos preguntamos algo, no vamos a llegar a ningún lado. Me lastimaste mucho la última vez que hablamos, te he estado buscando para hablar y solo te desapareces.

Violeta: Discúlpame, no quise hacerlo… es solo que no sé como lidiar con lo que siento.

Julieta: ¿Tan terrible es sentir lo que sientes por mí?

Violeta: No! Es difícil de explicar, cada vez que te veo siento que floto, que mi cuerpo se llena de felicidad, tu sonrisa me deja idiota y siento una gran necesidad de besarte, de quererte y no me cabe en la cabeza que alguien más se te acerque. –

Julieta: Pero si te dije que te quiero a ti, ¿por qué te pones así?

Violeta: No se, no lo se.  Cuando me siento presionada tengo el mal hábito de huir de la situación.

Julieta: Sí, ya me di cuenta… - dijo con aires molestos – Pero hay algo que no entiendo, ¿en qué te sientes presionada por mi?

Violeta: … - necesitaba encontrar las palabras adecuadas para decirlo sin que sonara mal, aunque no se si podría – no sé cómo decirlo…

Julieta: ¡Pues como es, mujer! No disfraces algo para evitar lastimarme, no soy tan frágil como todos creen. – dijo más molesta.

Violeta: No, jamás he considerado que seas frágil, todo lo contrario, solo que yo… - tomé aire para aventurarme a decirle la verdad – tengo miedo de no ser lo que esperas. ¿Qué tal si hago o digo algo que no te agrade? ¿O qué tal si encuentras a alguien mejor que yo, que te guste más? O alguien que se me… antoje… tú sabes…  – eso era lo que más miedo me daba, estaba tan acostumbrada al sexo que no sabría si podría serle fiel, ella suspiró como si quisiera tomar paciencia.

Julieta: Vamos a hacer algo. Violeta, yo te pedí que fueras mi novia porque me gustas mucho y estoy enamorada de ti, no puedo decirte aún si te amo porque creo que para eso tenemos que aprender a convivir más y así te des cuenta de que yo de verdad solo quiero estar contigo y otras cosas que son mas complicadas, de lo otro… - se rió – Violeta, no soy una tirana, no te estoy apuntando con una pistola para que te quedes conmigo, si lo que tú quieres es hacer lo que siempre has hecho, está bien, pero en ese caso no voy a ser tu novia, y no puedes pedirme a mí que sea solo tuya y tú no serlo, y yo tampoco tendría por qué. Lo que tenemos que hacer es dejar las cosas claras. Por eso dime, ¿qué quieres de mí? - Su lógica tenía mucho sentido, no me había detenido a pensar en todas esas cosas que dijo, no sé cuánto tiempo estuve pensando hasta que interrumpió mis pensamientos – No me contestes ahorita, no te quiero presionar. Iré a mis clases y cuando hayas tomado una decisión me lo haces saber… pero – lo sabía, había un pero – no me puedes estar haciendo esas escenitas si no somos nada, ¿vale? – se acercó a mí y me dio un beso en la frente, ese beso me invadió de calidez completamente, esta mujer es mágica…

Se fue a sus clases, me parecía un poco tierna que fuera tan ñoña con esas cosas, intenté hacer lo mismo y entrar a mis clases, pero resulta que como no había avisado que faltaría toda la semana previa y sumadas a mis faltas al inicio de clases, ya no tenía derecho a calificación final y la mitad de los profesores me habían mandado ya directo a extraordinario… jodida suerte la mía.

Me dirigí a la dirección para ver si podía solucionar eso y la secretaría me hizo esperar a que llegara la decana para ver mi situación. Mientras estaba en la sala de espera estuve tomando bastante café, por lo que tuve que ir al sanitario y justo cuando estaba por irme sentí cómo me tomaban por la cintura.

Chica: Me quedé esperando tu llamada, hermosa – me susurraba una chica al oído, dándome un beso en el cuello que me hizo estremecer.

Violeta: Ah… hola! Disculpa, es que… perdí tu número… - maldición, no recordaba a esta chica, pero si se toma tantas confianzas debo suponer que algo tuve con ella. Como me tenía tomada por la cintura le fue fácil empujarme contra la pared e intentó darme un beso, instintivamente me hice a un lado y sus labios quedaron sobre mi mejilla – esto… yo… no puedo, disculpa, tengo novia.

Chica: Jajajaja, a otro perro con ese hueso, algo había oído de que al fin alguien te había domado, pero también escuché que la habías botado, o ella a ti? Quien sabe, las versiones son muchas, pero yo sabía que no durarían mucho.

Violeta: Vaya, si que corren rápido los chismes por acá. Pues sí, está bien, ya no somos novias pero vamos a volver.

Chica: mira hermosa, te digo esto en un buen plan, muchas no estamos de acuerdo con que te cierres a una sola mujer, solo te aviso. Yo no hago tanto drama porque ya sé lo que es estar contigo, pero no me molestaría para nada repetir. Y también tengo entendido que “tu novia” – eso lo dijo con mucho sarcasmo – también tiene fila de espera, así que fíjate que no te la anden pedaleando jajaja – mientras dijo eso salió del sanitario y a mi me dejó hecha una furia, yo se que Julieta es muy hermosa y es obvio que hay mas de uno o una que anda tras ella, pero siempre que la pensaba en brazos de alguien más sentía como si me fuera a salir una úlcera gástrica del puro coraje, ella es solo mía. Al salir del sanitario, estaba tan cabreada que iba a irme de la escuela, hasta que la voz de la decana me detuvo.

Decana: señorita Yáñez, pase por favor. Tome asiento. Me informaron que ha estado faltando demasiado, y a pesar que sus padres paguen la colegiatura, si no asiste no puede tener derecho a una calificación.

Violeta: Lo se, decana, lo se, pero puedo explicar mi ausencia durante las últimas semanas – me dispuse a contarle que me quedé cuidando a Julieta, si necesitaba podía hablarle a ella para que confirmara los hechos.

Decana: mmm la señorita Iturria? Si, me enteré del asunto. Está bien, le creo, pero aún están pendientes las demás ausencias. Espero que le quede claro que no puede faltar más si no quiere repetir año, de acuerdo? Hablaré con los profesores para que le permitan ingresar a sus clases, pero ni una falta más, entendido?

Violeta: Entendido, muchas gracias. – ahora sí estaba jodida, tendría que aplastarme todo el día en las clases. Pero si no pasaba de año mis padres me matarían… aunque no estaría de más que me dedicaran tiempo al menos para regañarme. Tomé mis cosas y me dirigí a las clases, el día se me hizo más que eterno. Al menos tuve tiempo para pensar qué hacer con Julieta, de verdad no soportaba la idea de que fuera de alguien más, y si eso significaba tener que decirle que no a todas las demás personas, como lo hice en el baño, lo haría... o al menos lo intentaría.

>>>Julieta<<<

Después de que Violeta me hizo otra escena de celos le hice una propuesta, al menos así tendría que pensar bien las cosas, aunque yo me muriera de miedo por la decisión que fuera a tomar, me rompería el corazón si eligiera seguir de flor en flor, pero tendría que aceptarlo, si ella decidía quedarse conmigo estaba dispuesta a contarle lo que pasó con Valeria, de lo contrario las explicaciones estaban de más. Después de presentar la prueba salí muy contenta, estaba segura de que obtendría la nota más alta. Me encontré con Rox, que al verme me abrazó fuertemente.

Rox: Hola July, ¿cómo estas? Vi que estabas con Violeta ¿Pasó algo?

Julieta: Tranquila amiga, me buscó hace rato en la mañana, hablamos un poco y pusimos las cartas sobre la mesa – me miró con sorpresa – le dije que se tomara su tiempo para decidir, pero tengo miedo, quiero que me escoja a mí, pero… - bajé la mirada y solo sentí un abrazo de su parte, sus abrazos siempre me han reconfortado mucho, me siento protegida a su lado, es como mi hermana mayor.

Había decidido no contarle lo de Valeria porque seguro lo tomaría muy mal y comenzaría a regañarme y en esos momentos lo menos que necesitaba era que me regañaran, aunque ya que supiera qué iba a pasar tal vez considerara contarle. El resto del día transcurrió tranquilo, al final del día estaba por subir en mi moto, pero antes de arrancar vi a Violeta corriendo hacia mí.

Violeta: Creí… creí que no te alcanzaba… - dijo jadeando, se nota que no suele correr mucho. – ¿me aceptas un helado? – y me sonrió, traía puesto el caso y no pudo ver lo mucho que me sonrojé cuando dijo eso, me causó mucha ternura su invitación.

Julieta: Claro, ten, te presto un casco – negó con la cabeza.

Violeta: No, quiero que caminemos, el lugar no está tan lejos. – apagué la moto y me quité el casco, lo que hizo después hizo que me recorriera un escalofrío por todo el cuerpo. Violeta me tomó de la mano y comenzó a caminar, por unos segundos me quedé inmóvil viendo su mano unida con la mía, ella lo notó porque no pudo seguir caminando, se giró a verme y me sonrió - ¿Qué pasa? – su voz me sacó del trance en el que entré.

Julieta: ¿Cómo? Ah… no, nada… vamos – cómo es posible que solo con tomar mi mano haga que mi cuerpo se estremezca tanto. El mundo desapareció para mi mientras caminábamos de la mano, un gesto tan sencillo pero tan significativo para mí… Después de comprar un helado caminamos por el parque y ella no soltaba mi mano, mientras con la otra nos comíamos nuestro postre. Decidimos sentarnos un momento en una banca bajo un árbol.

Violeta: Te quiero pedir una disculpa, entré  en pánico, después de pensarlo mucho quiero pedirte que vuelvas conmigo. ¿Qué dices? ¿Borrón y cuenta nueva? Te prometo que no te voy a reclamar por nada que haya sucedido fuera de nuestra relación. Solo sé que nunca me había sentido así por nadie y quiero aprender a sentir esto, y más si es a tu lado – Cuando dijo eso sentí mucha felicidad, pero recordé lo de Valeria.

Julieta: En ese caso tengo que decirte algo que sucedió mientras no eras mi novia.

Violeta: ¿No me escuchaste?

Julieta: ¿Disculpa?

Violeta: Dije que lo que haya pasado fuera de nuestra relación no me importa, no te voy a reclamar por nada, entonces no tienes por qué darme explicaciones de nada, y haré todo lo que esté en mis manos para que esta relación funcione. Ya no insistas.

Julieta: ¿Lo dices en serio?

Violeta: Claro. – me quedé en silencio durante un momento, ella sostenía mi mano todavía. Sé lo terca que es y cuando se pone en ese plan es difícil hacer que cambie de opinión, así que dejé de insistir, tal vez en algún momento tendría que hablarle de lo que pasó, pero si estaba en ese plan en ese momento entonces dejaría el tema por ahora.

Julieta: Nada me haría más feliz – su cara se iluminó y me beso nuevamente – pero necesito que confíes en mí, y si entras en pánico, hablemos, no puedes salir corriendo cada vez que discutamos.

Violeta: Lo prometo, de verdad, gracias por darme otra oportunidad.

Después de hablar un poco más, regresamos a la escuela y nos fuimos en  mi moto hacia su casa, nos despedimos y quedamos en vernos en la escuela al otro día. Volví a mi casa y Daniel estaba sentado en las escaleras.

Julieta: Dany, hola. ¿Llevas tiempo esperando? No sabía que vendrías.

Daniel: No te preocupes, te llamé pero no contestabas, así que decidí venirte a buscar.

Julieta: Me quedé sin batería, ¿está todo bien?

Daniel: Sí, solo venía a avisarte que el dueño del bar quedó muy contento con la presentación del otro día, y nos ha pedido que nos volvamos a presentar el fin de semana. ¿Qué dices?

Julieta: ¿En serio? Esa una noticia estupenda, yo encantada!

Daniel: Excelente, solo faltaba que tú confirmaras, le avisaré que nos presentaremos con mucho gusto. Te prometo que esta vez no te dejaré sola.

Julieta: ¿De qué hablas? – bajó su mirada y se veía algo triste

Daniel: Se que me vas a decir que no, pero me siento en parte responsable por lo que pasó la última vez, no debí dejar que regresaras sola a tu casa.

Julieta: Tienes razón – volteó a verme – Por supuesto que no eres responsable de nada, nadie lo es, solo era una persona muy dañada la que causó todo esto y yo creo que nadie podría haberlo evitado, pero estoy bien, además me sé cuidar sola, después de lo que pasó tendré más cuidado. – sin pensarlo me abrazó.

Daniel: Me alegra mucho que te encuentres bien. Me voy, te dejo descansar.

Julieta: Gracias Dany, te agradezco que hayas venido, vuelve con cuidado a tu casa. – nos despedimos, cené y dormí feliz. Al otro día les conté a mis amigos acerca de la reconciliación con Violeta y no les gustó mucho la noticia pero al final decidieron apoyarme, creo que no puedo tener mejores amigos que se preocupen tanto por mí.

El resto de la semana pasé las tardes ensayando para la siguiente presentación y pasando tiempo con Violeta, por alguna razón siempre que estoy con ella ninguno de mis amigos quiere estar cerca, y lo respeto, aunque me duele que no puedan llevarse bien. Al llegar el fin de semana nos presentamos sin ningún incidente y todo salió de maravilla, me causó mucha felicidad que al menos durante ese par de horas todos mis amigos, junto con Violeta y sus amigos pudieran sentarse en la misma mesa a convivir un poco.

>>>Rox<<<

Ya han pasado 6 meses desde que Julieta sale con Violeta, me entristece un poco porque pasan demasiado tiempo juntas y eso la ha alejado de nosotros. Las primeras veces que pasaban tiempo juntas intentábamos acercarnos, pero la despreciable mirada de Violeta nos hacía sentirnos más que incómodos y preferimos tomar nuestra distancia.

Los únicos momentos donde puedo volver a charlar con Julieta es cuando Violeta hace algún desplante y Julieta viene a desahogarse con nosotros, pero luego se reconcilian y las cosas vuelven a su rutina. Jamás pensamos que podrían durar más de un mes, pero ver a Julieta tan contenta (la mayoría del tiempo) me genera una sensación de alegría, aunque sigo pensando que Violeta no es la adecuada para ella, sin embargo  debo admitir que Violeta se ha esforzado y al menos  a mí personalmente me ha tocado ver como rechaza a las chicas que se le acercan. Lo que no me gusta es que Julieta es tan manipulable que siempre que ellas pelean, Violeta se las ingenia para echarle la culpa a July y termina pidiendo perdón por algo que nunca hizo, detesto ver cómo se la hace como quiere, pero por más que se lo digo ella siempre vuelve con Violeta.

Pronto será mi cumpleaños, me llevé la no tan agradable noticia de que Violeta cumple años una semana después que yo y a Julieta se le ocurrió la “maravillosa” idea de juntar los festejos y hacer una fiesta en grande en su casa. No pude negarme y ahora nos encontramos planeando la fiesta.

Julieta: ¡¡¡Rox!!! – me encontraba pensando en todo cuando de pronto sentí que Julieta se colgaba de mi espalda como tenía la costumbre cuando estaba muy feliz – ¿Qué opinas de que toquemos algunas canciones en la fiesta?

Rox: Jajaja claro, nunca te había visto tan emocionada por una fiesta – le dije, mientras se bajaba de mi espalda y nos sentamos en una jardinera de la escuela – me alegra mucho verte tan contenta.

Julieta: Pues cómo no estarlo, mi mejor amiga cumple otro año de vida.

Rox: Lo se, hay que festejar tanta genialidad  - me empujó con su brazo – pero no se si ya te enteraste que más de media escuela quiere asistir a la fiesta.

Julieta: Ya se, nunca había hecho una fiesta tan grande en mi casa, pero cuando las amigas de Violeta vieron lo grande que es no dudaron en invitar a todo quien se les cruzara, solo espero que no destrocen mi casa, habrá DJ y toda la cosa, hasta la piscina vamos a ocupar.

Rox: Al menos le darás un uso por primera vez – cuando los padres de July murieron ella pensó seriamente en mudarse a un departamento pequeño, su casa es demasiado grande para que una persona viva sola ahí, pero al final decidió quedarse ahí pues es donde creció toda su vida y no pudo irse. – será bueno ver la casa llena.

Julieta: Tienes razón, ¿en verdad no te molesta que juntemos los festejos? Se que no te llevas de lo mejor con Violeta, pero las dos son una parte muy importante en mi vida ahora.

Rox: Si me molestara no habría accedido, además sabes que no te puedo decir que no.

Julieta: Soy irresistible – dijo en un tono muy gracioso y comenzamos a reírnos, estos son los momentos que añoro de estar con ella, su risa tiene ese toque tan encantador que puede hacer sonreír hasta a las piedras. – pero ahora sí, festejaremos que nuestra pequeña amiga al fin nos alcanzó en la mayoría de edad y ahora ya eres legal! – soltamos unas carcajadas más y continuamos las clases.

Al final del día Julieta se despidió y me dijo que iría a ayudar a Violeta con sus tareas, era muy gracioso ver a Julieta correteando a Violeta para que cumpliera con sus obligaciones para que pudiera terminar bien el año, algo había sabido yo que estaba en problemas por faltar tanto, y no sabe la suerte que tuvo de que Julieta además de hermosa fuera una genio que podría ayudarle con esas cosas.

Otra que me había sorprendido con su comportamiento era Valeria, creí que sería la primera en protestar cuando se enteró que ellas dos habían vuelto, pero su “qué se le va a hacer” se me hizo muy extraño y pensé que planeaba algo, porque me enteré que ella fue quien causó la pelea inicial con ellas y se llevó mi regaño, pero con el tiempo me di cuenta de que ya no parecía estar tan interesada en Julieta, o al menos eso era lo que aparentaba.

Al fin llegó el viernes, el día de nuestra fiesta y Julieta parecía pirinola corriendo por toda la casa, Violeta se había ido de compras con sus amigas así que solo ella y yo nos encargamos de terminar de organizar todo, Julieta se encargó de cerrar todas las habitaciones con llave para que nadie se metiera en ellas, aunque la notaba especialmente nerviosa. Cuando estuvo todo listo eran cerca de las 6 de la tarde y nos sentamos en los columpios de su jardín a beber una cerveza antes de que todos llegaran.

Rox: ¿Te sientes bien?

Julieta: Sí… - miró al piso y jugaba balanceando sus pies.

Rox: July… - volteó a verme – somos amigas desde los 12 años… creo que sé cuando algo te pasa, pero aún no aprendo a leerte la mente, ¿qué sucede?

Julieta: Estoy un poco nerviosa… lo he estado planeando y pues hoy llegó el día -

Rox: ¿Por la fiesta? – negó con la cabeza.

Julieta: Violeta… y yo… - se sonrojó y no tuvo que decir nada más para entender a qué se refería.

Rox: Vaya… - no era como que me encantara la idea de imaginarlas, pero saber que mi mejor amiga estaba por tener su primera vez… debía apoyarla, supongo – supongo que deben estar emocionadas.

Julieta: Ella no lo sabe – sonrió – es su sorpresa de cumpleaños. Lo tengo todo planeado, por eso he cerrado todas las habitaciones, no quiero que alguien vaya a aprovechar que todo está listo en mi habitación y me arruine la cosa.

Rox: ¿Y estas segura? – asintió, muy segura, mi corazón solo se apachurraba cada vez más -  de verdad debes considerar que es muy especial si le vas a obsequiar tu primera vez…

Julieta: Si, bueno… con respecto a eso, Rox… - ding dong sonó el timbre, tenía la impresión de que iba a decirme algo importante pero los demás nos distrageron - ¿Qué hora es? Es muy temprano para que lleguen los invitados – se paró antes de terminar nuestra conversación y para mi mala suerte era nada más y nada menos que la mujer que tendría entre sus brazos esta noche a mi mejor amiga.

Unas horas después, no se cómo pasó pero la casa de Julieta estaba a reventar, había tanta gente que no estoy segura de que todos hayan sido invitados. La música es muy buena ya que contrataron un DJ para que toque toda la noche porque varios de los integrantes del grupo de July no pudieron asistir. Por una parte están los que se divierten en la piscina y por otro los que están bailando por todos lados o tomando y charlando.

Theo: ¿Cómo está la cumpleañera? – dijo Theo abrazándome y dándome un regalo envuelto.

Rox: No te hubieras molestado Theo, me la estoy pasando muy bien, ¿qué es?

Valeria: Pues ábrelo, tonta jajaja – Valeria como siempre que hay fiesta, se estaba tomando unas cervezas y parecía que ya se había excedido un poco. Intenté no hacerle mucho caso y al abrir el regalo me gustó muchísimo. Era una foto de nosotros cuatro (Theo, Vale, July y yo) que nos habíamos tomado en nuestro último viaje a acampar.

Rox: Está hermosa Theo, muchísimas gracias.

Theo: Es para que no olvides que aunque la vida nos separe, siempre seremos los mejores amigos.

Rox: Lo dices como si nos fuéramos a separar – sentir eso me llenó de mucha angustia – no quiero que se vayan de mi vida.

Theo: Ni lo haremos, pero las personas llegan y se van, aunque nuestra amistad es tan especial que nada en el mundo hará que nos dejemos de querer. – lo abracé fuertemente y continuamos disfrutando de la fiesta, intentaba no pensar en Julieta y Violeta, pero justo pasó que las vi bailando muy sensualmente la una con la otra, y no era yo la única que las veía, muchos parecían comérselas vivas y con toda razón. Aunque deteste admitirlo, Violeta es muy guapa y entiendo por qué le atrae tanto a Julieta. – ¿Y ya te bailaron a ti también?

Rox: Jajaja de qué hablas Theo, July baila con su novia.

Theo: Patrañas! Eh, July, ven acá! – cuando dijo eso la canción estaba terminando y parece que Violeta le dijo algo y se fue – Perdona, ¿le he causado algún enojo a la emperatriz? – así le llamaba Theo a Violeta, tampoco la soportaba.

Julieta: Muchachos, esta noche no peleen por favor.

Theo: No, si yo nada más decía.

Julieta: Fue a refrescarse un poco y a usar el sanitario. ¿Qué sucede?

Theo: Sucede que la fiesta también es para festejar a tu mejor amiga y no veo que le estés prestando mucha atención – la cara de culpa que puso Julieta me dio un poco de pena.

Rox: No le hagas caso July, ve y diviértete con ella.

Julieta: Ni hablar! Tienes razón Theo, he sido muy egoísta – paso seguido me tomó de la mano y me llevó a la pista de baile, aprovechamos que Violeta no regresaba para bailar todo lo que pude con ella, por un momento me olvidé de la existencia de su molesta novia y me dediqué a bailar.

Theo: Bueno, ahora me toca bailar con July que rara vez la veo tan contenta.

Rox: Me haces un favor, amigo, te encargo a esta hermosa señorita en lo que voy por algo de beber

Valeria: Para eso estoy yo, yo te llevo! – sí, definitivamente a Vale ya se le había subido demasiado el alcohol.

Rox: July, creo que Vale ya está un poco pasada, voy a ir a la cocina a prepararle algo para que se calme un poco.

Vale: ¿De que hablas? ¡Yo estoy bien! – apenas y se entendía lo que decía

Julieta: ¿Necesitas ayuda?

Rox: No, tranquila, yo me encargo. – tome del brazo a Valeria y la ayudé a caminar con mucho trabajo hacia la cocina. – A ver Vale, ven, siéntate aquí. – comencé a prepararle un poco de comida para que se le fuera bajando el alcohol, siempre me gustó mucho la cocina de Julieta porque era muy grande y se podía preparar prácticamente lo que fuera.

Valeria: Es hermosa…

Rox: ¿La cocina? Sí que lo es – jaja esa Vale tan chistosa.

Valeria: No… Julieta… es tan hermosa…

Rox: Vale… creí que ya habías dejado el asunto, está con Violeta, lo tenemos que respetar.

Valeria: No es de Violeta – dijo con brusquedad, ya se puso de necia… - es mía. Fue mía.

Rox: Estás diciendo incoherencias mujer, ten, come esto.

Valeria: Te estoy diciendo la verdad – me la quedé viendo. Sus palabras se barrían demasiado, pero aún se entendía lo que decía.

Rox: ¿De qué hablas? No digas tonterías, no es gracioso.

Valeria: Ella y yo hicimos el amor – cuando dijo eso sentí que mi estómago se revolvió, intenté no demostrar nada, Valeria estaba ebria y podría inventar cualquier cosa, intenté responder con naturalidad.

Rox: Jaja, si claro, y yo soy la reina de Inglaterra.

Valeria: Tiene un lunar… - mi corazón se detuvo – en forma de luna, justo en su hermoso trasero, en su nalga derecha – no puede ser cierto, ¿cómo sabía ella eso? Solo mi mamá y yo sabíamos eso porque una vez July se enfermó y mi mamá le inyectó medicamento, fue ahí cuando me enteré del lunar… no es posible que ella lo supiera.

Rox: ¿Có… cómo sabes eso?

Valeria: ¿Del lunar? Pues tú que crees… ¿Acaso ella no te lo dijo? Se acostó conmigo. Anda, pregúntale. – quería pensar que lo que decía era por el alcohol, pero de verdad no había manera de que supiera de su lunar, y lo decía tan convencida…- Se entregó a mí antes que a cualquie… - no vi en qué momento sucedió, pero Valeria no terminó de decir la frase cuando Violeta ya la había agarrado del cuello y la azotó contra la pared.

Violeta: ¡¡¡¿¿¿Qué tú qué???!!!