Cadena De Tragedias 10

¿Aún la amas?

>>>Violeta<<<

Lo que Valeria dijo me desubicó mucho, a qué se refería con amar otra vez, acaso…

Violeta: Creí que me habías dicho que eras virgen. – le dije como reproche a Julieta, no tanto por que me importara que lo fuera o no, sino porque sentía que me había mentido.

Julieta: Y lo soy – me contestó molesta, jamás me había contestado así, por lo que seguramente el tema le afectaba, pero no podía quedarme sin saber la verdad.

Violeta: ¿Y entonces que es eso de “volver a amar” que mencionó tu amiguita?

Julieta: El amor no es lo mismo que el sexo Violeta, pero parece que eso es en lo único que piensas y no lo entiendes. – su comentario terminó de cabrearme más

Violeta: ¿Ahora me estás llamando zorra? Ya sabía que en algún momento me dirías algo así, pero tú sabías muy bien qué tipo de persona soy y no tienes ningún derecho a recriminarme nada, siempre te dije cómo era. – acerté en mi comentario pues cambió de tema.

Julieta: … de todas formas no estábamos hablando de eso. Tú fuiste la que empezó acusándome de no ser virgen cuando no tienes idea de lo que pasó con ese asunto.

Violeta: ¿Ese asunto? ¿Así le llamas a tu amor pasado? ¿También yo seré un asunto en el futuro? – no se por qué me estaba cabreando tanto con la situación, pero no podía dejar de discutir con ella. - ¿Sabes qué? No estoy para aguantar que me trates así, te veo luego. – comencé a guardar todas mis cosas.

Julieta: ¿Te vas? – el tono de tristeza casi me convence de quedarme, pero no.

Violeta: Cuando quieras hablarme “del asunto” , y si estoy de humor para escucharte, hablamos. – dije mientras salía de su casa, azotando la puerta. Estaba buscando las llaves de mi auto cuando Julieta abrió la puerta del garaje.

Julieta: Espera, no te vayas… te contaré.

Violeta: Como te dije, Julieta, no tienes que hacer nada que no quieras, y eso incluye hablar.

Julieta: Pero si te estoy buscando para que hablemos, no quiero que te vayas así, no quiero pelear por cosas del pasado.

Violeta: ¿Y por qué no me habías dicho entonces?

Julieta: No vi el momento, además son cosas que yo ya dejé atrás, regresemos a la casa, ya es tarde. – de mala gana volví a tomar mis cosas y regresé con Julieta a la casa, nos sentamos en la sala – es algo tonto, pero hace tiempo estuve enamorada de quien en su momento fue mi mejor amiga.

Violeta: ¿¿¿Rox???

Julieta: No, no Rox, mi otra mejor amiga, Melissa. Éramos buenas amigas, y ella empezó este juego tonto de que “éramos novias” pero de mentira, hasta que sin darme cuenta yo me había enamorado perdidamente de ella, y ella de mí, o eso decía. Seis meses antes del accidente de mis padres me había hecho novia de ella, y la amaba mucho, pero un par de meses después resultó que estaba embarazada. Todo el tiempo jugó conmigo y la muy idiota cometió el error de embarazarse por no usar protección. Afortunadamente nunca tuve relaciones con ella, pero estuve a punto justo cuando me enteré. Me rompió el corazón, después pasó lo de mi familia y pues… básicamente mi vida era una mierda, así que decidí no dejar que nadie más se acercara a mí, pues siempre terminan haciéndome daño, y hasta ahora mis pocos amigos han sido la excepción. Hasta que me encontré a una chica tirada en el bosque. – hablaba de mí, me miró esperando que dijera algo.

Violeta: ¿Aún la amas?

Julieta: Claro que no, eso fue hace años, además ella ya está casada, creo.

Violeta: ¿Tan joven?

Julieta: Pues sus padres los obligaron a casarse, pero perdimos comunicación después de eso, de verdad. – me quedé en silencio un gran rato – Violeta, por favor di algo, créeme.

Violeta: Te creo – dije al fin – pero, no creo que debamos continuar siendo novias. – la cara de Julieta se puso pálida.

Julieta: No hablarás en serio… pero… pero si dices que me crees! ¿Por qué?

Violeta: Es por lo que dijiste antes, aunque me digas que no, crees que por el hecho de haberme acostado con varias personas ya, no sé lo que es el amor, o que se yo, pero se nota que te molesta a kilómetros. Y no puedo estar con alguien que piensa eso de mí.

Julieta: No… estás… estás malinterpretando las cosas, yo no quise decir eso… - la interrumpí.

Violeta: Pero lo dijiste, y sabes qué, tienes razón. Creo que lo nuestro fue un error.

Julieta: Me estas jodiendo Violeta, no puedes estar hablando en serio, ¿nuestra primer pelea y ya quieres tirar todo a la basura?

Violeta: Mira… me gustas mucho y creo que eres muy especial, pero de verdad yo no sirvo para esto, así que mejor aquí le paramos, terminamos – no se por qué entre en pánico, esto de pelear con alguien no es lo mío, así que haría lo único que sabía hacer cuando estas cosas empezaban a pasar, huí. Tomé nuevamente mis cosas y esta vez no di oportunidad de que Julieta me alcanzara y salí en mi auto lo más rápido que pude.

Llegué a mi casa y traté de contener las lágrimas, no quería llorar por esto, aunque sentía que me partía en mil pedazos. En ese momento sonó el timbre de mi casa, y como pensé que tal vez podía ser Julieta, no quise abrir, sin embargo abrieron la puerta.

Renata: Amiga, tú sí te desapareces en serio ehh, ¿ya nos vas a contar como estuvo lo de tu novia?  En la escuela ya es la noticia más hablada – Yaz entró detrás de ella con una botella de vino para festejar. No pude más y me solté a llorar, ninguna de las dos entendía qué sucedía, así que les conté todo lo que había pasado.

Yaz: Ay Violeta… - negando con desaprobación – eso te pasa por no hablar con nosotras antes, recuerda que te dijimos que estar en una relación no era como tus jueguitos a los que estas acostumbrada, por que apenas y te comienzas a sentir presionada sales volando como cohete. En una relación tienes que aprender a hablar y a escuchar.

Violeta: Pues que mierda, que fastidio. – dije mientras secaba mis lágrimas.

Renata: Bueno, al menos lo intentaste – intentó consolarme – sé que esto es nuevo para ti, así que tal vez si lo hablas con Julieta lo puedan arreglar, no se, tal vez se apresuraron a formalizar la relación, salgan en un plan de conocerse, sin compromisos.

Violeta: ¿Y eso se puede?

Yaz: jajaja claro que sí amiga, en esta vida todo se puede.

Violeta: ¿Entonces por qué todo el tiempo se la pasan hablándome de las reglas que hay en una relación?

Renata: Bueno, es que las reglas las tienen que poner ustedes al inicio, así como tu regla era solo “sexo de una noche”, pero eso no fue lo que acordaste con ella, o sí?

Violeta: No… pero, me siento muy rara cuando estoy con ella, me encanta, pero no soporto ver que nadie se le acerque cuando yo estoy con ella, aunque sean sus amigas, que no me dan buena espina, me ponen de malas.

Renata: Debes aprender a controlar tus celos, lo cierto es que no tienen fundamento, además, se nota que Julieta te adora, así que no tienes motivo por el cual sentir celos.

Violeta: No se, no quiero saber nada más del tema, creo que necesito tiempo para poner en orden mi cabeza.

Yaz: Es lo más sabio que has dicho hasta ahora – le di un golpe en el hombro y nos dedicamos a platicar de más cosas en lo que esta botella de vino se acababa.

>>>Julieta<<<

Más que triste, lloraba de enojo, no podía creer la actitud de Violeta, se había portado tan inmadura, estaba tan molesta que quería ir a su casa a darle unas buenas cachetadas, pero sabía que eso no serviría de nada. La verdad es que tenía razón al decirme que la traté muy mal cuando me empezó a cuestionar del asunto de Melissa, pero no supe como reaccionar, jamás creí que Valeria sacaría ese tema… Valeria, ¡estoy furiosa con ella!

Ay, qué demonios, estoy furiosa con todos, con todo, conmigo… por qué soy tan idiota, no supe manejar la situación y lo arruiné todo… Tal vez Violeta tenga razón, debo de estar completamente convencida de que no me importa el pasado de Violeta, pero si se lo dije en mi enojo tal vez es porque no estoy del todo convencida, aunque pensándolo con calma no tengo nada que reclamarle, siempre me dijo como había sido y yo con eso la acepté y fui yo quien le propuso que fuéramos novias, tal vez me apresuré demasiado. Pero eso no quita lo molesta que me siento ahora con ella. Tengo que ir a hablar con Valeria para decirle lo que provocó.

Afortunadamente mi dolor había mejorado y ya podía utilizar mi moto, así que sin pensarlo dos veces manejé hasta la casa de Valeria. Toqué con fuerza y nadie me abría, insistí un par de veces más y vi que la luz del cuarto de Valeria se encendía, se asomó por la ventana y al verme bajó corriendo las escaleras.

Valeria: Mujercita, ¿qué haces aquí? Te hacía en los brazos de tu chica.

Julieta: No te hagas la idiota Valera, sabías muy bien lo que ibas a provocar con lo que dijiste.

Valeria: Woa woa, tranquila, de qué hablas? Ay… mierda, lo que dije de Melissa? Neta perdóname, te juro amiga que se me salió, me dio tanta pena que por eso me fui, espero no haberte causado muchos problemas.

Julieta: Violeta terminó conmigo… - me solté a llorar.

Valeria: ¿¿¿Qué dices??? ¿Cómo se atreve esa idiota?... A ver, ven, pasa. – y entré a su casa, hasta ese momento no me había percatado que ya eran cerca de las 11 de la noche.

Julieta: Disculpa… espero no levantar a tus padres…

Valeria: Tranquila, se fueron de viaje, estoy sola. Amiga, de verdad no era mi intención, pero… de todas formas, ¿no crees que la reacción de Violeta fue exagerada? Digo, terminar contigo por algo tan tonto… Me siento terrible…

Julieta: No… tranquila, se que no fue tu intención, y sí, no fue tu culpa, la verdad es que sí exageró, pero creo que lo tomó como excusa para terminar con la relación, desde el comienzo estaba dudosa porque ella está acostumbrada a… - lloré más y Vale solo me abrazó.

Valeria: Lo se, sé a lo que está acostumbrada. Intenta calmarte, ven, te invito un trago. – y sacó una botella de vodka y unos jugos de la alacena, yo nunca había tomado eso, pero estaba tan molesta que no dudé en aceptarle los tragos.

Fuimos a su habitación para estar más cómodas. Poco a poco el vodka comenzó a hacer efecto en mí y ya me estaba riendo de cualquier babosada que decíamos, me sentía muy mareada y no sentía mi cara – ven, vamos a bailar. – me tomó de la mano y fuimos a su sala, puso un disco para bailar.

Comenzó a sonar la canción de “Oh, Pretty Woman” y nos tomamos de las manos y comenzamos a bailar y cantar como si nada importara, nuestros movimientos eran muy descoordinados por el alcohol que traíamos en la sangre, pero nos estábamos divirtiendo mucho y seguíamos bebiendo, después de terminar esa canción, sonó una más provocativa “Man! I Feel Like A Woman”, me tomó de la playera y me lanzó hacia la cama y empezó a bailar enfrente de mí, el baile de Valera se puso más sensual de lo que ya era, me causó mucha gracia que tomara un cepillo para peinar y lo usara como micrófono para cantarme, yo estaba muy divertida con todo el asunto, mientras cantaba y bailaba frente a mí me quedé contemplando su cuerpo, la verdad es que ella siempre me pareció muy bonita, siempre tan segura de sí misma, tan parlanchina y fiestera, era una persona muy agradable, y extremadamente sensual, gracias a su gusto por los deportes extremos tenía un cuerpo tonificado y en muy buena forma, debo admitir que en algún momento me gustó mucho, pero al conocerla más me di cuenta de que el gusto era más físico pero que en forma de ser jamás podríamos tener nada seria, así que lo dejé por la paz, no sabía por qué pensaba en eso justo en estos momentos.

Mientras la contemplaba nuevamente me tomó de la mano para que cantara y bailara con ella, dimos un mal paso y ambas caímos sobre la cama, Valeria quedó sobre mi y yo la sostenía por la cintura, la música siguió sonando y nosotras nos mirábamos a los ojos. No pude reaccionar hasta que sentí los labios de Valeria que me besaban intensamente, admito que besaba bastante bien, una parte muy profunda de mí decía que no debía continuar, pero el alcohol había llegado a tal nivel que ya no tenía juicio y me dejé llevar, total, estaba soltera en esos momentos.

Seguimos besándonos sin parar, y cuando Valeria notó que no la rechazaría, comenzó a avanzar más y pasó sus manos por debajo de mi blusa, y acarició con mucha ternura pero con determinación mi abdomen mientras seguía comiéndome la boca, dios, que bien besa esta mujer!

Mi respiración comenzó a hacerse más fuerte y le quité su blusa para dejarla solo en bra, su figura perfecta me dejó encantada por unos segundos antes de que ella también se deshiciera de mi ropa y me llenara nuevamente de besos, me acomodó bien en la cama y comenzó a besar mi abdomen mientras desabrochaba mi pantalón y se deshacía de él, e hizo lo mismo con el suyo, mi corazón latía fuertemente, no quería detenerme, no quería pensar nada, solo quería continuar con lo que estaba pasando.

Los ojos de Vale estaban llenos de deseo, pasó sus manos por mi espalda y tuve que arquearme un poco para que pudiera desabrochar mi bra, en cuanto me lo quitó no dudó en tomar mis pechos entre sus manos y apretarlos suavemente, eso me produjo mucho placer y liberé un sutil gemido, lo que pareció excitarla muchísimo, y a mí mucho más porque pude sentir un cosquilleo muy agradable en mi sexo, se acercó hacia uno de mis pechos y metió mi pezón en su boca, eso me gustó muchísimo y solté un gemido ahora más fuerte, lo succionaba suavemente mientras que con su lengua le daba un masaje que me estaba llevando hacia las estrellas, cada vez lo hacía más rápido y cambiaba de uno a otro, y eso me estaba volviendo loca.

Mientras ella se encargaba de consentir mis pezones yo puse mis manos en su espalda y la liberé de su bra también, se levantó un poco y con mis manos tomé sus pechos, eran tan lindos y firmes, al tomarlos y presionarlos con suavidad entre mis manos, Vale comenzó a gemir y echó su cabeza hacia atrás, disfrutando mucho lo que estaba haciendo, me moría por probarla también, así que así como estaba, me incorporé, quedé sentada y ella sobre mi, mientras yo detenía su espalda, mi boca se apoderó de uno de sus pezones y al momento de entrar en contacto con mi lengua pude sentir como se ponía completamente duro, comenzó a hacer movimientos con su pelvis que rozaban mía, así que me arrojó nuevamente sobre la cama y retiró la última prenda que nos separaba de estar completamente denudas.

Ya no había marcha atrás, regresó a mi boca y volvimos a besarnos con mucha pasión, hasta que sentí su mano recorrer mi entrepierna y buscar mi botoncito, cuando lo tocó casi estallo y gemí fuertemente, con una sonrisa siguió besándome  y comenzó a hacer círculos sobre mi clítoris, por instinto empecé a moverme para intensificar el contacto de su mano con mi sexo, estaba tan mojada que eso facilitaba mucho que movimiento de Vale, pude sentir como una sensación se extendía desde mi sexo hasta todo mi cuerpo, así que le pedí a Vale que acelerara la velocidad y así lo hizo, tuve que abrazarme a ella y sostenerla por la espalda hasta sus hombros al estallar en un hermoso orgasmo que me hizo tener un par de espasmos.

Sentía la boca muy seca, así que estiré mi mano para tomar el vaso y di unos tragos profundos, olvidaba que tenían vodka así que eso no ayudó a que se bajara el alcohol de mi sistema, Vale se incorporó nuevamente y se volvió a poner sobre mi mientras besaba mi abdomen y acariciaba mis piernas, comenzó a besar mi cuello y eso hizo que me mojara mucho más si es que era posible, puso nuevamente su mano sobre mi sexo, pero esta vez un poco más abajo, llegó hasta mi orificio e intentó introducir uno de sus dedos pero se detuvo, abrió mucho los ojos y me miró fijamente, con su respiración agitada.

Vale: July… yo… no sabía… - la callé con un beso,  llevé mi mano hasta donde estaba la de ella y empujé con suavidad su mano, al sentir su dedo dentro de mí ella soltó un gemido, su respiración se hizo más fuerte y  yo sentí un pequeño dolor e hice una pequeña mueca de molestia pero fue solo temporal – ¿te hago daño? – me dio mucha ternura el miedo que se había dibujado ahora en el rostro de Vale, así que negué con la cabeza, con mi otra mano la tomé del rostro y la besé tiernamente, aun con mi otra mano acompañando la suya, la llevé hasta el fondo de mí y después del dolor comencé a sentir un placer maravilloso.

Julieta: ahhh… Vale… - suspiré, y parece que eso la volvió a encender, porque empezó un mete y saca de su dedo – por favor… más… más rápido – y aceleró la velocidad de du mano, mientras mis brazos la sostenían de la espalda y la cintura, y ella besaba mi cuello, jamás me había sentido así, sentí como introdujo un segundo dedo y de nuevo sentí un poco de molestia, volvió a preguntarme si me estaba lastimando pero yo ya estaba a punto de estallar – Vale por favor no pares! – y parece que fue música para sus oídos, aceleró como nunca la embestida con dos dedos hasta que alcancé mi segundo orgasmo, más fuerte que el primero, mi espalda se arqueó y comencé a sentir que algo escurría entre mis piernas, por un momento creí que había tenido un accidente y al ver mi cara de preocupación Vale rió.

Vale: Tranquila preciosa, solo te acabas de correr maravillosamente. – y me beso nuevamente – July, me gustas mucho, déjame hacerte feliz, déjame estar a tu lado. – aun no me reponía del maravilloso orgasmo que Vale me había regalado, así que no pude contestarle.

Julieta: Vale… yo… aahhh – no pude continuar porque de inmediato volvió a introducir dos dedos en mí y me hizo ver las estrellas mientras devoraba mis pezones, hizo que me volteara y quedé dándole la espalda, y así siguió penetrándome con sus dedos, mientras besaba y daba unas suaves mordidas a mi espalda, instintivamente me hinqué para que pudiera hacerlo mejor y así llegar a mi tercer orgasmo de la noche, caí en la cuenta de que yo no le había dado nada aún y quise tocarla, pero me detuvo con un beso.

Vale: esta noche es para ti, princesa – y volvió a invadirme de caricias, aún tenía dos dedos dentro de mí y con su pulgar alcanzó mi clítoris, esta mujer era una experta en la cama, y al combinar sus dedos dentro de mí y estimular mi botoncito pude correrme nuevamente. Yo estaba exhausta y Vale también.

Caí de espaldas sobre la cama y Vale cayó boca abajo a un lado de mí, solo pude girar un poco mi cabeza para ver que su reloj de pared decía que eran ya casi las 2:30 am, no pude más y mis ojos se cerraron, apenas y pude terminar de sentir que Vale me arropaba con la cobija.

>>>Valeria<<<

Al despertar  por la mañana me encontré con el hermoso cuerpo de Julieta desnudo a mi lado, había sido la mejor noche de mi vida, y saber que yo había sido su primera vez lo hacía más especial, ella dormía tan placenteramente y se veía tan sensual con su espalda al aire, quise prepararle el desayuno así que con cuidado me levanté y me di una ducha, mientras estaba en el baño recordé la noche anterior y no podía dejar de sonreír.

Al salir noté que ya se había levantado y solo traía un bóxer muy sensual y se había puesto una de las camisas de mi hermano, le quedaba muy grande así que la traía abierta hasta medio pecho y amarrada en la parte baja, con su hermoso cabello castaño claro recogido en un improvisado chongo que le quedaba muy bien, hasta así se veía tan sensual.

Estaba recargada en el barandal del balcón de mi habitación, tomando un poco de agua y mirando a lo lejos mientras los rayos del sol iluminaban su cara, su piel es tan clara y suave… no se había dado cuenta de mi presencia, me cambié rápidamente e intenté no hacer ruido, me acerqué a ella por detrás y la abracé por la cintura, se espantó un poco pero luego se dio cuenta que era yo y me regaló una hermosa sonrisa, mientras yo recargué mi mentón sobre su hombro y le di un beso en la mejilla.

Valeria: Buenos días bella durmiente, ¿Cómo amaneciste?

Julieta: Bien… un poco cansada – y se rió – se giró y quedó frente a mi cara, intenté besarla pero puso su dedo índice sobre mis labios deteniéndome – Vale, tenemos que hablar de lo que pasó anoche. – me espanté un poco por lo que dijo, pero su mirada tenía tanta paz y tranquilidad que ese miedo se esfumó enseguida.

Valeria: ¿Estás molesta?

Julieta: ¿Me veo molesta? – negué – Tengo hambre, ¿te parece si desayunamos mientras lo hablamos?

Valeria: Eh… claro… - no entendía bien qué pasaba, pero decidí no hacerme marañas mentales y mejor me senté a desayunar con Julieta, preparamos unos hotcakes e hicimos un poco de jugo de naranja, desayunábamos en silencio – di algo mujer, me estás matando de incertidumbre. – Julieta suspiró.

Julieta: Anoche me la pasé increíble – soltó -  lo último que pensé que pasaría cuando llegué a tu casa ayer fue que terminaríamos en la cama teniendo sexo. – bajé la mirada después de lo que dijo.

Valeria: ¿Eso es lo que fue para ti? – dije un poco triste.

Julieta: Justo es de lo que quiero hablar, me dijiste que te gustaba, y la verdad es que yo siempre creí que tú eras muy bonita, y debo admitir que eres muy sensual, tienes un cuerpo hermoso – la volteé a ver – jamás me imaginé terminar en la cama de una chica tan bonita como tú – eso me hizo sonrojar – sí, el alcohol jugó un papel muy importante porque nunca antes me había puesto así, y por un momento creí que lo estaba haciendo por despecho contra Violeta, pero la verdad es que también quería que pasara lo que pasó y por eso me permití hacerlo, estoy segura que no habría pasado de no haber bebido, pero pasó y ya, aunque luego me dijiste que querías estar conmigo, hacerme feliz. – hizo una pausa y tomó aire – sabes que estoy enamorada de Violeta, y nunca me había sentido así por nadie antes, ni por Melissa. Me siento un poco culpable porque antes rechacé tener relaciones con ella porque quería que fuera el momento adecuado.

Valeria: Pero no tienes por que sentirte mal por ella, no le pusiste el cuerno, ella te dejó, te recuerdo – dije algo molesta. Ella lo notó y me tomó de la mano – cómo puedes querer a alguien que te trata así.

Julieta: Vale, tu no me quieres, al menos no así.  – abrí al boca para reclamarle pero no me dejó – te quiero mucho, como amiga, y tú también me quieres así. Y tienes que aceptar que yo era un capricho tuyo nada más. Siempre has sido algo celosa con tus amistades, no creas que no noto como te peleas con Rox por mi atención, o por la atención de los demás, y no es un reclamo, te quiero así como eres, y te conozco. Además – alzó una ceja y regalándome una bella sonrisa – ¿Te imaginas estando de novia conmigo? Si a Violeta le gusta andar de flor en flor, tu le haces bastante competencia pero con chicos.

Valeria: Eso no es…!!! – mierda, tenía razón - sigh… tienes razón, creo que… desde que me enteré que te gustaban las chicas siempre tuve curiosidad por saber qué se sentía… y de alguna manera me encapriché contigo, maldición Julieta – le di un golpe en el hombro y se rió – detesto tu estúpida y sensual sabiduría, siempre has sido tan madura… - se levantó y me abrazó - ¿Nuestra amistad no va a cambiar, verdad?

Julieta: Claro que no, tonta. A menos que tú te alejes de mí.

Valeria: Eso nunca, oye… pero… ahora me siento un poco mal… te robé tu virginidad.

Julieta: Jajaja no seas tonta, no me robaste nada, yo quise hacerlo. Muchas personas tienen esta idea de que la primera vez tiene que ser con amor, en una playa con pétalos de rosas y esas cosas, y la realidad es que por esas expectativas a muchos no les gusta su primera vez. Es cierto, yo tenía esa idea cliché de que mi primera vez fuera por amor, con velas aromáticas, pétalos de rosas y todas esas cosas cursis, pero la verdad es que para ser mi primera vez, me trataste como a una princesa y lo disfruté muchísimo, así que me alegra que haya sido contigo. – las dos sonreímos y continuamos desayunando, hasta que me percaté de su cara de preocupación. – Hace poco rechacé hacerlo con Violeta, quería conocerla más antes de que pasara algo entre nosotras.

Valeria: ¿Piensas decirle?

Julieta: No lo se, yo no le pido explicaciones de las personas con las que estuvo antes, así que no veo por qué tendría que darle explicaciones si no es mi pareja en estos momentos, además de que estoy muy molesta con ella, no pensé que fuera tan inmadura, ni siquiera sé si vamos a regresar o qué va a pasar. No quiero pensar en eso ahora.

Valeria: Tienes la boca llena de razón.

Julieta: Iré a bañarme en casa, debo aprovechar para ponerme al corriente con mis tareas ya que el lunes vuelvo a la escuela. – me acerqué para despedirme de ella e intenté besarla nuevamente en los labios – Valeee, basta – rió – quedamos en algo.

Valeria: Jajaja está bien, está bien… no perdía nada con intentarlo – negó con la cabeza mientras reía y subió a cambiarse para irse a su casa. Después de que Julieta se fue, me acosté en mi cama a recordar la noche que pasamos juntas. Tal vez ella tenía razón y solo era un capricho… solo tal vez.