Cadena de Tragedias 1

...nunca debí quitarme el cinturón de seguridad minutos antes cuando traté de salir de su auto.

Julieta: Baja la velocidad…

***: …

Julieta: ¡Contéstame! ¡Te estoy diciendo que bajes la velocidad!

***: …ya se que me vas a dejar.

Julieta: ¡Baja la maldita velocidad! ¡Nos vamos a estrellar!

***: Yo solo quería recuperarte, que estuvieras a mi lado…

Julieta: Me estas espantando, baja la velocidad, por favor hablemos…

***: Ja! Ahora sí quieres hablar?  No Julieta,  sé que ya lo decidiste, pero si me vas a mandar al infierno, ¡nos vamos las dos juntas!

Julieta: Ya no te reconozco… - me volteó a ver con una mirada que jamás le había visto, estaba completamente fuera de sí – ¡¿Qué haces?! ¡Mira el camino! – pero fue demasiado tarde. La siguiente escena pasó en cámara lenta para mí. Mientras me decía esas cosas y le pedí que mirara el camino, miró hacia delante y sus ojos se abrieron como dos grandes platos. Como pudo metió el freno de mano y el auto se intentó frenar de golpe, no así el auto que venía detrás nuestro que no alcanzó a meter el freno y nos impactó de lleno, nuestro auto se levantó, cayó del puente y comenzó a rodar por la barranca hacia el río, nunca debí quitarme el cinturón de seguridad minutos antes cuando traté de salir de su auto.

***: agh… dios… Julieta… estas bien?... dónde?... Ju… Julieta?... Julieta?!... Julietaaa!!!

8 años atrás...

>>>Julieta<<<

Es un día gris, justo hoy, el día de mi cumpleaños, se cumplen 2 años de aquel accidente donde mis padres y mi hermanita perdieron la vida, es un hoyo que se quedará por siempre en mi corazón. Es mejor que me aliste de una vez, a mis padres jamás les gustó que llegara tarde a mis compromisos, y hoy debo verlos a ellos.  Me bañé y me puse ropa alegre, nada de luto, supongo que no puedo estar triste el resto de mi vida, a ellos no les hubiera gustado.

Encendí mi moto, será cerca de media hora de camino en lo que llego a aquella colina del bosque y llego a ese gran cedro donde dejé sus cenizas.  Ya llevo cerca de 15 minutos, tomaré la desviación para llegar a la colina, solo debo esquivar la zona de árboles y estaré ahí, pero… ¿Qué es eso que se ve a lo lejos? Es… es una chica!

Julieta: ¡¿Oye, oye, te encuentras bien?! – dios, está toda golpeada y llena de sangre.

***: a… ayuda… me…

Julieta: Rayos… oye! Oye, abre los ojos!

>>>Violeta<<<

Todo listo para la fiesta de la noche, será genial. Espero que Renata no tarde en pasar por mí, no quisiera llegar cuando todo lo bueno haya acabado. El timbre! Seguro es ella.

Renata: Amigaaa! Ábreme,  ya estoy en la puerta.

Violeta: Ya, ya, que impaciente eres mujer! Traes todo?

Renata: Con quién crees que estas hablando? Jajaja, obvio ya todo está listo, hoy la vamos a pasar en grande!

Violeta: Excelente!

Renata: Woooow, te vestiste para matar! Tienes algún objetivo en mente hoy?

Violeta: Pues solo te diré que espero disfrutar a todo lo que da, veremos quien es la afortunada de esta noche. Y Ernesto?

Renata: Tu no cambias, vamos pues. Vamos a recoger a mi novio en la gasolinera, iba a comprar cigarros.

Violeta: Muy bien, vamos.

Ya eran cerca de las 9 de la noche e íbamos en el auto de mi amiga, yo ya me iba entonando en el camino con unas cuantas cervezas. Si hay algo que disfruto es de una buena fiesta, pero lo que más disfruto es enrollarme con alguna chica linda. Empezamos a oír el sonido de la música a unos metros del lugar de la cita. Debe de ser por donde se ve la fogata. Hay mucha gente.

Violeta: Iré a revisar la mercancía.

Renata: Suerte!

Me dirijo a buscar un poco mas de alcohol y a ver si hay alguna suertuda que pueda compartir esta noche la cama conmigo.

***: Hola guapa, vienes mucho por aquí?

Violeta: En serio? Me quieres ligar con una frase tan cliché? Mejor dime cómo te llamas.

María: jaja tienes razón, mi error, mi nombre es María, y el tuyo? – que risa tan divina.

Violeta: ¿Qué me darás para obtener mi nombre?

María: Te he dicho el mío, pero si quieres ven y te invito una cerveza. – En ese momento llegó Renata.

Renata: Violeta, tengo que regresarme con Ernesto, acaba de surgir algo en su casa y debe estar ahí.

Violeta: ¡¿Cómo, tan temprano?!

María: Yo te regreso a la ciudad, traemos camioneta.

Violeta: En serio, ¡genial!

Renata: ¿Segura?

Violeta: Claro, tú no te preocupes, me sé cuidar sola.

Y acepté, María me pasó su cerveza y nos retiramos un poco del cúmulo de gente. Algo bueno iba a pasar, además me iba a llevar de vuelta, así que sería una larga noche. Caminábamos entre los árboles y ya más alejadas, prácticamente estábamos solas, no sé qué tanto me decía, pero la tomé en mis brazos y comencé a besarla, pasé mis manos detrás de su cintura y poco a poco las fui bajando, pero de pronto me dijo:

María: Besas muy bien… - y me regaló una sensual sonrisa.

Violeta: Eso me dicen todo el tiempo.

María: Lo supuse… por cierto, ya que estamos hablando de tus espléndidas habilidades, supongo también que todas las chicas que enamoras terminan desaparecidas, cierto?

Violeta: …cómo, que? ¿Qué coño? – no me dio tiempo de reaccionar a sus palabras, cuando de repente sentí mi cuerpo paralizado, esta idiota me había atacado con un paralizador eléctrico de los que utilizan los policías, y caí inmediatamente al suelo. Una vez tirada, buscó entre los arbustos un enorme tubo de metal y tomó impulso para golpearme con él, de pronto todo se puso negro.

>>>Julieta<<<

¿Quién pudo haberle hecho eso? Que horrible es la gente, espero que no hayan abusado de ella. Ahí viene el doctor.

Doctor: Señorita, ¿fue usted quien trajo a la paciente golpeada?

Julieta: Sí, fui yo, ¿Está bien?

Doctor: ¿Es familiar de usted?

Julieta: No, yo solo la encontré tirada, la verdad es que no se me ocurrió revisar su cartera, ni sé cómo se llama.

Doctor: Ya, pues no trae identificación, daré aviso al servicio policiaco para ver si hay reportado alguna desaparición.

Julieta: ¿Pero entonces se encuentra bien?

Doctor: No puedo darle informes a menos que sea usted familiar, pero ya que usted la trajo por ahora es la responsable, así que le diré que se encuentra fuera de peligro.

Julieta: Eso me tranquiliza. ¿Puedo pasar a verla? – a ver Julieta, ¿qué estas pensando?

Doctor: Claro, está en aquella habitación. - No sé que estoy haciendo aquí, detesto los hospitales, pero no puedo dejar sola a esta chica que quién sabe qué le paso. Además, quien sabe si la estarán buscando o algo, no sería humano de mi parte dejarla a su suerte. Ahí está. Está dormida, creo que no debería despertarla. ¿Cómo se llamará? Tengo mucho sueño, vaya! Ya son las 11 pm, ¿en qué momento se me fue todo el día? Me sentaré en ese sillón a ver si puedo descansar un poco.

>>>Violeta<<<

¿Dónde estoy? Abro mis ojos y solo veo toda la habitación blanca en donde me encuentro, ¿Cómo llegué aquí? Me duele todo… no recuerdo… Ma… María! Esa perra me atacó y me ha dejado muy mal herida. Miro a todos lados y no tengo idea de qué estoy haciendo aquí, es un hospital, hay un sillón… y una… una chica?

Violeta: Oye… pssst… oye, chica! – está abriendo los ojos, creo que la espanté.

Julieta: Eh?... Ah! Perdón, me quedé dormida! – ¿y ella quien es?

Violeta: ¿Quién eres? ¿Tú me trajiste aquí?

Julieta: Me llamo Julieta, tengo 18 años, y sí, te encontré herida en el bosque y de inmediato te traje para el hospital.

Violeta: ¿Y por qué hiciste eso? – que chica tan rara.

Julieta: ¿Cómo que por qué? No podía dejarte ahí tirada y pasar de ti. Cualquiera hubiera hecho lo mismo que yo hice.

Violeta: Te equivocas, no cualquiera hubiera hecho lo que tú, así que te debo una muy grande. ¿Cómo te puedo pagar?

Julieta: Ammm, me conformaría con saber tu nombre, y que me dijeras con quién puedo comunicarme de tu familia para informarles que estás acá. Llevas 2 días aquí y deben estar buscándote.

Violeta: ¡¿Dos días?! Maldición… Eh.. mi nombre es Violeta, soy de tu edad, pero no quiero que mi familia se entere de lo que me pasó, mis padres están de viaje y no quiero que regresen solo por este incidente.

Julieta: ¿Estas segura?

Violeta: Sí, te lo agradezco mucho. – En ese momento entró el doctor y le pidió a Julieta que pasara a trabajo social para firmar los papeles para que pudieran darme de alta. Julieta se ofreció a llevarme a mi casa en un taxi y luego volvería al hospital por su moto. En el camino comenzamos a platicar más acerca de cómo me había encontrado, le conté que una chica me atacó y ella me contó que iba a visitar el lugar donde esparció las cenizas de su familia, veo que no ha tenido unos buenos años. Al llegar a mi casa, ella se despidió pero no pude evitar pedirle que volviera.

Violeta: Julieta… ¿puedo molestarte un poco más?

Julieta: Sí ¿dime en qué te puedo ayudar?

Violeta: Sé que prácticamente no nos conocemos, pero sería mucho pedir que me acompañaras esta noche, todavía estoy desconcertada por lo que pasó. – qué me pasa? Yo nunca soy así de vulnerable.

Julieta: Esto… claro, no es como que alguien me espere en mi casa. Deja paso al hospital por mi moto y me devuelvo para acá, te parece?

Violeta: ¿De verdad? Muchas gracias, acá te espero. – Y se fue. Tardará aproximadamente una hora en volver, aprovecharé para mandarle un mensaje por Facebook a Renata, no puedo creer que esta maldita de María (si es que ese era su nombre real) me haya robado todo, celular, cartera, dignidad… Ya está. Estos analgésicos son muy fuertes, me están dando mucho sueño, creo que cerraré mis ojos un momento. Me despertó el timbre de mi casa, debe ser Julieta, abro la puerta y no era ella.

Renata: Mujer! Parece que no eras a quien esperabas por esa carita de desilusión que pusiste. ¿Estás bien? Vine apenas leí tu mensaje, ¿qué jodidos pasó?

Violeta: ay amiga… ven, deja te cuento.- y me pasé un buen rato contándole todo a Renata. – oye, por cierto, necesito que vayas a comprarme algo a la tienda.

>>>Julieta<<<

No pude rehusarme a regresar con Violeta, por lo que veo no tiene por ahora quien cuide de ella y ya que he visto que no es ninguna psicópata o algo parecido, supongo que puedo quedarme esta noche en su casa. Espero mi familia no se moleste porque no los fui a visitar hoy, pero supongo que entenderán y no habrían querido que dejara a esa chica a su suerte.

Mi casa queda a unos 20 minutos de la casa de Violeta de acuerdo al GPS, así que pasaré a darme un baño y cambiarme antes de regresar a su casa. Ya camino a casa de Violeta pasaré a comprar algo de comer, seguro que tendrá hambre. Llegando a la casa de Violeta veo que hay un carro estacionado fuera de su casa. Habrán llegado sus padres? Toco el timbre y me abre una chica que no había visto antes.

Renata: Hola, tu debes ser Julieta – y sin pensarlo dos veces me abrazó fuertemente como si fuéramos amigas de toda la vida – te agradezco muchísimo que hayas cuidado a mi chiquita.  – tuve una sensación rara cuando escuché eso, debo suponer que son pareja o algo.

Julieta: Este… no, no fue nada.

Renata: Pero no te quedes ahí afuera mujer, pasa! – rayos, creo que debería irme.

Julieta: Este… no, gracias, solo le traía a Violeta algo para que comiera, y ya que tiene compañía supongo que ya no me necesita más.

Violeta: No, Julieta, espera – que bonita voz tiene – pensé que te quedarías hoy conmigo – al decir eso, su novia la volteó a ver con una cara de desconcierto.

Julieta: Sí, pero porque me dijiste que no querías estar sola, pero ya que llegó tu novia creo que ya tienes la compañía que necesitas, no?

En ese momento la otra chica y Violeta se voltearon a ver y no pasaron más de dos segundos para que ambas se soltaran a reír como si les hubiera contado mi mejor chiste.

Violeta: Jajajajaja, mi novia? De dónde sacaste eso? Renata es mi mejor amiga y es más hetero que nada,  además no da el ancho para ser mi novia.

Renata: Óyeme chiquita, ni que tuvieras tanta suerte como para hacerte con una mujer como yo! – Ok, ahora me siento como una estúpida, eso me pasa por dar por hecho las cosas… y no sé por qué me reconfortó tanto el hecho de saber que no eran pareja. – No Julieta, pierde cuidado, lo que pasa es que esta mujer me mandó un mensaje y vine cuanto antes para ver si se encontraba bien, y ahora entiendo a quién estaba esperando cuando me abrió la puerta hace un rato. En realidad yo ya tengo que irme y ahora con más razón sabiendo que te vas a quedar a cuidar a mi amiga. Te la encargo mucho. – después de eso Renata se despidió y se fue, y volví a quedarme a solas con Violeta.

Julieta: Oye, traje comida, no se si te guste pero fue lo único que me quedaba de paso, es comida china.

Violeta: Me encanta la comida china, te lo agradezco mucho, me moría de hambre. – esa sonrisa que me regaló me dejó completamente embobada. Alto! Julieta, qué estas haciendo, acabas de conocer a esta chica y ya te estás haciendo ideas tontas.

Dejé de pensar en eso y nos dedicamos a comer y a platicar de nuestras vidas. Resulta que ambas estamos en el último año del bachillerato en la misma escuela, cómo es que nunca antes la había visto? Bueno, no es que sea la chica más social y popular de la escuela, en realidad no tengo muchos amigos y no suelo ir a muchas fiestas, además de que mi escuela es muy grande, cada día veo gente que nunca antes había visto. Ya había oscurecido y se levantó con mucho trabajo hacia su cocina.

Julieta: ¿Qué haces, necesitas ayuda?

Violeta: No, gracias, solo... ¿Puedes venir un momento? - cuando entré en la cocina me sorprendió que Violeta tuviera un pequeño pastel con una vela en el centro.

Julieta: ...¿Qué... qué es eso?

Violeta: Jajaja aquí en la tierra les llamamos pasteles de cumpleaños - la miré extrañada - cuando veníamos en el taxi me comentaste que el día que ibas a ver a tus padres y me encontraste era tu cumpleaños, y supongo que no comiste pastel ni nada parecido, entonces creo que lo menos que puedo hacer por ti es agradecerte con esto, así que... feliz cumpleaños "atrasado". -  Tuve una sensación muy bonita en mi estómago ante el gesto que tuvo conmigo, con gusto nos sentamos a comer el pequeño pastel.

Hablamos hasta altas horas de la noche, hasta que se quedó dormida en su cama, no se qué tiene esta chica que desde que escuché su voz en el hospital me dejó prendada. Su respiración es muy profunda, parece que duerme completamente, le pondré encima la cobija para que no vaya a pescar un resfriado durante la noche.

Sin pensarlo me acerqué a su rostro, estoy muy cerca de su cara… no debería… me acerco a sus labios, estoy por besarla, mi corazón late rápidamente, cierro mis ojos justo antes de tocar sus labios… y me detengo. ¡Qué rayos me pasa! Cómo se me ocurre aprovecharme así de una persona. Sacudo mi cabeza para despejar esos pensamientos y me dirijo al baño a lavarme la cara con agua fría, me voy al sillón y me quedo dormida por fin.