Cada día me siento más puto

Hombre que tuvo el control y la delicadeza de introducírmela, deteniéndose cada dos por tres y poder adaptarme a su grosor, comenzando con un mete saca muy lento y pausado, ¡hasta llegar a tener la totalidad de su verga dentro… ooohhh!!.

Cada día me siento más puto

No voy a explicar los motivos, ni quiero entrar en debate médicos, o cuestiones que al final no lleve a nada, quien quiera saber del XXY que busque por internet, o que lea mis anteriores relatos, pero bueno dicho esto, comenzare.

Mirad, diría que de joven un cuerpo como el mío levantaba mucha suspicacia, pues por mucho que hacía por evitar habladurías o malas caras, esa predisposición femenina era difícil de ocultar. Aunque en verdad había de todo y para todos los gustos, algunos denominados "machitos" me despreciaban, otros en cambio, me veían como una fruta prohibida a catar.

Cosa que más de uno llego a hacerlo, ya sea en los aseos subterráneos (tipo como los que había junto al corte Ingles del Duque), como en otros aseos. Hombres que por su vestimenta no piensas mal, pero que son los peores, esos que van de traje y corbata e incluso con maletín. Esos qué introducen su mano entre el orinal y mi cuerpo, y viendo que callo y les dejo, ¡comienzan a masturbarme… uuuffff!!.

Aquello es pura adrenalina, pues cuando estos se ven que pueden continuar, esa mano acaba por tomar la mía y llevarla hacia su polla, miembro que esta el doble que el mío por no mentar el triple, ¡mientras su otra mano acaricia mis nalgas… uuummm!!. Hombres mayores que a pesar de insultarme o degradarme con cualquier cosa, no dejaba de meterme mano o de magrear mi culo, disfrutando de esa ‘maricona’.

Y lo malo que cuando peor lo llevaba era con el comienzo del calor, pues no me podía poner ropa holgada para ocultar esos rasgos, sino que un simple pantalón de gimnasia de licra, marcaba mi silueta con facilidad. Y otra cosa que también muy mal llevaba, era mis asistencias a los gimnasios, culpa que me gustaran fue por mi padre, pues a esté se le metió en la cabeza que, ejercitando mis músculos, podría crear más masa corporal, cosa que fue inútil. Allí con esas prendas deportivas tan ajustadas, difícil fue ocultar esa feminidad que tanto destacaba, llegando a tener demasiadas amistades con doble sentido, ya que me tomaban por lo que no era y mis inclinaciones a veces eran difícil de disimular.

O como aquella vez, que llegaron a acosarme dos tíos en el gimnasio, acabando por arrinconarme en un rincón, y uno de ellos comenzó como si estuviera jugando a una máquina de bolas, pues no dejo de darme puntazos. Situaciones que debía de asumir y de aguantarme, procurando de ducharme el ultimo a modo de poder estar a solas, pues las compañías a veces son odiosas, quizás más cuando uno de esos dos, toma su masculinidad como bandera.

Aunque dejando aparte esto, debo decir que una de mis primeras experiencias sexuales auténticas, y plenamente satisfactorias fue con el padre de un amigo de mi padre. Persona… si muy mayor, pero que desde que lo conocí se comportó conmigo muy bien. Siendo amable y respetuoso, comportándose y ayudándome en todo, cuando en esos tiempos eso no abunda demasiado. E incluso cuando cierto día le vi venir, viendo sus intenciones y debo decir que para nada me desagradaron, pues en verdad lo deseaba, aunque no es la primera vez que me ocurre.

Esa vez había quedado en la casa del amigo de mi padre, pues allí me iba a recoger mi padre, una vez hayan regresado de haber jugado al pádel. Y recuerdo que llegue muy temprano, ya que había terminado mis quehaceres, y me dio por sentarme en los escalones de la entrada. Pues la verdad, no esperaba la verdad que hubiera nadie, llevando un susto al abrirse la puerta de la casa, apareciendo está persona. Y como es él, nada más verme, muy amable me invitó a pasar y esperarlo dentro, sabiendo de sobra él que tardarían bastante, pero en su intención había otra cosa.

Debo decir que el padre del amigo de mi padre, para nada aparentaba su edad, pues con esos ochenta y seis años, daba la sensación que tendría los sesenta y pocos, persona que me ofreció un refresco e incluso refrescarme en la piscina. Hombre que le daba cosa el verme tan callado, viendo en mi a esa persona inocente y algo ingenua, persona que mediante sus palabras y hechos fue seduciéndome poco a poco. Y quizás por un lado me deje, ya sea porque me haya caído bien o porque lo deseaba, pero dentro de mi inexperiencia por aquel tiempo, permitía todo siempre que me pusieran como una moto.

Hombre que mediante unos pequeños gestos a los cuales no das importancia, pero que en verdad son roces y caricias, ya sea el jugar con mis cabellos o ese masaje por mis hombros o espalda. Gestos que no vez o no deseaba ver mal en ello, pero con tacto y delicadeza me deje llevar, dejando que me convenciera. Dándome primero por darme un chapuzón en la piscina, donde tras desvestirme hasta quedarme en calzoncillos, acabe por tirarme de cabeza.

Persona que no dejo de insistir que me hubiera metido desnudo, pues así me hubiera puesto las prendas secas, no que ahora esa prenda precisamente iría sin ella. Cuando toco salir de la piscina, me di cuenta que tenía razón, y tras quitarme mi prenda interior empapada, ¡acabé por vestirme sumamente excitado… uuummm!!.

Hombre que comenzó nuevamente con su charla, comenzando a convencerme de un juego, no siendo este otro que de intercambiar actos. Y tras esa descripción de dicho juego, recuerdo que me quede callado y sonrojado, pero que sus palabras y la manera de liarlas, y explicarlas, acababan por convencerme. Juego que no era otro que de masturbarnos como mamárnosla, pero en ambas cuando le toco a él, aprovechaba para penetrarme con sus dedos, mientras yo, no me veía haciéndoselo.

Hasta llegar el gran momento, no siendo este otro que la penetración, hombre que tuvo el control y la delicadeza de introducírmela, deteniéndose cada dos por tres y poder adaptarme a su grosor, ¡continuando hasta llegar a tener dentro la totalidad de su verga… ooohhh!!. Comenzando con un mete saca muy lento y pausado, ¡transmitiéndome una calidez y placer muy placentero… uuuffff!!.

Dejándole hacer a pesar de querer follarme en mil posturas, permitiéndole penetrarme en donde quisiera, ¡pues su aguante era increíble como al mismo tiempo generoso… uuuffff!!. Incluso, permití que me penetrara en sitios diferentes, e incluso llegado el momento, permití que se corriera dentro de mí sin protección alguna, pues no dejaba de alardear…

  • “La finalidad de todo goce, no es otro que hacerlo de forma natural, sin que haya por medio nada, además es el mayor de los placeres”.

Y esté llegaba a correrse de forma abundante, tanto la primera vez como la segunda, e incluso llegaba a venirse hasta una tercera, dejándome prácticamente lleno por dentro, ¡eso por la vergüenza que sentía al caminar y sentir por mis piernas como se diluían sus fluidos desde mi orificio… uuuffff!!. Y esos encuentros los hacíamos a diarios, no habiendo día de la semana que no me pusiera de a cuatro, como de pie o como le venga en gana, ¡disfrutando él de mi estrecho orificio como yo de su polla y aguante… uuuffff!!. Hasta que llego a su fin, y todo con la finalidad del verano…

Pero hace unos días, me lo encontrado de casualidad, obviamente lo he visto bastante mayor pues han pasado cinco años, pero aun así el muy cabrón, aún conserva ese atractivo que le denominaba, y que tanto me ponía. Y esté se me quedó mirando, como si mis ojos le recordaran a alguien, obviamente con la mascarilla le fue difícil reconocerme, pero tras quitármela no tardó nada en reconocerme, acabando por acercarse y saludarnos.

Comenzó por invitarme a tomar algo y hablar de nosotros, conversación que me conto los malos tragos pasado con el Covid, pues amigos y familiares suyos de su quinta se han quedado por el camino. Pero cambiando de tema, no deja de decirme lo bien que estoy, e incluso mucho más atractivo y bueno que antes, no dando crédito a lo que veía.

Y tras preguntarme si tenía otros planes, acabo por invitarme a cenar en su casa, finalizando con una copa y hablar de los viejos tiempos, sabiendo de sobra donde acabaríamos. Y dicho y hecho, acabamos follando y demostrándome que, para nada, había perdido un apis de buen semental y follador. Haciéndome disfrutar a tope y eso pienso que eso es lo que nos queda, ya que ahora desea continuar disfrutando el tiempo que pueda de mí.

Pero en nuestra anterior conversación, me hizo saber que para vernos debía de ser con otro contesto, pues al quedarse viudo, no desea que sus hijos le vean saliendo con chicos. Y sugiriéndome que con el cuerpazo que según él tengo, piensa que le puedo dar otra finalidad estando con él, o sea que quiere verme pasar como una chica. Cosa que paso en nuestra última cita, y cuyo hijo y amigo de mi padre, no dejo decirme cada dos por tres…

  • “Tu cara me suena”.

Y yo en plan coña, no dejaba de decirle…

  • “Pero eso no es un programa de televisión”.

Respondo mientras su propio padre no deja de meterme mano bajo la mesa, ¡no dejando de jugar con mi jaula de castidad o con el plug que llevo metido… uuummm!!. Y que, al oído, me suelta…

  • “E incluso ahora así de chica, me gustas más, no veas como me tienes con eso que llevas puesto, ¡si a mí me das esta caña… ni me imagino la caña que le metes a tu mujer… eeehhh!!”.

Y hacerme levantar y llevarme a los aseos, donde tras entrar en de minusválido, me penetra como si aún tuviera sesenta años o menos, no dejando de alabar mis rasgos afeminados. Eso como lo bien que me sienta la ropa femenina, las medias o el liguero, o asombrado que pueda caminar perfectamente sobre unos tacones de ocho centímetros sin perder el equilibrio. Y decirme al oído…

  • “Cuando lleguemos a casa, pienso estar recuperado, y te voy a coger nuevamente, pero esta vez sobre la mesa o en el mismo sofá, ¡pero no permitiré que te quites estas prendas de zorra… ooohhh!!”.

Y es un viejo amante más, algo celoso cuando me ve en compañía de otros amigos, y no tanto como cuando me ve con mi esposa, y él es uno de esos que me pide que me divorcie, pues estando con él no me faltara nada, ni dinero ni sexo. Pero obviamente no soy trans, ni bisexual, sino alguien curioso o mejor dicho heteroflexible… en esto del sexo, ¡y sumamente caliente… uuummm!!. Pero bueno, antes de dejaros, debo decir hacia aquellos lectores que comparte conmigo sus criticas que, acepto todas ya que me enseñan a ver mis defectos, y sabiendo de sobra que peco sobre todo del gerundio. Pero no es mi intención entrar en un intercambio dialéctico al respecto, tampoco pido que nadie se crea mis vivencias, solo las comparto, porque son tan reales como la vida misma.

No me tengo que excusar porque amo el sexo como el que más, considerándome un adicto, disfrutando en toda su plenitud y disfruto mi vida con pasión. No importándome a veces la apariencia de libertinaje que doy, pero disfrutando aún más al poder compartirlo con todos vosotros como manera de desahogo.

Así que, aquellos que me leáis esto y no me crees, pienso que es tu problema, pero pienso que la vida hay que disfrutarla y vivirla, como uno sepa mejor porque pasa muy rápido. Y lo dicho, agradecer a todos aquellos que me seguís y me leéis, deseando que os haya gustado. Si queréis saber más de mí, me lo hacéis saber a mi email es: jhosua 1974 @ Gmail . com (obviamente todo junto).