Cachondeando con mi jefe
Cuando lo conoci, fue algo que jamás me imagine. Mi jefe, ese pelón insoportable y yo en un carro retozando.
Hola! Primero que nada quiero presentarme. Mi nombre es Anita y tengo 29 años. No soy una mujer despampanante es más soy llenita pero con una cara de muñeca y unas tetas de infarto. Soy caliente por naturaleza, pero se dónde y con quién hacer las cosas, sino cual es el chiste? Una reputación por los suelos no es bueno para ninguna mujer y menos para una mujer profesional. Esta historia empezó hace un par de años.
Inicié nuevo trabajo y me presentaron al hombre que sería mi jefe. La verdad a primera vista no era un hombre que llamara la atención, alto, moreno, algo llenito y pelón como una sandía, sin embargo era un hombre agradable a primera vista y amable. No tuve mucho contacto con el al principio, cada quién en sus cosas y yo siempre he sido una mujer que se dedica a su trabajo y no a andar en chismes y cosas por el estilo. Sin embargo, poco a poco se convirtió en una persona insoportable. Había tratado de ligarse a una compañera y todo habia salido mal y desde ese día fue el ser más insoportable del planeta con nosotras. Todo los días había algo mal en el trabajo y se desquitaba con nosotras del rechazo de mi amiga. Poco a poco empecé a tomarle un odio condenado al tipo, de caerme bien, empecé a no soportarlo y a mantenerme incluso más alejada de él que nunca.
Un día que necesitaba usar su computadora, al desbloquearla me dio mucha risa encontrar un listado de hoteles en el sector a los que se podía ir a pasar un rato alegre. Tome el screenshot y nos reímos un buen rato con mis amigas. Sin embargo me entró una duda, con quién andaría cachondeando ese cabrón? Definitivamente tenía que ser alguien de la empresa, la duda era quién. No está de más decirles que la idea de cogermelo empezó a surgir en mi cabeza. Empecé a fantasear con meterlo en mi pequeña oficina y chupársela hasta que se corriera en mi boca. Con mucho tacto me volví a acercar a el, quien empezó a recibir con mucho agrado que lo volviera a saludar y poco a poco fui aumentando la cercanía. Después de que jamás le hablaba me volví su mano derecha. La idea de cogermelo estaba ahí todos los días cuando nos quedabamos hasta tarde juntos en la oficina, o cuando nos tocaba salir a hacer alguna diligencia solos en su carro. Sin embargo el jamás movía un dedo para acercarse a mi como algo más que amigos o compañeros de trabajo.
Un dia me notificó que se iba de la empresa e iba a empezar a entrenar a su reemplazo, que necesitaba toda mi ayuda para que la transición fuera un éxito y que nos iba a tocar trabajar más cerca que nunca. Yo acepté ayudarlo y el tiempo juntos se multiplicó. Mis pensamientos seguían en meterme esa polla en mi boca y comermela toda. Quería que me llenara las tetas de leche y me cogiera durísimo contra el escritorio, pero nada. Hasta que un día me llevo al balcón de la empresa, de donde se veía toda el área que el manejaba y me comunico que yo sería su reemplazo. Me dijo que me encargaba todo el trabajo que el había realizado y que siguiera las metas que se había trazado y que le había ayudado a lograr en los últimos tiempos. Me quede sorprendida y las piernas me empezaron a temblar, no sabía ni que decirle y solo pude recostarme en el balcón para evitar caer al piso. El me abrazó por detrás y se pegó a mí. senti cada centímetro de su cuerpo acercarse y pegarse, ese calor que salía de el. Sentí como nuestras respiraciones se aceleraban y como su pene se levantaba contra mi trasero. Senti su respiración en mi cuello y como sus manos se aferraban a mi cintura. Y de repente.. lo llamaron por los altavoces de la empresa y se rompió el encanto. Maldije a su estúpida secretaria por interrumpirnos en ese momento donde al fin estaba logrando un adelanto en mis intenciones.Después de ese día el no volvió a intentar acercarse a mí y yo empecé a salir con alguien más, asumí su cargo en la empresa y el se fue a trabajar a otro lugar. Nuestra comunicación se enfrió un poco hasta que un día me llamo y me dijo que estaba afuera del trabajo que le urgía platicar conmigo.
Era un caluroso día de verano y solo me había puesto un vestido floreado con un escote de infarto, no por llamar la atención sino por el calor que casi alcanzaba los 35 grados. Cuando sali de la oficina y lo vi recostado contra su carro, sin saco o corbata, con las mangas de la camisa arriba y con una gorra de los Yankees mi corazón se detuvo. Jamás lo había visto tan relajado y con tanta confianza en si mismo, se veía tan sensual y atractivo, estuve tentada a saltarle encima en ese momento pero me contuve. Me abrió la puerta del copiloto y puso música de Rammstein a todo volumen en el reproductor y empezó a manejar muy rápido. Le pregunté a donde me llevaba y me dijo que era una sorpresa. Supe que algo habia pasado inmediatamente, pues manejar rápido y con rock pesado no era su estilo. Me llevo a un restaurante a unos 40 Kms. de nuestra oficina y me dijo que se iba del país. Lo habían despedido por unas malas decisiones de negocios y estaba arruinado. Mi corazón se cayó al piso y me puse a llorar. Le dije que el sabía que podía contar siempre conmigo y que en lo que pudiera ayudarlo, solo lo pidiera. El se acercó a mi y me abrazó y me dijo muy suave al oído "Solo con verte ese escote, ya me alegraste el día". Me quede paralizada y me beso.
Había fantaseado tanto con ese beso que no me lo creí cuando finalmente paso. Se dedico a recorrer mi boca con su lengua, a morder mis labios y cuando puso la mano en mi espalda y me acercó no pude reprimir un gemido. Se sonrió, puso el dinero sobre la mesa y me dijo vamos te iré a dejar al trabajo. Ah pero yo no lo iba a dejar que se escapara tan fácilmente. Nomás nos subimos al carro lo bese de nuevo, lo abracé y pegué mi cuerpo lo más que pude a él. El me siguió el juego y empezó a morderme los labios. Instintivamente empecé a arrancarle la camisa y el a subirme el vestido, Nuestras respiraciones estaban aceleradas y de un salto me pasé para la cabina trasera de su carro. El me siguió y sin importarnos que estuvieramos aún en el parqueo del restaurante me quitó el vestido y yo a el la camisa. Me senté sobre sus piernas a horcajadas y suavemente empecé a moverme hacia arriba y abajo sobre el. Sentía la dureza de su pene por debajo de mis bragas y ese calor que quemaba. Me quitó el sujetador y empezó a chuparme las tetas. Alcance el orgasmo solo de frotarme contra el. Senti los espasmos y un chorro de líquido salió de mi manchando sus pantalones. El solo me dijo, "Anee no vas a dejarme así". Tomo mis bragas y las jaló hacia arriba, con lo que la tela se convirtió en un hilo que quedaba enmedio de mi trasero y que rozaba mi clitoris. Se abrió los pantalones y dejó al aire esa verga gruesa que siempre había imaginado. No era muy larga pero cuando la ví empecé a dudar que fuera a caberme en mi vagina. Me introdujo un dedo en la vagina y gemi de placer. con el pulgar empezó a jugar con mi clítoris y cuando se vio cuenta que estaba mojada y lista de nuevo me la metió de un solo empujón.
Que dolor peor que gozada fue sentirlo dentro de mí. Empecé a cabalgarlo frenéticamente. Ambos gemiamos de placer y nos besabamos viéndonos a los ojos. Sentía como entraba y salía esa gran vergad e mi enterior y como yo estaba mas mojada que nunca. Llegamos juntos al orgasmo y no pude contener un grito de placer y el un gemido como de un animal herido. Sentí como bombeaba semen dentro de mi, y solo pense "carajo, estoy en mis dias fertiles". Los vidrios del carro estaban empañados, y me dio muchísima pena cuando el encargado de seguridad del restaurante se acercó a tocar la ventanilla del auto y nos dijo que por favor fuéramos a cachondear a otro lado y no en un parqueo. Con una sonrisa me quité mis bragas llenas de mis liquidos y del semen de mi amor y se las pasé por la ventanilla al encargado y le dije como toda una puta, "goza tu también". Se puso rojo como un tomate y mi querido jefe solo soltó una carcajada. Se disculpó como todo un caballero y me ayudó a ponerme mi sujetador y a cerrarme el vestido. Me beso suavemente en los labios y arrancó el carro. Me dijo "Anee, que puta me resultaste, si hubiera sabido que eras tan salida te hubiera puesto en cuatro en la oficina desde el día que te conocí. Sabes, fantasee mucho con metertela. Es más un día no aguantaba más las ganas de hacerte mía y empecé a buscar hoteles cercanos y proponerte que fueramos a revolcarnos y a gemir como animales, peor con esa tu cara y actitud de santa de iglesia, hasta virgen pensaba que eras" Me sonrojé y le dije, "No te vayas Mario, quédate en el país y salgamos adelante juntos como el equipo que somos". Detuvo el auto a la orilla de la carretera, se bajó y se quedó viendo el paisaje por algunos minutos. No me animé a bajarme o seguirlo, lo esperé adentro del carro, luego se volteó con la cara llena de lágrimas y me pidió que bajara. Se hincó frente a mí y me dijo, "Deja al pendejo ese que tienes como novio, ayúdame a salir de este infierno y múdate conmigo". Lo besé y acepté. Esa misma tarde vacié mi apartamento y me fuí con él. Un par de semanas después descubrí que estaba embarazada.
Es mi primer relatoque publico en esta página. Me gustaría saber que opinan y que puedo mejorar. Gracias por leerme