Caballo loco (7)

Continua la historia del personaje de las pampas...

CABALLO LOCO VIII

En la habitación de la gran casona se oían gemidos y grititos de placer que nadie tenía intención de apagar o reprimir. Todos los que allí estaban disfrutaban a pleno de las sensaciones que producían caricias, besos y tocamientos dados y recibidos.

Tobías estaba sentado al borde de la enorme cama de su patrona, desnudo y con la pija dura como garrote, prendida de ella se encontraban Lily y Ana las hijas de está. Las chicas mordían alternativamente la cabeza morada y los huevos duros de Tobías que aullaba de placer, las chicas no dejaban un minuto de darle chupadas y disfrutar de el poderoso dardo de el capataz de su padre que gozaba de las bocas hambrientas, siempre deseosas de estas bravas y calientes niñas.

Acostada en el otro extremo de la cama se encontraba la madre de estas, Beatriz, totalmente desnuda y bella, sosteniendo sus tetas para que Susana la hija de Tobías, las mordiera y gozara, sin descanso. Mordía el oscuro pezón de Beatriz que en tanto acariciaba la cabecita de Susana que pasaba por esas tetas la lengua una y otra vez, en tanto con sus dedos, tocaba suavemente los labios de la vagina mojada y chorreante de jugos de su señora. Susana de pronto subía hasta la boca de Beatriz que la esperaba ansiosa y tragaba la lengua de su pequeña y ambas mujeres se mordían los labios, se chupaban las lenguas.

Beatriz ahora se incorporaba, sentándose en la cama, sobre sus rodillas Susana se sentaba sobre ella ofreciéndole sus pechitos para que la boca de la señora la devorara como solo ella sabía hacerlo. Beatriz con los dedos escarbaba el anillo dilatado de Susana que no dejaba de tener un orgasmo sobre otro.

Lily tenía atrapado el garrote de Tobías con sus manos experimentadas, mientras Ana lamía cuidadosamente el culo de Tobías que aguantaba estoico los embates de estas dos amazonas. Ana lentamente buscó el agujero del capataz y enterró un dedo y empezó a cogerlo con delicia y perversión. Tobías disfrutaba a más no poder. El hombre estaba acostado sobre la cama, Lily entonces se montó sobre, para empezar a cabalgarlo tranquilamente, despacio, sin apuro, disfrutando cada momento de tener enterrado en su cuerpo la vara ardiente de Tobías, que sudaba y gemía.

Beatriz había bajado a la altura de la conchita salina de Susana y hurgaba con su lengua en esa cuevita que bien conocía, pero que no por eso dejaba de degustar con pasión y locura. Sus dedos se perdían en el culito de Susana que caliente explotaba una y otra vez sin descanso y sin apagarse.

Lily montada sobre Tobías y Ana lamiendo los huevos y el ano de este que ya no podría soportar mucho tiempo en ese ritmo fatal que le imprimían estas devoradoras de pijas y culos, como el las llamaba para si. En la habitación predominaban los suspiros y los gemidos de placer sin cesar. Ana corriendo a su hermana, tomo su lugar y se clavó la verga del capataz, dando un enorme suspiro, su hermana se prendió ahí mismo de las tetitas de Ana que se lo agradecía diciendo __ Así, Lily, chupame, chupame, mórdeme ¡ahhhh!__

Beatriz y Susana ahora acostada en sesenta y nueve se chupaban las conchas ardientemente sin respiro. Las lengua lanzaban fuego en cada uno de los sexos totalmente chorreados por los flujos que emanaban como una fuente de los encantos del sexo desenfrenado entre dos mujeres, rodeadas de otras personas sin la menor inhibición.

Ana pedía __ ¡Dame por el culo Tobías! ¡ Dámela por el culo!__ Lily lamió el culito de Ana, llenándolo de saliva para facilitar la penetración. Tobías se colocó detrás de la niña y apuntando con su arma, primero la apoyo en el excitado orificio y empujando despacio fue llenándolo de carne como lo deseaba la niña __ ¡Ahhhh! ¡Rómpeme toda, hijo de puta! ¡Ahhhh!___ Tobías bombeó sin pausa, entrando y saliendo del agujero de Ana y explotando sin miramiento, llenando de leche el culo de Ana. Lily, una vez que Tobías sacó su verga chorreando, la engulló sin darle respiro y la limpió hacendosamente, hasta dejarla brillante. Luego atacó el orto de Ana que estaba exhausta tirada sobre la cama con la cola para arriba, la lengua de su hermana la reanimó y acercándose a las otras mujeres se prendió de la boca de Susana, dándole un beso interminable, cruzando sus jóvenes lenguas, en tanto Lily seguía con su lengua inquieta en el anillo de su hermana.

La madre se colocó detrás de Lily y con sus dedos la clavó en el culo hermoso y duro de la hija que se retorció de placer y empezó a mover la pelvis para enterrarse aún más lo dedos deliciosos de la madre. Mientras que con la boca lamía, besaba y mordía las nalgas de Lily.

En eso estaban cuando Armando, el patrón, entraba a la habitación con un vaso de ginebra en la mano y se acercaba a Tobías diciéndole __ Sácame la ropa __ Tobías se incorporó y empezó a desprender la camisa, la tiró al suelo y con sus dientes apretó las tetillas de Armando __ ¡Ahhhhh!¡Que dulce! ¡Eres mi puta preferida!__ El capataz llegó al cinturón y lo desprendió, el pantalón cayó al piso y la verga de Armando apareció en todo su esplendor, este seguía bebiendo y atrapando la cara de Tobías le plantó un enorme beso, ofreciéndole la lengua a su capataz que chupo sin reparos. Con la mano poderosa, el capataz, amasaba la pija de su patrón con ansía salvaje.

Ahora Beatriz chupaba la concha de Lily, está a su vez chupaba a Susana quien lamía a Ana y ella cerraba el círculo lamiendo a su madre. Las mujeres formaban un hermoso cuadro de placer incontenible, dando rienda suelta a sus deseos más íntimos.

Tobías mientras tanto chupaba la verga de su patrón que ahora se encontraba acostado en la cama gozando de la sensible chupada que le propinaba Tobías. __ Sigue así mi puta ¡Ahhh! ¡ Muérdela, es toda tuya, siéntela, mi puta!__ La lengua de el capataz hacía maravillas en el tronco de Armando que se retorcía en la cama y gritaba de locura.

A todo esto la vara de Tobías se había levantado al máximo otra vez. Sintió una boca que lo tragaba, cuando observó vio a Beatriz metiéndose la verga en la boca Armando rogó que el capataz lo atravesara, este así lo hizo, clavando la herramienta hasta lo más hondo del ojete de su patrón __ ¡Ohhhh! ¡ Eres un amor Tobías, ahora soy tu puta! ¡Dame sin asco, por favor, penétrame!__

Las otras chicas viendo la escena se acercaron en ronda a observar la cogida de el capataz y el patrón, este lo penetraba con las piernas en los hombros de Tobías. Lily no aguantó mucho está visión y se trepó a la cama, acercándose a su padre se clavó a la vergota de este sin miramientos. Armando fue sacudido por enormes oleadas de lascivia y placer, mientras su hija lo cabalgaba sin respiro. __ ¡Así hijita, muévete así! ¡ No pares, no pares! ¡ Sígueme dando Tobías, ábreme bien el culo, es todo tuyo!__ Beatriz en tanto lamía el culo de Tobías y seguía enculando a su patrón. Mientras las chicas se besaban y acariciaban los pechos.

Armando acabó llenado de líquido la conchita de Lily, quien se retiro no sin antes limpiar la vara de su padre y tragándose todo el fluido de su progenitor. Beatriz en tanto pidió __ ¡Cójeme a mi Tobías, hazlo por favor!__ Armando asintió __ Hazlo Tobías, dale a la puta de mi mujer, cójetela como a ella le gusta__ Tobías se retiro de su patrón y Beatriz estaba en cuatro patas __ ¡Dame por el culo! __ Tobías too de las caderas a su patrona y la clavó en un instante, con la dilatación que está tenía no tuvo ninguna dificultad __ ¡mmmm! ¡Siiiiii! ¡Ahhhhh! ¡ Eso es, eso es! __ Beatriz movía sus caderas incesantemente y apretaba con su maravilloso culo la verga que la estaba gozando.

Armando en tanto chupaba la concha de Susana y de Ana, Lily lamía el ano de su padre con furia y le arrancaba alaridos furtivos y lujuriosos __ ¡Ahhhh!¡ Eso, así chiquita, haz feliz a tu padre! ¡ Mete esa lengua! __ Lily besaba los testículos del padre en rápidos y fugaces tocamientos con la lengua, esto hacía enloquecer a su padre, que chupaba con más vehemencia las conchas de las niñas que acababan una y otra vez.

Tobías apretaba las tetas de la señora y le susurraba al oído __ ¡Eres una perra! ¿Te gusta, puta? ¿Eres mi puta? __ ella contestaba __ ¡Si lo soy, mi culo es tuyo! ¡ Dame la leche! __ Tobías preguntó __ ¿ Donde la quieres? __ Beatriz entre gemidos decía __ ¡Dámela en la boca! __ Unos movimientos más y el capataz sacaba la verga del ano de Beatriz, ella acercaba la boca y una cantidad abundante de leche salía, llenando la boca de Beatriz y salpicando su cara, su pelo y sus ojos. Susana y Ana se acercaban a ellos y besaban a Beatriz intercambiando el líquido entre las tres, en tanto Lily y Armando se acercaban para limpiar la herramienta de Tobías que caía desfallecido y agotado sobre la cama, mientras que el padre y la hija devoraban el hierro desfalleciente, el capataz creía estar ahora en un sueño donde el aroma a sexo prevalecía en toda la habitación.