Búsqueda y Renuncia (1)
Así me comprometo a cada semana entregar un nuevo relato hasta que este narrador encuentre a la mujer madura que cristalice todos sus sueños.
Búsqueda y Renuncia (Capítulo I)
1.- Me haré llamar Edipo Masoch, soy un joven de 23 años que radica en México, Distrito Federal y me siento particularmente atraído hacia las mujeres maduras, en esta serie de relatos desfilarán seis personajes principales que representan mis principales fantasías, son tres parejas compuestas por madre e hijo, Patricia y Eduardo, Penélope y Alberto y por último Elizabeth e Iván, estas tres mujeres sedujeron a sus respectivos hijos cuando ellos apenas eran unos adolescentes, Eduardo cuando tenía apenas trece años cuando juró lealtad eterna a su madre de 35 al tiempo que ella lucía un excitante disfraz de Mujer Maravilla, Penélope a sus 37 años subyugó hábilmente a Alberto, un chico de catorce años que tenía sueños de viajar y vivir aventuras, pero su madre lo encadenó a una vida de rutina y responsabilidades y finalmente Alberto aceptó su destino de mandilón cuando desde sus 17 años su progenitora lo presionaba todos los días para que la embarazara y se resignó a renunciar a todos sus sueños por amor a su mandona madre-esposa, y finalmente Iván que desde sus quince años es oficialmente esclavo de su propia madre, La Señora Elizabeth que tenía 39 años cuando resolvió despojar a su hijo de toda independencia y dignidad.
2.- Así me comprometo a cada semana entregar un nuevo relato hasta que este narrador encuentre a la mujer madura que cristalice todos sus sueños, renunciaré a todas mis ambiciones si usted es la Diosa madura que a su vez desea a un joven que le acompañe a todas partes para siempre, o tal vez desea a un joven que contraiga matrimonio con usted y esté dispuesto a formar una familia, o por último tal vez usted desea a un muchacho que cumpla todos sus caprichos, ejecute todas sus órdenes y acepte gustoso todas sus humillaciones y castigos... Viajaré a donde sea para estar a su lado, hermosa mujer madura... Y si eso es imposible entonces aceptaré compartir fantasías incestuosas y de dominación con alguna señorita que no tema abrirme sus sentimientos. Estos seis personajes que he retratado no serán los únicos ya que ésta es y será la única enciclopedia de las perversiones y desviaciones personales de Edipo Masoch, no deseo escribir un cuento pornográfico más, ésta será verdadera literatura de reflexión.
3.- Comenzaré esta serie con Iván que un día se halló esposado de pies y manos a su cama y la Señora Elizabeth le dijo cuando recién despertaba "Hola, mi amor, esta va a ser la noche más larga de tu vida, por que tengo el tiempo que yo quiera para hacerte lo que yo quiera y tú no podrás hacer nada para impedirlo", Iván guardo silencio pero aún así la Señora le metió uno de sus calzones más apestosos y le sello la boca con cinta de aislar, le hizo cosquillas en los pies, lo depilo con cera, le hizo caricias en el cuello a sabiendas de que él era muy sensible de esa parte, le derramó cera derretida en el cuerpo, le quemó los pezones con colillas de cigarro lo que le provocó una enorme erección, todo eso mientras Verónica, una noviecita del muchacho junto con su familia esperaban afuera ya que La Señora ya había dado "permiso" para que Iván fuera con ellos a una pequeña excursión al campo, pero de nada sirvió que él preparara sus maletas a tiempo, sólo escuchó los gritos de Verónica y la camioneta partir luego de una hora mientras Elizabeth lo torturaba.
4.- La relación entre Patricia y Eduardo fue muy diferente desde el principio, a pesar de que el muchacho no estaba muy seguro sobre en lo que se estaba adentrando Patricia lo calmó diciéndole "los dos queremos esto, conocemos absolutamente todo el uno acerca del otro y nos queremos, sentimos atracción mutua y nadie te va a querer más que yo", desde ahí fueron una pareja muy feliz en toda forma. Mientas que Alberto e Iván sentían un placer morboso y digno de permanecer oculto al ser mascotas o juguetes sexuales de sus propias madres Eduardo se sentía pleno y libra al lado de una mujer que él veneraba y a la vez le correspondía en todo. Compartían la misma pasión por narrar historias y aún más las pornográficas, ambos escribieron una historia de un jovencito que es seducido y dominado por la directora de su escuela.
5.- Penélope sentía que los anhelos de su hijo eran estúpidos, él no olvida cuando su madre le dijo "yo no propicié que tuviéramos relaciones sexuales para que desperdicies tu vida en tonterías, en esta relación quien lleva las riendas por que soy tu madre y sé lo que es mejor para ti, mejor que nadie", los recuerdos de Alberto continuaban ... "yo te convertiré en un hombre de bien, trabajador y vas a