Buscando setas
Aquel día le esperaba una excitante aventura mientras buscaba setas con un experto en la materia.
La historia que voy a contar aconteció hace 2 años más o menos, por entonces yo contaba 24 años de edad y me encontraba en el campo practicando una actividad que me satisface mucho: buscaba setas (y termine encontrándome con otra cosa). En realidad tampoco es que sea un experto solo suelo coger setas de cardo y niscalos, que son las especies que conozco perfectamente, ya que coger setas a tontas y a locas entraña un considerable riesgo para la salud que a veces puede resultar fatal. El hecho es que me gusta mucho la naturaleza y coger setas me supone estar en contacto con ella además de un relajante y tranquilo paseo por el campo, también hay que decir de paso que están buenísimas y me encanta comerlas, si son cogidas por mi mejor que mejor.
Además de coger setas por supuesto me gustan otras cosas y tengo otras aficiones, principalmente los TIOS, debo decir que me gustan con locura, soy gay, y no me faltan ocasiones para practicar mi otra afición, modestamente soy bastante agraciado rubio, ojos azules, aspecto aniñado, cuerpo juvenil y bien formado, casi no tengo vello y el poco que tengo es rubio y apenas se nota, tengo también una buena, en fin ya me entendéis y sobre todo tengo un culete respingón cosa mona que vuelve locos a todos los hombres con los que he estado, que son unos cuantos, más bien bastantes.
Aquel día, y paso ya a centrarme en mi historia, había ido a un paraje a unos 100 km. De Madrid, era el mes de octubre y aunque había llovido bastante los días anteriores hacía muy buena temperatura, por esa zona abundan los pinares que es el lugar donde deben de buscarse los nízcalos era bastante temprano y el lugar estaba totalmente solitario, además era un día entre semana que me pude escapar de currar, la temperatura, como ya dije antes, era buena y me quede en pantalón corto ya que llevaba uno de esos que se desmontan por medio de una cremallera, iba entrando la mañana no había demasiados nizcalos aunque ya había cogido unos cuantos, disfrutaba en solitario de la paz y el sosiego de un saludable paseo por el campo, cuando divise un individuo de lejos que caminaba en mi dirección, así es que en un par de minutos aproximadamente estuvo a mi altura, era un señor de buena pinta y alrededor de unos 50 años de edad.
-Buenos días, me saludo, a lo que yo cordialmente respondí a su saludo con el mío.
-Qué tal se da. Pues regular, le conteste, parece que no hay demasiado este año, me echo una mirada a la cesta y dijo: vaya no esta mal, yo llevo menos.
Yo eche un ojo hacia la suya y vi que llevaba algunas especies de setas que no conocía por eso le pregunte sus propiedades y si eran comestibles. El me explico bastante detalladamente, e incluso me dio sus nombres científicos que si boletus noseque, que si boletus nosecuantos.
Parece que es usted un experto en esto de la Micología. No creas solamente lo justito, me contesto, así continuamos por un rato charlando de setas y cuales eran los mejores lugares y temporadas. Luego la conversación fue tornándose paulatinamente cada vez mas íntima y centrándose en temas más personales. Me comento que era raro ver gente tan joven dedicando su tiempo a esta actividad, le dije que no era tan joven tenía 24 años, el se río y dijo que me había echado menos de 20 por mi aspecto aniñado y por que apenas tenía bello (llevaba pantalón corto). Además la mayoría de los jóvenes prefieren ir a discotecas y lugares bulliciosos, o bien pasear con su novia. El hombre la verdad me cayo simpático y en absoluto me moleste, ni tampoco me pareció demasiado indiscreto, sino que su tono afable me animo a seguir su conversación (además me pareció muy atractivo, todo hay que decirlo, tengo especial debilidad por los hombres maduritos). Le di la razón en que tenía muy poco bello, aunque mejor así porque tener mucho bello no sirve de nada, pero le aclare que si iba a discotecas y sitios bulliciosos que hay tiempo para todo y en cuanto a la novia carecía de ella luego malamente podía dedicarle mi tiempo.
Tienes razón en lo del bello y la verdad es que a mi me encantan los cuerpos sin bello, me parecen más estéticos y si no tienes novia, un muchacho guapo y bien parecido como tú, seguro que es porque tú no quieres. Pues será eso que no quiero, le conteste rápidamente, ruborizándome ligeramente porque me daba la sensación de que me estaba tirando los tejos.
En ese momento el se detuvo y se dirigió hacia un pino a tres o cuatro metros, yo creí que iría a coger alguna seta, cuando me dijo: me vas a perdonar no quiero parecer descortés pero me estoy orinando, perdona que interrumpa esta conversación tan interesante, se coloco cerca del pino, girado ligeramente, yo miraba para otro sitio, oí la cremallera de su bragueta y enseguida un chorro sonaba abundante contra la tierra, casi con estrépito. Ya no pude aguantarme más y mire con disimulo, el abundante chorro salpicaba y humeaba al caer al suelo, aunque estaba sesgado pude ver su polla en parte, solo el capullo y la primera impresión que me hice es que debía ser enorme, subí la vista despacio y me encontré con su mirada, entonces el se giro y me ofreció una visión completa, lo que confirmó que tenía un pollón enorme de los que se ven en las películas y no en todas, termino de mear y se la sacudió y siguió meneándola delante de mi como invitándome a probarla, la cosa estaba ya clara, el supo mi interés ya que me sorprendió mirando y yo pude ver su aprobación y a su vez que el interés era recíproco ya que se la meneaba con descaro delante de mí, así es que lo que seguía estaba claro, se presentaba una buena sesión de follaje salvaje al aire libre.
Para romper el hielo le pregunte pícaramente qué clase de seta era aquella y el me contesto que un champiñón de entrepierna, pues es enorme replique nunca vi uno tan grande y dime: es comestible?. El seguía mi royo, bueno me dijo, más que comerse en realidad se chupa, pruébalo y verás lo sabroso que es.
Mire alrededor y comprobé que por la zona abundaban los arbustos y si alguien venía sería difícil que nos viese y si por otra parte nos veían que le vamos a hacer el campo es de todos y ocasiones así no se deben desaprovechar.
Camine hacia él y me arrodille quedando su hermosa polla al lado de mi cara, colgando majestuosamente con su capullo a medio aflorar, de inmediato me amorre al pilón como suele decirse, baje el prepucio y engullí aquella colosal polla tanto como fui capaz, sintiendo su sabor, la suavidad de su capullo y como se hinchaba y erguía dentro de mi garganta, teniendo que abrir las mandíbulas al 100\% una vez que la tuvo empinada totalmente, la recorría con mi lengua de arriba abajo, chupeteaba sus hermosos cojones y la engullía de nuevo. Esta rica, me preguntaba, a lo que yo con la boca llena movía la cabeza ligeramente arriba y abajo en sentido afirmativo ya que no podía hablar, además es de mala educación hablar con la boca llena, y desde luego la tenía bien llena. Pronto la tuvo tiesa totalmente, yo seguía chupando y el acompañaba el movimiento con sus caderas introduciéndose aquel rabo tan profundamente en mi garganta que me provocaba arcadas pero no por asco, por supuesto, sino porque era tan grande que me atragantaba y me dejaba casi sin respiración.
Continué chupando con deleite hasta que me cogió las manos y suavemente tiro de mí hacía arriba, cuando creo que estaba a punto de correrse. Me puse de pie y ahora fue el quien hinco la rodilla en tierra, desbrocho mi pantalón y estrajo mi pene que estaba totalmente erecto, también debió gustarle porque inmediatamente comenzó a mamármela con gran ansía al tiempo que bajando mis slip me magreaba el culo e introducía un dedo dentro de mi ano. Estaba tan excitado y el parecía tan experto que no tarde apenas dos minutos en correrme dentro de su boca, el recibió la abundante leche y prosiguió hasta mis últimos espasmos de orgasmo.
Después del orgasmo, que fue de gran intensidad, las piernas me temblaron ligeramente y mi culo quedo apoyado contra el pino que estaba detrás, él entonces llevo una mano hacia su boca y usándola como si fuese un cazillo escupió todo mi semen en ella sin derramar una sola gota, la corrida era tan abundante que su mano quedo prácticamente llena de leche, estando aún de rodillas miró hacia arriba y me dijo que usaría mi propio semen para lubricar mi culito y que su polla me penetrase con más suavidad para así follarme mejor, pidiéndome que me diera la vuelta, yo accedí aunque dudaba, por un lado deseaba que ese pollón enorme me enculase hasta los huevos, pero por otro era muy grande y me daba un poco miedo que me hiciese daño, así es que le dije que fuese con cuidado que tenía una herramienta de gran calibre y no estaba acostumbrado a que me dieran por el culo con demasiada frecuencia (esto en realidad no era cierto, si estaba acostumbrado a poner el bul todo lo que hiciese falta ya que no había nada que me satisfaciese tanto como sentir un buen rabo dentro de mi ojete).
El por su parte me tranquilizó - no te preocupes que tratare tu precioso culito con delicadeza y le haré los honores que se merece-. Entonces comenzó a untarme el cremoso semen que mantenía en su mano izquierda, primero untó mi ano y luego introdujo su dedo chorreante de mi propia leche en mi agujero note que entraba con gran suavidad, luego unto dos dedos y los introdujo ambos, sacándolos y volviéndolos a introducir con un ritmo lento pero acompasado y combinando con movimientos giratorios que hacían que mi culito se abriese paulatinamente. De vez en cuando sacaba sus dedos y volvía a untarlos, yo con ambas manos me habría las nalgas para facilitar sus acciones. Así en poco tiempo estuve preparado, además me ponía cachondísimo el oír como piropeaba mi trasero que si tienes un culito perfecto, que si jamás vi culito tan precioso, tienes un culito que esta para follarlo, te voy a clavar la estaca hasta los cojones, etc. etc. Por otra parte la estimulación anal que me practicaba con sus dedos me causaba tanto placer que mi picha estaba totalmente tiesa y mi excitación era tanta que termine por pedirle con urgencia que me la metiera sin perder ni un instante.
El ante mis peticiones se levanto, con el fluido que todavía quedaba en su mano izquierda se froto el miembro que estaba en total erección y comenzo a restregarme la polla por el culete, me rabeaba por ambos cachetes restregando su nabo y huevos por todo mi culo y yo como una perra en celo pedía que me penetrase, que ansiaba que ese peazo de rabo abriese mis carnes firmes y juveniles.
Por fin llego el momento tan ansiado de penetrarme, dirigió su cañón a mi ojete, yo con ambas manos me abría el culo tanto como me era posible y sentía su grueso capullo presionando contra mi ano, pese a que él ejercía cada vez una mayor presión no conseguía sino que apenas entrase la puntita, tenía el pantalón y el slip a la altura de las rodillas lo que me impedía abrir totalmente las piernas por eso baje tanto pantalón como calzoncillo hasta los tobillos y tuve incluso que sacarme una de mis zapatillas deportivas para poder sacar el pie del pantalón, con eso conseguí poder abrir las piernas al máximo para así ofrecer una posición más adecuada y una diana perfecta para su misil, con las piernas bien abiertas y abriendo mi culo con ambas manos espere de nuevo el empuje del coloso, esta vez la cosa fue mejor y enseguida entro su capullo por entero, no sin causarme un considerable dolor que hizo escapar un grito entrecortado de mi garganta, si bien era un dolor lógico y soportable, además el placer que sentía en esos momentos merecía la pena. El retrocedía y volvía a entrar primero el capullo, cada vez que entraba de nuevo su picha se iba un poco más adentro de mi ano, en cada arremetida un centímetro más de rabo quedaba sepultado dentro de mi culo, así iba ya más o menos por la mitad cuando de un solo embite me enculo por completo hasta que sus huevos quedaron pegados a mis muslos en ese momento sentí un gran dolor como si un hierro al rojo separase las carnes de mi trasero que se abría a su paso sin remisión, hice lo posible por no pegar un alarido y si no grite con todas mis ganas fue porque enseguida el dolor desapareció y dejo paso a un indescriptible placer, me sentí orgulloso de mi culete que había engullido por completo un cipote de tamañas dimensiones. Sus más de 20 cms. se deslizaban por mi agujero despacito, pero entrando por completo, el hombre agarro mi polla desde atrás y comenzó a masturbarme al tiempo que su ritmo se iba incrementando, llegando a un punto en que la follada era espectacular su polla entraba por completo hasta que sus cojones golpeaban y quedaban apretados contra mis glúteos, sacaba toda su verga y la hundía de un solo empujón, dándome una caña por el culo como pocas veces había sentido, como al mismo tiempo me la meneaba desde atrás volví a correrme nuevamente, no de forma tan abundante pero si con tanta fuerza que la leche salto hasta quedar pegada en el tronco del pino en el cual me sujetaba, las piernas me flojeaban y quede tan aturdido que de no haber sido por el tronco del pino y aquel cipote que me tenía empalado me hubiese caído al suelo totalmente desmadejado. El con sus fuertes brazos me asía por las caderas y seguía acometiendo mi retaguardia con feroces embestidas, tirando al mismo tiempo de mi hacia atrás con lo que una y otra vez yo quedaba ensartado en aquel trozo de carne caliente que martilleaba mis entrañas de una forma tan brutal que comencé a desear que se corriera y terminara de una vez, ya que mi ojete estaba ya al límite de su resistencia. No se lo que pudo durar la follada pero seguro que al menos tuve ese enorme pollón media hora dentro de mi culo, de continuo mete y saca. La excitación era tanta que mientras el me follaba sin parar, yo comencé a masturbarme de nuevo y así tuve mi recompensa por tercera vez corriéndome de nuevo, aunque esta vez apenas salieron unas gotitas ya que mi deposito se había vaciado por completo, simultáneamente a mi orgasmo sentí el suyo, su polla se hincho si cabe más dentro de mi culo y entre suspiros y gemidos de placer descargo su leche caliente que note como llenaba mis entrañas abundantemente. Permaneció por unos instantes pegado a mi con su polla bien dentro de mi trasero disfrutando de los últimos estertores de orgasmo, cuando se retiro note como varios chorreones de semen resbalaban por mis muslos, sin duda su corrida fue tan abundante y mi ojete estaba tan abierto por la follada tan tremenda que la leche escapaba del agujero.
El final fue un poco escatológico por mis muslos resbalaba el esperma que se salía de mi ojete totalmente abierto, caí de rodillas exhausto y luego me di la vuelta sentándome sobre mi trasero desnudo y sintiendo el frescor de la tierra y la hierba, lo que en realidad sentía era la meada que anteriormente se había echado mi enculador pero me alivio bastante ya que tenía el culo al rojo vivo, en carne viva, mientras se refrescaba mi culillo el se acerco a mi, su polla se iba deshinchando y aunque un poco blanda seguía siendo enorme, me la metió en la boca y me dijo que se la limpiese un poquito, yo como chico obediente lo hice, saboreando los restos que le quedaban de semen y también los sabores de mi propio culo que impregnaban su miembro, una vez se lo hube dejado bien limpio se subió el pantalón y se sentó a mi lado, sin duda también estaba cansado.
Una vez recuperado el aliento me incorporé, saque unos clines del pantalón y me limpie lo mejor que pude las cachas que estaban llenas de tierrilla y hierbajos que habían quedados adheridos a mi culo cosa lógica después de sentarme en la tierra mojada y por el semen que resbalaba por mis piernas, así que aunque la limpieza que me hice dejaba mucho que desear decidí vestirme y justo cuando me vestía tuve la suerte de ver a escasos tres o cuatro metros del pino un magnifico rodalito de nízcalos que nos sirvió para llenar la cesta mía y la del compañero, con lo que la jornada había resultado perfecta tuve mi ración de polla y también mi ración de setas. Me despedí de Ricardo, que así se llamaba mi follador, no sin antes darnos los teléfonos y quedar en llamarnos para vernos de nuevo.
Con este señor he vuelto a quedar de vez en cuando para buscar setas y como comprenderéis también para otras cosas.