Buscando en Grindr [2]: Amigos.
Si llego a saber yo que me gustaba tanto comer pollas, te habría sacado la leche desde que te conozco.
- No sabia que eras gay. - Le dije a Hector.
- Bueno, no soy gay, o no lo sé, me gusta chupar pollas eso si.
Hector y yo habíamos sido amigos hasta los 17 o 18 años, fuimos juntos al colegio y al instituto, luego cada uno fué por un camino diferente y dejamos de vernos.
Hector agarró su cerveza y se sentó en el sofá.
- No sabia que ahora vivías aquí. - Me dijo.
- Si, me mudé hace algunos años.
Me senté a su lado y le dí un trago a la cerveza.
- ¿Sabes que me ha pasado? Me he hecho un usuario en la aplicación esta, y he quedado con uno. Resulta que era mi vecino, el tio ha venido, se la he chupado y cuando se ha corrido se ha ido. Me ha dicho que no le gustaban los tios y se ha pirado. Y me he quedado yo aquí con las manos llenas de lefa y empalmado. ¿Que te parece? El cabrón llega, se la chupo y no me dura ni 5 minutos, se corre y se va.
- Me lo dices en serio? - Me dijo riendose.
- Si, muy en serio, por eso no me lo he pensado dos veces cuando me has abierto conversación, con el calentón que llevo…
- Pues ya te puedes sacar la polla.
Me miró mientras lo decía. Yo no dudé ni un segundo y me bajé los pantalones y los calzoncillos con prisa.
Me puse de pie delante suyo con mi polla a dos palmos de su cara y él se metió mi polla aun medio-flacida en la boca. Primero escondió toda mi polla dentro de su boca y comenzó a juguetear con la lengua mientras me agarraba la base del pene.
- ¿Te gusta mi rabo?
- Me encanta. - Digo sacandosela de la boca.
En menos de un minuto estaba completamente empalmado y Hector estaba pajeandome mientras me lamia el capullo.
- Bufff, que bien que la chupas tio. - Le dije entre gemidos.
El continuaba jugueteando con mi polla, se la metía hasta la garganta y podía notar el fondo con la punta de mi polla. Me encantaba.
- Si llego a saber esto de pequeño, te hubiera dado polla desde que tengo memoria. - Le dije con voz de estar cachondo.
- Si llego a saber yo que me gustaba tanto comer pollas, te habría sacado la leche desde que te conozco. - Me dijo riendo.
Comenzó a pajearme con fuerza mientras me miraba.
- Si me pajeas así no tardaré en correrme.
- ¿A si? ¿Y donde quieres correrte.?
- Quiero llenarte la cara de lefa.
- Que así sea.
Comenzó a chuparmela y a masturbarme como si le fueran a pagar millones por ello.
- Me voy a correr ya, tio, no aguanto mas.
Saco la polla de su boca y la puso encima de su lengua mientras abria la boca y me masturbaba rapido y fuerte. No pude mas. De mi polla comenzó a brotar leche por toda su lengua y cara. Yo le agarré del pelo mientras me corría y cuando estaba terminando de correrme, se la metí en la boca hasta el fondo derramando las ultimas gotas de leche en su garganta.
- Buff, que bien me he quedado. - Dije con el ultimo quejido.
Saqué la polla de su boca y di un par de pasos hacia atras. Pude ver a mi amigo Hector con la boca y la cara chorreando semen. Mirandome con cara de vicio aun.
- ¿Te ha gustado como la chupo?
- ¿Tu que crees?
- Que tengo la cara llena de semen. - Dijo riendo. - Me gusta como sabe tu leche.
Pasó su dedo por su cara llevandose semen hacia la boca y tragandoselo todo.
- Esto es lo que más me gusta, la lefa, me vuelve loco. - Me dijo mientras se tragaba las últimas gotas.
- No sabia que eras puto cerdo ¡jajajaja!
Los dos reímos.
- ¿Y tu? ¿Quieres que te ayude a acabar?
- No me gusta que me la chupen tio, no me empalmo. - Dijo mientras se limpiaba con la camiseta.
- Como veas tu veas.
Me senté a su lado y volví a coger la cerveza, le di un trago y abrí la aplicación de nuevo. Tenía 2 conversaciones nuevas más, contando la del chico que no había contestado. Cerre la aplicacion y me centré en Hector.
- Ojala hubiera sabido esto antes. Lo hubiéramos aprovechado más. - Le dije riendo.
- Realmente de adolescente ya me daba morbo y tenía ganas pero hasta hace poco no me lancé.
- ¿Tienes pareja? - Pregunté.
- Bueno ahora no, no quiero líos, prefiero ir a mi royo.
- Yo pienso igual.
Hector cogió su móvil y me enseño las conversaciones que había tenido con otros tios de la aplicación.
- Mira, todos estos son de aquí cerca, la mayoría solo se conecta por la noche, pero siempre hay alguien. Yo he quedado con unos 15 ya, y todos de cerca.
- ¿Tantos tios hay por aquí que les gusta el temita?
- Pues sí, también hay muchos que solo curiosean, te mandan una foto de la polla y luego no quieren quedar, se acojonan.
- Ya veo…
Continuamos hablando durante un rato, nos tomamos una cerveza más y se fué. Me estaba gustando la aplicación. Aunque el primero me hubiera dejado con las ganas.
Me metí en la cama desnudo y comencé a curiosear los mensajes nuevos.
Había unos cuantos, todos a menos de 3km pero no lo bastante cerca. Uno tenía 19 años, otro tenia 35, otro 23, había de todo. Todos decían casi lo mismo. “Hola, que tal? ¿Que buscas?”. Les contesté a todos lo mismo. “Hola, soy Carlos, estoy aquí curioseando, cualquier cosa que surja me parece bien”. COPIAR Y PEGAR.
Salí de la ventana de los chats y fui a la ventana principal, donde salian los usuarios. Me fijé que mi vecino seguía conectado, a 20 metros. Le volví a escribir.
- ¿No te da vergüenza correrte e irte? Gilipollas. ¿Cuando te vea con tu novia se lo voy a decir?
Obviamente era mentira, solo queria meterle miedo, por imbecil.
Me fijé que pagina de los usuarios, aparecía otro chico cerca, 24 años, a 250 metros. Este tenia una imagen de perfil con cara, era un chico latino, no me sonaba de haberlo visto nunca. Le hablé.
- Hola, casi vecino ¿Que tal estas?
- Hola, bien, cachondo ¿Que buscas?
“¿Qué buscas?” era la pregunta infinita que hacía todo el mundo. Como si hubiese alguien ahí que solo buscaré amistad.
- Lo que surja.
También era la respuesta recurrente.
- ¿Eres activo o eres pasivo? - Me preguntó.
- Me da igual, depende del momento.
- ¿Quedamos?
- Estoy ya para dormir.
En ese momento me respondió mi vecino.
- No digas nada de esto porfavor, estaba cachondo y se me ha ido la olla. Lo siento mucho.
- Me has dejado con la cara llena de semen y con un calentón, no te lo puedo perdonar.
Quería meterle un poco más de miedo, pero solo quería reírme un poco.
- Por favor, que si se entera mi novia me va a dejar, esto no lo sabe nadie.
- Si quieres que te perdone me tienes que dejar follarte.
- No me pidas eso… No me gusta…
- Tu decides...
Me volvió a hablar el chico latino.
- Estoy muy cachondo, follame y me piro, va.
- Me lo estoy pensando. - Le contesté. - Oye, te gustaría hacer un trio?
- Buff, que morbo, ¿Estas con alguien?
Entonces tuve una idea. Abrí la conversación de mi vecino, que seguía pidiéndome perdón y le propuse una cosa.
- Oye, te perdono si te follas a un tio delante mío, le digo que venga y te lo follas.
- Hecho. - Contestó.
Le abrí la conversación al chico latino y le pregunté dónde vivía.
- Calle XXX, número XXX, 1er piso. - Respondió.
Le dije a mi vecino de quedar en el portal en 5 minutos. Salí de la cama, me vestí, agarré unos condones y cuando bajé ya estaba allí.
Nos encendimos un cigarro cada uno y fuimos caminando hacia casa del chico latino, que estaba a dos calles. Cuando terminamos el cigarro llamamos al timbre, nos abrió, subimos y ya nos esperaba con la puerta abierta.