Buscando el trio (II)
Llega el martes y todo se complica..
Llego el martes. Desde el sábado no podía dejar de pensar que pasaría hoy. No había vuelto hablar con ella desde el sábado por la noche cuando salimos del bar.
Aquella noche acabo sin nada a destacar. Ella se fue caliente después del episodio del baño con su nuevo amigo. Estuvimos tomando un par de cervezas mientras el joven y su amigo apuraron la cerveza que bebían en la barra y marcharon rápidamente. Seguro que el amigo fliparia con la historia de la manada del baño. Yo acabe la noche con una paja y ella seguro que se follo a su novio.
El martes me levante con una tempera importante. había pedido la tarde libre en la tienda. A partir del mediodía irá a la farmacia de ella en un pueblo cercano a la capital. La mañana la pase mirando el móvil cada dos por tres. Esperaba algún noticia.
A la 12h, recibe un whatsapp de ella! - Empezamos sin ti. Mi polla se pudo dura al momento. Me quedaba una hora todavía para salir de trabajar. Empecé a imaginarme que estaría pasando en la trastienda de la farmacia. A las 13h, salí corriendo del trabajo y le envié un whatsapp diciéndole que iba para alli. Ella me contestó al cabo de 15 minutos con una foto de su mano agarrando la polla de nuestro amigo. No se veía nada más, solo su mano rodeando el pollon. Era la primera vez que le veía la polla. Era tal y como ella me había explicado: grande, gorda, brillante... En ese momento solo quería llegar para ver cómo follaba los dos.
Al cabo de la mediahora llegue a la farmacia. Acababa de cerrar, sino había cerrado antes. Pique a la puerta y apareció ella desde la trastienda.
Llevaba la bata blanca y no llevaba pantalones. Pensé, "cabrona, siempre le pido falda y nunca se la pone". Venía acalorada y sonriente. Abrió la puerta cerrada con llave y entre. Solo olerla mi polla se hinchó más de lo que estaba. Le di un repaso de arriba abajo. La bata con cuello de pico dejaba ver el comienzo de sus melones y por debajo de esta daba la sensación que no llevaba nada debajo. Sin decirme nada me señaló el camino a la trastienda. Sin decirle nada tampoco le hice el gesto para que fuera ella delante.
Cruzamos el largo pasillo y en ese momento le levante la parte posterior de la bata. Confirme que no llevaba nada debajo de esta. El culo redondo se mostraba majestuoso y rojo. Un par de cachetes se había llevado. El olor a sexo se apoderó de mí. Mis manos se posaron en su culo. Seguía caminando, giró su cara, me sonrió y me dijo - La polla de este es increíble! Le pregunté si le gustaba y la contestación fue - llevo mojada desde esta mañana. Me he corrido 4 veces ya. Ahora, quiero dos pollas. Su mano se posó sobre mi polla. Llegamos a la puerta y dijo -vamos- mientras abría la puerta.
Allí estaba él sentado en la mesa donde ella se reúne con los proveedores. Sentado desnudo y con la polla apuntado al techo. Tenía razón, era la polla más grande que había visto nunca. Bebía agua a morro de una botella. Al oírnos entrar dejo de beber y se levantó rápidamente.
Ella nada más abrir la puerta, dejó de sobarme la entrepierna y se fue directo a donde él estaba. Le cogio la polla, me miró y me dijo: - lleva aquí desde las 12h. Nada más entrar en la farmacia me ha moreado mientras sus manos no dejaban de sobarme. Le he tenido que pedir que parara que alguien nos podía ver y lo he mandado al despacho. He entrado con él y lo primero que ha echo ha sido sacarse la polla y pedirme una mamada. No te puedes imaginar lo dura que la tenía ya. Se me han mojado las bragas al momento. Que polla! Que grande! Solo quería metérmela en la boca y dejarla seca.
Se la he estado chupando entera. Primero la he cogido con mi mano y he contemplado lo grande que era. La he levantado y he empezado a pasar mi lengua por sus huevos. Estaban llenos y yo solo quería vaciarlos. He estado un rato jugando con su bolas, para luego pasar toda mi lengua a lo largo de su polla. Parecía que no acababa nunca. Después de repetir el recorrido un par de veces ya he notado sus manos sobre mi cabeza. Quería que me la metiera en la boca y me pedía 'trágatela entera'. Le he mirado a los ojos y antes de meterme su polla en mi boca, he jugado con su glande. Brillaba, sabía a Semen y me ha encantado. La quería dentro, así que se la he empezado a chupar. No me cabía entera, pero lo he intentado. Lo pajeaba y se la chupaba a la vez. De vez en cuando lo miraba para ver la cara de placer que ponía. Me pone súpercachonda veros la cara.
Mientras estaba arrodillada, la bata dejaba mis bragas al aire. Si, hoy me he puesto falda. Así que mientras me comía la polla más grande que he visto jamás, he apartado a un lado mi bragas, ya muy mojadas y he empezado a jugar con mi coñito. Estaba chorreando. Y en ese momento me he excitado de tal manera.. No se, estar en la trastienda, comiéndome la polla de un desconocido y sabiendo que luego iba a tener dos pollas para mi me ha puesto súpercachonda y al rato de masturbarme me he corrido. Casi al mismo tiempo que el. He acelerado la manada al mismo ritmo que mis dedos entraban en mi coñito y no he podido parar de chuparsela aún sabiendo que me iba a inundar con su corrida. Así que me lo he tragado todo.
Se la he dejado limpia, limpia. El solo sabía decir increíble. Me he levando, lo he moreado, que note el sabor de su corrida. Después me he quitado las bragas y las he guardado en el cajón. Me he quitado la bata. Solo llevaba una camiseta y el sujetador. Me lo he quitado todo y me he vuelto a poner la bata. Tenía que salir a la farmacia por si entraba alguien.
He mirado la hora. Creo que hoy cerrare antes le he dicho y le he pedido que se desnudara. Quería contemplar ese cuerpo. Su polla, aún siendo el grande estaba desproporcionada. Solo de verlo como se desnudaba me he vuelto a excitarme fuertemente. He pedido que se sentará y que se la fuera poniendo dura otra vez, porque ahora me follaria.
Lo he dejado desnudándose y me he ido al mostrador. Nadie había picado durante los 20 minutos casi que he estado con el.
A sido salir de nuevo a la tienda y justamente a entrado un grupo de chavales. Parecía que salían de clase ya que los 4 que han entrado llevaban las mochilas puestas. Jóvenes los 4, entraban riéndose.
Debían tener 16 o 17 años más o menos, edad de instituto. Mientras me acercaba al mostrador recordé que debajo de mi bata no llevaba nada puesto. Bueno si, la falda pero sin topa interior. El sentirme desnuda delante de 4 adolescente hizo que mi coñito se empezará a mojar de nuevo.
Ya en el mostrador, dos de ellos se quedaron mirando las estanterías y los otros dos se acercaron al mostrador. Sonreí y les pregunte en que podía ayudarles. Los dos chicos se miraron y el más lanzado y guapo de los dos me dijo: disculpa queríamos preservativos, por favor.
En ese momento mi excitación era máxima. Se me subieron los colores y un calor recorrió todo mi cuerpo. El que me había pedido los condones, miraba fijamente el escote de mi bata. Revise si se me veía algo y descubrí una gota de semen sobre mi cuello. Dios, sabía lo que era, seguro que a su edad se mataba a pajas. Disimuladamente, todo lo que pude pase mi mano por ella extendiéndola para disimularla. Mientras hacía esto para desviar su atención le pregunté si de 12 o 24 y de qué tamaño.
Lo de las unidades lo tenían claro pero lo del tamaño no mucho. Los otros dos que se habían quedado detrás se acercaron al mostrador y se colocaron detrás atentos a mi preguntas.
24, contesto rápido y de tamaño grande. Así que de tamaño grande, conteste yo mientras me daba la vuelta y revisaba donde estaban los preservativos. Estaba tan excitada que no los encontraba. El compañero que estaba desde un principio en el mostrador me indicó: Perdona los tienes aquí abajo. Señalándome al lado del mostrador una estantería llena de ellos. Salí del mostrador y en un acto reflejo me agaché abriendo mis piernas y empecé a sacar las cajas. Esta frente a ellos, agachada, con las piernas separadas. Al momento de reojo vi cómo se empezaban a golpear unos a otros como avisándose de algo. Pensé que me iban a robar algo del mostrador. Nada de eso. Al agacharme había dejado a su vista mi coñito mojado, mostrándoselo a los 4. Dios, estaba choreando y ellos lo sabían.
Cogi un par de cajas y estire mi brazo siguiendo agachada delante de ellos. El que me había pedidos los condones se acercó y cogio las cajas. En ese momento tenía un chaval de 16 años a mi lado, al cual le había enseñado mi coñito mojado y posiblemente desde donde estaba podía ver gran parte de mis tetas a través del escote de la bata con una ereccion considerable. Tenía el paquete a la altura de la cara. En ese momento solo se me ocurrió decir: grandes has dicho no? Levante la mirada mientras le preguntaba. Su cara lo delató. Estaba disfrutando de las vistas de mis tetas. Mire a los compañeros que estaban 3 metros detrás de él. Les estaba enseñando mi coñito mojado a los 3. Ninguno me miraba a la cara. Tenían la vista puesta en mi coñito y se recolocaban las pollas No hice nada por taparme ni disimular. Me excite de manera inhumana. Al volver a dirigir la mirada al que tenía más cerca, perdí el equilibrio y mi mano solo pudo irse a apoyar a su entrepierna. Mi mano se posó sobre su paquete y mi sorpresa fue mayúscula. Que paquete tenía el chaval. El se sorprendió, parecía que quería más, pero reaccione y solté un: grande los necesitas grandes.
Apoyada sobre su entrepierna me incorporé. Le dije llévate estos y ya me contaras! Le cogi las cajas de preservativos y volví a mi mostrador. Los tres chicos sólo hacían que seguirme con la mirada. Le dije si se lo envolvía para regalo en plan broma. Él me contestó: el regalo me lo has dado tu. Volveré a contarte que tal. Mientras cobraba los otros tres hablan entre ellos bajito. Se harán una paja nada más llegar a casa. Muchas gracias chicos, espero veros por aquí. Si si, contestaron todos! Salían por la puerta y se pararon fuera. Entre ellos hablaban y gesticulaban mucho. No sabía que decían pero seguro que hablaban de mi coñito mojado.
Decidí que era hora de cerrar. Justo cuando me encaminaba para la puerta y cerrar, los chicos que todavía estaban fuera marcharon, parecían asustados.. Como si les fuera a pedir que volvieran a entrar. Pero tenía a mi vasco en la trastienda. Iba a follarmelo, pero en ese preciso momentos dos morenos, grandes hicieron intención de entrar. Vas a cerrar? Me preguntaron. Les dije: si cierro pero con vosotros dentro.
Entraron los dos jóvenes mientras cerraba de nuevo la puerta pero esta vez ponía el cartel de cerrado. Tenía a mi gran polla en el despacho esperandome para follarme. Le acababa de mostrar mi coñito mojado a 4 chavales que seguro que se convierten en clientes habituales. Y ahora, dos tiraron es grandes, canchas, acaban de entrar y les acabo de cerrar la puerta. Estos dos no se me escapan.
Eran altos los dos, con buen cuerpo y fuertes. Los dos con el pelo corto, uno totalmente rubio con ojos azules y afeitado. El otro moreno con barba de 3 días y ojos marrones. Los dos muy morenos. - Estás bien? ¿Te han hecho algo esos chavales? - me preguntaron. Se me escapo un ojalá! Mientras mi mano se introducía bajo el escote y acariciaba mi pecho. Fue un acto reflejo. Al darme cuenta pare y les pregunte en que les podía ayudar.
El moreno me repaso de arriba abajo, como si supiera que debajo de aquella bata no se escondía nada. Me puso cachonda su mirada tan descarada. - Necesitamos aceite de masaje. ¿Nos puedes enseñar que tienes?
En ese momento me hubiera quitado la bata y se lo hubiera enseñado todo, pero no. Me di media vuelta, cogi la pequeña escalera y subí un par de peldaños para alcanzar los aceites de masaje.
Un muy bien, salió de la boca del moreno mientras subida en la escalera cogia los botes. Creo que ya sé que era aquel muy bien. Bata corta, sin ropa interior y en una escalera. Les estaba mostrando sin ningún obstáculo todo mi culo. Dios. Al darme cuenta mi coñito se empezó a mojar. El olor de mi sexo inundó toda la farmacia. Con tres botes en la mano intente bajar como pude lo más rápido de la escalera, pero el rubio se acercó por detrás y posó sus manos sobre mi culo. Tranquila yo te aguanto dame los botes y sigue buscando...
Le entregue los botes y su mano seguia en mi culo. Era una mano grande. Aguantaba todo mi cachete y la punta de sus dedos rozaban mi coñito. Debió notar lo caliente que lo tenía, estaba chorreando. Dejo los botes sobre el mostrador y ahora me sujetaba con las dos manos. El moreno se pudo al lado mío y miraba como las manos su amigo sobaba mi culo. Entonces sin pensarlo, mientras soboban mi desnudo culo y los dedos cada vez estaban más cerca de
Mi coñito, el compañero de piso delante de la escalera. Con la bata mediolevantada, la altura de los 4 escalones y el estar totalmente desnuda debajo de la corta bata, empecé a notar el aliento del moreno en mi coño. Dios era un Sandwich. El rubio detrás, empezó a acariciar mi coñito y poco a poco sus dedos entraban en el . Estaba muy mojado. El moreno delante mío, con su cara en mi entrepierna no pudo más y hundió su boca en mi clitoris. Me empezó a comer el coño mientras estaba subida a la escalera. En ese momento dos botes que tenía en la mano se cayeron. Y mis manos se pusieron sobre la cabeza del que me comía el coño. No podía hacer nada, me estaba encantando estar entre dos tios. El largo brazo izquierdo del rubio que seguía con sus movimientos sobre mi clitoris llegó hasta los botones de mi bata delantera. Los consiguió desabrochar y pregunto mientras abría la bata a su compañero que tenía enterada su lengua en mi coño. - dime cómo tienes las tetas!
El moreno dejo de comerme el coño, lo estaba haciendo increíblemente bien. Miro hacia arriba, en ese momento pudo ver mi cara de placer y dijo: grandes! Duros los pezones! Si saben igual que este coño, hoy de aquí no nos vamos! Vamos a follarte!
Eso espero les dije. Pero tengo una polla en el despacho esperándome. Ayudarme a bajar!
Baje los escalones con la bata abierta. Una vez en tierra entre los dos me rodearon y sus manos no dejaban de tocarme. Uno a cada lado, uno con cada pezon. No pararon de chuparme las tetas en el paseo desde la tienda al despacho a través del pasillo. Caminábamos torpemente. Uno a cada lado, los dos sobándome las tetas y chupándomelas. Su otras manos en mi coñito y en mi culo. Era la primera vez que dos tios a la vez me comían entera, pero es que dentro del despacho tenía a mi vasco.
Llegamos a la puerta del despacho. Me pido delante de ella. Me giré. Mis tetas estaban durisimas, mi coñito chorreando y los dos tios desando follarme. Les volví a repetir que dentro ya tenía otra polla esperándome y no me creían. Así que mis manos se fueron al paquete de ellos. Uno con chandal ya mostraba una enorme ereccion, el otro con tejanos tampoco disimulaba mucho que tenía la polla a punto de reventar. Mi mano se coló a través de la cintura del chandal y encontró una polla no muy grande, pero sí muy gorda. Se la saque mientras desabrochaba el tejano al compañero. El del tejano tenía un buen pollon. Dudaba si más grande que la del vasco, pero mis dudas desaparecerían dentro de poco.
Con la bata abierta, mis tetas y coñito al aire, empecé a pajear las dos pollas a la vez, mientras morreaba a los dos. Cuando creía que tenía las pollas lo más dura posible. Las solté me giré y abrí la puerta y les dije que esperarán 30 segundos y entrarán.
Al oír la puesta el vasco cansado de esperar se levanto y me dijo: ya era hora quiero ese coñito ya. Al verme mediodesnuda, con la bata abierta, el coñito chorreando me pregunto qué había pasado. Mientras me acercaba a él y le cogia la polla (incluso poco morcillona, tenía una polla increíble), le dije. Estaba tan caliente y con tantas ganas de sentir tu polla en mi coñito, que me he portado un poco mal ahí fuera. Ahora entraran unos amigos y me follareis los tres. Pero tú serás el primero.
Su cara era un poema. Pero parece que la idea le gusto. Pues su polla se puso durissima al momento, con su polla en la mano, la otra se posó sobre su pecho y lo empujo sobre la silla para que se sentará de nuevo. Le dije ahora me vas a follar. Me di la vuelta, apunte el glande de esa polla en la entrada de mi coñito y dándole la espalda, mirando a la puerta esperando la entrada de mis dos nuevos amigos. Me metí aquella polla entera. Entro sola, estaba choreando. Qué ganas tenía de sentirme llena. Desde el otro día en los lavabos del bar no había dejado de pensar en follarme aquella polla. Cerré los ojos y empecé a subir y bajar sobre aquel tronco. De golpe oi la puerta!
Mis dos nuevos amigos entraron completamente a desnudos. Que cuerpazos tenían, debían ser del equipo de rugby. Ahora desnudos me gustaban más y aquellas pollas me encantaban. Iba a estar rodeada de 3 pollas. Solo de pensarlo me corrí. Los dos se miraron entre ellos y dijeron: era verdad tenía una polla aquí dentro! Ahora vas a tener 2 más. Mientras botaba sobre el pollon del vasco, cada uno se puso a un lado. Cogi las pollas con las manos y mientras el trozo de carne me llenaba el coñito chorreante empecé a masturbar al moreno mientras me acerqué la polla del rubio a la boca. Me encanta comer pollas con el coñito lleno.
Me empecé a follar a los tres mientras te esperaba.