Buscaba regalo para Reyes
No hay nada mejor que ir a un Sexshop, entrar en una cabina del tipo Glory Holes y disfrutar, ya sea de la boquita de tu vecino de cabina o de las inesperadas visitas sí no echas pestillo, deseando hacer realidad una vez más mi mayor fantasía, no siendo otra que un desconocido me sodomice mmm.
Buscaba regalo para Reyes
Ese día comenzó como muchos… con un sueño caliente, pensé eso pues notaba que me masturbaban, no suelo tener sueños pesados… ni soy de esos que me quedo como un tronco, pues me despierto con facilidad. Pero a medida que el sueño o esa sensación aumentaban, aumentaba mí excitación, pues deje de notar como me acariciaba o me masturbaban, para comenzar a notar como algo caliente y húmedo embadurnaba mi miembro… ooohhh. Desperté, mire hacia mi izquierda y no vi a mi mujer dormir a mi lado, mire hacia delante y vi un tremendo bulto, moviéndose al tiempo que disfrutaba, levante las sabanas y descubrí a mi mujer desnuda dándome una mamada.
No es muy buena, pero la practica le va llevando a la perfección… mmm, sonríe y sin palabra alguna se coloca sobre mí a horcadas, introduciéndose ella misma mi miembro en su entrada vaginal, comenzando a moverse, suspirando y gimiendo, no muy alto por no despertar a los críos, gime y en no más de diez minutos… como mucho un cuarto de hora, mientras se estremece y se convulsiona, obtiene su primer orgasmo… aaahhh. Sonríe mientras me mira, siente mi miembro aun erecto dentro suya, ya no es aquella que me pide diez minutos para reponerse… ya no, ahora es ella la que puede aguantar, ahora es ella la que me pide aguantar diez minutos más. Ella misma es la que me dice…
- “No aguantes, no te lo guardes para ti, quiero que te vengas dentro de mí, quiero sentir como llenas mis extrañas… mmm”.
Comenzando un segundo raund, comenzando a moverse frenéticamente, mientras no dejo de magrear sus senos, acariciando su espalda a lo largo de la columna vertebral, desde sus hombros deslizo mis manos en forma descendiente hacia sus nalgas. Cuya masa de carne magreo, notando ella como mis dedos presiona sus glúteos, llegando a sentir como introduzco poco a poco mi dedo corazón dentro de su orificio anal… ooohhh. Lucha para que lo saque, cosa que evito y cuanto más se mueve… más se introduce mi dedo en su interior, acabando finalmente con un segundo orgasmo, obligándola a aguantar un poco más, tiempo que soy yo quien riega su interior con mi esperma, ambos sudorosos nos quedamos abrazados… ooohhh.
Finalmente soy yo quien se levanta primero, no siendo por otro motivo que por ir a preparar el café, mientras mi mujer se levanta para ducharse, continuando con lo cotidiano, desayuno, prepararnos las cosas de los colegios y acaba marchándose, quedándome solo. Hoy es el último día de colegio de los críos, miro el calendario y veo que ya estamos a veintidós de diciembre, pensar que poco falta para que acabe el año. Aún estoy caliente, necesito un segundo polvo, necesito un poco más, miro algunas páginas de contactos, busco a algún conocido con el que poder quedar, todos me dicen que por la mañana no puede ser, eso y que no tienen sitio donde quedar… mmm. Voy desnudándome al tiempo que lleno el bidet, preparándome para una ducha anal, preparándome para hacerme una lavativa, cuya perilla me proporciona un placer extraño… mmm. Luego continúo por penetrarme con violencia con objetos a modo de adaptarme al grosor, pues por muchas pollas que me han penetrado, siempre acaba por cerrarse y doy la sensación que aun soy virgen… aaahhh.
Tanto el desatascador negro que tengo que gracias a su ventosa, me proporciona un placer como pocos, cuya ventosa la coloco a una altura de muchos de mis amantes y cuyo treinta centímetros, me hace recordar que no más de veintidós no puedo soportar… aaahhh. Luego continuo con un juguete cuyo grosor es de treinta cinco de diámetro, diámetro que disfruto y el sonido de mi móvil, me hace volver a la realidad. Desde el otro lado oigo la voz de mi mujer, cuyos buenos días me da entre otras lindezas, agradeciéndome el mañanero y comentándome lo malita que esta, mientras me asegura que se está haciendo un dedo a mi salud… mmm.
Contándome que esta desayunando, mientras nota las miradas lascivas de algunos hombres mientras habla conmigo, miradas de machos encelo que le hace entender más de uno como esta… mmm, deseando tenerme al lado para llevarla al aseo y como en antaño, penetrarla salvajemente tanto sobre la taza del W.C. como mirando hacia la puerta. Salido y caliente le propongo calentar a alguno de esos, sugiriéndolo llevarlo a los servicios y enrollarse, dejarse meter mano y palpar ese miembro, llegando hasta el límite de hacerle llegar sin necesidad de penetración. Ella llevada por la conversación altamente caliente, me hace saber que tendría que dejar que ese hombre le mancillara su cuerpo, teniendo la obligación de comérsela allí mismo, no asegurándome acabar penetrada.
Escucho su voz temblorosa, escucho su respiración agitada, como me hace comprender que ha llegado a un orgasmo intenso, agradeciéndomelo y asegurándome que me deja jugar yo solito, mientras me hace saber lo malo que soy, proponiéndome hacer un trío en compañía de otro hombre… mmm. Deseando ser la hembra de dos machos, deseando disfrutar de dos pollas, deseando ser penetrada por ambos orificios al mismo tiempo, proposición que le hago saber que acepto, dejando en sus manos el quien y cuando… mmm.
Miro la hora y no sé qué hacer, acabando por vestirme e ir a coger el metro, bajándome en la Puerta de Jerez, camino por la Avenida de la Constitución sin rumbo fijo, clavando mi vista en los culos y en las miradas de algunos maduros… mmm. Pienso que ya que estoy en el centro, aprovecho para comprar algunos regalos de navidad, no tenía en mente exactamente que comprar, pero para regalo de reyes cualquier cosa vale, siempre y cuando sea de su gusto y acierte en la talla, mi idea era ir a las tiendas de toda la vida, esa que cada vez que he comprado algo allí siempre he acertado.
Deambulando… deambulando he acabado cerca de un sex shop, acabando por entrar más por curiosidad que otra cosa, como me suele ocurrir. Nada más entrar en el mostrador una pareja preguntaba al encargado sobre algunos juguetes, comencé a bichear por el interior sorprendiéndome una pareja de chicos jóvenes, chicos que tenían entre los veinte y los veinticinco años, chicos que se me insinuaron y que con un simple movimiento de cabeza les rechace. Continúe mirando, descubriendo la entrada a la zona de cabinas, acabando por entrar y ver como dos hombres maduros de no más de cincuenta y cinco años (o esa edad les eche), maduros que estaban recostado sobre un lateral, quizás a la espera de algo jugoso.
Conté ocho cabinas de las cuales cerradas eran cuatro, camine por delante de las cabinas, acabando por escoger una de ellas que las de los extremos estaban vacías. Cerré la puerta tras de mí sin echar el pestillo como otras veces, camine un par de pasos hacia el interior, las puertecillas tenían los pestillos echados, cosa que retire pero las deje encajadas. Colgué mi chaquetón en la percha, puse algunas monedas sobre la máquina y me senté, mientras comencé por bajarme la cremallera y sacar del interior de mis pantalones mi miembro… uuuffff!!!.
Me sentía caliente… muy caliente, deseaba muchas cosas pero no os sabría decir cual les de ellas, miento… claro que se lo que deseo, pues no hay nada mejor que entrar en una cabina de un Sexshop que tenga glory holes. Disfrutar por una ocasión de la boquita de tu vecino de cabina, dejar la puerta sin pestillo y desear que entren. Deseando que hagan una vez más realidad mí mayor fantasía, no siendo que un desconocido me viole sin poderlo evitar, ser sodomizado a placer y a pelo… mientras me la chupan… mmm.
Como si hubieran leído mis pensamientos, pues minutos fue lo que tardo en abrirse la puertecilla de mi derecha, apareciendo dos dedos y comenzar este a deslizarlo por el contorno, significado de este gesto que desea chupar. Nuevamente no me lo pensé dos veces, me levante e introduje mi miembro por esa apertura… mmm, una mano cálida se apodero de mi miembro… tirando hacia él, momento en su otra mano comenzó a magrear mis testículos… ooohhh, llevándose unos minutos de esta manera hasta sentir esa boca saborear mi glande… uuufff!!!. Sugiriéndome esta persona…
- “Desabróchate el pantalón y bájatelos”.
Cosa que hice, solté la hebilla de mi cinturón, desabotone el botón y lo deje caer por su propio peso, bajándome también los calzoncillos y volviéndola a introducir… mmm. Estaba disfrutando de esa boca, cuyo rostro ignoraba pero poco me importaba… aaahhh. Abriéndose la puerta minutos después y tras aparecer un chico joven, le hice entender que se marchara, pues no deseaba mantener relación carnal con él. Tras marcharse, continúe disfrutando de esa boca… aaahhh!!!, mientras llevado por el placer, baje la cremallera de mi suéter, continuando por desabotonar cada uno de mis botones de mi camisa, acabando por abrirla y pellizcar mis pezones… uuuffff!!!.
Llevado por el placer, ni llegue a escuchar en esa ocasión la puerta abrirse… menos aun cerrarse, pero eso sí, sentí como una boca se posa en mi cuello, boca que me sobresalta primero pero poco después me hace estremecerme… mmm, cuyos beso me proporciona… aaahhh!!!. Persona que comienza a acariciar mi cuerpo, posando sus manos desde mis hombros e ir descendiendo hasta mis muslos… mmm. Ascendiendo ahora por la parte delantera hacia mi pecho, pellizcando mis pezones mientras chupa y muerde los lóbulos de mis orejas… aaahhh!!!. Aquello me vuelve a estremecer… ooohhh!!!, eso o la presión de algo duro contra mis nalgas, aquel personaje, no dejo de acariciar mi cuerpo.
Llegando a tirar de mis prendas hacía atrás con fuerza, tirando de mi suéter y camisa, deslizándose por mis brazos hasta mis muñecas, dándose cuenta que me ha dejado maniatado, aprovechando para tirar aún más, acción que me hace tirar de mi cuerpo hacía atrás, acción que aprovecha para comerme la boca. Dándome cuenta como es esta persona, un hombre maduro… cincuenta y picos de años, canoso de abundantes cabellos, robusto, rostro serio de pocos amigos, labios carnosos y anchos… mmm, me besa con pasión, comiéndome la boca a su antojo, introduce su lengua hasta la campanilla, muerde mis labios y sonríe maliciosamente… uuummm!!!.
Tira de mi cabeza de atrás hacia un lado, sintiendo sus labios descender desde mi boca hasta mi cuello… mmm, lamiendo y besando mi piel… aaahhh!!!. Me estremezco… ooohhh!!!, pues no hay cosa que más me excite… uuuffff!!!, comenzando los besos con muerdos… mmm. Descendiendo nuevamente hacia mis hombros, no dejando de besar y morder… uuummm!!!, continuando por mi espalda desnuda hasta mis nalgas… mmm, recorriendo cada centímetro… aaahhh!!!, no dejo de estremecerme y al mismo gozar… mmm, pues no dejo de gozar con la boca de mí vecino de cabina… uuuffff!!!. El monitor se apaga, deja de emitir las escenas de sexo para emitir ahora publicidad, notando a este extraño nervioso, llegando a soltarme…
- “No tienes más monedas”.
Respondo como puedo…
- “No… mmm, pero si quieres voy a cambiar”.
Soltándome este de malas maneras…
“Tú no te mueves de aquí”.
“Ya hecho yo… no te preocupes, ya me lo cobrare en carne de ti”.
“¿Cómo a las putas… verdad, tengo que pagar?”.
Escucho el caer de monedas, segundos después comienza a emitir escenas de sexo, eligiendo este películas gay, donde un chico está rodeado hasta por seis tíos, tragando por tiempo sus pollas al tiempo que es sodomizado… uuummm!!!. preguntándome…
“¿Te gusta, verdad?”.
“Eso podemos arreglarlo”.
“Sí quieres, puedo quedar con un grupo de amigos que te daremos carne hasta hartarte, solo debes darnos obediencia y entrega, claro está tu cuerpo a nuestros deseos, serias nuestro trozo de carne a usar, bueno ya me dices…”.
Mientras no dejan de chupármela por el otro lado del tabique… aaahhh!!!, parando el mamador cuando nota que estoy a punto de correrme, no dejando de masturbar mi tronco y testículos, volviendo a introducírsela en la boca y hacerme ver el paraíso… ooohhh!!!. Al tiempo que en mi mente esta la propuesta de este, propuesta de ser objeto de placer de un grupo de machos… uuummm!!!. Mientras siento sus manos magrear mis nalgas, aplastarlas y tirar de mis glúteos hacia afuera, notar la agradable sensación de su lengua… uuummm!!!, lamer e intentar introducirla… uuuffff!!!, llegándome a soltar al momento…
- “Joder puta, vienes preparada, estas limpia zorra”.
Mientras mordisquea mis nalgas, chupa y lame… ooohhh!!!, siento como me descalza primero de un pie y minutos después del otro, echando a un lado mis náuticos, continuando por acabar de despojarme de mi pantalón y calzoncillo. En nada, noto sus ásperas manos en mis muslos, como presiona sus gruesos dedos en mis carnes, separando mis muslos al tiempo que siento su respiración en mis nalgas… mmm. Sus ásperas manos ascienden por mis muslos hasta mis nalgas, tomando cada una y tirando de ellas, sintiendo su lengua recorrer mi canalillo… ooohhh!!!, sobresaltándome al tiempo que un escalofrió se apodera de mí… aaahhh!!!.
Claro está, su intención no es otra que la de lubricar mi orificio anal… uuummm!!! (Coñito para ellos), llegando a ayudarse con uno de sus dedos… ooohhh!!!, no pudiendo más y acabar sin previo aviso en la boca de mi vecino de cabina… aaahhh!!!, este chupa y traga… mmm, una vez y otra… ooohhh!!!, logrando que no pierda mi erección… uuuffff!!!. Noto como se incorpora, tira de mis brazos maniatados a mi espalda con mis prendas hacia arriba, claro está con mi ayuda hasta dejármelos por encima de mi cabeza. Presionando con fuerza su mano izquierda contra mis muñecas, dejándome con los brazos estirados al tiempo que siento su pecho robusto y peludo restregarse por mi espalda… mmm.
Tira de mi con fuerza hacia arriba, mientras chupa mi oreja derecha, mordiendo mi cuello al tiempo que siento su grueso miembro rozar mis nalgas… mmm, golpea mis glúteos sin intención alguna. Noto la húmeda de su glande al impregnarme con su precum, llegando a alojarse por sí solo entre mis glúteos… mmm, llegando a sentir como palpita mi orificio… mmm. Soltándome este…
- “Te voy a preñar… puta”.
Levanta un poco más el brazo, llegándome a tener de puntilla, incomodo por el mismo agujero donde tengo introducida mi polla, separo mis piernas más por la incomodidad el otro. Pellizca mis pezones con los dedos de su mano derecha, no pudiendo evitar chillar, sonido silenciado por el ruido de las películas. Tapa mi boca con su mano derecha, mano que introduce dos de sus dedos dentro de mi boca… uuummm!!!. Soltándome…
- “Vuelve a chillar… puta”.
Notas como mueve su cuerpo, restregándose e incluso como su miembro ya no solo golpea mis nalgas, sino como se aloja su glande entre estos… mmm, sintiéndolo en mi entrada anal. Y como de un golpe de pelvis me introduce al menos la mitad, no pudiendo chillar o emitir algún sonido de dolor o satisfacción por esos dos dedos en mi boca. Soltándome…
“No ha sido tan difícil verdad, notas como ha entrado… mmm”.
“Todo es gracias a ti, vienes empapada y dispuesta… aaahhh!!!”.
“Menudo coñito tienes, todo cerradito para mí… uuuffff!!!”.
Retrocede un poco… mmm, lo justo para sentir como deja su glande dentro… mmm. No soy de esos que adivinan como son los capullos de las pollas, pero los segundos que la ha dejado inmóvil dentro de mí… ooohhh!!!, deduzco que debe de ser de forma de champiñón. Su mano izquierda deja de maniatarme las muñecas al tiempo que la derecha tapona mi boca, notando ahora ambas en mis hombros, deduciendo ahora lo que toca, no siendo otro que comenzar este a embestirme… aaahhh!!!. Penetraciones duras y rápidas… ooohhh!!!, sacándola despacio… mmm… uuuffff!!!. Acabando por facilitarle la penetración al mismo tiempo que me la facilito a mí mismo, elevando mi pie derecho… aaahhh!!!, aprovechando este para acariciar tanto mi pecho, como mi el torso y al tiempo que tira de mis cabellos hacia atrás, ya sea para mordisquear mi cuello o comerme la boca… mmm. Mientras me suelta al oído…
“Joder que calientes estas, zorra… uuummm!!!”.
“Que estrecho que lo tienes, no serás virgen… no!”.
Comienza a moverse otra vez, comienza a penetrarme… uuummm!!!. Él es quien lógicamente marca el ritmo, pienso que estoy en la gloria… pues estoy disfrutando de un pedazo de mamada al tiempo que un desconocido me folla. Comenzando este a acelerar, aquellas embestidas calculadas e intensas, profundas por la fuerza sobre todo ejercida en mis hombros… uuuffff!!!. Han dejado paso a estas más aceleradas, penetrándome con fuerza e incluso a sentir dolor… uuummm!!!, siento su glande cada vez más dentro… llegando a martillear mi próstata… uuufff!!!. Noto sus venas hincharse, significado de su orgasmo, siendo más evidente cuando entre chillidos, gemidos e insultos, no dejando de penetrarme salvajemente…
- “Aaahhh!!!... cabrón, ooohhh!!!... si… si, uuufff!!!... me vengo… me vengo… aaahhh!!!”.
En no más de diez minuto la saca de mi interior con violencia… uuummm!!!, comenzando para mi pesar a descargar sobre mis nalgas desnudas, sintiendo su leche caliente y pringosa chocar contra mi espalda, glúteos e incluso muslos… aaahhh!!!. Corrida que coincide con la mía, descargando nuevamente en la boca de mi vecino de cabina, bajándome la erección en segundos. Mientras escucho su agitada respiración cerca de mí rostro, sin esperarlo, tira de mis cabellos hacia atrás, girando mí rostro y me come la boca… ooohhh!!!, mientras noto su polla pringosa contra mis nalgas… uuuhhh!!!. Introduciéndomela de nuevo a pesar de haberse corrido, noto su miembro no tan grueso y duro como minutos previos, siento como va perdiendo su erección dentro de mí. Notando nuevamente su boca en mí oído, soltándome…
- “Gracias, ha sido fabuloso, menudo coñito tan caliente tienes, piénsate lo que te he dicho”.
No se despega de mí espalda, noto como su sudor se mezcla con los míos. Separándose finalmente, girándose hacia atrás y coge el rodillo de papel, tira y comienza a limpiarse al tiempo que me ofrece. Me fijo como se agacha y como coge mi pantalón, introduciendo algo en uno de los bolsillos. Se incorpora y acaba por vestirse, toma mi barbilla y me da un piquito. Yo continuo desnudo, sentado descansando, mientras veo como se dirige a la puerta, me pongo bien mi camisa, este abre y tras sonreírme se marcha, pudiendo ver por hay varios detrás esperando su oportunidad. Suspiro y miro hacia mi derecha, donde está mi vecino de cabina, soltándome este…
- “Menuda mamada te he dado, te vez dispuesto a comérmela tu a mí”.
Sin escuchar mi contestación, introduce su polla por el agujero, no es muy grande, pero se merece una buena mamada, cosa que me pongo a hacérsela… mmm. No tardando mucho este en descargar, no avisa y siento el sabor agrio de su semen, no quedándome otra que escupir dentro de la papelera. Mientras este no solo aparta su miembro, sino que hasta cierra su puertecilla. No quedándome otra que dejarme caer en el sillón de cuero a descansar, dándome unos minutos a reponerme. Mientras siento como me tiemblan las piernas, aunque también es verdad que casi no me tengo en pie, es increíble… mmm!!!.
No solo viniéndome a la cabeza el polvaso que me han dado, sino incluso en las mamadas que he recibido, menuda boquita tiene ese tío… que habilidad. Pienso en esas dos corridas que me he pegado… uuuffff!!!, menuda mamada me han dado… siendo la última brutal… mmm, llegando a chupármela a pesar de tenerla flácida… ooohhh!!!. Mientras me repongo, miro la pantalla del monitor y observo la película porno. Escena tipo “Gang Bang”, donde un chico es usado a placer por cuatro tíos… mmm. Viene a mi memoria la propuesta del primero,
“¿Te gusta, verdad?. Sí quieres, podemos arreglarlo”.
“Puedo reunir un grupo de amigos, amigos del tipo que te gustan, te daremos carne hasta empacharte, solo deseando de ti… tu entrega, sumisión y tus orificios… mmm!!!”.
“Serias nuestro juguete… mmm, nuestro trozo de carne a usar. “Te sodomizaremos uno por uno, mientras chupas y masturbas, haremos un coro a tu alrededor hasta vaciarnos… dentro de ti si lo deseas… mmm!!!”.
“Bueno ya me dices…”.
Me siento alagado y tentado al mismo tiempo, dudo a pesar de que tardare en llamarle si es que lo hago, no pudiéndome concentrar al no dejar de martillear cada una de las tres puertas, no dejando de llamar y soltar…
- “Abre qué vas a disfrutar, mira como la tengo… abre putilla, abre que sé que estas dentro y deseosa de polla, venga no te hagas la estrecha”.
No quedándome otra que limpiarme cómo puedo con las toallitas húmedas, vestirme y tras abrir la puerta marcharme, mientras al menos seis u ocho hombres me miran, hombres cuyas edades comprenden desde los veinte al menos hasta los setenta años… mmm. Bueno aquí dejo una experiencia más, espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email es… Jhosua 1974 @ Gmail . com