Buenas tardes Papi (Historia ampliada)

Recibo a mi padre en casa (historia ampliada de un microrelato)

Esta historia surge del encuentro de dos personas en la red. Ahi lo conocí y ahí me transformó. Esta es nuestra historia y refleja nustra vida aquí.

Gracias. Ha sido una bendición haberte conocido.

YO

Te espero en casa ansiosa de que regreses. Suenan las llaves en la cerradura y mi corazón se desboca, me muero por verte atravesar la puerta, pero no voy a estar delante de ti; esta vez no. Me escondo detrás de una puerta esperando que pases de largo. Entras con parsimonia, el día ha sido largo... dejas las llaves y te das la vuelta, te sorprende no oír ningún ruido en casa. Afinas el oído, incluso cambias el gesto denotando el esfuerzo por captar un sonido que me delate. Pero no hay nada. Das unos pasos con sigilo, rebasas la puerta que me esconde y yo me acerco por detrás y cruzo mis brazos por tu pecho poniéndome de puntillas. Das un leve respingo, pero no te asustas. Sabes que soy yo. El olor de mi perfume me delata.

Echas las manos hacia atrás y me palpas los muslos. Lo que si te sorprende es notarlos desnudos. yo bajo mis brazos a tu cinturón y lo desabrocho desde atrás. Luego el botón del pantalón. Pego un tirón y cae a tus pies.

Rápidamente me separo de ti me planto frente ti. Me arrodillo y te bajo el slip. Esta vez quiero pillarte con la guardia baja. Está débil, flácida. La cojo con mi mano la alejo de la pelambrera, le doy un besito y la engullo. Noto como despierta, crece en mi boca. Se ensancha. Empiezo a notar como presiona en mi paladar, como llena mi boca hasta que tengo que cederle espacio fuera. Acomodo mi lengua a la nueva realidad de tu miembro y la recoge como si de un colchón se tratase. Mi lengua es su lecho. Miro hacia arriba y veo tu cara, tu mirada, de mezcla de perplejidad, orgullo y satisfacción. Es ahí cuando me levanto y acerco mis labios a los tuyos y te doy un piquito, sonrío y te doy la espalda... Buenas tardes Papi...

EL

Sin decir nada te agarro por las caderas y restriego mi polla por la raja de tu culo, mis manos suben y oprimo tus tetas, tus pezones sobresalen entre los dedos, aprieto fuerte.

Gimes, esa es mi niña mueves tu culo para sentir mejor como mi polla dura se incrusta entre tus cachetes pretendes masturbarme con tu culo.

Te muerdo la nuca te muerdo la oreja, tiro con fuerza de tu pelo. Te deseo y cuanto mas puta eres mas me gustas.

Intentas zafarte de mi, te pellizco con fuerza los pezones, sueltas un quejido de dolor y placer.

Levanto la mano y te azoto el culo se notan los cinco dedos marcados. me separo un poco de ti y te meto la polla en el culo de una sola embestida, gritas, te duele, pero no paro de bombear.

Cada vez sientes mas placer y gimes de gozo, la saco, me suplicas que no pare pero me alejo quiero que me desees aun mas mantener tu excitación hasta el paroxismo y me voy en busca de una cerveza....

YO

Apoyada contra la pared, con las piernas semiabiertas, jadeante y con un hilo de mis fluidos escurriendo por la cara interna de mis muslos. Asi me dejas mientras veo como te alejas por el pasillo.

Tu pantalón se ha quedado tirado en el suelo y la visión que me queda es de ti en slips y camisa.

Oigo como se abre la puerta de la nevera, chocan botellas, abres un cajon, y oigo como salta una chapa. Has abierto una cerveza. Estoy de pie expectante. Veo como sales de la cocina y te diriges al salon. Yo me voy a mi habitación. Rebusco en mi cajon y cojo algo que guardo secretamente. Voy a buscarte. Te encuentro en la sala, sentado en el sillon, echado hacia atrás con los brazos en el reposabrazos, una cerveza en tu mano derecha y con la tele encendida. Yo me planto frente a la tele. Me acuesto. Tengo en la mano mi bibrador, lo enciendo y comienza a oirse un zumbido. Abro mis piernas y comienzo a deslizarlo por mi pubis. Ya se encontraba húmedo y desliza fácil sobre mi carne. Lo introduzco entre mis labios y los recorro de arriba a abajo deteniendome sobre mi clitoris. Mi cuerpo se estremece. Descargas me recorren, me agito. Lo bajo y lo paso por mi ano que estaba semiabierto y lo dejo unos segundos con la punta alojada. Me cuesta estarme quieta. Con mi mano vuelvo a frotarme el clitoris. Estoy muy cerca de llegar al orgasmo y me lo apago. No será él quien me lleve al limite, no, no, no. Te miro, estas entre sorprendido y excitado. Tu visión es expectacular. Sentado cómo el rey en su trono y con la polla fuera del slip apuntando como una espada hacia el techo, sin tocarte. Majestuosa. Me levanto y me acerco a ti. Pongo mis rodillas a los lados de tus muslos. Los labios de mi vagina rozan tu glande, casi entra entre ellos. Me muevo y hace que me los recorra. En ese momento te agarro la cerveza que está a la mitad ya y me la llevo a la boca. Le meto un trago y te descabalgo. Vuelvo a echarme en el suelo. Vierto el contenido restante de la botella sobre mi vientre y mi pubis..... Te miro sonriente y te digo "Si quieres terminarte la cerveza tendrás que levantarte....".