Buenas tardes Papi
Recibo a mi padre en casa despues del trabajo
Te espero en casa ansiosa de que regreses. Suenan las llaves en la cerradura y mi corazón se desboca, me muero por verte atravesar la puerta, pero no voy a estar delante de ti; esta vez no. Me escondo detrás de una puerta esperando que pases de largo. Entras con parsimonia, el día ha sido largo... dejas las llaves y te das la vuelta, te sorprende no oír ningún ruido en casa. Afinas el oído, incluso cambias el gesto denotando el esfuerzo por captar un sonido que me delate. Pero no hay nada. Das unos pasos con sigilo, rebasas la puerta que me esconde y yo me acerco por detrás y cruzo mis brazos por tu pecho poniéndome de puntillas. Das un leve respingo, pero no te asustas. Sabes que soy yo. El olor de mi perfume me delata.
Echas las manos hacia atrás y me palpas los muslos. Lo que si te sorprende es notarlos desnudos. yo bajo mis brazos a tu cinturón y lo desabrocho desde atrás. Luego el botón del pantalón. Pego un tirón y cae a tus pies.
Rápidamente me separo de ti me planto frente ti. Me arrodillo y te bajo el slip. Esta vez quiero pillarte con la guardia baja. Está débil, flácida. La cojo con mi mano la alejo de la pelambrera, le doy un besito y la engullo. Noto como despierta, crece en mi boca. Se ensancha. Empiezo a notar como presiona en mi paladar, como llena mi boca hasta que tengo que cederle espacio fuera. Acomodo mi lengua a la nueva realidad de tu miembro y la recoge como si de un colchón se tratase. Mi lengua es su lecho. Miro hacia arriba y veo tu cara, tu mirada, de mezcla de perplejidad, orgullo y satisfacción. Es ahí cuando me levanto y acerco mis labios a los tuyos y te doy un piquito, sonrío y te doy la espalda... Buenas tardes Papi...