Buen viaje

Quiero que tengas y hasta tu regreso, me cobijaré con tus recuerdos.

Buen viaje.

Miraba el atardecer,

Con un sentimiento de gran añoranza,

Esperando regresaras,

Anhelando que volvieras,

Aquí a mi lado,

Aquí conmigo.

El sol se perdía en el horizonte,

Dando paso a la noche,

Dando paso al recuerdo,

Del olor de tu pelo,

Del sabor de tus besos,

Y el color de tu cuerpo.

La luz fue disminuyendo,

Las sombras rodearon mi cama,

Como si de guardianes se trataran,

Cuidándome en tu ausencia,

Llenándome tú espacio,

Hablándome de ti.

Y aparecieron las estrellas,

El sueño me venció,

Comenzaron a volar ideas,

Y tu voz me cubrió,

Me resguardó del frío,

Con el manto de tu amor.

La luna brillando en lo alto,

Como el faro de mis sueños,

Mostrándole de regreso el camino,

A quien de mi vida es dueño,

A quien en mi mundo es todo,

A quien mi alma entrego.

Y la noche siguió corriendo,

Pero el tiempo se detuvo,

Por la acción de tu llegada,

Por el calor de tu venida,

Que mis adentras embriaga,

Con tu suave licor de vida.

Y el espacio se volvió pequeño,

Para estos dos cuerpos,

Para el tuyo y para el mío,

Entrelazados en un juego,

Un juego de pasión,

En el que ocupas todo mi interior.

Los segundos no pasaron,

Pero el reloj continuó en función,

Con su tic tac el ritmo marcó,

Y en un murmullo nos arrulló,

Elevándolos al cielo,

Envolviéndonos en sueños.

La oscuridad se fue disipando,

Y con ella fuimos despertando,

Uno al lado del otro,

Con nuestras pieles en contacto,

Clavando en tu rostro mi mirada,

Para que mis ojos tu imagen grabaran.

Y así cada que lo quiera,

Cada vez que lo necesite,

A pesar de la distancia,

De los días o el adiós,

En mi mente tendré tu retrato,

Para esperar la siguiente ocasión.

Nunca más aunque no estés,

Me dolerá el extrañarte,

Pues tu presencia me acompaña,

Tu espíritu me sigue,

Tu amor me respalda,

Y el tiempo ya no existe.

Porque la inmensidad del universo,

No deja ver un final,

Y en tus ojos yo lo he visto,

Puedo creer en la eternidad,

En un siempre tenerte cerca,

Para con todas mis fuerzas poderte amar.

No te veo pero te siento,

No te escucho pero oigo tu voz,

No te huelo pero te respiro,

Me rodea y envuelve tu amor,

Ese que con un roce me enloquece,

Y me hace perder la razón.

La cama parece muy grande,

Pero bastará otra vez dormir,

Para que de nuevo aparezcas,

Y me hagas sentir,

Me hagas vibrar,

Me hagas de placer gritar.

Tal vez ha faltado tiempo,

Por una u otra razón,

Pero cada segundo que tengo,

De ti,

De tu amor es más que suficiente,

Hace que mi vida sea mejor.

Ya la noche volvió a caer,

Y de nuevo comencé a soñar,

Haciendo más llevadero el esperar,

Porque entre nubes te encontré,

Abriéndome tus brazos de par en par,

Y de ti nunca más me separé.

Porque aunque lejos estás conmigo,

Y me haces sonreír,

Porque tu cariño me alimenta,

Dando sentido a mí existir,

Es por eso que te digo,

Que por ésta y otras mil vidas,

Te encuentres donde te encuentres,

Te amaré por siempre.