Brenda esposa feliz y puta (6)

Paso un fin de semana sola en una casa con mi amigo Agus, un nuevo machito que conocí Javi. Armamos una orgía espectacular con otra mujer. Fue un fin de semana inovidable disfrutado por mí y por el cornudo de mi novio.

BRENDA ESPOSA FELIZ Y PUTA (6)

Pasaron las fiestas de fin de año con todo lo que significan en cuanto a carga emocional y excesos digestivos.

El verano ya se nos había metido en la piel y nos calaba los huesos. Buenos Aires es una ciudad sumamente húmeda y calurosa pero no tiene playas como para que nos podamos aliviar del verano. El Río de la Plata está demasiado contaminado como para animarse a meterse en él.

Por eso me alegró muchísimo cuando Claudio vino una noche y me comentó que Agus nos había invitado a pasar el sábado siguiente en una casa que él tiene en un Country Club de la zona de Pilar, una localidad ubicada al norte de la ciudad misma y ya en la provincia de Buenos Aires.

Seguramente tendríamos una hermosa piscina para mitigar el calor y toda la buena compañía de gente agradable, comeríamos un rico asado con buen vino y a la nochecita volveríamos a la ciudad, cansados pero con el gusto de haber pasado un hermoso día.

Por otro lado no quería dejar pasar la oportunidad de volver a ver a ese pedazo de macho que es Agus y tener la posibilidad de disfrutar de la verga más grande que conocí en mi vida.

El tonto de Claudio, el jueves o sea dos días antes de la reunión, cayó en cama con anginas y ya me vi venir un fin de semana de televisión, aire acondicionado y laburo de enfermera.

El viernes a la tarde sentí que alguien me llamaba a mi celular, era Agus:

¿Vas a venir mañana …no? – me hablaba como ofuscado.

Es que Claudio está en cama con anginas y me parece que dejarlo solo…..

No me importa,… que él se quede…yo ya contaba contigo.

Dejame ver como lo arreglo y te llamo- le contesté.

Utilice todos mis artilugios para convencerlo. En realidad no fue difícil. Por un lado ya estaba mejor y creo que la fantasía de imaginarme nuevamente en brazos de Agus ayudaron para que se repusiera rápidamente.

Andá y pasala bien, yo me puedo cuidar solo, no es nada grave.- me repetía

¿En serio amorcito….no tenés problema? Te prometo que te cuento todo lo que pase cuando vuelva a la noche- le hablaba emputeciendo la voz, acariciándole la frente y apretándole la pija.

Sonrió entendiendo el doble sentido de mi respuesta.

Delante de Claudio lo llamé a Agus para confirmar que iba y para que me indicara cómo hacer para llegar.

Mañana me tenés de cuerpo presente en tu casa. –

Uhmmm… no me hables así putita que me ponés loco – me respondió ya más sereno.

¿Pero cómo hago para llegar….amor si no se donde tengo que ir?

No te preocupes, estate preparada a eso de las 10hs. que un amigo mío, Javier, te pasa a buscar y te trae.

Mi cornudito feliz estaba caliente, pero estoy segura que no era ya por la fiebre sino por dejar volar su imaginación, soñando a su noviecita bien cogida por su amigo. Me imaginé que para él sería un sábado de tele, aire acondicionado y pajas.

Al día siguiente me levanté temprano, me preparé un bolsito con una bikini que me queda espectacular, un par de hawaianas, anteojos para sol, un sombrero y algo de perfume, jabones y maquillaje.

Me vestí apenas con un top bien ceñido, un par de jeans desflecados ajustados al cuerpo y zapatillas.

A eso de las 10.05hs escuché que alguien llamaba por el portero eléctrico:

Soy Javier, el amigo de Agus,.... bajá así nos vamos al Country.

O.K. ya estoy bajando.

Saludé a mi cornudito consentido, le pedí que se cuidara y le prometí que a la nochecita estaría de vuelta.

En la puerta de calle me estaba esperando Javi..otro macho hermoso. Quedé atontada, rubio, más bajo que Agus pero también fornido y con toda la pinta y la onda de los pendejos con plata.

Me subió a una cuatroporcuatro espectacular y arrancamos hacia Pilar.

No me hubiera confundido nunca de persona..Agus ya me había avisado que eras una potra infernal.- arrancó con la charla.

¿Eso te dijo?...a mí me aconsejo que mientras no estés manejando te ate las manos porque parece que sos muy peligroso.

Javier reía con mis ocurrencias y a mí me caía cada vez mejor el pendejo. Calzaba una camiseta musculosa negra que contrastaba con el rubio de su pelo y que dejaba ver sus hombros y brazos musculosos supertrabajados en el gimnasio. Con la piel bronceada y ese lomo era el sueño de toda pendeja caliente.

Uhmmm que pedazo de guacho- pensé- me lo devoraría todo.

En poco más de una hora llegamos a la casa que por cierto estaba bastante concurrida. El día se presentaba muy caluroso y húmedo así que una buena pileta era el lugar ideal para estar.

Agus apenas vió entrar a la camioneta se acercó para saludarme.

Hola mi amor ..te estaba esperando.-

Le di un buen beso sin que nadie nos viera y le pedí que me indicara donde podía cambiarme de ropa.

Vení que te llevo al lugar indicado-

Entramos en la casa, típica casa de country con el lugar de estar en planta baja y los dormitorios en el primer piso.

Es por aquí mi vida- me tomó de la mano y me llevó a una de las habitaciones del primer piso.

Era el dormitorio principal, su habitación y yo ya sabía que iba a pasar. Cerró la puerta con llave y me tomó de la cintura.

No demoró un segundo en empezar a meterme mano, estaba muy caliente y yo también, no sólo por verlo a él sino porque su amiguito me dejó hecha una hoguera. Lo abracé por el cuello y empezamos a besarnos apasionadamente.

¿Cómo se portó Javi en el viaje? Supongo que bien- me dijo mientras me sacaba el top.

Sí muy bien.. aunque con el lomo que tiene me habría encantado que hubiera intentado portarse mal-

¿Cómo es eso? Apenas lo conocés y ya te querés coger a mi amigo. Vení que tengo algo para vos que te encanta.

A esa altura de los acontecimientos Agus me tenía casi desnuda. Me acostó en la cama y empezó a bajarse el traje de baño.

Mis ojos se posaron en la entrepierna para ver salir a la verga más grande que me comí en mi vida.

Tomá esto es para vos .- me dijo tomándose la pija a la altura de los testículos.

Parecía un policía blandiendo su palo. Lo agitaba para hacerme desear y la verdad es que lo estaba logrando.

Estiré mi mano para tocarla, acariciarla, volver a sentir lo mismo que la noche de la fiesta cuando la tuve en mis manos y jugué con ella.

Vení acercate- le pedí

Con la pija aferrada entre mis dos manos volví a golpeármela en la cara. a rozar mis pezones con su cabecita, a acariciar sus testículos y su entrepierna, cosa que lo puso a mil.

¿Querés que te haga una pajita entre mis tetas, …querés amorcito?

Sí mi vida…me encantaría.

Se sentó sobre mí y dejó depositada su pija entre mis pechos y yo los apretaba para que quedara toda la verga contenida en ellos.

El se movía cadenciosamente mientras yo juntaba cada vez más mis tetas y lamía la cabeza de la verga cuando se acercaba a mi boca.

Seguí así putita que te lleno las tetas de leche- gemía en medio de su intensa calentura.

Noooo… cógeme que estoy recaliente-

Salió de la cárcel de mis pechos y se metió en mi mojada cuevita que lo acogió con un enorme goce.

Dale puto..cogeme con ese pedazo que tenés… bombeame hijo de puta-

¿Así…así te gusta putita…esta verga te gusta mi amor?-

Ayyyy…dale cógeme …..que verga divina tenés …..no hables ….cogeme puto -

Sincronizamos el movimiento de nuestros cuerpos y rápidamente estuvimos a punto de acabar.

Él comenzó a gemir con mayor intensidad y a bombear con más fuerza, yo lo acompañaba abriendo más mis piernas para que esa verga hermosa calzara más.

Quiero tu lechita en las tetas..damela por favor- le rogué

El se salió de mi conchita y pajeandose la verga la apunto hacia mis tetas mientras yo me las apretaba para que no se perdiera ni una gota.

Acabo mi vida… tomá mi lechita…ayyy me voy- gemía el putito en el orgasmo.

Una catarata de esperma caliente baño mis pechos y me llevó al borde de la locura.

Con la mano izquierda repartía la leche en mis tetas y con la derecha me masturbaba para llegar yo también al orgasmo mientras él me ayudaba chupándome la concha.

Sólo atiné a emitir un quejido profundo y a dejarme llevar por las vibraciones que el orgasmo me provocaba.

Caímos los dos exhaustos y retozamos un poco en la cama.

Afuera se escuchaba el bullicio de la gente disfrutando de la piscina y del día de sol.

Dale..cambiate que abajo me esperan mis invitados.

Nos dimos un tierno piquito, él se fue y yo me dispuse a asearme en el baño y a ponerme a tono con la reunión de amigos.

A los pocos minutos bajé con toda la sensualidad de una diva, al llegar cerca de la pileta observé un grupo de unas veinte personas jóvenes. Estaba bastante repartido entre muchachos y chicas.

Ellos eran todos lomudos, musculosos, luego me enteré que la reunión era con sus compañeros del equipo de rugby. Ellas eran tipo "divinas", chicas muy top, jovencitas, muy cuidadas en lo estético.

Mi llegada arrancó una salva de aplausos, silbidos y gritos de todo tipo por parte de los machos. Algunas mujeres me miraban con impudicia mientras pasaba cerca de ellas otras lo hacían con indiferencia.

No pude ocultar mi agrado por el recibimiento e inmediatamente una sonrisa se dibujo en mi cara.

Con parsimonia me quité el sombrero, los anteojos y las ojotas y me zambullí en la pileta.

Por unos instantes disfruté de la frescura del agua en un día tan caluroso y húmedo, del silencio que nos brinda el estar sumergidos cuando sólo podemos oir el borboteo que genera nuestra inmersión.

Siempre pensé que era comparable a nuestro estado fetal cuando aislados del sonido externo estábamos inmersos en líquido.

Pero al emerger todo vuelve a la normalidad, el bullicio, el movimiento de los otros, la sensación de haberle ganado al clima, la dureza de los rayos del sol del mediodía sobre nuestras cabezas.

Entonces volvió a aparecer Javier, con su lomo espectacular, pero estaba más sensual que antes con el pelito mojado.

Disfruté viendo sus pectorales como para chuparselos, sus anchos hombros, sus brazos musculosos y una sonrisa de niño pícaro encantadora, de esas que a mí me pierden.

Pensé que te habías vuelto- me dijo irónicamente.

No es que Agus me estuvo indicando donde dejar la ropa para poder cambiarme.-

Y me imagino que te habrá ayudado a ponértela -

Por supuesto....Agus es un experto en eso de ponerla- le respondí con una sonrisa.

Javier rió por el doble sentido y chapoteó agua para mojarme, yo volví a zambullirme y nadé bajo el agua en medio de piernas de hombres y mujeres hasta emerger del otro lado.

En sendas reposeras, muy próximas al borde de la pileta, estaban tomando sol una mujer, muy bonita, morocha de unos cuarenta años y su pareja un hombre de más de cincuenta.

Ella me saludó apenas emergí.

¿Qué tal me llamo Sonia?. Al escuchar el griterío pensé, ¿quién llegó para tanto alboroto?. E s lógico que los muchachos se pongan nerviosos con una chica tan bonita –

Gracias Sonia, soy Brenda, mucho gusto…son chicos jóvenes y ya tienen algo de alcohol consumido, espero que sus mujeres y novias no me odien y me quieran ahogar.

Estuve largo rato en el agua conversando con los invitados, tomando un cocktail pero sobre todo refrescándome y siguiendo de cerca las evoluciones de ese pendejo hermoso que se llama Javier.

Algunas chicas, para hacerse notar, hicieron topples , otras se mantuvieron más recatadas .

Almorzamos todos juntos en el quincho de la casa, bebimos por demás y reímos por demás.

Llegada la sobremesa se notaba que el clima estaba cambiando bruscamente. Nubarrones negros preanunciaban lluvia en poco tiempo.

Me empecé a preocupar por la vuelta ya que la entrada al Country era un camino de tierra de unos dos quilómetros.

Los más cautos saludaron y se fueron temprano, otros más tarde cuando se largo el temporal, Javier no daba señales de querer volverse.

Le pregunté a Agus,

Mi amor .. ¿a mí quien me lleva?-

Dale ..quedate hasta mañana-

Vos estás loco ….está mi novio enfermo… lo dejé solo…no puedo volver mañana-

Sin darme cuenta la casa se había quedado casi vacía, sólo estamos Agus, Javier, Sonia, su marido y yo.

Agus me llevó hacia un rincón del quincho, me tomó de la cintura y me empezó a besar.

Quedate esta noche, la vas a pasar muy bien.-

Pero no puedo, ..no entendés ¿ me encantaría quedarme con vos pero…esta mi novio en cama-

LLamalo y decile que no podes salir porque el camino esta anegado por la lluvia.

La propuesta me parecía tentadora, una noche de fiesta en una casa en un country no era algo común para mí en esa época.

Además yo se que Javier también quiere que te quedes…no es mala la oferta-

En ese momento sentí que por detrás alguien me tomaba de la cintura y arrimaba su bulto a mi cola.

Era Javier que venía dispuesto a convencerme que me quedara a dormir esa noche.

Yo era el jamoncito del sándwich, tenía dos machos hermosos que me cortejaban y me franeleaban uno por delante y otro por detrás.

Giré la cabeza y encontré la cara de Javier dispuesto a darme un beso de lengua mientras Agus me acariciaba las tetas.

Recibí la lengua de Javier y me prendí en un beso que le demostraba que me había tenido caliente desde el momento en que lo conocí

Todo pintaba para que en ese quincho me cogieran dos buenos machos cuando apareció de improviso Sonia preguntando si podían quedarse a dormir porque no se animaban a salir a la ruta.

La muy guacha vio todo lo que estaba pasando y mis machos se enfriaron.

Yo ya estaba convencida, llamé a Claudio para saber cómo seguía y le dije que estábamos aislados y que recién el domingo podríamos salir y que Agus y su amigo Javier me habían pedido que me quedara.

Recibí su aprobación sabiendo que le daría tema para imaginarme bien cogida por dos machos.

Listo,…me quedo a dormir…pero mañana me llevan a mi casa..ok?...porque mi noviecito va a pensar que ya no lo quiero más-les hablé poniendo voz de puta.

Entre ellos se miraron y cómo si se estuvieran diciendo…- "se nos dio….hoy nos enfiestamos con esta yegua"…-

Quedate tranquila mañana sin falta te devuelvo a la casa de tu noviecito- me contestó Javier.

La vamos a pasar muy bien- dijo Agus.

La tormenta refrescó el resto de la tardecita y ya entrada la noche el cielo estaba despejado.

Carlos, el marido de Sonia, es un representante de jugadores, los coloca en equipos profesionales de Europa y es amigo de varios chicos del club, además vive borracho, pobre mujer.

Apenas cenamos, algo frío con lo que sobró del asado del mediodía. Pero Carlos seguía bebiendo y cerca de la media noche estaba completamente borracho.

Entre Sonia y Javier lo fueron subiendo hasta una habitación. Con Agus mirábamos mientras lo hacían. Les costó muchísimo alcanzar el primer piso.

Cuando estuvimos solos con Agus yo me saque el sostén y la bombacha de la bikini y se los tiré a la cara a Agus mientras corría a la pileta para zambullirme.

Estaba frío pero no mucho , en cambio la felicidad de nadar desnuda bajo un cielo lleno de estrellas fue inenarrable.

A los pocos segundos sentí que Agus también se zambullía en la pileta y me tomaba de los pies para jugar conmigo en el agua.

Estaba desnudo como yo y no faltó mucho para que empezara a besarme y a calentarme. Sentía su cuerpo arder aún en el agua fría.

En plena franela Javier, que ya había dejado al borracho en su cama, parado en el borde de la pileta se quita el traje de baño y en bolas se zambulle para acompañarnos.

La fiesta había comenzado, dos hermosos potros cebados para una hermosa yegua en celo.

No daban abasto para acariciarme, amasarme las tetas, tocarme el culo, lengüetearme la boca y yo mientras tanto me aferraba por debajo del agua de esos dos caños duros que dentro de poco tiempo estarían penetrándome por todos mis orificios.

Sigamos en la cama- dijo Agus completamente al palo

Me tomó entre sus brazos y me condujo a su dormitorio, yo seguía con mi lengua buscando la suya y con mis manos aferrada a la pija de Javier.

Luego todo fue un desquicio, Javier estaba acostado de espaldas y yo en cuatro patas. Agus detrás de mí me chupaba la concha y el orto. Con mi boca fui lamiendo a mi nuevo amigo. Le chupe los pectorales.

Seguí bajando por el abdomen hasta llegar a su pija que, si bien no se acerca a la de Agus, estaba dura y palpitante.

Me la metí de un saque en la boca y se la chupé con ganas mientras desde atrás empezaron a abrirme la conchita para que el pedazo de verga de Agus hiciera su entrada triunfal.

Seguí chupando putita….ayyy mi amor que bien que la chupás- me decía Javi.

En un momento Agus me mete toda su verga en la concha y me hace sobresaltar.

Que pija tenés hijo de puta… me vas a partir al medio- grité loca de placer

Hoy te vas a comer dos vergas …putita…¿querés que te cojan dos machos como nosotros?- gime Agus mientras me bombea la argolla.

Síííííí… quiero que dos machos hermosos me cojan….quiero verga…putitos…verga.

Fueron más de treinta minutos de lamidas, chupadas, cojidas. Ambos en su momento me la metieron por el culo. A ambos les chupé la pija. En un momento dado me ensartaron por delante y detrás.

Fueron treinta minutos de placer inconmensurable, en el que una mujer disfruta al límite de dos hermosos hombres y que por momentos los desafía,

A ver quién me hace mejor la colita, o no se animan?

Fueron treinta minutos del más puro morbo con todos los ingredientes que Uds. se puedan imaginar.

Al final ambos acabaron como si fueran lobos en un aullido y yo recibí mi ración de leche calentita gritando

¡¡¡QUIERO MAS…PUTOS DE MIERDA…DENME MAS VERGA…AHHHHHHH!!!!

Luego tuvimos unos minutos de mimos, besitos en la boca para ambos, en el pechito para Javier que es un dios, en la verga para Agus que la tiene como un burro.

Tomé un toallón, me envolví en él y me dirigí al baño para darme una ducha porque estaba exhausta pero al salir al pasillo me encontré con una sorpresa.

Parada al borde de la puerta del dormitorio estaba Sonia con las tetas al aire y en tanguita.

¿Qué estás haciendo aquí…y a esta hora?- le pregunté

Es que mi marido lo único que hace es roncar y los escuché a Uds… disculpame preferí escuchar la fiesta que se estaban dando.

Me acerqué y le acaricié una mejilla, la pobre estaba en el aire.

Me imagino que estarás ardiendo

Desde que ese pendejo hermoso me ayudó a subir a mi marido tengo la almeja mojada- me contestó con una mirada llena de lujuria.

Uhmmm…Javi que caramelito.-

¿Vas a darte una ducha?

Sí..¿por qué?

Me encantaría verte mientras te bañás…¿puedo?

No hay problema…vení y seguimos charlando mientras me ducho.

Entramos las dos al baño, abrí el agua de la ducha, tome una esponja enorme que allí encontré y colgando el toallón me mostré tal cual Dios me trajo al mundo.

Sonia me observaba con lasciva atención dejando que su espalda apoyara en la pared del baño. Dejó que el dedo índice de su mano izquierda recorriera todo el contorno de sus labios y luego se introdujera ligeramente en la boca. La mano derecha ya estaba oculta por la tanguita como si fuera a entrar en acción en cualquier momento.

El agua se escurría por todo mi cuerpo y la esponja enjabonada visitaba por momentos mis hombros, o mis pechos o mis piernas.

Miré a Sonia como provocándola, quería que reaccionara porque la veía como atontada por tanta carga de erotismo.

¿Te gusta lo que ves?- le dije con voz de emputecida.

Uhmmm… síííí…sos una mujer muy atractiva.

Sabés que bien que coge Javi…es un dios. ¿No te lo querés comer?

Ayyy mamita…que hermoso debe ser que un macho así me coja.

Se veía que sus dedos estaban trabajando intensamente con la crestita de su clítoris y la mano izquierda se aferraba fuertemente a sus pechos.

Vení aquí…duchémosno juntitas…¿querés mi amorcito? – la invité extendiendo mi brazo.

Se sacó inmediatamente la tanguita y se metió conmigo bajo la ducha. Nos dimos un beso apasionado de lengua como carta de presentación. Esa mujer estaba a punto de explotar y tenía que aliviarse de alguna manera.

Le pasé la esponja por sus pechos mientras ella gemía arqueando el cuerpo y dejando que el agua la recorriera. Luego me agaché, le abrí un poco las piernas y empecé a lamerle el clítoris y a introducirle un par de dedos en la concha.

Agitaba su cuerpo como clara señal del placer que le estaba provocando, sabía que en cualquier momento iba a orgasmar.

Sin dejar de masturbarla con los dedos le pregunté,

¿Lo querés a Javi?...¿Querés que ese macho hermoso te coja?

Ayyyy síííí´…me muero de ganas… me tiene muy caliente.

Vas a coger con él…vas a saber lo que es un macho de verdad.

Sonia no pudo aguantar y gimiendo agitadamente acabó pidiendo la verga de Javi a los gritos.

Entregámelo al pendejo…quiero que me coja ya…..ayyyy…que me coja ya por favor.

Bajo la ducha la dejé relajarse, luego la abracé y cobijé con mi cuerpo mientras le daba suaves piquitos cariñosos.

Vení…secate bien que vas a pasar una noche inolvidable.

¿Qué vas a hacer?

Vos seguime a mí y después me contás.

Salimos las dos del baño tomadas de la mano. Decidida entré en la habitación, Javi estaba casi dormido, Agus todavía despierto tomaba un wisky.

Javi..despertate que te traje un regalito.-

El pendejo se despertó y me miró con cara de sorpresa.

Mirá lo que te traje para vos exclusivamente-

Sali de la habitación, tomé la mano de Sonia y entramos las dos juntas.

Te gusta lo que te traje…..se muere por coger contigo.-

Ambos se miraron, ella parada asustada pero caliente, él acostado, relajado pero mirando a esa hermosa mujer desnuda que se le entregaba.

Vení mamita acóstate a mi lado- le dijo extendiéndole un brazo en señal de aceptación.

Sonia se le montó y empezaron un beso de lengua mortal. Ella estaba desesperada, hambrienta de hombre, es probable que su marido por la adicción al alcohol la tuviera desatendida.

Me acosté junto a Agus y ambos nos pusimos a ver la escena que nos brindaban. El me acariciaba las tetas y yo le pajeaba la verga.

Sonia, luego del prolongado beso de lengua, fue directamente a los pectorales de Javi. Se los chupó con intensidad, los acarició, los apretó, los masajeó.

Siguió con la pija que ya estaba al palo nuevamente, se la metió en la boca y por momentos la chupaba por otros la lamía, siempre con extrema dedicación.

Al final se montó sobre ella dejando que se enterrará toda en su conchita.

Yo no aguanté más y me monté sobre el pendejo pero a las espaldas de Sonia. Por detrás le tomé ambos pechos mientras le susurraba cosas en el oído.

Uhmmmm que lindo pendejo que te estás cogiendo mamita…¿te gusta como te coge?-

Ayyy sííí..como me está haciendo gozar.

Giró su cabeza para darme un beso de lengua. En ese momento Agus se irguió, se masajeó la pija y se la metió en la boca.

Dale chupámela un poquito mi amor.-

Al poco rato Sonia volvió a acabar con la pija de Agus en la boca y la de Javi en la cuevita.

Estuvimos toda la noche cogiéndonos, todos contra todos en una orgía hermosa en la que las mujeres gozamos de dos machos maravillosos.

El cansancio me venció y me desperté al mediodía del domingo. Agus me comentó que el matrimonio ya se había ido y que Sonia me agradecía el "regalito" que le hice.

Tomé a Agus de la mano y lo obligué a acostarse conmigo. Hablamos de muchas cosas, entre ellas del ascenso merecido de Claudio. El decía que se lo merecía el ascenso pero que la decisión sólo dependía de su tío, de todas maneras estaba dispuesto a ayudar para que se fuera para mi novio el cargo.

Luego, más pileta, un buen almuerzo, una siesta con cama para tres y al atardecer volví con Javi hacia la ciudad.

Javi me dejó en la puerta de casa, me dio un flor de beso y también me agradeció el haberle entregado a Sonia. Parece que al pendejo le gustó y quedaron en volverse a ver.

Cuando llegué a casa Claudio me estaba esperando ansioso, ya estaba repuesto de la angina y deseoso de escuchar de mi boca todo lo que ocurrió ese fin de semana.

Cenamos juntos y luego le pedí que se acostara, salí de la habitación y me puse un babydoll muy cortito y que marca mis tetas.

Me paré enfrente de mi novio y empecé a mostrarme con movimientos sensuales. Le mostraba la colita, o las tetas o las piernas.

¿Ves mi amor este cuerpito?..dos machos hermosos y una mujer se aprovecharon de él-

Claudio me sonrió y me pidió que subiera a la cama.

Papito…¿querés que te cuente como se portó tu bebota el fin de semana? –

Como se imaginarán que a partir de allí empezó un delirio de morbo en el que el cornudo gozó como nunca de los revolcones de su novia que le contaba con lujos de detalles todo lo acontecido.

¿Que voy a hacer?, si a él le gusta ser cornudo y a mí me encantan los machos, somos el uno para el otro.

Luego, cuando todo estaba en penumbras, pensé que había dado un paso más para que Claudio se acercara a la Gerencia General, sabía que Cindy y ahora Agus estaban dispuestos a ayudarme.

Sólo necesitaba un golpe de suerte