Brenda esposa feliz y puta (3)

Luego del trío que armamos con Claudio, conocí a un excitante profesor de gym y a un compañero de trabajo de Claudio y algunas cositas mas.....

BRENDA FELIZ ESPOSA Y PUTA (3)

Como recordarán los amigos que han leído el segundo relato el mismo concluye cuando formamos el primer trío entre Pato, mi amante y amigo de mi novio en aquella época, Claudio mi actual marido (novio en aquella época) y yo.

Tuvimos un polvo muy bueno y luego de higienizarme en el baño me disponía a volver al dormitorio para continuar con esa fiestita tan íntima y gozada.

Recuerdan que esperaba encontrarlos a los dos machos fumando un cigarrillo, o bebiendo una copa o simplemente conversando de futbol…..pero no fue así.

Al entrar a la habitación y ver lo que estaba sucediendo no podía salir de mi estupor porque mientras Pato le acariciaba dulcemente la cabeza, el cornudito de mi actual marido y novio en ese momento, éste…¡¡le estaba chupando la pija a su amigo!!.

¡¡Sí..tal cual…le tenía agarrada la pija desde los huevos y se la estaba engullendo toda!!

¿Quién diría que un rugbyer, que está acostumbrado a andar a las patadas y trompadas con otros musculosos como él estaría haciendo semejante cosa?. Se ve que entre tanto toqueteo y forcejeo en algún momento le habrán quedado las ganas de probar algo más, en vez de forcejeos que sean mimos.

Parada en la entrada de la habitación, con mi espalda apoyada en el marco de la puerta, observaba excitada la escena y no niego que inmediatamente mi nivel de calentura llegó a grado 10 en la escala Richter.

Pato estaba totalmente acostado con su mano derecha sobre la cabeza de mi novio, ayudándolo a que su pija entrara y saliera de la boca de mi media naranja..

Claudio, de espaldas a mí, con la cabeza ligeramente apoyada en el abdomen de su amigo estaba totalmente concentrado en meterse esa verga en la boca, en lamerle la cabeza y el tronco y de a ratos mirarlo con cara de emputecido mientras le practicaba la felatio.

Me llevé una mano a la concha y así parada como estaba empecé con una paja descomunal mientras que con la otra mano me apretaba los pezones para gozar más.

Ellos estuvieron un rato sin notar mi presencia hasta que Pato giró su cabeza y me vio.

Vení mi amor…prendete en la fiestita- dijo Pato

Claudio sorprendido infraganti, como esos niños que son descubiertos comiéndose las masitas que su madre guarda en la heladera, sólo atinó a soltar la verga de su amigo y a mirarme con una cara que daba pena.

Así que te gusta la verga también…aparte de cornudito me saliste traga pijas.-

Es que me tenté..quería probar…saber que se siente.-

Me acosté junto a él y tomando la pija parada de Pato le pregunté

¿La compartimos?...un poco para cada uno no le hace mal a ninguno.-

Mi novio sonrió y allí empezó un delirante juego, una pieza a cuatro manos, dos boca y dos lenguas. Por momentos yo se la chupaba y el le lamía el tronco, o sino yo le lamía el tronco y él la cabeza, cuando nuestras lengas se juntaban nos dábamos apasionados besos para retomar fuerzas y seguir pero sin dejar de pajear a nuestro amigo.

El agasajado, mejor dicho la verga del agasajado, daba señales claras que estaba pasando un muy buen momento.

Pato marcaba el ritmo de su fiestita.

Vení subite que te quiero coger- me ordenó completamente fuera de sí.

Guacho el primer polvo fue tuyo ahora la que quiere gozar soy yo.

Me monté sobre ese potro y dejé que su pija entrara completamente en mi concha. No fue difícil porque estaba totalmente mojada.

Al principio lo cabalgaba con suaves movimientos circulares, Pato aprovechaba para aferrarse a mis tetas, debe haber sido tentador ver oscilar ese par de melones duros.

Cuando sentí bien calzada la pija inicié la cabalgata en serio.

La verga de Pato entraba y salía de mi concha mientras que yo inclinada le ofrecía mis tetas para que me las chupara.

Simultáneamente saltaba su boca de una a otra haciendo que mis pezones endurecidos me estimularan más.

Entonces sentí que algo duro intentaba meterse en mi colita, miré hacia atrás y vi a Claudio con su pija parada tratando de ensartarme por el culo.

Dos pijas en simultaneo, en estereo, …¡que delicia…el sueño de una vida!.

Ayyy si mi amor…clavamela en el culo..dale empuja que entra-

Claudio lentamente logró que su pija entrara toda y mi sensación de estar doblemente ensartada y con mis dos tetas bien atendidas fue delirante.

Nunca había tenido la oportunidad que me cogieran de esa manera y estaba dispuesta a gozar a fondo.

Dale putito…clavame más la pija en el orto…¿Sentís la pija de Pato en mi cooncha?-

Sí mi amor la siento toda..¿te gusta como te estamos cogiendo?.-

Me encanta.. más fuerte guachos..más pija quiero. – rogaba doblemente cogida.

Los dos parecían entusiasmados en la cogida y poco a poco fueron sincronizando sus movimientos hasta que me llevaron al paraíso.

Cuando una salía la otra entraba y así sucesivamente, en un delicioso vaivén estuve gozando un rato largo.

Mi novio me tenía tomada con un brazo de la cintura y con la mano libre me tocaba las tetas, Pato, mientras tanto, me metía la lengua en la boca y yo se la retribuía con la mía.

No paraban de decirme cosas sucias, de excitarse entre ellos,

Que novia puta te conseguiste-

Sí muy puta y a mí me gusta que lo sea-

¿Te gustó verlo a tu novio chuparme la pija …mi amor?

Me encantó..ahora tiene que entregar la colita.

El movimiento de los tres se volvía cada vez más agresivo y el placer compartido era inconmensurable.

La sensación de que el final estaba próximo fueron los gemidos y ayes que los tres comenzamos a emitir.

Pronto ambas vergas me llenaron de leche, volví a estar bien encremada pero ahora por mis dos agujeritos placenteros.

Caímos a la tierra quedando los tres abrazados, exhaustos y felices. En los brazos de dos machos me quedé dormida.

A la mañana siguiente, cuando me desperté, Pato ya no estaba y mi novio dormía a pata ancha. Me sentía rara, descansada, relajada. Las vivencias de la noche anterior habían empezado a cambiar mi vida.

Me sentía segura de mí, de mi cuerpo, de mi poder de seducción, de mi energía inagotable.

Sabía que ningún macho era capaz de resistirse si yo lo ponía en mi mira y a partir del deschave que hubo entre mi futuro esposo y yo ningún hombre que valga la pena se salvaría de mis embates.

En agradecimiento por tanto placer compartido luego de ducharme le preparé un buen desayuno y se lo llevé a la cama.

Dándole los buenos días Claudio tenía a su disposición una mesita con un caliente café con leche, tostadas, manteca, mermelada, queso crema, un vaso grande de jugo de naranja, el diario de la mañana y, lo más importante, a la "potra mayor de Buenos Aires".

Con una sonrisa y un cariñoso beso mi novio agradeció el regalo y les puedo decir que fue una mañana de mimos y más mimos y de una larga conversación respecto de lo acontecido la noche anterior.

Los meses posteriores siguieron más tranquilamente con algunos encuentros esporádicos con Pato o alguna "escapadita" mía con algún galán que me sedujera.

Empezó a preocuparme la situación laboral de mi novio ya que estaba en franca competencia con otro funcionario para poder ser nombrado Gerente General del grupo financiero en el que trabaja. Rocamora, así se llama el contrincante, está casado con Cristina y desde hace un tiempo el dueño de la empresa sale con ella con el consentimiento del marido.

Claudio es mucho más capaz, inteligente, trabajador que Rocamora pero éste ha conseguido meter en la cama del patrón a su esposa y de esa manera asegurarse ganar la batalla pues lo que no tiene de capaz lo tiene de astuto y la muy putita aceptó acostarse con el jefe del marido para ayudarlo a trepar.

Como prueba de la capacidad de mi novio es que Alberto, el dueño del grupo económico, mando a su sobrino Agus, futuro heredero y persona de confianza, a que trabajara junto con Claudio para que de esa manera aprendiera los secretos de la gestión profesional que sólo los capaces conocen.

Surgió una fuerte amistad entre ellos que además compartían su amor por el rugby pues ambos practicaban ese deporte.

Pero mi pobre Claudio estuvo decaído muchos meses por pensar que cualquier esfuerzo era inútil, yo intenté reanimarlo de todos los modos posibles sin resultados positivos. Volvía del trabajo desganado y me tuvo mal atendida por varias semanas obligándome a que tuviera algunas escapaditas para poder saciar el hambre de buen sexo.

Como se acercaba el verano me inscribí en un Gym para que mi cuerpito se mantuviera perfecto. Cual sería mi sorpresa cuando pude observar, en la primera clase, que el profesor era un bomboncito divino.

Yo estaba con una semana de abstinencia y ver a ese guachito hermoso dar la clase me puso de la nuca.

Un macho de mediana edad, 1.80 metros de altura, músculos hasta en la cédula de identidad y un culito redondito que se notaba cuando se agachaba para hacer alguna rutina.

Las mujeres se morían por él y yo ya tenía decidido que ese hombre iba a ser mío.

Así fue que durante una de las clases le pregunté si al terminar podía hacerle algunas preguntas respecto de ejercicios que estaba realizando.

No hay problema Brenda, lo vemos después que termine la clase- me contestó con su voz imperativa y varonil.

Fue así como luego que terminó la clase y el resto de las chicas se fueron me quedé a solas con Juanca, así se llama el apuesto profe.

¿Qué me querías preguntar Brenda? – me habló haciéndose el serio.

Yo ya lo había pescado en un par de oportunidades mirándome el culo cuando estábamos en plena clase de gym.

Quería saber si estos ejercicios son buenos para endurecer los músculos de la cola? – le dije poniendo voz de putita caliente.

Me dí vuelta, me agaché y mostrándole mi culo en su totalidad empecé primero con suaves movimientos circulares y luego contorneando cadera y cintura para lograr que mi culito se moviera para adelante y para atrás.

¿Te parece que podré endurecer algo con estos ejercicios? - seguí hablando con el mismo tono de putita.

La respuesta no se hizo esperar, de espaldas mío escuché como Juanca me contestaba mientras sentía su voz acercarse cada vez más a mí..

Mirá…no creo que te sirvan para los músculos de los glúteos los ejercicios que estás haciendo..estoy seguro que sí te van a servir para que te quieran romper ese culo hermoso que tenés- habló Juanca con voz agitada.

Pense "cayó el chivo en el lazo, se acabó el hambre hoy tengo ración de pija asegurada".

Además si querés saber si esos ejercicios consiguen endurecer algo te puedo asegurar que sí… al menos me hiciste endurecer la pija-

Juanca ya estaba pegado a mí y sentí su bulto hecho una roca mientras me franeleaba el culo.

Ayyy..profesor…que vehemencia..¿sos capaz de romperme el culo?...no creo…demostrámelo..dale…haceme la colita si podés…turrito.- lo desafié

El hombre ya estaba que echaba más humo que una locomotora, me llevó alzada hasta su oficina y cerrando la puerta con llave se bajó los pantalones y me mostró su pija parada al máximo.

Con esto te voy a romper el culo putita…con esto.. vení chupamela así te entra mejor.-

Ayyy..mi vidita…como estás…se ve que le tenías ganas al culo de esta potra…¿verdad?...confesalo que estabas caliente por cogerme.-

Sí…me calentaste desde el primer momento que te vi pero jamás me imaginé que fueras tan puta… veni tragate la pija …no me hagas esperar que después tengo otra clase más.-

Me puse de rodillas y le mamé la verga, los huevos, la entrepierna, hasta llevarlo a la desesperación mientras con una mano me pajeaba intensamente.

Date vuelta que te rompo el culo…dale..así vas a saber quien soy yo…putita.-

No dude en darme vuelta y ofrecerle mi parte trasera.

Al principio me hizo una hermosa penetración vaginal que agradecí ya que me preparó para recibir ese pedazo de carne duro que tanto ansiaba luego de una semana a pan y agua.

Al poco rato me la sacó y se untó la pija con una sustancia gelatinosa que probablemente sea vaselina.

Lentamente su pija entró en mi colita calmando mi desesperación con mucho placer y morbo.

El guachito se empezó a mover cada vez más rítmicamente y yo acompañaba ese movimiento con ligeros toquecitos de cadera y apretando la musculatura del intestino.

Que colita más apretada tenés,…es una delicia..seguí así putita que me encatna

Sí mi vida bien apretadita para sentir mejor tu verga …dame más bomba guacho..dale que estoy recaliente.

Acabé de inmediato pues la necesidad de verga era grande y la calentura acumulada también era mucha.

Él también llegó al orgasmo casi enseguida quedando recostado sobre mi espalda, completamente rendido.

Guachita me exprimiste como a un limón…no se como voy a hacer para dar la siguiente clase.-

No lo se, eso te pasa por coger con hembras como yo.- le respondí

Rápidamente me vestí, le dí un beso de lengua apasionado y me fui dejándolo tirado sobre una camilla y en deplorable estado al pobre profe de gym.

Al poco rato me llamó por celular Claudio pidiéndome que lo fuera a buscar por la puerta de la oficina en el horario en que acostumbraba a salir.

Me vestí y me arreglé como para dar una buena imagen ya que no conocía a nadie de su empresa y a la hora indicada estaba en la puerta esperándolo.

Enorme fue mi sorpresa cuando lo vi salir acompañado por un macho divino, de casi dos metros de alto, un lomo infernal que me dio vuelta la cabeza desde el primer momento en que lo vi.

Hola mi amor – me saludó mi novio- vení que te presento a Agus, mi alumno en la "escuelita" de la empresa. Agus ella es Brenda, mi novia.-

Agus se acerca hacia mí y descendió desde sus casi dos metros para estamparme un beso en la mejilla.

Hola Brenda, mucho gusto. Sos tal cual te describió Claudio aunque me animaría a decirte que más linda.- atacó el zorro desarmando toda posibilidad de resistencia.

Bien…gracias por el cumplido …pero me dejás sin respuesta. Vaya a saber que te comentó mi novio de mí.- dejé picando por si las dudas.

Todo bien..cosas muy buenas me comentó…..buenos los dejo que llego tarde a una cita. Chau Brenda espero verte pronto, …decile que te lleve a la cena de fin de año.- me volvió a besar y se alejó rápidamente.

A la noche por suerte volvió el morbo de la mano de Agus. Parecía un buen síntoma, como si Claudio estuviera saliendo del estado depresivo.

  • ¿Qué te pareció Agus mi amor?- arranco él.

  • ¿En serio querés saber?. Es un caramelito..está de rechupete..en la oficina debe de voltearse a todas las mujeres que quiera.- le contesté

Ya la voz de Claudio había empezado a sentirse invadida por el morbo.

No me respondió, me dio un dulce beso en los labios, se acomodó en la cama y apagó la luz.

Antes de dormirme seguí recordando los dos metros de macho, la sensualidad que me transmitió ese hombre y soñé con el gocé que me podría brindar la posibilidad de cogermelo.

A los pocos días mi novio me comentó que la oficina estaba preparando la fiesta de fin de año y que estaba invitada.

  • Comprate un buen vestido de fiesta- me dijo- mirá que van a full las mujeres esa noche.

Fui a las mejores tiendas de Buenos Aires y me compré un vestido de fiesta negro bordado con detalles en transparencias y encaje en el busto que hacían que se destacaran mis tetas y espalda abierta. Era de falda corta y acampanada para que mis piernas deslumbraran sobre todo cuando al sentarme las pudiera cruzar.

Parecería que fuera de extrema sensualidad pero al contrario, si bien mostraba mucho, el diseño era muy juvenil y el color negro permitía resaltar el rubio de mi pelo.

Me compre también un par de zapatos negros de taco alto que resultó ser el pedestal ideal para mis hermosas piernas.

Llegó la noche de la fiesta, tanguita diminuta nueva y corpiño en copa para que las transparencias insinuaran mis tetas.

Luego el vestido y las medias transparentes que se apoyaban en los finos zapatos negros elegidos para la ocasión.

Aros pequeños pero llamativos, una hermosa gargantilla de perlas que me regalaron hace muchos años.

Make-up muy sutil, como me gusta a mí, que resalten mis ojos y la expresión de mi mirada y mi boca. El resto con el mínimo colorete pues mi cutis es mi suave y delicado y no necesita mucho maquillaje.

Por último para dar un toque serio llevaba una estola de seda bordada, negra que me hacía parecer una señora de su casa seria pues quería dar una buena impresión a gente que no conocía.

Cuando Claudio me vió así producida quedó estupefacto, deslumbrado.

Me di cuente de inmediato.

¿Viste que flor de mujer tenés?. Considerate un hombre feliz.

Estás bellísima, realmente vas a llamar la atención de todos.

¿Y eso a vos no te gusta?.

Sabés que me encanta…que te miren..sabés lo que me gusta.

Me acerqué y le di un dulce beso en la frente pues sabía perfectamente de que me estaba hablando.

Minutos después abordábamos el auto para ir a una fiesta que seria una bisagra en mi vida y en la que tendría oportunidad de conocer a gente que luego fue tan importante para mí.