Brazos rotos en casa de mi tía III (novio cachas)

En el capítulo anterior vimos la llegada de Natalia, hermana del protagonista, a casa de la tía Helena. El siguiente invitado será el novio de la guarra chupa pollas, ¿Qué ocurrirá ahora con nuestro joven agraciado?

En el capítulo anterior vimos la llegada de Natalia, hermana del protagonista, a casa de la tía Helena. El siguiente invitado será el novio de la guarra chupa pollas, ¿Qué ocurrirá ahora con nuestro joven agraciado?

En ese instante salió mi hermana a recibir a su novio cerrando tras sí la puerta del baño y limpiándose con papel higiénico la boca. No le había dado tiempo a lavársela por dentro.

Mi hermana iba de blanco, con lo cual no se notaba mucho el semen que se había chorreado en su ropa. El gran problema llegó cuando su novio la abrazó y le dio un morreo en los labios. Ella en un principio lo evitó pero no pudo.

Su novio hizo un gesto disimulado de gusto raro en la boca y le preguntó cómo estaba.

Cuando se separaron después del abrazo pasó algo terrible. Y esto lo cuento porque me lo contó mi tía.

Cuando se apartaron después del abrazo, mi tía se percató de que la camiseta apretada del novio musculoso tenía áreas de viscosidad a la altura del ombligo, o sea que con el abrazo mi hermana había untado a su novio con mi semen.

Mi tía tragaba saliva y estaba muy consternada. Mi hermana también se dio cuenta y se puso muy nerviosa:

-¿Que tal cariño? ¿Que tal está tu hermano?

  • Ehhhh mmm bien… muy bien, recuperándose… Mientras tanto veía como las pequeñas gotas de semen se iban secando y adhiriéndose más a la ropa.

El novio se dio cuenta que ella le miraba la zona manchada y se observó él mismo y dijo:

-Ui… ¿Que es esto?... Bueno cariño que vas a hacer? (Al parecer no le dio importancia. A saber que habría echo antes de ir a por su novia)

  • Quería quedarme a dormir esta noche.

Entonces dirigiéndose su novio a la tía le dijo:

Señora, le importaría que pasara la noche aquí yo también.

A lo que ella respondió:

  • mmm no, no hay inconveniente, en un principio mi sobrina iba a dormir conmigo pero si tú te quedas puedes tu dormir en la otra habitación con Natalia y yo dormiré con mi sobrino.

  • Siento causarle inconvenientes, es que íbamos a dormir en un hotel pero con lo de su hermano pues, se nos han cambiado los planes. Por cierto, ¿donde está?

Mientras yo oía la pregunta desde el baño, seguía yo ahí parado esperando a que alguien me auxiliara y me limpiara las partes bajas. Fue cuando entró mi tía y cerró la puerta:

  • ¿Qué? ¿Qué tal la experiencia? Ahora sí que la tienes pequeña. Vamos a limpiarte que tengo que hacer la comida.

Entonces me hizo meterme en la bañera y me empezó a enjabonar todo el cuerpo, dejando mi pene como postre. Cuando empezó con mi pene, lo mojó con agua, para acto seguido echarle jabón y moverlo hacia todos lados. Luego pasó a mi culo y me metió la mano en la raja, para después tocarme los huevos desde la parte trasera. Ella quería guardar la compostura y lo intentó todo lo que pudo.

Luego salimos una vez que me enjuagó todo y con la toalla en la cintura salí con mi tía y en el pasillo vi al novio de mi hermana a quien saludé muy amablemente. Luego entramos y cerramos la puerta. Me dijo que me sentara en la cama, me quitó la toalla y empezó a secarme todo, poniendo énfasis en mi pene.

Acto seguido abrió la persiana y la luz del sol me alumbró todo el cuerpo. La situación era la siguiente:

Yo sentado en la cama con mi tía de rodillas, secándome, y arrastrando mi prepucio hacía atrás para ver si lo tenía limpio, ayudándose con la luz que iluminaba mi pene y lo hacía más visible al ojo femenino.

Toda esta situación me provocó una leve erección pero mi tía no me hizo mucho caso y me puso los calzoncillos rápido porque se le estaba quemando el arroz.

A la hora de comer, mi hermana se ofreció a darme de comer mientras ella también comía. Estábamos los cuatro sentados en la mesa: El cachas de su novio en frente de mí con mi tía y mi hermana a mi lado con su tenedor y el mío. La conversación en la mesa fue la siguiente tras un leve silencio de unos 10 segundos:

Novio cachas: - A que no sabéis lo que he visto esta mañana?

Natalia: - Qué cariño?

Novio cachas: - Una hombre corriendo detrás de un tío que se ve que le había robado la cartera.

Tía Helena: - ¿Y lo alcanzó?

Novio cachas: No, se cansó y desistió, al final acabó blasfemando.

Natalia: Si es que los tíos os cansáis enseguida, no aguantáis nada. Nosotras somos mucho más fuertes y aguantamos más en todos los sentidos.

Cuando dijo eso soltó el tenedor que tenía en la mano derecha y la bajó disimuladamente para tocar mi paquete, mientras con la otra mano aguantaba el vaso de agua que se había servido. En ese instante me puse muy nervioso porque vi que su novio me miraba a mi como queriendo insinuar que le ayudara ante el ataque a nuestra virilidad.

Natalia: - ¡Si es verdad! ¿A que sí hermanito?

Mientras decía eso me apretó la polla como nadie nunca me la había apretado.

Y yo balbuceando y con comida en la boca y asustado dije:

mmm sí, (tosiendo casi) así es.

-Novio cachas: - Tioooo te estas dejando manipular por tu hermana, seguro que en el fondo pensarás que es una pesada, ¿a que sí? Yo a veces le digo: cariño deja de tocarme los huevos! con las pivas hay que ser así, sino acaban tocándote las pelotas. Yo creo que por eso nos llevamos tan bien ella y yo, porque siempre hay un equilibrio gracias a mi carácter.

En el momento que él dijo lo de tocar los huevos se me aceleró el pulso y me asuste ya que mi hermana ya me había conseguido desabrochar la cremallera y estaba jugando con mi polla.

Fue entonces cuando el cachas me preguntó:

-¿Qué tio, ya te has sacado el carnet?

Yo, intentando contener el placer dije:

  • He hecho solo una práctica porque con lo del accidente de los brazos, ya sabes

El tío este era bastante pesado, cuando metía el tema de coches ya no había quien lo callara.

Mi tía seguía comiendo y veía la tele, mi hermana mientras tanto, apoyaba su cabeza en mi hombro y escuchaba con bostezos la aburrida conversación de su novio jugando aún con mi pene.

En ese instante el Cachas se puso a explicarme cómo se conducía un coche. Mientras hacía una descripción minuciosa de cómo se cambiaba de primera a segunda, de tercera a cuarta, etc. Mi hermana empezó a prestar atención, y con mi polla iba haciendo los movimientos que él me explicaba:

  • (…) Sí tío, lo que tienes que hacer es: pisar embrague, coger la palanca de marchas, moverla hacía la izquierda y hacía arriba para poner primera

Mi hermana lo seguía al pie de la letra y se reía.

En ese momento no pude aguantar y me corrí por segunda vez, en el instante de orgasmo intenté no mirar a los ojos del cachas. Y mi hermana se seguía riendo.

Novio cachas: - ¿De qué te ríes?

Natalia: jaja de nada.

Entonces me miro, me enseñó su sonrisa y dijo:

  • Esta caliente!

Cuando dijo esto me guardó la polla como pudo, sacó la mano, y se quito el semen de la mano con su propio tenedor, esparciéndolo por todo el arroz para después pasar a chuparse los dedos. Y el novio ajeno a lo que ocurría debajo de la mesa seguía hablando sin parar.

Para mi no era normal lo que estaba ocurriendo, era demasiado para mis ojos ver a mi hermana mezclar mi corrida con el arroz de su plato y después ver como se lo comía. Ahora me estaba empezando a dar cuenta de lo cabrona que era con su novio cuando le dijo:

¿Cariño, quieres este pedacito de arroz que ha sobrado?

No nena, gracias.

Vaaaa comételo que no se puede tirar.

No quiero de verdad.

Que sí, te lo doy yo si quieres ( acercándole arroz en el tenedor)

Que no hostia! Que no entiendes o que!

Y yo flipando con la escena veía como ella sin inmutarse con el grito de su novio, me miró sonriendo y se lo comió todo.

Todo estaba ocurriendo demasiado deprisa. Llegó la noche y nos fuimos a dormir. Mi hermana y mi cuñado cerraron la puerta de su habitación mientras yo estaba tumbado en la habitación de mi tía que estaba lavándose los dientes.

Cuando oí que se acercaba cerré los ojos y me hice el dormido.

Entonces ella apagó la luz, se acercó para ver si tenía los ojos cerrados y entonces se empezó a cambiar. Primero vi como se quitaba la blusa, después el sujetador, ¡menudas tetas! Aggggg, gracias a la luz de la televisión lo veía todo. Después pasó a quitarse el pantalón, la ropa interior y se puso muy cómoda, ¡dormía sin ropa interior y con un camisón nuevo de seda increíble!

Se acostó al lado izquierdo de su cama de matrimonio, y se puso a ver la televisión un rato. Yo, cómo no, con los ojos cerrados todavía, veía en mis parpados cerrados los distintos tipos de colores que reflejaban los diferentes canales de televisión.

En uno de esos momentos me di cuenta que la luz que entraba por mis parpados cerrados a mi retina era roja. Abrí los ojos un poquito y vi que mi tía estaba viendo el porno y a los tres segundos de yo abrirlos apagó la televisión.

Otra vez estaba yo cachondo, dispuesto a correrme por tercera vez si hiciera falta.

Intenté acercarme poco a poco a mi tía para crear contacto físico cuando de repente: se mueve bruscamente y enciende la lamparita de la mesita de noche. Se recuesta en la cabeza de la cama, mira que yo esté durmiendo y se levanta el camisón para mirarse a ver si tenía algo en la barriga ya que le picaba.

Yo giré mis ojos hacia la izquierda y los abrí un poco y la pude ver ahí recostada con el chocho al aire; se había subido el camisón casi hasta las tetas.

Al rato apagó la luz y se giró hacia el rincón, yo me acercaba cada vez más y más cuando de pronto se empezaron a oír ruidos de la habitación de mi hermana:

ohh ohh sí, más ohhhhh.

Novio cachas: baja la voz que nos van a oír.

  • mmmm ohhh sí (tapándole la boca)

Entonces mi tía dijo para sí misma y girándose hacia mi enfadada:

Joder que mañana tengo que madrugar y no paran.

Yo seguía haciéndome el dormido cuando de repente noto que se acerca mi tía y por debajo de la cama me empieza a acariciar rebasando la barrera de los pantalones cortos que tenía y los calzoncillos y así me empieza a tocar la polla suavemente.

Después pasa a olerme el cuello y con su nariz me roza la mejilla. Se para un rato creyendo que me he despertado para después pasar a chuparme los bordes de la oreja.

Entonces yo que ya veía que ella había dado el primer paso acerqué mi pie y le empecé a tocar los muslos.

Y fue cuando dijo:

¿Estas despierto?

Sí.

¿Has oído a tu hermana? Está follando.

Sí.

No me puedo dormir

Entonces me besó y me metió toda la lengua en la boca a lo que yo respondí con mi lengua también. Estaba húmeda y caliente mmm que rico. Entonces ella empezó a chuparme la lengua con sus dos labios y a pajearme fuertemente, quitó las sabanas y me hizo una mamada espectacular. Hicimos un 69, su coño estaba muy mojado y era peludo. Después se giró para follarme pero se acordó que no tenía preservativos:

Joder, ¡no tengo condones! ¿Tú tienes nene?

No.

Pfff

Y se tumbó boca arriba mientras me masajeaba la polla y con su cabeza en mi pecho tocándome los pezones me preguntó que qué íbamos a hacer.

Yo contesté:

  • Pedírselos a mi hermana.

  • Creo que ya han acabado de follar, a ver si salen a limpiarse y se lo digo.

Y me empezó a morrear de nuevo. De repente, Bingo! Mi hermana salió de la habitación y como las dos habitaciones eran colindantes y mi tía dormía con la puerta abierta la llamó con voz suave:

-Natalia chhhh! Natalia!

Se acercó a la habitación oscura y preguntó que qué pasaba:

¿Te quedan condones?

Sí ¿por?

Na, para ver si me regalabas uno.

Para que?

Pa’ que va ser? Pa follar

Con quién?

Qué más te da!

Vale ahora te lo traigo, ¿mi tete esta dormido?

  • Pobrecito, esta necesitado. Menuda corrida esta mañana.

Sí, necesita cariño, menudos charcos tuve que limpiar cuando acabasteis.

Deberías aprovechar que estás sola en casa con él para dárselo.

Se lo iba a dar justo ahora. Jaja

Ahhh ¿el preservativo era para follar con él?

Y tú que crees? ¿Con quién más sino?

Pero… está despierto?

Sí, claro, si hemos empezado antes pero no me la he querido meter en el coño porque no tengo preservativo.

Entonces abri los ojos: llevaba un pantalón cortito pero no llevaba nada que tapara sus tetas

Mira el tete jaja tan tonto que parecía y va a follar con la tía.

¿Y tu novio?

Ese está durmiendo, siempre igual, después de un polvo se queda frito. Ahora vengo, voy a traerlo.

Al momento vino mi hermana y le dio el preservativo a mi tía. Entonces Natalia dijo:

Va que me quedo un rato a ver como follais. Entonces cerró la puerta y se sentó en el borde de la cama.

Mi tía encendió de nuevo la luz de su lamparita, y me la chupó un rato para que creciera más la polla. Entonces sacó el preservativo y me lo intentó poner sin mucho éxito. Entonces mi hermana dijo:

No, así no es tía, has perdido práctica eh! Mira

Entonces me cogió la polla ella, me masturbó un rato y me lo enfundó bien.

Mi tía dijo entonces:

  • Vale Natalia gracias, ya te puedes ir.

Ahh nooo, quien primero enfunda primero folla, así decimos mi pueblo así que me toca a mi primero.

Yo ya no me lo creía. Estaba callado todo el rato viendo como jugaban mi hermana y mi tía conmigo.

Cuando ya llevaba un rato encima de mí cabalgando dijo:

  • Ahhh que no me acordaba! Que yo puedo follar sin la goma, que me he tomado la pastilla del día después! folla tu primero si quieres y yo acabo la faena.

Entonces mi tia dijo:

Yo también quiero follar sin goma.

Natalia: - Lo siento, no me quedan más.

No hubo pues más remedio y mi tía me tuvo que follar con goma.

Entonces mi hermana que era demasiado puta le dijo a mi tía al oído lo siguiente:

  • Tía Helena, quieres ver cómo se corre mi hermano? Es increíble ya verás.

Entonces dijo:

  • Ven tete, levanta las piernas- Y mientras yo yacía en la cama me las levanto con la ayuda de mi tía como cuando se quieren cambiar los pañales a un bebé.

Mi tía se acercó a chuparme los cojones mientras mi hermana hacía movimientos circulares con su lengua en la superficie de mi ano.

Me quitó mi tía el preservativo y mi polla chorreaba de manera exagerada, y todo el líquido que salía de ella la hacía más brillante y deslizante.

Mi hermana se subió encima de mí y mientras se la metía en el coño me besaba por todos los lados. Entonces me dijo:

-Abre la boca- Y me escupió dentro. Luego me dijo que le avisara cuando me corriera que quería hacer un experimento. Mientras esto ocurría mi tía me tocaba los huevos y me chupaba los pies. Así pues entre tanto placer me corrí en el coño de mi hermana sin avisar. Se quito de encima, se puso la mano en la vagina y esperó a que salieran los chorros de semen que empezaron a colgar del coño de manera exagerada. Entonces lo que hizo me sorprendió bastante: Cuando ya tenía la mano llena de esperma le dijo a mi tía:

  • Esto es mejor que el champú- Y se lo untó todo en el pelo de mi tía. Ella se enfadó mucho y le dijo que era una hija de puta y le pegó en el brazo mientras mi hermana se reía a carcajadas. Luego le pidió perdón abrazándola y diciéndole:

  • Tía que no es para tanto, mira- Entonces me cogió el pene y presionó para ver si salía más semen. Y se lo untó ella también en el cabello.

Todos estábamos desnudos hasta la medula cuando de pronto llamaron a la puerta.

Era el pesado del novio de mi hermana.

Con mucho miedo, mi hermana se escondió debajo de la cama y mi tía me tapó y se puso el camisón de nuevo para abrir la puerta.

Continuará