Brazaletes misteriosos 18: Alexander

Alexander nos contara lo que ha vivido en este tiempo, pero con ello llegan noticias desgarradoras, la historia se acerca a un punto crucial.

Hola chicos y chicas que me leen, aquí les traigo la entrega de un nuevo episodio espero que lo disfruten.

Brazaletes Misteriosos.

Temporada 2.

Capitulo 3: La historia de Alexander – Noticias dolorosas.

Narrador: César.

El chico enfoco su mirada en mí, una mirada divertida y feliz de un color verde brillante, luego empezó a acercarse a mí

-Hola

El chico no me dijo nada, solo llego a pararse justo delante de mí.

-¿Quién eres? – le pregunte.

No obtuve respuesta de él, su única respuesta fue, UN GRAN GOLPE que me dio en el estomago dejándome casi sin aire.

-¡OYE QUE TE PASA IMBECIL!

Fue la respuesta de Giovanni.

-Es… espera amor… yo le prometí a ese chico que dejaría que me devolviera el golpe… ese chico es… Alexander, Mhinos del cuervo.

-¿Lo recuerdas? – Pregunto Giovanni.

-Si amor. – Dije recuperando el aliento. – Yo pelee contra él en el castillo de Marina-sama y logre matar su parte mala, y luego le di un fuerte golpe en el estomago y le dije que solo dejaría me lo devolviera si se unía a nosotros y por lo visto eso paso… así que ¿fuiste tu quien nos salvo Alexander?

-Si César, yo llegue justo en el momento preciso para salvarlos, todo gracias a ti.

-No fue nada Alex, haría lo que fuera por un amigo.

Sonrió levemente y me abrazo.

-Aun así te agradezco, gracias a ti fui salvando de mi mismo, y lo conocí a él. – Dijo viendo a Encho.

-Entonces yo también debo agradecerte. – Dijo Encho. – Gracias a ti estoy vivo y puede conocer a mi bebe.

-¿En serio? – dije dirigiéndome a la sala. – Pues supongo que me contaran lo que paso. – dije sentándome en el sofá. – y luego me cuentan lo que paso luego de que nos salvaste.

Giovanni se sentó a mi lado y pase mi mano por su hombro, Encho se sentó en otro sofá justo al frente, Alexander fue a la cocina y trajo una caja de pizza y 4 refrescos.

-Bueno comamos esto mientras les cuento. -Dijo Alex. – Todo paso así…

(NOTA: la siguiente historia trascurre entre los 3 meses que pasaron desde la muerte de Marina hasta el día de la escena del tren)

  • LA SIGUIENTE HISTORIA ESTA ESCRITA EN SU TOTALIDAD POR MHINOS.*

Cuervo de Redención

Narrador: Alexander.

Negro, negro y más negro, todo negro sentía la tierra rasposa en su espalda y piel, pero todo seguía siendo negro y nebuloso, al fin pudo abrir los ojos, con pesadez y dolor, intento incorporarse pero un fuerte dolor en su abdomen le hizo detenerse.

-- Estúpido Cronos... eso me dolió -- dijo levantándose, miro en todas las direcciones, y solo veía escombros del castillo y demás alrededores

-- ¿Dónde están todos? -- se preguntó, dio dos pasos pero se detuvo al escuchar una risa, miro con temor hacia atrás y se vio a sí mismo, pero sus ropas eran completamente negras y su cabello y piel eran blancos, luego pudo ver sus ojos, esclerótica negra y pupilas amarilla, Mhinos, Alexander sintió un miedo increíble y Mhinos gritando se lanzó sobre él.

-- AAAAHH!!! -- despertó ahora sí, volvió a sentir el dolor en su vientre -- ugh!, estúpido Cronos, eso me... -- se detuvo al sentir el dejavu, se levantó viendo los escombros, miro con cuidado e todas las direcciones, nada -- solo era un sueño --

miro en todas las direcciones de nuevo viendo escombros y más escombros, empezó a caminar hacia el palacio en ruinas, lo recorrió de arriba a abajo, todo estaba en ruinas y desolado, entro al salón donde tenían a Marina-sama, estaba vacío, con muchos escombros, se acercó a los restos del cristal que contenían el poder de la diosa, tomo uno examinándolo, luego lo dejo, salió del palacio y miro hacia abajo las ciudades estaban destruidas, con una costumbre se metió las manos en los bolsillos, pero sintió en el derecho un objeto, lo saco y lo dejo caer de la impresión, ¡su brazalete!, creía que Cronos se lo había llevado, lo miro con detenimiento y se acercó, incluso con un palito que encontró lo toco dos veces con miedo, luego miro el palito en su mano y con un gesto tonto lo tiro, diviso de nuevo el brazalete, se acercó a él y lo tomo, su color ébano centellaba cuando él le pasaba los dedos.

-- Ojala no me equivoque... -- dijo acercando el brazalete a su muñeca y poniéndoselo; el brazalete brillo pero la energía no le afecto --...bueno es un inicio -- dijo mirándose, luego se acercó al acantilado y se lanzó al vacío.

En medio de la caída activo el traje, la energía vacilo un momento en envolverle, eso le asusto, era una gran caída, pero al final su traje apareció tan oscuro como siempre, luego extendió las alas, estaba aterrizando cuando su traje se desactivo repentinamente haciendo que el cayera, menos mal no estaba tan alto pero se revolcó al caer, levantándose y limpiándose vio como lo que quedaba de la ciudad estaba desolada y con mucho fuego

-- ¡¡¡Auxilio!!! -- vio a los soldados monstruos del ejercito de Otori sama, correteando a unos niños intento ir pero muy tarde los monstruos los tomaron y en el acto los despedazaron, Alexander vio con horror la escena intento transformarse pero no funciono.

-- ¿Pero que...? -- escucho un gruñido y vio que los monstruos se acercaron olfateándolo, luego con un rugido se lanzaron hacia Alexander, el comenzó a correr siendo perseguidos por las horribles criaturas, intento volverse a transformar pero no funcionaba.

-- Mierda... ¡¡¡vamos!!! -- no sabía que pasaba su brazalete no reaccionaba y las bestias seguían tras él, por medio de un callejón salto a un edificio en ruinas, y se escondió ay esperando a que esas cosas no lo encontraran, uno de ellos se detuvo olfateando por el hueco, grito mentalmente que no los encontraran, la enorme criatura se alejó del hueco resoplando fuerte.

Alexander dio un respiro y miro a su lado por inercia, había un cadáver en descomposición, eso le hiso saltar y gatear lejos del cuerpo, le miro con sangre por todos lados y los recuerdos de su hermano y su madre le golpearon la cabeza, el solo se dejó hacer mientras las imágenes causaban mella en su conciencia.

Miro el brazalete una vez más, este no brillaba, como dijo Cronos, seguro ya no lo podrá usar, se acuclillo y rodeo sus piernas con sus brazos, seguía mirando el brazalete, no sabía que había pasado con Marina sama, al parecer Otori y Misuki lograron su cometido y se adueñaron de las dos dimensiones.

-- Supongo que entonces que todo fue en vano -- se dijo mirando el brazalete -- ahora estaré solo y en un mundo apocalíptico -- pensó con una lágrima surcando su rostro.

Iba a acostarse en el frio suelo escambroso, pero un grito le detuvo, se acercó al hueco por donde entro y vio que un grupo de monstruos rodeaba a un joven, Alexander se movió a otra dirección para verlo mejor, era...guapo.

-- No, ¡¡no!! -- se dijo alejándose del hueco -- no estas para hacerte el héroe ahora ¡¡no tienes poderes recuerda eso!! -- se dijo sentándose en el suelo pero el grito de auxilio le detuvo, movió su cabeza de un lado a otro no quería escuchar, otro grito más, eso le estaba sacando ya de casillas

--¡¡ Joder háganlo rápido!! -- dijo pensando que si el chico dejaba de gritar estaría más tranquilo... ¿o no?

Algo surgió en su cabeza, la voz de su hermano, gritando y llorando, la de su madre, gritando y llorando, empezó a respirar con dificultad y se tomó el pecho con la mano

--… ESTUPIDO!! -- dijo y se dio un puñetazo en la cara el mismo, luego salió del agujero corriendo hacia el chico los monstruos ya le tenían en sus garras, iba a ser destrozado, pero él fue más rápido y con un empujón logro que el la deforme bestia le soltara, ambos cayeron y rodaron por el suelo él se levantó rápidamente y se puso en defensa para proteger al chico

-- ¡¡¡Quédate detrás de mí!!! -- dijo, el chico lo observo desde el suelo, el miro hacia atrás y pudo ver unos hermosos ojos carmesí, mirándole con temor, luego miro hacia adelante, las bestias se aproximaban

-- No lo harán -- dijo mientras los miraba -- ¡¡¡vengan!!! -- exclamo abriendo los brazos, tenía miedo de la muerte, pero era eso a seguir con el tormento de escuchar los gritos y no poder hacer nada... prefería la muerte... las bestias se acercaban en un último rugido cruzo los brazos en frente suyo dispuesto a esperar lo inevitable.

De repente un monstruo fue lanzado lejos contra un muro, el miro a la bestia sangrando y luego vio que algo oscuro se "desenvolvía" de ella y volvía a ¡su sombra!, las otras bestias se lanzaron y el noto un brillo en su muñeca, su brazalete brillo, en un rápido movimiento lo activo envolviéndose del oscuro traje de cuervo.

-- qué..? -- el chico tras suyo alcanzo a articular, y a levantarse para irse de allí.

-- ¡¡¡No te muevas!!! ¡¡¡Si te vas irán por ti!!! -- dijo Alexander sin mirarle, las bestias empezaron a rodearle y acorralarlo contra una pared las bestias se lanzaron y el desenvaino a Segadora cortando a dos de los monstruos que se acercaron.

-- ¡¡Sombras de dolor!! -- los enormes perros atacaron a los otros dos monstruos despedazándolos.

-- ¡¡Auxilio!! -- miro atrás y una de las criaturas atrapo al chico, extendió rápidamente sus alas y se lanzó cortando la cabeza del monstruo, el chico del impacto y el shock se desmayó, fue demasiada sangre para él.

-- ¿eh? -- el traje desapareció de nuevo, intento activarlo pero el brazalete ya no brillaba, se acercó al chico y le miro, sí que era guapo, su piel era nívea como las nubes, su cabello era de un profundo ébano cenizo, como sus plumas, y vio sus ojos antes, de un hermoso color carmesí

-- Joder... -- se levantó mirando los cuerpos de los monstruos, si se iba vendrían más y el chico estaría de nuevo en problemas… ¿¿porque rayos tenía que ser tan blandengue??, tomo al chico y lo cargo en su hombro, miro de nuevo el brazalete, no funcionaria, así que empezó a caminar a algún lugar seguro.

Luego de un tiempo caminando y saliendo de la ciudad Alexander encontró una cueva, se refugió allí e hizo fuego, dejo al chico y volvió a la ciudad, debía buscar comida para cuando el chico despertara.

"¡¡No!!, ¡¡déjenme!! ¡¡Auxilio!! ¡¡Por favor!! Ayudenmeeee AARRRRGG!!!"

-- ah!! -- se despertó mirando a todos los lugares, enfocando nada más que rocas y más rocas, una pared de roca, al fin brillo en sus ojos un cálido fuego, se levantó pero un dolor en el brazo le hizo respingar, comprobó que tenía el brazo derecho vendado y se notaba un poco de sangre en el antebrazo.

-- que ha... pasado -- se levantó mirando la lumbre, de repente recordó lo vivido, los monstruos atacando la ciudad, un extraño estallido en el palacio de Marina-Sama, un fuerte temblor, recordaba que estaba corriendo y una roca le dejo inconsciente, cuando despertó la ciudad estaba en ruinas, intento buscar a alguien pero solo encontraba cadáveres por doquier, recordó, el ataque de los monstruos, el chico que lo salvo, su extraña transformación, luego... la sangre...

-- hoola... -- miro rápidamente a la entrada de la cueva y se encontró con el chico pero estaba muy mal herido y ensangrentado, tenía en la espalda una caja atada, y unos arañazos por su ropa y cuerpo -- que bueno... que despertasteee.... -- dijo antes de caerse

-- ¡¡hay!! -- se levantó para socorrerle, le quito la caja de encima la examino, había comida y medicamentos, le dio la vuelta para ayudarle, vio su cara, era muy tierna, pero se veía muy demacrada, su cabello carbón estaba manchado de sangre, una barba rodeaba su mentón golpeado, y su piel como arena estaba toda moreteada.

-- sí que... eres lindo -- dijo volviendo a abrir los ojos, el chico lo observo de nuevo sonrojándose, luego palideció cuando Alexander volvió a cerrar los ojos.

-- oye!, ¡¡¡Hey!!!, despierta!!! --

Tres días después...

Las provisiones aun aguantaban, pero el chico no despertaba, y si se terminaban y no despertaba?, y si no despertaba y se quedaba solo?, y más preguntas, una cada vez más peor que la anterior se agolpaban en la cabeza, y a ninguna le encontraba respuesta, pero algo estaba seguro, lo único que quería era que el chico despertara, quería ver de nuevo esos ojos verdes, el color de la esperanza, pensaba mientras le limpiaba la frente con un pañuelo húmedo.

Dos semanas después

Puedes hacerlo... solo neces... motiv... hazl... DESPIERTA!!!

-- ¡¡QUE!! -- despertó de golpe Alexander mirando en todas las direcciones, se tocó la frente y la encontró con un pañuelo húmedo atado, lo tomo y lo miro, estaba manchando de carmesí, sangre, suya seguramente... ¡¡EL CHICO!!, busco por todas partes en la cueva, y salió de esta, le encontró afuera mirando hacia la ciudad destruida.

-- he...Hey -- dijo Alexander con timidez

El chico volteo a verlo, sus carmines ojos se iluminaron y corrió a abrazarlo, Alexander se ruborizo más y correspondió torpemente el abrazo.

-- Me alegra que hayas despertado, estaba preocupado -- dijo el chico viéndole desde abajo, era más bajo que Alexander, seguían abrazándose, al notar esto ambos se separaron de golpe muy apenados.

-- Discúlpame -- dijeron ambos al unísono, luego se rieron.

-- No nos hemos presentado bien -- dijo rascándose la cabeza mirándole apenado -- me llamo Encho (se pronuncia Enco) -- termino extendiéndole la mano.

-- Alexander -- correspondió al apretón, sintiendo una calidez en la mano, pero el chico sintió como se le crispaba en las suyas y Alexander se desplomaba por la debilidad.

-- Hey!! ¡¡Alexander!! -- dijo tomándolo de los brazos, Alexander sintió como perdía fuerzas pero seguía consiente -- debes de estar débil y hambriento -- dijo cargándole poniendo un brazo sobre su hombro -- de todas maneras no has comido nada en dos semanas --

-- ¿Llevo inconsciente dos semanas? -- dijo Alexander con debilidad antes de sentirse desfallecer otra vez.

Una semana después

-- ¿Alexander seguro estarás bien? -- dijo el chico deteniéndole del brazo preocupado -- no sabes si funcionara el brazalete o no -- a estas alturas Alexander le conto todo sobre él y el del otro, Encho ya sabía que era uno de los soldados de Misuki para destruir a la diosa Marina pero ya estaba reformado, era bueno y ya no sería malo

-- Encho debo intentarlo -- dijo tomándole de los hombros -- si no funciona aun debo intentarlo, se nos están acabando las provisiones -- termino soltándole.

-- Pero... -- dijo temiendo por la vida de Alexander

-- Estoy entrenado, estaré bien -- dijo intentando calmarlo, pero eso ni siquiera a el mismo le calmaba

-- o...ok -- termino resignándose, Alexander iba a dar media vuelta para irse pero antes Encho le abrazo, Alexander correspondió y finalmente se despidió saliendo de la cueva hacia la ciudad de nuevo.

Luego de unas horas, horas en las que Encho estuvo siempre atento en la entrada de la cueva, diviso como se acercaba la silueta de Alexander cargando dos cajas en la espalda con las dichosas provisiones, pero tenía el brazo derecho sangrando, Encho vio horrorizado como casi de desploma y corrió a socorrerlo quitándole las cajas y ayudándole a entrar a la cueva para atenderlo.

Al menos no fue tan grave esta vez, unas magulladuras, y el brazo rasguñado, nada que unos ungüentos y vendajes no puedan curar, menos mal seguía consiente y no se dormiría por otras dos semanas de nuevo.

Cuatro días después.

Puedes hacerlo... solo necesitas...un... motiv... hazl... DESPIERTA!!!

-- ah!!! --

-- ¡¡Alexander!! -- se despertó Encho mirándole con preocupación, Alexander estaba sudoroso -- ¿que sucede? --

-- n...no... No lo se -- dijo tocando su cara con su mano, luego miro el brazalete -- no se --

-- seguro era una pesadilla -- mejor descansa -- yo estaré aquí hasta que te duermas ¿vale?

-- ¿harías eso por mí? -- dijo mirándole.

-- Claro que si -- dijo sonriendo y tapándole con la manta que había traído Alexander en su segunda ida por provisiones -- anda duérmete.

-- Gracias -- dijo Alexander mirándole -- buenas noches -- termino cerrando los ojos.

-- Buenas noches... bebe -- dijo muy bajo para no despertar a Alexander que ya se había dormido.

Dos semanas después

-- Bueno aquí voy -- dijo Alexander

-- ¡¡Tu puedes Alexander!! -- animo Encho

Alexander cerro sus ojos, y se concentró, Echo estuvo frente a el viéndolo con atención para notar un cambio, así sea el más mínimo, nada, el brazalete no reaccionaba, Alexander se cansó de tener los ojos cerrados, con ira tomo el brazalete y lo lanzo lejos, luego se cruzó de brazos y se sentó al suelo con un seño tan fruncido que le partiría la cara en dos, Encho fue por el brazalete y lo limpio y volvió con Alexander, poniéndoselo en la muñeca de nuevo, aun con la mano sobre la de Alexander.

-- Ten fe seguro que funcionara -- dijo mirándole a los ojos apretando ligeramente la mano, Alexander se calmó y sonrió ante el gesto.

-- Ok intentemos de nuevo -- dijo levantándose.

-- si adelante --

Dos semanas después

el tiempo había pasado Y Alexander y Encho se habían vuelto muy unidos, de hecho demasiado, ambos sentían atracción por el otro pero temían que sus sentimientos no fueran correspondidos así que lo callaban, pero hoy sería el día en que lo sabrían, o al menos eso tenía pensado Encho mientras esperaba a Alexander fuera de la cueva, había vuelto a ir por provisiones, eso siempre le mantenía en zozobra, puede que Alexander este entrenado, y sepa pelear bien así como lo veía entrenar a veces, suspirando cada vez que ejecutaba un movimiento o una patada o puño, aporreando al viento.

Pero se había enamorado, de sus ojos verde esperanza, de su barba, y de su sonrisa, aunque la viera muy pocas veces, y de su actitud de bebe, cada que se emocionaba o se molestaba, por eso era él bebe, y quería que fuera SU bebe.

Siguió esperando por un buen tiempo cuando diviso a Alexander, sonrió de oreja a oreja al verlo llegar, pero venia corriendo, no entendió hasta que vio que tras Alexander venían tres de las horribles criaturas que tenían sitiada la ciudad, se asustó bastante y temió por el bienestar de Alexander y corrió hacia él, sin saber que podría hacer al respecto, solo sabía que no permitiría que le hicieran daño.

Alexander al ver que Encho se acercaba con expresión angustiosa, le hizo angustiarse más a él, ¿Cómo no había podido darse cuenta que le seguían?, debió de ser más precavido para la próxima, claro si es que había una próxima.

¿que si la habría?, ¿¡ en que mierda estaba pensando!?, !claro que la habría!, porque él la haría, cuando llego donde Encho lo abrazo para protegerlo mientras soltaba una de las cajas que traía a la espalda haciendo que cayera sobre uno de los monstruos, que tropezó e hizo caer a uno de sus compañeros, creando un revoluto de garras y gruñidos, el tercero más inteligente los salto para atrapar a sus ahora dos presas, Alexander y Encho empezaron a correr hacia más allá de la cueva donde habían unas rocas escarpadas, se internaron ay esperando que el monstruo no los encontrara.

Delicioso, huelen sabroso, debo comerlos, uno de ellos mato a mis hermanos, debo comerlo, delicioso, sabroso

Los chicos solo escuchaban gruñidos y esnifadas de la enorme criatura, esperando que no los encontrara, Alexander diviso algo que le llamo la atención, el cadáver de un perro verde, seguro había muerto hace poco, por la adrenalina del momento no había notado el insoportable hedor de la carne en putrefacción, rápidamente tomo el cadáver aguantando la respiración y lo lanzo lejos hacia atrás del monstruo, llegando donde los otros monstruos, estos curiosos se acercaron al cadáver.

Carne, comer, sabroso

...

AGH!!!

PODRIDO!!

VAMONOS DE AQUÍ!!

Escucho más gruñidos proveniente de ellos y se alejaron, al cabo de un rato solo se oía sus respiraciones, agitadas por la emoción, luego solo el viento soplando en la arena, luego una leve risa, luego muchas risas.

-- jajajajajajajaja!!! -- Alexander reía con ganas -- no me creo que haya funcionado --

-- jejeje que no te lo crees? -- dijo Encho tocándose el pecho -- acabas de hacerlo!

-- si bueno jejeje -- lo miro a los ojos y le tomo de los hombros -- ¿estas bien?

-- claro estoy bien, solo un poco agitado -- dijo mirándolo -- y tu ¿estas bien? ¿No te ha pasado nada?

-- cansado de correr desde la ciudad con las... -- reacciono Alexander recordando -- ¡¡las provisiones!!

Tomo a Encho de la mano y corrió hacia la entrada de la cueva donde estaban las provisiones en las cajas aun.

-- Qué alivio están intactas -- dijo Alexander tomándolas y entrando a la cueva.

-- Qué bien... -- dijo mirándole, debía hacerlo, debía decirle.

Alexander se recostó en la cueva, había solo una caja así que no duraría mucho, y debería volver a buscar provisiones muy pronto, al acostarse estuvo pensando, eso fue muy peligroso, tiene que tener cuidado; no quería que a Encho le pasara nada, se ha convertido en alguien muy importante para él, y no quería que le pasara nada malo, levanto el rostro y vio que Encho le miraba, cuando este noto que le miraba rápidamente volteo la cara, Alexander se quedó mirándolo luego hizo seña de que se acercara, este se acercó tímidamente sentándose al lado de Alexander junto al fuego que había en la cueva.

-- ¿Dime estas bien? -- pregunto Alexander.

-- Si, solo que me preocupe bastante por ti, por eso corrí a ayudarte al ver a esos persiguiéndote -- dijo con pena -- a pesar de que no pudiera hacer nada --

-- Si eso me angustio un poco -- dijo mirándole -- pero me alegra que pienses eso de mí --

-- Alexander... -- ahora, debía hacerlo ahora -- es más que solo preocupación --

-- ¿Eh? --

-- Alexander, mira... -- dijo acercándose, tomándolo de los hombros --...yo, siento algo por ti... -- se acercó casi a milímetros Alexander estaba ya rojo por la cercanía --...yo, yo… yo te amo -- termino dándole un beso.

Me beso... ¡¡ME ESTA BESANDO!!... SANTO CIELO UN CHICO LINDO ME ESTA BESANDO --pensó Alexander en su asombro que solo se dejaba hacer, pero luego empezó a mover los labios confabulándolos con los de Encho, ambos carnosos músculos, se acariciaban en un suave y amoroso beso, que al parecer era algo que necesitaban desde hace mucho los dos jóvenes, dejándose llevar, empezaron a hacer más fogoso el juego de sus labios, dejándose llevar más a la lujuria, dejándose llevar más a la pasión, empezaron a tocarse los cuerpos, Alexander empezó a repasar la espalda de Encho bajo su camisa mientras este empezó a toquetearle un pezón bajo su camisa también, al cabo de un momento la ropa solo era estorbo, dejándose llevar más por la pasión, la lujuria y el amor empezaron a declararse sus sentimientos uno al otro, en medio del silencio de las caricias

-- Yo... yo también... te amo --dijo Alexander entrecortado mientras Encho le besaba el cuello.

-- No sabes cuantas veces soñé con esto -- dijo Encho

-- ¿Con esto? -- le pregunto entre jadeos.

-- Si, tenerte así -- dijo mirándole y repartiendo besos por su cara -- besándote, haciéndote mío, decirte lo mucho que te amo -- respondió volviéndolo a mirar a sus ojos verdes -- me encantan tus ojos verdes -- dijo sonriendo.

-- Bueno, no siempre fueron verdes -- dijo Alexander apenado -- el poder del brazalete los cambio, en realidad eran negros --

-- Verdes, negros, como sea -- dijo Encho besándole de nuevo -- son tus ojos expresivos los que me encantan --

-- Pero nos estamos desviando -- dijo Alexander mirándole picaron.

-- ¡ay! ¡Si verdad! -- dijo sonriéndole de nuevo con picardía -- ya recordé donde nos quedamos --

De nuevo los besos empezaron con más fogosidad que la de antes, degustándose hasta las almas y sintiendo el calor de la piel del otro, ya no tenían, las camisas ni los pantalones, Encho empezó a besarle el cuello y morderle la oreja a Alexander, era su punto débil, así que en respuesta empezó a gemir fuertemente, a Encho le encendió mas la sinfonía erótica en sus oídos, y sus manos empezaron a presionar al compás de los suspiros, por todo el cuerpo entrenado de Alexander, aun tenía esa esencia de gordito, pero sus músculos se marcaban más, demostrando que su entrenamiento lo había vuelto más fuerte, pero su esencia aun lo cubría, su esencia de niño.

Para Encho era su bebe, porque se lo, recordaba su forma de actuar, sus caritas al enojarse o al alegrarse, se conocieron hace dos meses, y desde un mes para acá, lo ha visto sonreír más de lo que sonreía antes, seguro era su compañía, y ahora no era un bebe, era SU BEBE, y estaba eternamente feliz por eso.

Alexander aún no se creía que estuviera haciendo el amor con un chico tan lindo como Encho, su cuerpo formado y níveo le volvía loco, y le encantaba verlo a esos ojos carmesí tan brillantes, se volvía loco con sus besos, su lengua , su manos y …

-- ¡¡¡aahh!!! -- el gemido retumbo en el eco de la cueva cuando sintió unos labios y una lengua en su pene, Encho se la estaba chupando y por pensar demasiado, no se había dado cuenta cuando le bajo el bóxer, con tanto entusiasmo que estaba llevando a Alexander al cielo con cada mete, y lo traía hasta el infierno atravesando la tierra, con dada saca, era tan infinitamente delicioso, nunca había sentido tal placer en su vida.

A Encho le encantaba el sabor, no sabía si era el amor o realmente eso o lo que sea pero el sabor del pene de Alexander lo deleitaba, era como néctar, como la más cristalina y dulce agua luego de unos meses en un desierto, le encantaban y le encantaba como Alexander gemía, y ponía esa cara que le mataba, lamio sus testículos y se retorcía, lamia más abajo para llegar a su agujerito y eso lo ponía mas, pero se detuvo, quería sentirlo a él.

Alexander le descoloco que Encho se detuviera pero vio cómo se levantó y se acercó a él poniendo su culo en la cara, Alexander entendió y empezó a lamerle la entrada con delirio, sus dedos osados intentaron dilatar la entrada al tiempo que la lamia, Encho sentía estrellas al sentir la juguetona lengua en su culo, haciéndole entrar en un éxtasis increíble.

-- Tu culo es delicioso -- decía entre lamidas Alexander.

-- Te gusta... ahhh!! --

-- Siii... me fascina -- dijo metiendo más su lengua

Encho sentía como el pre seminal salía de su propio pene pero luego sintió unos tibios dientes rosándole con junto a una lengua, Alexander se la estaba chupando, y vaya que lo hacía bien él bebe.

-- Eres un bebe pervertido -- dijo inconscientemente.

-- ¿bebe? --dijo en medio de lamidas un tanto sorprendido pero sin dejar de hacer su labor erótica -- me encanta... -- dijo dándole lametones al glande rosadito de Encho.

-- ¿Te gusta que te diga... ahhhh!!! -- gimió sintiendo el rose de los dientes -- así?... --

-- Sí, me hace sentir feliz -- dijo mirándole -- te amor Encho -- dijo volviendo a chuparle mientras le miraba.

-- Y yo a ti Alexander -- dijo en medio de gemidos.

Luego de la sesión oral, comenzaron con la verdadera diversión, Alexander aun seguía acostado y vio como Encho se sentaba en su miembro, con un gemido adolorido y placentero Encho se introduce el pene de Alexander, llenando todo su espacio trasero, sintiendo como le partía en dos, de hecho...

-- Bebe... --

-- S...si? --

-- F...FOLLAME, PARTEME EL CULO EN DOS -- dijo exaltado Encho al comenzar a cabalgar el miembro.

-- Será un placer -- respondió Alexander comenzando a penetrarle a medida que Encho le cabalgaba.

Se sentían tan plenos, llenándose del amor y el deseo del otro, el compás del corazón de Alexander era tan acelerado y fuerte que se transmitía por todo su cuerpo, retumbando en su pene causando, que Encho sintiera, cada latido en el interior de su cuerpo, eran uno se sentían uno, dejándose llevar por la pasión, la lujuria, el deseo, la necesidad, la amistad y ahora el amor.

Ellos eran uno.

Puedes hacerlo... solo necesitabas un motivo... y ahora lo tienes, esta frente a ti...

Encho acelero la penetración, quería sentir más de Alexander en su interior así que le animo a redoblar esfuerzos levantándolo, Alexander que había escuchado la vos se sintió un poco raro pero luego de recordar que hacía en ese momento también redoblo su esfuerzo, pronto estaba a llegar, los corazones bombeaban, los sentimientos fluían, se amaban con fuerza.

-- Ale..xan..DEEERRR!!! -- grito Encho su nombre al correrse en el pecho de ambos.

-- ENCHOO!! AAARRGGHHH!!!-- gruño más que grito, al sentir la corrida y el grito de Encho, abrazándolo fuertemente en el último bombeo y corriéndose en su interior mientras lo abrazaba fuertemente de los hombros.

Ambos luego del exhausto, momento cayeron rendidos, con un poco de dificultad para evitar incomodar a Encho que se había dormido en su pecho; arropo a ambos con la manta, y se quedó dormido sintiendo el amor, que desprendía cada poro del chico que estaba dormido encima de su cuerpo, con una sonrisa cerro los ojos para quedar plácidamente dormido.

Un mes después...

Había pasado un mes desde ese día, en el que se había dicho su amor, en el que desde ese día cada día que venía se profesaban su amor, a Encho le angustiaba que Alexander fuera por las provisiones solo, pero él no quería que le pasara nada a su amado, pero claro el sentimiento era mutuo.

Como el día de hoy, en que tenía que buscar otras provisiones.

-- Por favor bebe -- decía Encho en suplica tomándolo del brazo.

-- Amor... tengo que buscar esas provisiones -- dijo Alexander tomándolo de la mano -- no puedo dejar morir de hambre mi chico -- dijo besándolo -- ¿verdad?

Como respuesta escucho gruñir el estómago de Encho, este se sonrojo y Alexander se rio, luego le dio otro beso y empezó a caminar a la salida de la cueva pero…

-- ALEXANDERANDER!!!-- Encho vio como una garra salió desde afuera y tomo a Alexander sacándolo con fuerza, el chico corrió para socorrerle pero otras garras lo atraparon.

Alexander se levantó adolorido del piso, pero su mirada se horrorizo al ver que un gran grupo de monstruos los había rodeado, seguro los buscaron, ¿como pudo ser tan descuidado?, pero no pensó que esas criaturas fueran tan inteligentes, pero ahora los tenían rodeado ¡¡¡Y TENIAN A SU CHICO!!!, A SU AMOR!!!, NO PERMITIRIA QUE LE HICIERAN DAÑO!!!, NO LO HARIAN!!!

Estos monstruos no otra vez, no quería que esto terminara así, el miedo volvió a sus ojos, vio a Alexander corriendo hacia el para salvarle, pero sin sus poderes...

-- AAARRHHH!!! -- exclamo el joven luego de ser tomado de los brazos por dos monstruos y apretárselos con fuerza.

-- ¡¡Alexander!! -- grito Encho

-- Enchooo… -- dijo con debilidad luego de que los monstruos lo lanzaran de nuevo contra el suelo.

Uno de ellos se acercó a Encho haciendo crecer sus garras, pensaba despellejarlo o hacerle algo mucho peor, Alexander miraba con angustia, intento correr de nuevo a socorrer a su chico pero los otros monstruos lo lanzaban cada que se acercaba.

-- no... No... -- Encho empezó a balbucear viendo a la criatura acercarse, el miedo invadía su cuerpo.

-- no, yo, yo...¡¡¡¡YO TE AMO!!!! -- grito Alexander con fuerza.

De repente el brazalete se ilumino y cubrió todo el lugar con la energía oscura, dejando que todo el espacio se viera negro, todo se congelo, solo Alexander podía moverse, veía que todas las líneas que componían el mundo eran blancas, luego miro su brazalete, este volvió a reaccionar y los colores se intercambiaron, el espacio era completamente blanco y las líneas eran negras.

-- pero que...? -- no termino de hablar porque frente a el apareció una figura que le atemorizo, Mhinos, estaba parado frente a el.

-- ¡¡no!!, tu estas muerto!! -- grito alejándose pero no podía moverse.

Mhinos se acercó calmadamente, llevaba una ropa parecida a una camisa manga larga color negra y unos pantalones negros, roídos en las botas, iba descalzo, su cabello a diferencia del de Alexander que era negro como el carbón, este era blanco como la nieve, Alexander sentía le miedo cada vez más que se acercaba Mhinos, pero luego eso se cambió por asombro.

-- eh?, M... Mhinos? -- lo estaba abrazando, Mhinos lo abrazaba, Alexander vio a los ojos de este cuando deshizo el abrazo, seguían siendo de esclerótica negra, pero sus pupilas no eran amarillas, eran verdes, de un fulgurante verde brillante, y su mirada, era de completa felicidad.

-- Lo has logrado -- dijo Mhinos viéndole.

-- Que eh... --

-- Has despertado tu verdadero poder, el que es realmente tuyo -- dijo poniendo su brazo en el hombro de Alexander -- escúchame, antes de que Misuki pusiera el brazalete en tu muñeca, tú ya tenías un poder, un poder muy ancestral, pero estaba dormido, el brazalete despertó un poco de ese poder, pero la entidad puesta en el brazalete lo corrompió y creo a ese ser maligno -- continuo -- pero ahora por fin has escuchado mi voz, y ahora tienes todo tu poder --

-- pero... que fue lo que...un momento!! -- dijo recordando las voces -- mi motivo... – recordó.

-- Esta frente a ti -- dijo señalando a Encho congelado por el espacio blanco -- y ahora te necesita – dijo.

-- Lo lograre -- dijo mirándole.

-- Ya lo hiciste -- dijo empezando a desaparecer en energía oscura y rodeando el brazalete para empezar a cargarlo con todo el poder -- y recuerda él no es el único que te necesita, otros más también te necesitan -- dijo antes de desaparecer.

-- Otros más... ¿acaso?! -- peo no pudo preguntarle porque el tiempo empezó a correr de nuevo, Alexander vio rápidamente su brazalete , este estaba brillando de nuevo, luego le invadió un sentimiento, que conocía muy bien, pero esta vez, ya no tenía miedo.

-- ¡¡¡MHINOS DE CUERVO!!! -- los monstruos volearon a ver a su otra víctima y vieron cómo se envolvía en la energía de ébano, convirtiéndose una vez más en el cuervo segador, pero sus ojos ya no eran amarillos, eran verdes, Encho vio como Alexander se convirtió con su sombrío traje, y sintió felicidad, lo había logrado.

-- ¡¡Déjenle ahora!! -- dijo desenvainando su guadaña que ahora le invadía un brillo verde muy hermoso.

Solo recibió gruñidos de respuesta y se lanzó al ataque, primero abatiendo fácilmente con su guadaña a los monstruos que sostenían a Encho.

-- ¡¡¡Entra a la cueva rápido!!! -- exclamo Alexander, Encho sin chistar obedeció, dejando a Alexander combatir a las enormes bestias.

-- ¡¡Sombra salvaje!! -- las enormes criaturas emergieron de la sombra de Mhinos atacando a todos los monstruos, pero estos no eran fáciles de abatir.

-- Bueno entonces tendré que hacer esto -- se arrodillo colocando sus manos en el suelo -- ¡¡DEVORA LUZ!! --

La enorme sombra se extendió tragándose a todos los monstruos y acabándolos dentro de ella con las bestias que salían de ella, luego de un tiempo la sombra volvió a la normalidad y los monstruos cayeron en pedazos, Mhinos vio y considero que la escena era muy fuerte para Encho si salía, así que tomo a Segadora y esta se cubrió de una sombra, en un movimiento rápido abrió un hoyo en el suelo y este se tragó todos los pedazos de las criaturas.

-- Encho -- le llamo quitándose su traje para que lo viera normal, no quería asustar a su amor.

-- ¡¡Alexander!! -- corrió a abrazarlo -- que bueno que no te paso nada estaba angustiado -- dijo besándole fuertemente.

-- He encontrado mi motivación, contigo -- dijo Alexander -- no permitiré que te hagan daño, no permitiré que ninguna vida indefensa se extinga de nuevo frente a mi -- dijo abrazándole -- si tengo este poder lo usare para proteger a quienes quiero --

Encho le volvió a mirar y repartió besos por toda su cara, amaba a ese chico, lo amaba con locura, podía verlo diferente, su espíritu estaba más encendido, ahora sí parece que volvía a ser el mismo de antes.

Alexander, ya no sentía culpa ni arrepentimiento ni deseos de venganza, lo aceptaba, su hermano y su madre estaban muertos, y nada cambiaria eso, pero desde donde ellos lo estén mirando harán que se sientan muy orgullosos de él, protegiendo a este ser que ama, a este que ser que le devolvió lo que necesitaba, necesitar...

-- ¡¡OH MIERDA!! -- Alexander pareció haberse dado cuenta de algo.

-- ¿¿Que sucede bebe?? --

-- Debemos ir a la otra dimensión -- dijo Alexander viendo su brazalete.

-- pero ¿porque? -- dijo Encho mientras veía con asombro como se transformaba de nuevo extendiendo sus alas oscuras.

-- Hay alguien más que necesita mi ayuda -- respondió tomando a Segadora y cubriéndola de nuevo con la sombra -- Sombra dimensional -- dijo y rasgo el espacio de su sombra abriendo un agujero, luego abrió los brazos para que Encho fuera con el -- ven con migo, mis amigos necesitan ayuda –

(Sombra dimensional: los nuevos poderes de Mhinos le permiten viajar entre dimensiones cercanas a través de las sombras)

-- Está bien, donde vayas yo iré contigo -- dijo Encho abrazándolo luego ambos se metieron en la sombra y aparecieron, en un mundo en destrucción.

Se asombraron al ver el apocalipsis en proceso y tuvieron que volar con cuidado para que una roca incandescente no los golpeara, rápidamente Mhinos voló con Encho en brazos para llevarle a un lugar alejado del peligro, saliendo de la ciudad donde aparecieron, llegaron a un claro que aún no era afectado por la destrucción.

-- Encho necesito que te quedes aquí -- dijo dejándole cerca de un hermoso árbol

-- ¿Que harás? -- dijo tomándole de los brazos -- son dioses no podrás contra ellos -- dijo preocupado abrazándole.

-- Calma no lo hare solo, y volveré te lo prometo -- dijo antes de quitarse el traje y besarle con pasión.

Encho correspondió el beso, no sentía nada mal, solo un sentimiento de espera, el volverá, esos labios se lo decían en silencio, Alexander se separó de él y se transformó de nuevo en Mhinos, extendió sus alas y antes de partir le guiño el ojo derecho, Encho vio como Mhinos de alejaba volando, volverá, el volverá y estarán juntos.

Mhinos alcanzo la máxima altura que pudo y empezó a mirar en todas las direcciones, luego de eso se lanzó hacia el suelo antes de llegar extendió sus alas para aterrizar con cuidado, luego se arrodillo tocando el piso y cerro lo ojos concentrándose

-- busca sombras...

(Con esta técnica Mhinos puede sentir a cualquier persona que se encuentre en la dimensión, mientras mas lejos este la persona mas tardara en buscar)

Así pudo sentir todas y cada una de las penumbras que pertenecieran a humanos buscando unas en particular fue cuando pudo sentirlas -- ¡¡los encontré!! --

De repente tomo el vuelo rápidamente y acelero su vuelo en una dirección, paso montañas y ríos y luego vio las vía de un tren, donde en uno de los vagones, diviso a un grupo de chicos, uno de ellos estaba inconsciente, comprobó que, era Cronos!!, y alguien estaba frente a ellos, ¡¡Sinon!!

-- ¡¡Mierda!! -- voló rápidamente hacia el tren, cayendo en medio de Sinon y los chicos.

Todos lo miraron sorprendidos.

-- Mierda lo que nos faltaba -- dijo el que cargaba a Cronos, al parecer era el chico dragón.

-- Perfecto... -- dijo Sinon -- Mhinos ha vuelto, ya no tendré que ensuciarme las manos con su asquerosa sangre al matarlos – dijo usando la voz de Otori, era obvio que él estaba controlando a Sinon.

-- ¿chicos que haremos? -- dijo un chico alto tras ellos.

-- No se preocupen chicos -- dijo Alexander cuando lo vieron que se quitaba su transformación y los miraba con complicidad -- esto es para ayudarles --

Luego volteo bajo la atónita mirada de todos, Otori se sorprendió un poco pero mantuvo su calma.

-- Vaya rata traidora resultaste ser -- dijo

-- Es una lástima -- dijo mirando a Sinon, y luego se dirigió a los chicos aun sin mirarles -- esto es algo que le debo a Cronos, aparte de lo primero que me dejo; solo que esta vez será para protegerlos --

Dicho esto la parte blanca de los ojos de Alexander de volvió oscura pero su iris, ya no era amarillo, era verde, un fulgurante verde lleno de esperanza, volvió a mirarlos pero esta vez los oscuro de su esclerótica cubrió todo su ojo completamente, extendió su mano brazo al frente y su brazalete se desprendió para posarse e su pecho, su ropa se desgarro mostrando el resultado del entrenamiento de un año cuando era Mhinos, luego vieron como en su espalda se dibujó el tatuaje de un cuervo abrazando un corazón roto, Sinon lo miraba sin ningún temor proveniente de Otori, pero vieron cómo se estremeció cuando Alexander recito las palabras que creyeron nunca escuchar con tal calma como la que tenia.

-- Cuervo de Redención, Activado.... --

Su brazo extendido empezó a cubrirse de plumas cenizas y se extendió por todo su cuero, cerro sus ojos y estiro su cabeza, esta cambiaba de forma a su animal característico, sus piernas tomaron la forma de garras y un pantalón negro con detalles verdes en la pierna derecha apareció, en la parte del tatuaje las plumas tomaron una coloración verdosa brillante, y de la zona de las alas del tatuaje nacieron dos enormes alas de plumas oscuras, estas se extendieron lentamente y con la misma lentitud batieron vuelo levantándole del suelo, y seguían moviéndose lentamente para mantenerlo a flote a unos centímetros del piso, con cada aleteo se soltaban plumas oscuras que empezaron a arremolinarse en su brazo derecho, y a materializarse en Segadora, pero esta vez era diferente, el filo de la guadaña era angular, en la otra punta emergía una cuchilla, y un espectral brillo verde surco toda el arma, luego de todo, abrió los ojos que ya no eran negros sino verde brillante, dio un fuerte graznido extendiendo sus alas.

-- Comencemos -- dijo su vos que ahora era más rasposa y profunda, mientras cruzaba su guadaña para atacar.

Muchas gracias Mhinos por esta grandiosa historia.

REGRESO A ESCRIBIR YO.

Narrador: Mhinos.

-¡GARRAS DE SOMBRAS!

(Con esta técnica Mhinos invoca 10 cuervos negros hechos de sombras y con sus garras afiladas atacan al enemigo)

Los cuervos se dirigieron hasta Sinon, pero debía buscar otra forma de ganar, no podía herir gravemente a ese chico, estaba siendo controlado por Otori por lo cual no sabia lo que hacia, además de todo eso es él hermano gemelo de Cronos, no puedo destruirlo. (nota en la realidad Alexander no le cuenta a César que Julián es su gemelo así que aun no lo sabe)

-HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Con un fuerte grito Sinon salió volando alejándose de los cuervos. Luego lanzo un rayo rojo de energía hacia ellos destruyéndolos por completo, ese rayo de seguro lo hacia Otori, ya que Sinon no posee esa técnica.

Comenzó a volar rápidamente hacia mí tratando de darme un golpe, mientras tanto los chicos del tren preparaban todo para arrancar y poder escapar, ese era justo en plan, estaba ganando tiempo para dejarlos escapar.

Sinon llego hacia mi esquive su ataque y tomándolo del brazo use su propio impulso para enviarlo a volar lejos de allí.

-Chicos dense prisa.

Le dije a los chicos de abajo, ya había metido al desmayado César al tren y la maquina se estaba preparando para arrancar. Necesito una técnica para detener a Sinon y a la vez liberarlo del control de Otori… ya se…

Sinon de nuevo venia hacia mi, sus ataques eran algo torpes, Otori no era muy bueno manipulando a personas por mucho tiempo a grandes distancias. Justo cuando Sinon estuvo a centímetros de mí grite.

-¡ESFERA OSCURA!

(Esfera oscura: es una jaula esférica la cual atrapa a una persona adentro)

Logre capturar a Sinon, si la jaula funcionaba bien en ese momento ya Otori no podía controlar a Sinon y al parecer si funcionaba ya que Sinon había dejado de moverse.

Mire el tren y había comenzado a moverse, me dirigía hasta allá y aterrice en el techo, mantenía a Sinon atrapado, mi plan era llevármelo y hacer que se uniera a nosotros como era su plan Original.

Todo salió bien hasta el segundo en el que él apareció.

-IDIOTAS MORTALES, TERMINARE CON ESTO YA.

Otori había aparecido justo sobre nosotros, estaba en nivel 2 y tal vez seria un rival para el, pero solo en su forma real, si activaba su brazalete dorado no tendría ni la mas mínima oportunidad, y además si peleaba descuidaría mi energía en la esfera y Sinon escaparía, estaba entre la espada y la pared.

-Nosotros nos encargaremos.

Escuche una voz detrás de mi, voltee y se encontraban 4 chicos, se arrancaron las camisas y pude ver sus tatuajes, un águila atravesada por el pecho con una flecha que a su vez atravesaba un corazón, un fénix ardiente incendiando un corazón, un quetzal el cual se posaba detrás de un corazón y un cisne abrazando un corazón… un minuto ¿tienen sus tatuajes? ¿Aun tienen poderes? Pero sus tatuajes no era lo único que pude ver, alrededor de esos tatuajes se había formado una mancha negra la cual se estaba esparciendo por todo su cuerpo, los chicos comenzaron a volar y él tren acelero su velocidad, pude ver como los cuatro chicos se reunieron alrededor de Otori, luego solo pude ver como los cuatros cuerpos se llenaban de una enorme aura negra y luego de una explosión no vi nada mas, el tren ya se había alejado demasiado…

Luego de eso busque a Encho y me reuní de nuevo con los chicos los cuales me recibieron muy felices…

ACTUALIDAD

Narrador: César.

-Un minuto ¿aun tenemos poderes? – pregunte claramente asombrado. – y ¿Mhinos controla su nivel 2?

-Si… pero… - dijo Giovanni mientras bajaba la cabeza.

-Giovanni debes contarle, al parecer no recuerda eso y tarde o temprano lo averiguara. – dijo Alex. – Y César yo controlo mi nivel 2 ya que ese poder se controla no solo con ira, sino con una fuerte emoción, la diferencia es que sus brazaletes no fueron diseñados para soportar ese poder ya que Marina estaba muy débil, los nuestros, creados por Otori y Misuki si son capaces de controlar de esa energía y ayudan mucho. Ahora Giovanni, cuéntale lo demás.

-César, note que no lo recordabas por eso no te lo había dicho, pero… aun tenemos algunos poderes, pero eso nos matara.

Giovanni se quito la camisa y me quede asombrado con lo que vi, Giovanni tenia absolutamente toda la espalda y el pecho negro, como si se hubiera sumergido en tinta negra, esa marca es la misma que Alex había descrito que vio en el cuerpo de los chicos que se enfrentaron a Otori.

Yo estaba en shock, mi mente necesitaba tiempo para procesar todo esto…

-Los chicos que enfrentaron a Otori eran Camilo, Anderson, Fred y Adrián ¿cierto? – les pregunte. - ¿Qué les paso a ellos?

-Mi amor, cada vez que usamos los poderes la mancha de nuestros cuerpos aumenta, los brazaletes fueron destruidos pero los tatuajes y los poderes quedaron en nosotros, descubrimos eso hace 3 meses cuando aparecieron en nuestros cuerpos e incluso aquellos que no habían activado en traje nivel 2 obtuvieron sus tatuajes, desde ese momento la mancha apareció y comenzó a crecer, si usamos los poderes crece rápidamente, pero sino igualmente crece sola y lentamente y no se detiene excepto cuando dormimos. Ahora sobre los chicos, ellos usaron sus poderes, sobrecargaron su cuerpo con energía haciendo que esa mancha aumentara, con la energía producida lograron detener momentáneamente a Otori dándonos tiempo de llegar al portal, pero ellos… se sacrificaron… Camilo, Anderson, Fred y Adrián están muertos.

-¿Qué?

No soportaba tanta información dolorosa junta, caí de rodillas al suelo mientras que mis lágrimas salían descontroladamente de mis ojos, por instinto me quite la camisa y revise mi cuerpo, también tenía la mancha pero solo había cubierto mi antebrazo derecho y la mitad de mi pecho.

-Tú estuviste dormido todo este tiempo. – dijo Giovanni. – por eso la mancha no avanzo casi nada, a diferencia de la mía y las de Ricardo Y Benjamín, nosotros aun seguimos vivos pero moriremos muy pronto.

-¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

OOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Mi grito fue muy desgarrador y de impotencia al ver que no podía hacer nada, todos moriríamos sin remedio.

-¡Al fin los encontré!

Esa voz vino de un sujeto que había llegado a la puerta de la casa de Alexander y Encho, tenía puesto un traje de Quimera el cual se quito rápidamente.

Lo mire asombrado al notar su rostro.

-Tu eres… el chico que vi en la cama cuando desperté, no era un ilusión… pero… ¿Por qué eres exactamente idéntico a mi?

El chico sonrió y se acerco a mi, me levanto y me seco las lagrimas, me abrazo, me apretó fuertemente y dijo.

-Me alegra poder abrazarte al fin… hermano…

Ok es todo por esta semana, gracias querido Mhinos por aportar esa gran parte del relato gracias a ti este episodio salió mas rápido que los demás.

Gracias a todos por leerme, gracias a mis fieles fans que esperan con ansias mis relatos, nos veremos en una próxima entrega.