Brasil 2014-2016 (10)

Prueba de admisión en su nuevo trabajo

BRASIL 2014-2016 (10)

-          Bueno Srta. Diana, procedamos a verificar sus informes. Ud. es pasiva o activa?

-          Ambas cosas Sr.

-          Bueno pues entonces desnúdese completamente.

Sin poner ninguna objeción, comencé a desnudarme, primero me quite la falda, seguidamente la blusa, quedándome en sujetador y bragas. La Sra. Que estaba en el mostrador, se acerco y me dijo.

-          Tienes una bonita figura, sácate el sujetador.

-          Si Sra.

Acto seguido, se puso detrás mío y me cogió las tetas, manoseándolas a su antojo, me dio la vuelta y comenzó a lamer mis pezones, poco a poco comencé a sentir una agradable sensación, mis pezones se pusieron erectos y notaba que mi pene se humedecía, fue cuando ella misma me bajo las bragas y echo mano a mi sexo que había quedado libre de la opresión de las bragas, se agacho acerco su boca a mi pene y muy suavemente se lo fue metiendo en la boca, al mismo tiempo que con la otra mano, exploraba mi ano, me dijo.

-          Estas muy rica, cómeme mi chichi.

Y tumbándose en un sofá, se saco las bragas quedando al descubierto un chichi en el que se adivinaba ya estaba muy usado, me puse encima de ella para hacernos un 69 y mi lengua acaricio sus labios mayores para dar paso después a los menores y dejar al descubierto su clítoris, mi lengua lo busco y tras encontrarlo comencé a succionarlo como si fuese la tetina de un biberón, mi pene crecía en su boca con cada lametada que me daba, ella casi no podía hablar, pues mi sexo llenaba en totalidad su boca, en un momento de respiro me dijo.

-          Niña apura que me corro.

-          Pues no se preocupe que abro el grifo.

Y sin que se diese cuenta solté un chorro de esperma en su boca que para no ahogarse tuvo que tragar de inmediato, yo notaba que su vagina estaba lo suficiente lubricada, me levante, me di la vuelta, apoye mis manos sobre el sofá quedando en la posición del misionero y sin decir nada y de un solo enviste se la metí hasta los huevos. Ella dio un pequeño grito de sorpresa, al mismo tiempo que esbozaba una sonrisa de placer.

-          Sra. Prepárese que mi grifo está abierto presto para la descarga.

-          Si mi amor, lléname el depósito.

Comencé a moverme con un mete y saca, cuando note que aquel señor que me había mandado desnudarme se había colocado detrás de mí y me estaba abriendo mis nalgas con la sabia intención de encularme.

-          Si Sr. estoy preparada, puede empujar cuando quiera.

-          Pues agárrate.

Note como se acercaba y ponía su pene a la altura de mi esfínter, que al contacto, comenzó a abrirse pidiendo polla, y con miedo a hacerme daño me lo metió, ya dentro mi esfínter se cerró automáticamente obligándole a aquella polla, que él creía grande a trabajar. No aguanto mucho al poco se había corrido, mientras yo seguía metiendo la mía en el coño de la Sra. Que llene hasta los topes. Ella en ese momento dio un grito de placer, al mismo tiempo que se agarraba de mis testículos y me decía.

-          Que hermosura, estas son las que necesito yo y no la que tiene el cabron de mi marido que te esta enculando.

-          No se preocupe Sra. Que ahora le toca a él.

Tras una pequeña descarga en mi culo, se desacoplo, entonces lo puse a él a cuatro patas, con mi pene bien lubricado se lo pase por su esfínter le metí un dedo y comprobando de que su virginidad la había perdido hacia tiempo, enfile mi lanza y de un solo golpe mis huevos chocaron con los suyos, llenándole su intestino con mi pene, que aun seguía en plena erección. Comencé a moverme y el a dar grititos de placer, pidiéndome más a cada momento cuando comprobé que ya estaba dispuesto mi recibidor, de un  solo golpe me descargue dentro de su culo, fue tal la cantidad que solté que gran parte de mi esperma se derramo por los bóxers que los tenía a la altura de los tobillos. Le deje el culo tan abierto que el esperma le resbalaba por las piernas. Pero me faltaba un  agujero, me dirigí a la Sra. Y le pedí que se pusiese a cuatro patas, ella presta lo hizo con la idea de que se la volvería a meter en su chichi, pero no, mi pene chorreaba le abrí las nalgas y le dije.

-          Sra., me falta este agujero.

Puse mi pene a las puertas de su esfínter, lo acaricie con mi glande de tal manera que lo estaba lubricando, y cuando comprobé que brillaba por mis jugos, se lo enchufe de un solo golpe. Ella dio un grito de dolor, por la sorpresa, pero de inmediato comenzó a dar gemidos de placer, notando como mi pene llenaba la totalidad de su culo.

-          Me gusta Diana, que gran placer siento, llénamelo ya mi marido hace meses que no me llena el ojete.

-          No se preocupe Sra. Que el depósito quedara lleno hasta el tope, y de un solo golpe mi esperma lleno su interior, desbordando por los laterales, ella al notarlo, lo recogía con sus dedos y se los metía en la boca.

-          Ahora les toca u Uds. Limpiármelo.

Se pusieron ambas de rodillas ante mí y comenzaron a limpiarme mi pene y mi culo con sus lenguas, cuando sin darse cuenta una nueva descarga les lleno sus caras con mi tesoro. Con una toalla me limpie y me vestí, los dos estaban agotados sobre el sofá, al verles les dije.

-          Mi Curricular se ciñe a la verdad?

-          Si, de sobra, no te preocupes, el puesto es tuyo, ya te llamaremos para algún evento especial, de la residencia recibirás las notificaciones. Cuando quieras puedes marcharte.

Salí de la oficina y me dirigí a buscar a Regina, que me esperaba en la cafetería.

Al verme, esbozo una sonrisa, al llegar a su lado me dijo.

-          Tardaste mucho, te pusieron alguna pega.

-          No en ab soluto, quedaron muy contentos lo que pasa que les explique que siempre lleno todos los huecos que están vacios, y aquí había tres que hacía tiempo estaban por debajo de las reservas.

-          Quieres decir que le demostraste a los dos por donde sueles trabajar.

-          Claro además con demostraciones en vivo.

Tras tomar un refresco, fuimos a pasear a lo largo de las playas, quería ver el ambiente, y como tendría que vestirme dependiendo de la hora.

Indiscutiblemente por la mañana el bikini era prenda obligada, por la tarde de forma informal con short, y al atardecer con un vestido o pantalones ajustados, aproveche para entrar en una perfumería y comprarme unas pestañas postizas. Luego nos fuimos para el apartamento, ya había demostrado mi valía y sabia que los informes serian favorables.