Borracha me dieron por el culo

Una reunión de aigos termina en bacanal.

Borracha me dieron por el culo

El pasado fin de semana salí a una fiesta a casa de unos amigos y estuvimos platicando, tomando y fumando en casa de uno de ellos, y al acabarse las cervezas íbamos por más, el alcohol no se terminaba. Éramos dos mujeres y tres hombres, quienes jugábamos cartas, con sus respectivos castigos, que cada vez íban subiendo de tono. Alguien empezó a poner castigos cachondos, como besar al compañero de la derecha o sobarle los huevos por encima del pantalón, yo era la más castigada, y mas de uno me manoseaba cada vez que perdía pero con el alcohol todo era divertido. Uno de ellos castigó a mi amiga y le dijo que le diera unas mamadas y mi amiga, muy valiente (borracha diría yo) empezó a bajar el zipper lentamente y todos estábamos mudos, como a la expectativa.

Lentamente salió a relucir el sexo de mi amigo quien miraba a mi amiga con ojos desorbitados y aquella tomó entre sus manos su miembro flácido y empezó a lamerlo con los ojos cerrados. Todos se quedaron viendo muy atentos y uno se excitó tanto que sacó su pene y empezó a masturbarse mientras el otro tomaba por la cintura a mi amiga y empezó a acariciarla.

Nos quedamos sentados otro amigo y yo viendo a todos lados con la mirada perdida. Estábamos realmente borrachos. Empezaron a desvestir a mi amiga y entre caricias y cachondeos, tropiezos con las sillas y música grupera de fondo, se fueron acomodando de manera que:

a) Uno de ellos seguía con  cabeza de mi amiga entre sus manos y ésta mamaba una muy jugosa y gran verga

b) El otro había bajado el pantalón a mi amiga y lamía su sexo de una manera muy precisa.

Nos levantamos como pudimos y sacamos la videocámara y empezamos a filmarlos, diciéndoles que haríamos una película porno y que la pondríamos en internet. Luego que se cansó aquel de que mi amiga se la chupara, la arrastró hasta la recámara y se encerraron. El que estaba conmigo estaba perdido y el que quedó excitado empezó a acariciarme por encima de la blusa. Le dije hey espera ahora no y quitándome la videocámara de un manotazo, con los ojos rojos me tomó de la cintura y empezó a besarme.

Me dije a mí misma bueno, que más dá pero no contaba que la violencia haría acto de presencia por que aquél empezó a morderme le dije despacio y me dijo no te gusta le dije si pero suave y me quitó la ropa de un tirón y empezó a masajearme los senos con frenesí, hundió sus manos en mi sexo cuando me desabrochó el pantalón y me levantó en vilo y me dejó caer en el sillón.

Mi piel era recorrida centímetro a centímetro por su lengua y me daba mordidas que aún conservo, sus dientes clavándose en mi piel se hunden como se hundían sus dedos en mi sexo, uno primero luego el otro tocándome lo mas profundo de mi cavidad y sus manos me estrujaban los senos y chupaba mis pezones y me apretaba a su cuerpo y su miembro se sentía caliente y babaeante sobre mis piernas, sobre mis muslos, sobre mi piel y me daba manazos en mis nalgas que me dolían y me decía piche puta te voy a coger vas a ver y no dejaba de manosearme toda toda.

A este punto ya no sabía si era bueno o era malo lo que pasaba pero mi mente trataba de aclararse pero no lo estaba disfrutando, al menos no como yo lo hubiera querido. Si, sexo sexo otra vez pero había algo que no funcionaba

Estaba ya semidesnuda sobre el sillón y aquél no dejaba de acariciarme las piernas de manera lujuriosa, me besaba mordiéndome y yo ya ni luchaba, estaba tan ebria que ya no podía. Sus manos recorrían mi cuerpo otra vez acariciándolo lujuriosamente, hundía sus dedos en mi sexo y su boca se pegó a mi sexo y empezó a hundir su lengua y jugaba con mi clítoris, ya me estaba prendiendo cuando sin decir palabra alguna me volteó, tomó mi cintura entres sus manotas –sí eran manotas por que el tipo es enorme- y empezó a lamer mi coño. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y mi mente se despejó por momentos, y al siguiente instante volvía a estar ebria.

Escupió sobre mi hoyo y la saliva se confundió con los líquidos propios del sexo y su lengua se acercó suave y lenta en círculos que me hacían retorcerme de placer y su dedo largo se introdujo y me retorcí y me tomó de los cabellos obligándome a ver al techo, me jalaba muy duro y mi cabeza daba vueltas por el mareo, por las sensaciones que me llenaban y su lengua seguía entretenida y rondaba a la entrada de mi ser mientras los dedos esperaban su turno y entraban y salían, primero uno luego otro y todos fueron invitados y se retorcían en círculos por dentro y su lengua se pegó y me exploró llenándome de placer.

Se levantó y pude sentir sus manos que recorrían mis carnes muslos piernas senos pellizcando mis pezones y al soltarme mi cabeza cayó pesadamente y todo daba vueltas en el cuarto y podía sentir su vaho que rozaba mi piel y pude ver su sombra cuando se levantó del sillón.

De un empujón clavó su enorme sexo en mi hoyo y lancé un grito de dolor, no esperaba que me doliera tanto. Estaba grande y caliente y empezó a moverse y yo estaba en cuatro patas jadeando no de placer sino de dolor.

Se hundía y se movía sin ritmo alguno deteniéndose a veces y empujando con fuerza dentro y yo apretaba pero ya no tenía fuerzas y tomándome de la cadera subiendo sus manos por mis senos me recorría y me clavaba hasta el fondo y sentía la piel que se pegaba con el sudor y sus huevos golpeaban en mi cada vez que se hundía hasta el fondo y giraba por dentro haciéndome vibrar de placer por la irrealidad del momento.

Al levantar la vista estaba el amigo que supuestamente dormía completamente desnudo, con su enorme miembro apuntando al cielo. La imagen se movía y todo daba vuelta en mi cabeza y de un tirón me tomó de los cabellos y me obligó a tragar su estaca. Sus movimientos eran rítmicos y yo ni siquiera tenía que moverme por que el de atrás se balanceaba salvajemente. Empezaron las cuatro manos a recorrer mi cuerpo otra vez y se hundían en mi sexo una y otra vez haciéndome venir y sentía que me ahogaba, que no podía respirar por tragar semejante tronco y por ratos abría la boca para tomar aire y otra vez me hundían mientras el dolor que me tenían tomada del cabello se acrecentaba y me daban nalgadas muy fuertes que me dejaron roja la piel y de golpe, el de atrás se salió y me aventó al sillón y el otro ocupó su lugar y antes de meterla me lamió el coño, hundió uno, dos, tres dedos y su miembro se hundió en mis entrañas, pero estaba tan borracho que cada rato se salía y el otro me sujetaba de las muñecas y me voltearon, se sentó sobre mí uno de ellos y me obligó a comer su gran tronco y el otro seguía hundiendo su estaca en mi culo.

Estas bien buena mami que buen culo tienes pinche sabrosa te gusta verdad te estamos cogiendo te gusta verdad puta decían con la torpeza que tienen los borrachos al hablar y sus palabras retumbaban en mi mente y desaparecían cuando regresaba a la realidad y sentía como era penetrada por atrás una y otra vez y cerré los ojos y apreté lo más que pude y sus manos me aprisionaron y me jalaban muy fuerte de los cabellos y me sentía de trapo en medio de ese par de ebrios calientes y sabrosos.

Tenía uno con la estaca clavada en la boca y el otro se hundía en mi culo y no dejaba de mamar solo quería que aquello no terminara y a la vez deseaba que se acabara todo y se fuera el dolor de cabeza y la embriaguez y mi hoyo se sentí adolorido ya que generalmente suelo evitar estas situaciones por que mi culo es muy estrecho y una estaca grande y gorda era dolorosamente hermosa e insoportable.

El dolor y el placer aparecieron como invitados a la fiesta cuando el que tenía encima de mí eyaculó mientras hundía su pene hinchado y caliente entre mi boca y creí ahogarme, tragué el semen salado y caliente que me escurría babeante por la barbilla y el otro me la seguía metiendo dolorosamente y abriéndome las piernas con sus manos, me puso de lado y sentí como bombeaba al tiempo que el otro hundía su lengua entre mi sexo y recorría mis labios entrando y saliendo cuando una explosión interna me llenó mi culo y aquél eyaculó larga y abundantemente dentro de mí en el momento en que un orgasmo marca diablo caía sobre el otro que tragó mis líquidos y ese momento fue como un flashazo en mi mente por que ví la luz del otro lado y los tres caímos al suelo agotados, quedando yo en medio de ellos quienes me hicieron sándwich y al alzar la vista, observé al que se había cogido a mi amigo con la videocámara entre sus manos, con una sonrisa de oreja a oreja mientras sentía claramente como un rubor encendía mis mejillas y un sentimiento de pena y de culpa llenaban otra vez todo mi ser y mis ojos se cerraron y morfeo me tomó entre sus brazos y me abandoné a él una vez mas, mientras el otro apagó la cámara y se acercó a mí llenando el lugar que los otros ya habían disfrutado.