Borbotones de semen para Mariella (3)

Fin de Año y fiesta en la cama con mi hermana... Brindis con mi leche!!

BORBOTONES DE SEMEN PARA MARIELA 3

Luego de mi estupidez aquella tarde en el cuarto con mi hermana pasaron unos días para el olvido.

Mariella ni me hablaba, no me dirigía la más mínima palabra y simplemente me ignoraba como si yo no existiera. En ocasiones sólo me cruzaba miradas fulminantes, taladrándome con sus ojos de hielo, creía poder ver en su brillo reflejarse el rencor y el desprecio hacia mi persona...

Yo estaba completamente amargado, me sentía una verdadera porquería humana y deseaba que los días pasaran velozmente para que mi hermana partiera de una vez a la capital a comenzar la universidad y así poder respirar tranquilo y retomar la calma. No soportaba más esta situación de agobio.

Esa noche era Año Nuevo y la cena y el brindis en familia fue un acontecimiento de lo más embarazoso que recuerdo en años.

Dieron las doce y todos comenzamos a abrazarnos y saludarnos levantando las copas entre deseos de felicidades con mis padres y los abuelos... y cuando vi a Mariella se me hizo un nudo en la garganta... ¿qué hago ahora??

Más mi hermanita como si leyera la duda en mis pensamientos y supongo que mi cara asustada se me acercó con total desenvoltura... y me dio un beso!

Para los demás fue un inocente saludo entre hermanos... para mí fue un latigazo que me recorrió entero.

...Feliz Año Nuevo hermanito... –

La voz de Mariella sonó muy dulce cuando depositaba un beso suave y por demás sensual en mi mejilla con sus labios carnosos... Me puse rojo al instante! Y luego acercándose aún más y envolviéndome con su perfume casi me susurró al oído... suavemente, con ese tono de gata putita que me enloquecía...

...Que se cumplan TODOS tus deseos... –

Y se me apretujó frotándose juguetona al mismo tiempo asegurándose que yo sintiera contra mi brazo la presión de sus pechos firmes y tibios, dejándome percibir por unos segundos la rugosidad de sus pezones a través de la tela... para luego apartarse bruscamente con una sonrisita burlona en su rostro...

La muy perra me usaba para su propia diversión, jugaba conmigo y disfrutaba humillándome!!

Luego se despidió de todos para irse de juerga con sus amigos... seguramente comenzaría el año enfiestada en la cama y brindando con mucha leche...

Verdaderamente se había arreglado y pintado como para la guerra, con un par de líneas negras delineaba sus ojos verdes de tigresa, el cabello lacio recogido resaltaba más su rostro de bebota fatal... y también supongo que era más práctico para evitar las salpicaduras del semen que de seguro se tragaría... con el pequeño top rosa que apenas le cubría el bamboleo de las tetas sin sostén y el jean calzado a presión en su tremendo culo estaba lista para una buena cosecha de vergas... creo que hasta al abuelo le tembló la mandíbula al ver las curvas de su nietita... y en lo terrible hembra que se había transformado!!

Esa noche me quedé acostado y solo en la habitación imaginándome lo bien que lo estaría pasando mi hermanita.

Era casi la madrugada cuando pude ver entre sueños la luz de un auto que iluminaba el cuarto y me llamó la atención que estacionaran detrás de la casa, normalmente a Mariella la dejaban en la puerta del frente... pero pensándolo bien en este lugar estaban más discretos y lejos de la mirada de mis padres, tal vez mi hermanita no quería que la vieran acompañada... aunque desde mi ventana el panorama era perfecto...

Me puse a espiar a través de la persiana...

Efectivamente, era ella...

Y estaba con un hombre... podía distinguir bien el interior del automóvil y ver como se besaban con fervor, el tipo enloquecido de calentura la tenía aferrada del rostro mientras le hundía la lengua en la boca y mi hermana se retorcía incitándolo... entonces comenzó a manosearla con lascivia, le sobaba los pechos por sobre la ropa para después levantarle la remera hasta el cuello... Mariella se recostó contra el asiento mientras el tipo se lanzaba sobre sus tetas desnudas chupándoselas hambriento y ella lo tomaba de los cabellos guiándolo de un pezón al otro...

Mi pija ya era un caño endurecida de excitación contemplando el espectáculo... viendo como gozaba la perra de mi hermana jadeando de gusto ante la mamada que le estaban dando... entonces como si ella supiera lo que me estaba provocando... giró su cara hacia la ventana, mirándome directamente con esa sonrisa de burla...

¡Dios!! Sabía bien que la estaba viendo!! Lo estaba haciendo a propósito para enloquecerme!!

Sin dejar de mirarme siguió sonriendo malévola... para después levantar la cabeza del tipo que baboseaba sus senos y echarlo hacia atrás... entonces se arrodilló en el asiento, con la cola parada hacia la puerta y su rostro hundido directamente frente a la bragueta del acompañante...

El hombre se sacudió de gusto y abrió la boca gozando... sintiendo como los labios de mi hermanita se atragantaban saboreando su miembro... yo hasta podía imaginarme lo que sentía el desgraciado afortunado... aunque solo divisaba la cabeza de Mariella subiendo y bajando rítmicamente entre sus piernas... entregada con frenesí a la doble tarea de succión... y humillación a mi persona, mostrándome descaradamente de lo que era capaz y lo que yo nunca tendría.

Sentí tanta frustración y bronca que me aparté de la ventana.

Fue en ese momento que oí un portazo... y unos insultos... me asomé de nuevo sorprendido y encontré a Mariella ingresando a la casa apresurada por el jardín y al tipo fuera del auto, tendido de rodillas en la acera, al parecer había trastabillado con los pantalones bajos... y estaba alcoholizado. A duras penas pudo subir de nuevo al coche y arrancar violentamente haciendo eses...

¿Qué habría pasado??

Me quedé en la cama, esperando un tiempo que se me hizo eterno a que llegara mi hermana y ver que pasaba.

Mariella entró al cuarto y encendió la luz, yo simulaba que dormía y estaba de espaldas expectante sin mover un músculo...

-No te hagas el dormido hermanito... –

Su voz resonó demasiado fuerte y burlona, y con un canturreo algo extraño... como una risita sarcástica... Luego sentí que se acercaba... y mi cama crujió cuando ella se sentó a mi lado y se apretó contra mi cuerpo...

¿Ya te hiciste la pajita?... te la hiciste espiando por la ventanita hermanito?? Ja!!... Te gustó lo que viste... Hummm... me parece que siiii!! –

Me habló al oído riéndose descontrolada... y allí me di cuenta por su aliento... estaba tomada, borracha como una cuba, olía a whisky y tal vez hasta se había fumado algo...

Yo no contestaba, sin saber que hacer luego de mi última mala experiencia cuando Mariella estaba sobria... y si ahora pasada de copas reaccionaba en peor forma y me armaba un escándalo con mis padres y los abuelos en la casa?? Estaba duro y tenso, petrificado...

Hummm... parece que te comieron la lengua los ratones... Y tu ratoncito?? Se te puso duro espiando a tu hermanita?? Hummm... pobrecito... debe haber soltado mucha lechita, no?? Ja!

No era eso lo que querías, verme cogiendo, ver lo bien puta que soy... ja! ja!!

O no? A ver... a ver... Humm... no siento olor a leche... y sí, yo de eso entiendo

bien... Hummm... te estás aguantando pajerito??

O ya no se te para?... debe ser eso. Sí... esta es noche de pajeros!! Todos iguales!

¡¡Hombres!!... son un montón de idiotas impotentes!!... malditos maricones...

montón de pajeros!! -

Se levantó ofuscada protestando y se dejó caer en su cama tirando las botas por el aire...

Creí entender lo que había sucedido. Sería eso? Al parecer su galán automovilista había sufrido un percance de pija caída esa noche dejándola con las ganas! Bien merecido lo tenía por puta, pensé sonriéndome por dentro.

Hermanito... hermanito... hiujuuu! ...no me vas a hablar??-

Seguía insistiendo Mariella entre burlas y vahos del alcohol...

Hermanito... hermanito... mirame... vamos!... me estoy sacando la ropita... toda la

ropita... –

Ahh! Tragué saliva al oírla decir eso... sólo estaba provocándome? Si yo me daba vuelta para mirarla no recibiría un golpe de desprecio por respuesta??

En ese momento recordé lo que decían en el colegio: "con dos tragos se pone como una perra y se deja hacer lo que quieras..." ¿Sería verdad??

Después de todo la tenía allí, a solas, completamente borracha y con la calentura del auto acumulada... sería posible?... la oportunidad estaría al alcance de mi mano??

Vamos hermanito... hermanito... no quieres verme?... –

Respiré profundo, conté hasta tres para darme ánimo... y me quedé quieto... el cuerpo no me respondía para darme vuelta! Tal eran mis nervios!!

La escuché reír nuevamente...

Y tomando coraje desde lo más profundo logré moverme! Giré mi cabeza hacia su lado como si recién me despertara y no me interesara demasiado su propuesta...

Hummm... sinvergüenza... te hacías el dormido, no?...

Se reía mirándome...

Y yo no pude dejar de mirarla también. Estaba borracha y sin embargo hermosa, tentadora y ofreciéndose provocativa como en las fotos, pasándose la lengua por los labios... el alcohol la hacía perder toda inhibición y soltar su naturaleza de hembra encelada, ardiente... deseosa... y esta noche todavía insatisfecha...

No estaba agresiva. Todo lo contrario, se encontraba reclinada sobre la almohada apoyada en el respaldo de la cama... sus ojos de gata fijos en mi cara como jugando con un ratoncillo antes de devorarlo... y con los brazos cruzados sobre sus pechos... levantándoselos aún más... tremendas tetas cuya sola visión me hizo olvidar todo mis temores y dudas...

Que pase lo que tenga que pasar, pensé mientras me sentaba en el borde de mi cama frente a ella.

Ahh!! Te gustó la idea, no?...- y soltó una risotada que temí que la escucharan mis padres

El nene pícaro y sinvergüenza quiere ver a su hermanita... sacándome la ropita... desnudita... ja! –

Se rió de nuevo y por un momento pensé que me dejaría así como un tonto... muriéndome de la ansiedad. Sólo que mi corazón comenzó a golpetear con más fuerza al observar sus manos...

Sus pulgares estaban comenzando a moverse... suavemente... se estaba acariciando sola los pechos... la yema de sus dedos recorría en un movimiento circular lento y sin pausa sus pezones, se tocaba haciéndolos endurecer, se veía asomar sus formas como dos cerezas bajo la tela... se tocaba y me seguía mirando fijo... Me sentí morir.

...Te gusta?...quieres ver más... yo también... -

Estaba azorado y no entendí al principio. Hasta que su vista bajó de mi cara y me indicó el bulto en mi entrepierna... con la excitación de tener a mi hermana enfrente mi slip era ya una carpa con el puntal pidiendo libertad a gritos...

Ahora pajeate... hermanito... quiero ver que lo hagas para mí... –

Su voz sonó imperativa... me estaba incitando a obedecerla... y me estaba dando inspiración... sus manos ya jugaban con sus pechos acariciándoselos por debajo de la remera... levantándola casi hasta el límite donde me mostraba la base firme de sus tremendas tetas y el borde de los oscuros círculos que hacían que mi boca se inundara de saliva imaginando saborearlos...

Tenia que vencer mi natural timidez y darle con el gusto... pero antes de decidirme a mostrar mi pija endurecida... mi miembro solo tomó la iniciativa y decidió actuar motivado por los pechos de Mariella... y escapándose en un sacudón por la abertura de mi ropa interior se irguió libre en toda magnitud, dejando escapar la cabezota morada e hinchada a más no poder como nunca la había visto en una descomunal erección...

Una descarga de adrenalina me recorrió por el cuerpo y acabó en una oleada de calor intenso con los restos de mi pudor. Ahora sí, allí la tenía, exhibiéndome en todo mi deseo... gruesa, venosa, mi pija cabeceaba sacudiéndose mostrando a mi hermana el ardor y la atracción animal que sentía por ella.

Y Mariella miraba fijo el tamaño de mi verga sorprendida y admirada midiéndola con sus ojos, y no pudo evitar morderse de deseo los labios... tenía ese brillo de perra en celo en la mirada... y estaba sorprendida y complacida con lo que había descubierto... se estaba dejando llevar por su propia lujuria... que aumentaba la temperatura de su cuerpo... y el mío al verla. Más aún al contemplar como respiraba excitada... y seguía acariciándose y apretándose los pechos levantando su remera... cada vez más... cada vez más... hasta dejar la tela apretujada a la altura de los hombros... y los senos sólo cubiertos por sus manos... Se los exprimían con lujuria y deleite, apretándolos y amasándolos con placer creciente, juntándolos y formando entre ellos un canal de apetitosa carne tibia cuya visión me llevaba a la locura... Ahh!

Y por instantes entre sus dedos se asomaban erguidos y desafiantes las formas de sus oscuros pezones... los rozaba con la yema de los dedos... y se los pellizcaba aumentando su placer y suspirando... cada vez más fuerte. Y no dejaba de mirarme... su cara de gata caliente estaba fija en mi verga... entonces mi hermana, mi puta y apetecida hermana, llevada por su propio placer... bajó el cierre de su jean y metiendo la mano entre sus piernas comenzó a tocarse... no llevaba bragas, y casi pude sentir el aroma soñado de su sexo... sus dedos largos se perdían entre la humedad estimulando su placer creciente, aumentando el ardor de sus gemidos... hasta que extasiada por sus manoseos arqueó el lomo como una gata mimosa... y mientras se retorcía de gusto levantó los brazos sobre su cabeza... dejando ante mi ojos la imagen de sus tetas como melones maduros meciéndose al ritmo de su respiración agitada... y su entrepierna casi desnuda...

Era un sueño echo realidad... y casi por costumbre comencé a menearme la pija apuntándola directamente a esas mamas lechosas que me enloquecían...

Di un paso hacia ella a punto de perder el control...

Y Mariella todavía jugueteando conmigo me detuvo con sus piernas, apoyándolas en mi pecho... y mientras me miraba con esa carita insinuante de hembra dominadora... levantó las caderas y deslizó el jean hasta las rodillas en un rápido movimiento y elevando aún más los muslos dejó al descubierto los labios inflamados de su sexo húmedo y deseoso. Sentí el deseo de hundir mi cara en esa raja caliente, maravillosamente depilada y que invitaba a lamerla...

Mi hermana entonces me rodeó con una pierna y me atrajo hacía sí, mimosa y ronroneante... a punto de devorarme.

Puso su mano sobre mi rodilla, subiendo sugestivamente por mi pierna acariciando mis vellos... entonces... Dios! iba a hacerlo! Sus uñas de gata me rozaban apenas siguiendo el camino hacia de mi tremenda erección... La yema de sus dedos me recorrieron suavemente, palpando el calor del miembro desde la base, sintiendo el latido fuerte de la sangre a punto de explotar en las venas inflamadas... hasta llegar a la cabezota amoratada y palpitante de deseo...

Me sentí morir... Ahh! El suave tacto del extremo de sus dedos recorriendo con provocativa suavidad mi glande inflamado era una tortura, deliberadamente jugaba con mis ansias mientras extendía las gotas cristalinas que brotaban de la punta untándome la cabeza de la vergota a punto de estallar... Ahh! Era demasiado para mi calentura acumulada y mi inexperiencia!

En mis sueños yo la poseía durante horas... más ese suave contacto fue suficiente para detonar mis ganas contenidas... y aunque traté de aguantar lo más posible... me corrí en el acto...

Un borbotón de semen saltó de mi miembro salpicando su mano y sus piernas... la cabeza del miembro se sacudía escupiendo leche y yo entre espasmos pensaba que lo había arruinado todo... ahora se burlaría de mí!

Pero evidentemente no conocía del todo a mi hermana.

Lejos de ofenderse por mi chanchada el sentir el semen tibio derramarse en su piel la excitó todavía más, me aferró con fuerza la verga estrujándomela con ansia... pajeándome, ordeñándome con avidez, sacudiéndome la pijota hasta sacarme la última gota de leche...

Mi semen se volcaba inundando la palma de su mano... y corría entre sus dedos, formando un hilo goteante sobre el dorso... Entonces... siempre mirándome con esa cara de puta maravillosa... como haciéndome conocer el inicio a placeres que superarían mis mejores sueños se llevó la mano hacia el rostro y abriendo los labios carnosos recogió con el extremo de su lengua la gota cristalina... probándola, saboreándola golosa... para después lamer como una beba hambrienta los coágulos de semen espeso que llenaban el hueco de su mano... hasta dejarla completamente limpia...

Y ya enloquecida y emputecida por completo, descontrolada de lujuria... arrodillándose en el suelo se lanzó contra el bocado principal, atenazando con su boca el extremo de mi verga que aún goteaba leche... chupando, succionando con fervor, bebiendo el néctar espeso hasta dejarme seco... mis piernas literalmente temblaban de goce ante esa placentera y paradisíaca sensación nunca experimentada... estaba metiendo mi miembro en la boca de mi hermana, como en mis sueños, solo que yo no la obligaba, era ella la que deliciosamente me poseía... podía sentir la presión de sus labios sobre el tronco, adentro y afuera, en un compás delicioso, y su lengua lamiendo, sorbiendo, bañándome en saliva caliente y tragando hasta el último resto de mi esperma...

Era tal efectiva su dedicación y tantas mis ganas de seguir probando que mi miembro siguió duro, erecto y deseoso...

Y ella también lo deseaba

Me atrajo hacia sí tironeando de mi pija hinchada mientras se recostaba en la alfombra atrayéndome contra su piel caliente mientras yo trataba de ubicarme un poco torpemente entre sus piernas para montarla y sentirla mi hembra hundiéndome en su cuerpo... ya tenía su boca... ahora la deseaba toda, cada centímetro de su piel... y cada rincón de su cuerpo debía ser mío

Más ella, como jugando me susurruró... no... todavía no... y guió mi cabeza entre sus pechos para que se los chupara... y yo loco por esas tetas me prendí con deleite a mamarlas, sobarlas, apretarlas llenándome las manos con su masa rebosante y firme, y mi boca se atoraba succionando con febril ansiedad sus pezones, duros y puntiagudos, mordisqueándolos y haciéndola gemir de lujurioso dolor, a la perra eso le gustaba... se retorcía toda cuando mis labios los apretaban saboreando y chupando con fuerza, como hambriento por ver brotar de ellos leche de hembra...

Eso la enardecía y su cuerpo pedía más... más...

Me tomó de los cabellos empujando mi cara hacia abajo... hacia el sur... en busca de mayores placeres... y nuevos sabores para mi lengua. Fui besando suavemente su piel que ardía, recorriendo su ombligo y su vientre chato con mis besos... pero ella quería más... y más... y me guiaba... y yo me dejaba guiar por sus manos y por el aroma creciente de su sexo que afiebrado pedía atención... hasta aplastar mi cara contra esa raja deliciosa empapada en los jugos del deseo, lamiéndola todo a lo largo, separando los pliegues con mi lengua y saboreando su flujo espeso como deliciosa miel...

Sorbía aquí y allá, aprendiendo de las reacciones de mi hermana y obedeciendo a sus gemidos... donde era el lugar exacto que la hacía estremecer y retorcerse... lamí su botón y todo su cuerpo se conmovió en espasmos, me abrazó con las piernas en mi espalda levantando sus caderas y fregándomelas por el rostro... mis manos la sujetaban en alto mientras mi boca la comía por completo... la devoraba extasiándola.

Mariella jadeaba de gusto en alocado ritmo al tiempo que llegaba al orgasmo... intenso... pleno... el estallido de placer se multiplicaba hasta dejarla casi inconsciente de tanto gozo.

Pero aún no satisfecha, todavía quería probar mi verga endurecida...

Y rodando me puso de espaldas sobre la alfombra, supongo que para no llamar la atención con el traqueteo de la cama... y montándose sobre mi cuerpo con sus piernas a cada lado de mi cintura acercó su rostro de gata mimosa a mi cara, su boca contra mi boca, sentí sus labios húmedos, su lengua enroscándose en mi lengua... y su sexo caliente y húmedo bañando mi miembro endurecido con la melosa miel de sus jugos... a medida que Mariella se empalaba en mi erección y su vagina ardiente apresaba y succionaba mi miembro llevándolo al mismísimo interior de su ser...

Qué delicia! Traté de aferrarme de su cintura para empujar enloquecido con más fuerza, pero ella se soltó de mi abrazo hacia atrás y cerrando los ojos comenzó a cabalgarme, subiendo y bajando entre gemidos sobre mi pija, hundiéndosela hasta el fondo, y volviendo a subir para dejarse caer nuevamente y frotarse en círculos... me montaba como una amazona experta, cogiéndome con mayor fiereza a medida que aumentaba su placer... y yo me retorcía de gusto, estaba extasiado sintiendo el placer del candente interior de mi hermana que me sometía a esa deliciosa violación y debut sexual... tomé sus pechos que subían y bajaban provocándome con su bamboleo frente a mi rostro chupándoselos enloquecido... y Mariella entre suspiros de gozo se inclinó sin dejar de columpiarse apretando más sus tetas contra mi cara.

Entonces aproveché para tomarla de la cintura y bombearla con más fuerza levantando mi pija como un ariete, hundiéndosela sin piedad hasta el fondo... una y otra vez... mis manos recorrían la redondez de sus nalgas, disfrutando de la tersura de esas ancas propias de una yegua en celo que se retorcía de placer... mis dedos recorrieron esa zanja perfecta que les separaba... encontrando al centro el mismo pozo de los deseos... el ano de Mariella que exhalaba calor, ese soñado orificio que me invitaba... no soporté la tentación de tantear la entrada posterior de mi hermana y recorrerla con mis dedos, introduciéndoselos poco a poco... esperando su reacción...

Y lejos de molestarle sólo conseguí aumentar su excitación, claro! Si estaba acostumbrada y hasta se comía dos hombres a un tiempo!!... Se retorció de gusto y entusiasmado por mi descubrimiento separé sus nalgas con aprensión mientras le metía uno... dos..., tres dedos por el culo!

Ahora sí, mi hermana ahogaba grititos de placer mientras oscilaba las caderas acabando salvajemente y yo sentía que me moría... y abrazándola lamía y besaba su cara, su cuello mientras le pedía al oído: dame el culo, dame el culo hermanita... Dame el culo!!

Y Mariella como despertando de su orgasmo me contempló un instante con carita de sorprendida ante mi súplica lujuriosa y pervertida... para después sonreír complaciente con ese gesto en los labios que era mi delirio...

Y me besó despacio, lamiéndome la cara, susurrando apenas: ... Te lo ganaste, Hermanito...

Y desmontando de mi verga se subió a la cama... poniéndose en cuatro... como en mis sueños... ofreciéndose dispuesta a recibirme, la yegua mimosa se me entregaba para que la sirviera...

Y enloquecido por esa panorámica vista de mi hermana complaciéndome... me puse de pie y allí mismo arremetí con todo llevando la cabezota hinchada y amoratada de mi pija lubricada por sus propios jugos contra la estrecha entrada... estaba tan caliente que parecía que no entraría, me resbalaba contra ese anillo oscuro que se resistía a ser penetrado...

Entonces Mariella estiró su mano y tomándome la pija la apoyó contra su ano y fue guiándome... mejor dicho me hizo quedar quieto mientras era ella la que arqueando el lomo llevaba la cola hacia atrás y se empalaba voluntariamente abriéndome el culo a todos mis deseos...

Ahhh!! Que locura!! Casi pierdo el sentido sintiendo como su anillo apretaba mi verga mientras la devoraba!! Y luego de un solo envión se la incrustó hasta el fondo!! Que perra deliciosa!! Perdí toda mi compostura y tomándola de las caderas la bombeé como un poseído, penetrándola con todo mi ardor, enloquecido, haciéndola gritar y gritando también de gusto en una alocada carrera que nos llevaba al paroxismo!

Fueron dos o tres enviones, no más.. no soportaba más tanto placer... pero fue la acabada más gloriosa de mi vida y cerrando los ojos en ese instante podía ver las puertas del paraíso abriéndoseme... pero no era Mariella la que se abría a todos mis deseos!! Y al fin y al cabo para mí era lo mismo... me aferré a ella mordiéndola en el hombro completamente sacado mientras me desbordaba en borbotones de leche en su interior... la hacía gritar acabando nuevamente y nuestros gemidos y nuestros cuerpos se hacían uno solo unidos en la total demencia...

Quedé extenuado, sobre ella... mi miembro aún estaba en su interior... y creo que así nos dormimos...

Cuando desperté a la mañana pude sentir las voces de mis padres hablando en el patio.

El sol ya estaba alto.

Y Mariella?

Acaso todo había sido un sueño, otra de mis fantasías nocturnas??

No, Mariella estaba allí, apoyada en mi espalda... hermosa, maravillosa como solo puede verse una mujer luego de hacer el amor. Y con la luz del día se la veía todavía más increíblemente deseable... el solo rozar su piel tibia le provocó a mi miembro una erección que parecía no haberse saciado en toda la noche...

Comencé a recorrerla suavemente, disfrutando la suavidad y calidez de su cuerpo, acariciándola lentamente aprovechándome de su indefensión... parecía una muñeca perfecta creada para el placer, adorablemente dormida, una princesa de cuentos de hadas...

Besé sus pezones, recorriéndolos despacio con la lengua haciéndolos endurecer con el agradable tacto... Y Mi hermana acarició mis cabellos despertando...

Parecía una escena tan irreal, tan increíble de creer tan solo unas horas atrás...

Rodé ubicándome sobre ella, acomodándome entre sus piernas... la deseaba nuevamente, quería tenerla otra vez.

Más Mariella me contuvo...

No... no está bien... no está bien lo que hicimos- susurró en mis oídos mientras yo trataba de besarla.

Somos hermanos... no debimos hacerlo... –

Y hasta había un tono afligido en su voz... parecía que ya sin el efecto del alcohol se arrepentía de lo hecho al recobrar la cordura.

Acaso tendría que subir cada noche con un par de tragos a mi habitación para convencerla de compartir la cama?

No, esa no era mi hermana. Yo prefería la gata mimosa y no a esta niña de despertar consciente y maduro.

Todo era cuestión de llamar a la Mariella que me enloquecía... Y creía saber como invocarla...

Me acurruqué junto a ella como consintiéndola apesadumbrado por nuestro exceso nocturno, abrazándola tiernamente, comprensivo... casi angustiado y dándole la razón...

Solo para apoyarla distraídamente, haciéndole sentir poco a poco toda mi virilidad desatada entre el calor de sus nalgas... frotándosela suavemente... haciéndole recordar la locura de la noche pasada... y el buen uso y abuso que ella le había dado...

Estrujé suavemente su pecho al mismo tiempo... sintiendo acelerarse sus latidos...

  • No... No... – gimió mi hermana débilmente y no muy convencida...

Shh... Shhh... no digas nada hermanita... sólo una vez... sólo una vez más... Sí ¿? –

No... nooo... ahhh... – el frote de mi pija la estaba derritiendo...

Me apreté más contra ella, pasando el miembro rígido entre sus piernas y dejando el glande henchido apuntando directamente en la entrada que ya comenzaba a humedecerse...

Mariella liberó un suspiro... sus defensas ya flaqueaban... Entonces se apartó de pronto y dudé que quisiera levantarse y salir corriendo.

Pero no... me sonrió con esa carita de bebota golosa que ya conocía y tendiéndose con las piernas abiertas me invitó a hacerlo...

Y lo hicimos como locos, con todo el fervor desatado... me abrazaba con sus piernas mientras me hundía en ella y nos besábamos lastimándonos los labios con toda la pasión prohibida entre hermanos... e ilimitada entre dos amantes...

Y entre gemidos y humedades, comenzamos el nuevo día despertando a esta nueva relación que nos unía... ahora profundamente...

Y por si fuera necesario ratificarla, mi hermanita como buena gata insaciable que era... viendo en mi cara que estaba a punto de estallar... tomó mi miembro tironeando de mi pijota hasta acomodarlo entre sus tetas, y me hizo una paja deliciosa con ellas, placer nunca superado por todas mis horas de habilidades manuales juntas!

Solo superado por el goce de sentir el cosquilleo de su lengua lamiendo la cabeza de mi verga... y sus ojos verdes, sus ojos de gata, con su mirada provocativa de putita golosa

pidiéndome la leche... que saltó a chorros directo a su cara salpicando sus mejillas y sus labios carnosos, corriendo por la comisura de su boca formando hilos de esperma caliente...

Borbotones de semen para Mariella, para mi hermana, que ella tragaba relamiéndose y desayunándose con mi leche demostrándome todo lo deliciosamente puta y perra que era.

Mi puta y mi hembra a partir de aquel día... y de allí en más...

Toda Mariella para mí!!

NOTA: todas las fotos que utilicé para ilustrar este relato son de la actriz porno canadiense LANNY BARBIE.

Si tuvieran una hermanita así... ¿no jugarían con ella en la cama?