Bonito recuerdo

Unas hermosas piernas... de miel... nada mas que decir.

  • Me das por favor una falda talla 16 – un cambio abrupto del aburrimiento a la excitación
  • Claro, con gusto -
  • Pero… ¿puedes cambiármela?…, en caso de que no le queda a mi hija?
  • Por supuesto, sin problema
  • Aunque… – se quedo pensando por un momento – … toda mi ropa le queda cuando se la pone
  • Pues…si gusta probársela usted… – le dije a la espectacular mujer que acababa de entrar a mi negocio –
  • Mmmm… yo creo que sí!
  • Pase al probador… – después de 3 minutos salió; para mi deleite… usando la falda. Cuando ella llegó al negocio traía unos jeans muy ajustados y con botas de piel cafés, por fuera del pantalón; salió del probador y tenia puesta la falta, con una blusa blanca de botones al frente, un poco despeinada por haberse quitado el suéter, y descalza, gloriosamente descalza, los pies delgados con los dedos largos y las uñas pintadas de rojo, hermosos.
  • Crees que le quede a una niña de 15 años???
  • Creo que usted es una hermosa joven de 15 años!!!
  • Jajajajaja, que mentiroso eres!!!
  • Jaja, no, para nada, con toda sinceridad se lo digo, se ve usted tan joven y hermosa en esa falda de colegiala – y realmente se veía así… como en todas mis fantasías
  • Bueno… muchas gracias… pero… crees que le quede a mi hija?? – movía… encogía las piernas porque estaba descalza, como cuando una niña quiere ir al baño, no conteste
  • No prefiere ponerse sus botas??... el suelo está muy frio – le dije.
  • Yo creo que si… - se metió al probador. Cuando salió, además de traer la blusa escotada y estar un poco mas despeinada, puestas las botas se subió un poco la falda, anteriormente le quedaba a la altura de las rodillas, ahora, le llegaba a la mitad del muslo
  • No creo que la dejen entrar así, jajajajajaja!!!!
  • No la verdad no, pero déjeme decirle que usted se ve muy atractiva
  • Ah sí?, hace mucho que no lucia mis piernas a nadie
  • No sé porque, con todo respeto, sus piernas son bellísimas
  • Muy pálidas no? – dijo ella… exagerando
  • En lo personal, prefiero ese tono de piel
  • Yo creo que me hace falta sol – decía esto y acariciaba sus piernas aunque la falda se subía un poco mas
  • Yo creo que parecen estar hechas de miel… y me encanta la miel!!
  • Jajajaja, si, es muy rica
  • Pues si su hija tiene unas piernas tan sensuales como las suyas si le va a quedar la falda
  • Ya deja de chulearme tanto las piernas porque me la voy a creer y hasta para mí voy a llevar una!!
  • Por favor, si se la lleva, visíteme cada que se la ponga
  • O sea que solo quieres ver mis piernas????
  • Mmmm… no, a usted también es agradable verla, jajaja
  • Ah sí? Pues ahora voy a venir diario con pantalón… para que solo me puedas ver a mí y no a mis piernas
  • El placer de su compañía es algo invaluable
  • Gracias, permíteme cambiarme – y se metió al probador, pasaron 5 minutos… yo esperaba que saliera para poder platicar un poco mas con ella antes de que se fuera
  • Joven!!!! – grito la poseedora de las piernas y los pies más excitantes de la ciudad
  • Esta todo bien??? – me acerque a la puerta del probador, que estaba entre abierta
  • Qué crees??!!! se me atoro el cierre de la falda con mi… - guardo silencio - y no puedo quitármela!!!
  • Me permite pasar??? – le dije
  • Nooo!!!!! – grito
  • Mmm…entonces…no creo poder ayudarla – ahora el que se quedo callado fui yo
  • Está bien…entra – abrí la puerta. Su cabello largo, castaño oscuro, alborotado por el esfuerzo dejaba un rastro de perfume que me cautivo… ella estaba con las manos en el cierre, en la espalda, justo donde termina la espalda
  • Mira!!! Digo… no mires!!!! O sea solo ayúdame pero no me mires
  • Jajajaja. No se preocupe - la sujete de la cadera, le tome las manos para que soltara el cierre. Cuando acerque mi rostro para poder ver qué era lo que atoraba al cierre note ese fuerte olor a mar, ese calor que emanaba de su entrepierna…ella, de espaldas a mí, me miraba por encima de su hombro y pasaba su cabello por detrás de so oreja cuando este le impedía la vista,
  • Me da mucha pena!!!
  • Qué???
  • Queme veas así!!!
  • Así??? Así cómo???
  • Así de espaldas, tan cerca de mí, de mis pompis y de mis piernas y de… todo!!!
  • No se preocupe, soy un caballero
  • Eso lo sé… lo que me preocupe es… que yo no pueda seguir siendo una dama – nuestras miradas se cruzaron, yo levante su blusa y suavemente bese la parte baja de su espalda, dejando que sintiera mi aliento, acariciando su cadera y bajando mis manos por sus piernas, ella dejo caer su cabeza hacia atrás y suspiro, me sujeto los brazos y los apretó
  • No sigas – me levante y la abrace por la espalda, miro su reflejo en el espejo y se pregunto en voz alta
  • ¿Qué estoy haciendo?
  • Ahora nada, pero estas a punto de comenzar a disfrutar – le desabotone la blusa y la acaricie; suavemente le di la vuelta a la falda para que el cierre quedara ahora al frente
  • Déjame quitarte esto – le dije. Nuevamente me agache pero ahora de frente y trate de bajar el cierre pero no pude, metí mis manos por debajo de la falda, pase los dedos por dentro de su tanga recorriendo el espacio entre su pubis y su ano, para poder sujetar la tanga y romperla; ella suspiro
  • Aaaaaaahhhhhhh!!! – tiré de esa pequeña, delgada y húmeda tira de tela…la rompí. Subí la falda y lo que quedaba de tanga hasta su cintura, la conduje hasta sentarse en un banco
  • Pero… - algo quiso decir cuando otro suspiro interrumpió su voz
  • Aaaaaaahhhhhhh!!! – sujete sus piernas y las levante, puse cada una encima de mis hombros y bese su pubis, muy velludo, muy oloroso, muy caliente, muy sensible. Le recorrí la vagina completa con la lengua, despacio, una y otra vez, muy suave, solo acariciando, conociendo, conquistando centímetro a centímetro, milímetro a milímetro. Toque con mi lengua su clítoris, latigueándolo, inundándolo, tratando de alcanzarlo con mis labios, como buscando la lengua del amante, besando sus labios interiores como se besa la boca de la mujer deseada, succionando un poco primero, después, dejándola sentir mi aliento, soplando un poco, torturándola con el cambio de temperatura, haciendo que sus piernas aprisionen mi cabeza y sus manos me enreden el cabello
  • Realmente estas hecha de miel, toda tú… eres miel

Abrió las piernas, metió sus manos y me sujeto del cuello de la camisa, la cual me quito haciendo que levantara mis brazos; me levante, me acaricio la cintura y me beso el abdomen, el ombligo, me desajusto el cinturón y el pantalón, sujeto el resorte de mi bóxer y tiro hacia abajo, me acaricio las piernas, me quite los zapatos y cuando sacaba el pantalón de mis pies me quito las calcetas, me miro… mi pene quedaba justo en frete de su rostro… erecto, caliente… esperando su boca

  • Solo he hecho esto con mi marido y eso porque prácticamente me obliga, siento que una mujer no debe hacerlo, que nos rebaja, que nos humilla
  • Si no quieres no lo hagas
  • Eso es lo más extraño, que sé que no quiero…recuerdo que el sabor me desagrada, me da asco… pero… mi boca me lo pide, quiero sentirlo, lamerlo, mamarlo – abrió la boca y lo introdujo un poco, lo dejo así, sin moverse, sin moverme, sintiéndolo, saboreándolo… cerró los ojos… abrió aun más la boca, me lastimo un poco con los dientes… reaccione involuntariamente, lo entendió y cubrió sus dientes con sus labios, lo froto por todo el falo con la lengua… lo saco, lo miro unos segundos… volteo a verme y se rio
  • Es delicioso – dijo – no lo puedo creer… es muy rico, es un sabor nuevo, fuerte, pero adictivo… - lo metió de nuevo en su boca y movió más rápido la cabeza… lo saco
  • Ven… - me tomo de la mano, se levanto del banco y me sentó a mí, la abrace de la cadera y la atraje hacia mi
  • Déjame, yo lo hago – tomo mi pene y se fue sentando poco a poco, tensando los músculos de las piernas y de los glúteos hasta que estuvo completamente sentada encima de mi… suspiro nuevamente
  • Aaaaaaahhhhhhh!!! – me abrazo por el cuello mientras me cabalgaba, yo le acaricie los senos, poniendo sus pezones entre mis dedos y presionándolos continuamente… acariciaba también su espalda, recorriéndola por la espina, besando su cuello
  • Termina dentro por favor… - no tuvo que esperar mucho tiempo mas, apoyo sus manos en mis rodillas, yo la abrace de la cintura y arqueo la espalda hacia atrás, atraje hacia mí su cadera, ella presionaba mi pene con sus músculos vaginales, como acariciándolo… sentí las gotas de sudor que descendían por su espalda…pasaron los minutos… no podía dejar de abrazarla… ella temblaba… gemía… me sujetaba del cabello y lo jalaba… con los brazos la atraía más hacia mi, quería introducirme en su pecho y quitar todo ese dolor acumulado por años… esa sensación de hastió que la embargaba… hacerla sentir deseada, atractiva, sensual

Terminamos… yo mordiendo suavemente su hombro y ella arañándome la espalda… nos quedamos así un momento más

  • Muchas gracias… - hace mucho que no me sentía así
  • Gracias a ti…por darme la oportunidad… - se levanto… sentí como si mi pene no quisiera salirse, como que su vagina no quería dejarlo ir…nos habíamos encontrado…nos vestimos lentamente el uno al otro, ayudándonos y bromeando, haciéndonos cosquillas, salimos del probador
  • Recuerda que prometiste venir diario…con jeans – le dije mientras ponía otra falda de la misma talla en una bolsa, la otra, la que se había probado la guardaría yo, bonito recuerdo
  • Jajaja, no diario pero si prometo regresar…no importa como este vestida…
  • se fue… dejo la falda… tal vez regrese mañana