Bonito fin de semana
Hacía tiempo que deseaba pasar unos dias con Teresa y Víctor sola para poder compartir los tres toda la intensidad y la pasion con la que nos habíamos mostrado antes. La casa de mi hermana en el campo fué el escenario ideal para los tres.
Mi hermana y su marido tienen una bonita casa en el campo, hace dos meses tuvo que salir de viaje mientras realizaba unas mejoras. Me encargó que fuera el viernes para pagarles a los muchachos que terminaban las obras.
Le dije a Teresa que podíamos pasar el fin de semana juntas con su novio Víctor. Los tres esperábamos una oportunidad como esta para desatar nuestras pasiones sexuales.
Ese día Teresa y yo nos fuimos por la mañana Víctor llegaría por la tarde, cuando llegamos vimos a los dos chicos trabajando a un lado de la finca. Fuimos a saludarles y al acercarnos vimos que eran dos jóvenes que estaban físicamente muy bien, no llevaban camisa dejando al descubierto unos magníficos pectorales que con el sudor les hacían más apetecibles. Les dije que cuando terminaran pasaran por la casa que tenía el dinero que mi hermana me había dejado para ellos.
Regresamos a la casa que está a unos 100 metros de donde ellos trabajaban, nos instalamos dejando todo listo para pasar unos días disfrutando. Las dos habíamos observado al detalle los magníficos cuerpos de aquellos dos muchachos.
Preparamos nuestra habitación donde íbamos a pasar juntas intensas sesiones de sexo en compañía de su novio Víctor. Mientras dejábamos la habitación lista las dos nos calentamos hablando de todas las horas que teníamos por delante para estar tranquilas sin ser molestadas para follar como deseábamos con Víctor.
Sobre la cama nos unimos apasionadas a besarnos tocándonos los pechos acariciando nuestros cuerpos, quitando la una a la otra la ropa hasta quedar desnudas. Entrelazamos nuestras piernas disfrutando del contacto de nuestros calientes y húmedos sexos, continuamos frotando nuestros coños al mismo tiempo que nos lamíamos los pezones. Cambiamos de posturas realizando un 69 quedando las dos de lado chupando nuestro coños y frotando con intensidad sobre nuestros clítoris follándonos con varios dedos hasta acabar corriéndonos casi al mismo tiempo. Nos quedamos sobre la cama hasta recuperarnos.
La mañana era muy linda despejada con un sol ideal para ponerte morena. Nos dimos una ducha nos pusimos los bikinis y sacamos las tumbonas para tomar el sol. Al rato de estar bajo los rayos del sol necesitaba refrescarme por lo que decidí mojarme utilizando la manguera del patio, Teresa siguió mis pasos. Con el bikini mojado las dos decidimos quitarnos la parte de arriba, miramos a los trabajadores ellos seguían a lo suyo.
Tampoco nos importaba que pudieran sorprendernos con los pechos desnudas. Seguimos tomando el sol aliviando a ratos el calor mojándonos con la manguera, aplicando bronceador por nuestros desnudos cuerpos.
Estaba relajada disfrutando de los cálidos rayos del sol que habían puestos mis pezones muy erectos y duros cuando los dos trabajadores avisaron de su presencia. Abrí los ojos y me incorporé, ellos me dijeron que habían terminado, ambos no dejaban de mirarme. Aquella situación me animó a lucirme enseñándoles mientras me levantaba mis nalgas y como me quedaba el tanga que llevaba, me sentía devorada por sus ojos.
Les dije que tenía en la casa sus honorarios y que si tenían sed les ofrecía agua fría en la cocina, encantados aceptaron. Al pasar junta a ellos sus cuerpos olían a sudor y realmente necesitaban beber agua fresca.
Mi amiga Teresa con las gafas de sol puestas los miraba con descaro sin ser descubierta.
Los dos me siguieron al interior de la casa, sabía que a mis espaldas ninguno quitaba ojos a mis nalgas apreciando como se perdía entre ellas la fina tira del tanga. Entré hasta la habitación tomando el sobre con el dinero, ellos esperaron en la puerta de la cocina.
Con el sobre en una mano volví con ellos, para entrar en la cocina pasé entre ambos rozando mis pechos sobre Diego y mi trasero con Andrés, notando que no hicieron nada por evitar el contacto conmigo. Les saqué dos vasos y una botella de agua fría de la nevera llenándoles, apreciando como seguían mirándome con descaro. Mientras bebían tomé agua también yo directamente por la botella, me cayeron unas gotas entre mis pechos sintiéndola lo fría que estaba.
Al instante siguiente sentí la cálida lengua de Diego recorrer el canalillo de mis pechos lamiéndome la gotas que habían caído y Andrés acariciando mis pechos y mis nalgas pegado a mi espalda. Me sentí cómoda tranquila entre ellos por lo que decidí dejarme llevar por ellos. Diego me chupó los pezones y Andrés me besaba el cuello, girando la cabeza encontré su boca basándole. Diego con su lengua bajó lamiéndome el vientre, puse una pierna sobre una silla abriendo mi entre pierna facilitándole que lamiera mi coño apartando la parte delantera del tanga.
Mis manos buscaron la verga de Andrés quién me ayudó a bajarse los pantalones dejándola en mis manos. Diego me comía deliciosamente el coño mientras fui sobando en mis manos la polla de Andrés que la metí en la boca a mamarla.
Incómoda por aquella postura me incorporé los tomé a los dos de la mano y los llevé hasta la habitación. Sentada sobre la cama le saqué el pantalón a Diego uniendo su verga en mi boca con la de Andrés chupándolas con vicio deleitándome con sus dos pollas.
Entregada a mamar sentí la llegada de Teresa que se puso a gatas sobre la cama compartiendo juntas las dos pollas.
Diego retiró su polla de nuestras bocas subiéndose a la cama le quitó el tanga a Teresa follándola desde a tras escuchando sus jadeos sobre mis hombros puse la verga de Andrés en su boca. Me tumbé en la cama lamiéndole los pezones a Teresa arrastrándome llegué hasta poder lamer su clítoris, cuando sentí dentro de mi entrar la polla de Andrés abriendo las paredes de mi cueva, después de unas cuantas penetraciones no pudo más corriéndose fuera casi todo en la cara de Teresa. Diego no aguantó mucho más corriéndose sobre ella, lamiéndole juntas los restos que emanaban de su capullo.
Hablamos con ellos un rato más y les pedimos que debían de marcharse antes de que llegara Víctor, les invitamos a volver al día siguiente íbamos a pasar el fin de semana allí.
Tuvimos varias horas antes de que llegara Víctor, estábamos dormidas cuando llegó todavía lucía el sol del atardecer. Nos encontró a las dos dormidas semidesnudas en la cama. Nos despertó con suaves caricias y besos que agradecidas correspondimos. Al tocarle su paquete noté la maravillosa erección que tenía y volví a darme cuenta de que Víctor tiene una verga mucho más grande que las de Diego y Andrés.
Sabía que deseaba follarnos estaba listo, le sacamos su miembro chupándolo juntas lamiéndole los huevos recorriendo con los labios el tronco de su polla devorando su cabeza hasta meterla en la boca y acariciarla con la lengua. Dejándola sobre los pezones de Teresa lamí su capullo y los pezones de ella y entre mis pechos estrujé esa verga.
Me puse a gatas deseaba que me follara, Víctor metió sus dedos llevando a la entrada de mi coño la punta de su polla. Me penetró ricamente abriendo mi cueva hasta que sus huevos tocaron mi coño. Iniciando un intenso bombeo dentro de mí excitándome toda teniendo varios orgasmos sintiendo como mis flujos me empapaban. Su verga entraba y salía con rapidez frotando mis paredes que hacían sentir cosquillas por todo el cuerpo notando como los pezones se ponían sensibles. Teresa me los lamía estremeciéndome con el tacto de su lengua, no dejaba de jadear y gritar a cada penetración.
Víctor no pudo aguantar más, sacó su polla corriéndose sobre mí espalda, me di la vuelta para compartir con mi amiga su verga lamiéndola hasta limpiarla.
Nos quedamos tumbados un rato sobre la cama, la noche estaba a punto de llegar nos pusimos de acuerdo para preparar la cena.
Decidimos poner la mesa a fuera la noche era muy agradable y se estaba muy bien disfrutando de un cielo lleno de estrellas.
Antes de cenar nos duchamos y yo me vestí con un traje cortito que apenas cubrían mis muslos con un gran escote que dejaba entre ver parte de mis pechos con unos zapatos de tacón altos y debajo solamente el tanga. Teresa también se vistió muy sexy con una minifalda y una camisa de asillas. Víctor de puso unos pantalones cortos y una camiseta.
Después de la cena nos tomamos unas copas, mientras Teresa se ocupaba de recoger los platos y la cocina, Víctor y yo nos quedamos afuera sentados juntos, subiendo el grado de nuestra conversación, comentamos de que en aquella casa podíamos gritar y jadear lo que quisiéramos sin ser escuchados. Víctor me dijo que estaba muy feliz que deseaba follar con la dos toda la noche. Le dije que a mí también me apetecía y que también era feliz de que estuviéramos allí los tres.
Las manos de Víctor no dejaban de acariciar mis piernas, mirándole a los ojos nos fundimos en un apasionado beso, cuando terminamos de besarnos me levanté y fui hasta la cocina a dar con Teresa.
Entré en la cocina llevando una bandeja saludando a mi querida amiga, dejé la bandeja y besé dulcemente su cuello acariciándola por la cintura sus nalgas las piernas, recorriendo su cuello con mis labios y mi lengua hasta fundirnos la dos en un apasionado beso en la boca. Nos miramos a los ojos sin decir palabra nos abrazamos con cariño sintiendo que éramos felices.
Tomadas de las manos salimos al encuentro de Víctor que estaba de pie a un lado de la terraza mirando la noche. La dos nos abrazamos a el, pegando mis pechos a su cuerpo y acariciándole el culo con una mano y la otra en su vientre. Víctor nos recibió con cariño besando primero en los labios a su novia y luego a mí. Teresa y yo nos besamos y luego siguiendo las caricias los tres nos besamos a la vez. Las manos de Teresa y de Víctor no dejaban de acariciarme dejando mis pechos al descubierto que sus lenguas no paraban de morder y lamer mis pezones. Sentía en mi entrepierna los dedos de Teresa y de Víctor y mis manos no paraban de acariciar sus cuerpos. Seguimos así un rato consiguiendo que los tres nos calentáramos, nos quedaba poca ropa para estar totalmente desnudos. Les pedí que pasáramos a dentro que estaríamos más cómodos en la cama, aceptaron mi propuesta y nos fuimos adentro.
Necesitaba ir al baño a orinar, Teresa y Víctor me esperaban en la cama, note como estaba bastante húmeda. Cuando fui a la habitación mis amigos ya estaban follando ella encima de el cabalgando con la verga metida en su cueva moviendo sus caderas atrapaba dentro la polla.
Me subí a la cama acariciando a Teresa, nos besamos envolviendo nuestras lenguas tocándole con mis dedos el clítoris. Ella y Víctor me penetraron mis agujeros metiendo sus dedos por mi culo y mi vagina. Abrí las piernas pasándolas sobre Víctor dejándole toda mi concha sobre su cara, con su lengua iba lamiéndome los labios del coño el clítoris y lubricando mi ano. Agarraba mis pechos y los frotaba con los de Teresa compartiendo nuestras lenguas y lamiendo sus pezones cuando podía. Víctor me follaba metiéndome varios dedos en el culo y en la vagina.
Cerca de una de mis piernas encontré el bote de lubricante, unté uno de mis dedos y me lo metí en el ano lubricándome. Sabía que mi amiga en cualquier momento iba a dejarme follar con Víctor y yo deseaba que follara mi culo.
Teresa saco de entre sus piernas la polla de Víctor tomándome de las manos me acercó hasta tener debajo de mí su verga, con mi mano la metí en la vagina entrando fácilmente disfrutando como una loca de sus penetraciones. Estaba lanzada y no aguantaba más la saqué de mi coño llevándola al agujero de mi culo, lentamente me la fui clavando en el ano jadeando gritando de placer con cada centímetro que entraba. Teresa me lamía el coño con su lengua teniendo varios orgasmos, los pezones parecían que se iban a salir fuera de mis pechos. La verga de Víctor terminó de amoldarse dentro de mi culo y empezamos a movernos. El placer que me daba su verga al moverse y las lamidas de mi amiga hicieron que explotara gritando muy fuerte cuando me corrí soltando chorros sin control por el clítoris. Víctor seguía follándome sintiendo como mis flujos se acumulaban entre mis piernas y en su polla sirviendo para mantenerla lubricada. Teresa vino a morder mis pezones que estaban muy sensibles enormes parecían dos caramelos que chupaba y mordía deliciosamente. Los orgasmos venían uno tras otro gritaba de placer me encontraba poseída sin control. El semen caliente de Víctor lo sentí en las paredes de mi ano moviéndome suavemente disfruté de esa sensación dentro de mí.
Cuando su polla salió de mi culo sus flujos estuvieron saliendo un buen rato, Teresa mordiendo mis pezones me dio los últimos orgasmos.
Me di una ducha estaba cansada había tenido una intensa sesión de sexo, dejé a la parejita preparándose un baño calentito. Me acosté sola en la cama y me quedé dormida.
Mis amigos pasaron un buen rato disfrutando solos de su baño, cuando regresaron a la cama se acostaron a mi lado respetando mi descanso.
Víctor se había acostado a mi lado y tuvieron que pasar varias horas en las que dormimos tranquilamente los tres.
Me desvelé apreciando que todavía era de noche y al sentir el contacto caliente y duro del miembro de Víctor entre mis nalgas.
Tocando aquel miembro me quedé sorprendida de lo grande y duro que estaba en mis manos, la oscuridad disparó mis pasiones deseándola envolver dentro de mi boca. La fui lamiendo pasando la lengua desde su cabeza abrigándola entre mis labios bajando por todo el tronco hasta tocar la bolsa de sus huevos y volviendo a subir hasta metérmela dentro de la boca. Me entregué a mamar la verga con detenimiento apreciando mil detalles que en otras ocasiones no había podido apreciar.
Teresa seguía dormida ajena a lo que estaba haciéndole a su novio, Víctor se había despertado disfrutando de la mamada que le hacía pidiéndome que le chupara la polla lo más lenta que pudiera. Eso me permitió apreciar y sentir en mis labios todas las irregularidades de su miembro sentir como latía y el calor que desprendía su verga.
Seguí chupándola lentamente, estaba disfrutándola como no había echo antes con el. Víctor me acariciaba el cuello y me avisó de que se iba correr, aceleré el ritmo apretándola más con los labios sin dejarla escapar. Sus venas estaban latiendo sobre mis labios, sintiendo al instante como su calido semen fluía por la punta de su polla, estrujándola con la mano, deje sobre mi lengua gran parte de su semen que tragué con gusto. Sobre mis pezones puse unas gotas de su semen que Víctor saboreo cuando subí a su encuentro llevando entre mis manos mis pechos hasta su boca.
Su novia y mi querida amiga continuaba dormida ajena al lindo rato que había tenido. Me acosté pegada a Víctor y estuvimos besándonos y acariciándonos un rato. Luego nos pusimos a conversar, Víctor me dijo que estaba muy contento y que le encantaba follar conmigo. Yo le dije que a mi también me gustaba mucho hacerlo con el y que nos entendíamos muy bien. Pero eso no significaba que deseara algo con el, su novia Teresa es una excelente persona y siempre iba a contar antes con ella. Su respuesta fue en el mismo sentido de lo que opinaba yo. El me desea pero está enamorado de Teresa, luego me dijo que ella le había contado en el baño lo que nosotras habíamos tenido aquella tarde con los trabajadores Diego y Andrés.
Le dije que quizás mañana podían venir los dos ya que los habíamos invitado, el me dijo que si nos encontramos todos con buen rollo no había problemas por su parte.
Abrazada a Víctor me quedé dormida, cuando se izo la luz del día Víctor ya no estaba miré a Teresa estaba despierta. Me dijo que Víctor había ido a comprar pan y que estaba preparando el desayuno. Oímos que nos llamaba salimos de la cama abrigando nuestros desnudos cuerpos con unas batas. Yo fui a uno de los baños y ella a otro cuando llegué a la cocina Víctor tenía todo listo, le di un beso en los labios y al llegar Teresa izo igual con el y luego conmigo.
En el desayuno hablamos sobre el plan que teníamos para ese día, estando de acuerdo en todo, nuestro plan era sencillo pasarlo bien juntos, comer, tomar el sol, y follar los tres.
Después de un ameno desayuno abrimos la casa y preparamos nuestras tumbonas para disfrutar tomando el sol. Aprovechando la intimidad que la casa ofrecía nos pusimos desnudos a tomar el sol.
El día era aún más caluroso y el sol apretaba toda mi piel poniéndome los pezones totalmente erectos dejándome el clítoris muy sensible. A cada rato tenía que levantarme a refrescarme. El pene de Víctor con el calor y los rayos del sol también estaba totalmente erecto, su novia Teresa lo metió entre sus pechos dedicándose a frotarle entre ellos y a lamerle. Estaba atenta a todo, Teresa me miró y me izo una señal para que fuera a su lado, esperaba ansiosa su invitación.
Me puse con ella a compartir la verga de Víctor, era maravillosa sentirla tan caliente por el sol dentro de mi boca, disfrutaba del tremendo calor que desprendía. También me dio un gran placer que me estremeció, las primeras lamidas que Teresa dio en mis pezones, el tacto frío fresco de su lengua sobre ellos me los dejó muy sensibles, teniendo un orgasmo. Agradecida con ella solté la verga de Víctor y me puse a lamerle los pezones penetrándola por su coño con varios dedos. Teresa aprovechó para besar a Víctor frotarle la polla llevándola con sus manos hasta dentro de su coño, me quedé viendo muy cerca como entraba toda la verga pudiendo pasar mi lengua lamiendo el ano de Teresa y los huevos de Víctor.
Me puse en pie y ellos dos agarraron mis pechos lamiéndolos sintiendo como frotaban juntos mis pezones. Sus dedos los metieron dentro de mi coño y de mi ano logrando que tuviera otros orgasmos a punto de correrme, Teresa cabalgando sobre su novio me besó y me dijo ahora sigues tú, pero su novio no pudo aguantar más y se corrió.
Víctor se dio cuenta de que me había dejado a medias y eso le molesta, vino a mi lado chupándome los pechos, bajo hasta mi concha dedicándome una lamida de cinco minutos hasta que me corrí en su cara después de tener seis orgasmos divinos.
Teresa abrió el agua y fuimos con ella a mojarnos disfrutando los tres del agradable frescor que nos daba. Bajo el agua ella y yo nos besamos en la boca intensamente compartiendo lindas caricias. Me aparté de ella dejándole mi lugar a Víctor y me tumbé de nuevo al sol dejándoles disfrutar con el agua.
Me apetecía tomar algo y entré en la casa, mientras tomaba una fría cola sentí las caricias de Víctor que me sorprendió. Sus manos sobaron mi desnudo cuerpo y sus besos recorrieron con cariño mi cuello y mis hombros. Me deje llevar por el, disfrutando de sus lindas caricias notando entre mis nalgas su erecto pene. Fácilmente entró dentro de mí empezando a follarme, agarrándome de la cintura sin sacar su polla dentro de mi me llevó pegada a el que se sentó en una silla. Su polla se clavó toda dentro de mí teniendo un orgasmo, apretando su pene entre mis piernas moviendo las caderas el placer que sentía frotándola dentro de mí volvió a darme varios orgasmos corriéndome poco después. Me incorporé satisfecha sin que el se hubiera corrido le di varios besos y me dijo que teníamos que llevarle a algo de beber a Teresa.
Cuando mi amiga me vio llegar tomo el refresco que le di y me dijo gracias amor, espero que ahora no te hayas quedado a medias, le di un beso y sola con mirarla entendió afirmativa mi respuesta. Me tumbé a su lado a tomar el sol.
Más tarde preparamos el almuerzo, después de comer me entró sueño y me fui a dormir sola a la cama, ellos se quedaron viendo una película en el salón. Estuve dormida varias horas despertando al escuchar los jadeos de Teresa, al principio solamente la oía a ella pero pronto escuché otros jadeos y no solamente los de su novio. Sorprendida me levanté y con curiosidad me acerqué al salón.
Sin hacer ruido me asomé contemplando que Teresa estaba follando con su novio y con nuestros dos amigos que sin saber como estaban allí. Teresa estaba gozando una doble penetración que hacía con Andrés por el coño y su novio por el ano, al mismo tiempo chupaba la verga de Daniel ahogando parte de sus jadeos en el.
Estuve observándoles pacientemente un rato regresando al baño a enjuagar mi boca regresando ilusionada caliente y con ganas a participar.
Me recibieron todos encantados y alegres de que por fin estuviera con ellos, Víctor había terminado en esos momentos, Andrés y Diego seguían con sus miembros erectos. Me uní a la orgía besando a los cuatro sintiendo de inmediato como todas sus manos acariciaban mi cuerpo. Teresa que estaba sobre Andrés follando, se levantó para que yo ocupara su lugar, abriendo las piernas metí dentro de mí cueva la polla de Andrés que estaba bien lubricada por los flujos de mi amiga y un poco de lubricante, entrando suavemente abriendo las paredes de mi sexo. Daniel puso su pene al alcance de mi boca que no dejaba de mamar al mismo tiempo que cabalgaba sobre Andrés.
Mi amiga con sus dedos y el lubricante iba abriéndome el ano logrando que tuviera una dilatación importante. Teresa llamó a Daniel le puso un preservativo dejándole mi culo abierto para que me penetrara.
Al sentir empujar su miembro en la entrada de mi ano dejé de follar con su amigo, lentamente su verga fue entrando en mi culo amoldándose ricamente dentro de mí. Poseída por ambos me dejé llevar, jadeando fuerte sin tener reparos a ser oída por alguien, cada vez que los dos me llevaban al orgasmo. Gozando de maravilla con los dos sintiendo sus fuerzas sus deseos dentro de mí no pude continuar llevando el ritmo ni el control de sus penetraciones, dejándoles que me follaran como quisieron.
Sentí a Andrés eyacular en mi cueva, Daniel tuvo que haberse corrido al mismo tiempo su polla dejó mi culo poco después, me tumbe entre los dos a descansar para recuperar el aliento.
El ambiente olía a sexo, Víctor se había ido a duchar era el único que olía a limpio. Me contaron que mientras estaba dormida llamó a mi teléfono Andrés y que Teresa le dijo que podían venir.
Todos teníamos ganas de fiesta, Víctor miro a Teresa y luego a mí confirmando a las dos que el estaba bien con ellos. Su respuesta me tranquilizo ante todo habíamos quedado para disfrutar los tres.
Me puse en pie y propuse primero darnos una ducha y cambiar a un escenario más cómodo, teníamos una cama enorme mucho mejor que la alfombra del salón. Salimos de la casa desnudos, el sol todavía calentaba, abrimos el agua disfrutando todos a fuera de una ducha colectiva muy sensual, enjabonándonos Teresa y yo con los tres dentro de un ambiente lleno de cariño, terminando cuando empezamos a sentir frío. Envueltos con las toallas recuperamos calor con los rayos del sol.
Daniel estaba a mi lado desde el día anterior había notado su especial interés por mí, me dijo que tenía muchas ganas de follarme, le di un beso en los labios y le dije que a mí también me apetecía follar con el, hasta ese momento no había tenido su polla dentro de mi sexo, ayer había follado a Teresa y hoy me había follado el ano.
Mientras mi amiga estaba entretenida con su novio Víctor y con Andrés, parecía disfrutar.
Abracé a Daniel y le dije que debíamos ir a dentro, hablé con ellos y les dije que Daniel y yo les esperábamos en la habitación. Los tres nos dijeron que ahora iban, entré con Daniel en la casa al llegar a la habitación dejamos en el suelo las tollas y tumbamos sobre la cama. Empezamos a comernos la boca apasionadamente sin parar de tocarnos, Daniel buscó mi sexo dejándome el suyo al alcance de mi boca, nos quedamos en un devorador sesenta y nueve. Fui mamando su polla mientras el deliciosamente chupaba todo mi sexo y mi ano con su lengua.
Teresa Víctor y Andrés no tardaron en llegar uniéndose a nosotros, sintiendo como otra lengua lamía mi ano acompañada a la de Daniel que frotaba mi clítoris. Víctor puso su verga cerca de la de Daniel que estaba chupando y me puse a chupar las dos metiéndolas juntas en mi boca.
Pude ver que Teresa se acostaba a mi lado mientras Andrés la follaba y su novio Víctor llevaba su polla de mi boca a la de ella. Daniel se incorporó y me abrí de piernas ofreciéndome toda para que empezara a follarme, su verga entró en mí humedeciendo coño reteniéndola con fuerza al sentirla toda dentro de mí, dándome los primeros orgasmos. A mi lado estaba Teresa con Andrés sobre ella follándola, las dos nos besamos en la boca y compartimos la verga de Víctor mamándola a la vez. Daniel clavó sus manos fuertemente en mis caderas moviéndose con rapidez me follaba sin parar un instante bombeando golpeándome ricamente su polla dentro de mí. Tas su intensa follada, sacó su polla acariciándome el clítoris con la punta de su verga. Tomo mis piernas acariciándolas pegándolas a su cuerpo, pasando la lengua por mis rodillas continuó hasta los dedos de mis pies que los metió dentro se su boca. Al meter mis dedos en su boca y chuparlos tuve un orgasmos erizándose toda mi piel.
Mi amiga se había levantado colocándose a gatas para que Andrés la follara por atrás mientras chupaba la polla de su novio al mismo tiempo.
Quería chupar también la polla de Víctor, me incorporé como ella a gatas dejándole a Daniel toda mi concha y mi ano a su alcance deseando que me follara por donde quisiera. Chupando con mi amiga la polla de Víctor su semen caliente se derramó en nuestras bocas, compartiendo y saboreando con nuestras lenguas ese caldo.
Andrés también se corrió sobre la espalda de Teresa y vino a nosotras dejando su verga que lamimos juntas saboreando su semen.
Daniel no dejaba de follarme desde que me puse a gatas a mamar con Teresa la polla de Víctor, metiendo sus dedos en mi ano bien lubricado. Sacó su polla de mi coño metiéndola despacio por mi culo.
Cuando chupábamos la polla de Andrés sentí como Daniel se corría dentro de mi culo, me corrí al mismo tiempo. En esos momentos estaba poseída entregada al placer que sentía.
Pero me había dejado llevar por el sexo, por el placer sin pensar en nada más.
Cuando relajé la emoción sexual, me di cuenta de que había cometido un gran fallo imperdonable.
Sentir el semen de Daniel dentro de mi ano, significaba que había permitido que un desconocido me penetrara el ano.
Todas mis ganas mis deseos y mis pasiones de continuar follando con aquellos tres hombres y con Teresa se me apagaron. Perdí la ilusión las ganas, rápidamente me di una ducha, permaneciendo mucho rato en el baño si tener ganas de volver a la cama con ellos maldiciendo mi error.
Le abrí la puerta a Teresa y le conté lo sucedido, me dijo que había sido un fallo grave por mi parte que ella tuvo cuidado de no caer. Le dije a Teresa que prefería que Daniel y Andrés se fueran si ella estaba de acuerdo.
Teresa me dio ánimos y se ocupó de comunicar mis deseos a nuestros dos invitados y de despedirlos amablemente.
Luego nos quedamos Teresa Víctor y yo tranquilos disfrutando del resto del fin de semana.
Pasé varios días preocupada después de aquella imprudencia. Me hice unos análisis confirmando de que estaba bien tuve mucha suerte.
Hace ya varios años de lo vivido y disfrutado aquellos días en casa de mi hermana y doy gracias de seguir con buenísima salud. Siempre me arrepiento de aquel fallo y de lo que me perdí por no poder seguir disfrutando con aquellos chicos.
Por suerte me quedan todavía Teresa y Víctor que me hacen sentir toda una mujer.