Body Paint
El artista y su modelo.
Body Paint.
Todo empezó después de una función de teatro, uno de mis compañeros actores llevaba tiempo pidiéndome que modelara para un body paint que tenia ganas de hacer, como sabía que tenía un poco de experiencia en ese tipo de modelaje y a demás que me encanta hacerlo se le hizo fácil pedírmelo a mi, y pues después de un tiempo acepte, después de todo éramos buenos amigos, y sentía cierta atracción por el.
Al terminar la función y regresar a la realidad nos despedimos de toda la compañía y nos fuimos a mi casa, donde podríamos estar tranquilos sin que nadie nos molestará para poder realizar ese trabajo. Antes de llegar a la casa pasamos a comprar algo de vino, para estar mas relajados y sin inhibiciones.
El body tenía el motivo del fuego, así que era medio desnudo (la parte de arriba), partiendo de la cintura hasta uno de mis hombros, cubriendo con la pintura solo uno de mis senos, el otro en la fotografía lo taparía con una mano, mientras con la otra simulaba estar bajando mi pantalón, el cabello lo tenía en aquel momento rubio y con todavía algo de los caireles de la función de esa tarde.
Llegamos alrededor de las once de la noche a la casa, empezamos a preparar un improvisado estudio para trabajar, a media luz como el acostumbraba, abrimos la primera botella, y me pidió me desvistiera para comenzar. La noche era fría así que me cubrí con una bata, pero antes el empezó a explorar su lienzo, todo mi torso desnudo, acariciando lentamente mi piel, como quien acaricia la cubierta del libro mas deseado. Hizo algunos trazos con un suave carboncillo como guías para su obra, los cuales se adherían a mi piel como la tela mas delicada. Fue entonces que con la bata puesta, comenzó a mezclar los colores, realmente la bata en ese momento no servía de mucho, pues mi piel estaba ardiendo al sentir sus dedos pintando suavemente mi piel.
Comenzó por la cintura, poniendo un color base sobre las formas principales, lo hizo rápidamente, se sentía un poco nervioso, así que empecé a bromear sobre eso, ya que el tenía mucho tiempo haciendo bodys y había visto a miles de mujeres desnudas ante el sin provocarle nada, pues era su trabajo, lo que derivó en que la conversación empezara a subir de tono, me empezó a marcar las diferencias entre las modelos a las que les plasma una marca con sus colores institucionales y yo con su proyecto individual, solo escuchaba mientras el me decía lo que pensaba, como al pasar su mano por la curva de mi cintura, mi cuerpo le pedía terminara ahí una de las llamas, como mi piel le dictaba los trazos, y mis poros terminaban el trabajo de los detalles, y al llegar a mi pecho, no pudo mas que mirarme directo a los ojos y sonrojarse un poco, dijo que eran hermosos, pero yo replique que eran pequeños, lo que a el le parecía aun mas excitante, mas estéticos según el decía, y con una mayor suavidad comenzó a pintar, justo en esa parte cuido hasta el más mínimo detalle, el paso de su mano empezaba a hacer volar mi imaginación, y yo no podía quitar la mirada de su boca.
En eso momento no sabía si eran el vino, o la sensación de más de dos horas con sus manos en mi toroso, pero o único que quería era abalanzarme sobre el, así que empecé sacara ala conversación temas eróticos, y después de un buen tiempo, le pregunté por que había tardado la mitad de tiempo del que llevaba en todo mi cuerpo, y en mi pecho parecía interminable su labor. Inmediatamente se le subió el color a la cara, pero me miró a los ojos y dijo que quería aprovechar cada segundo que pasara acariciando mis senos. Lo que obviamente hizo que mi color igualara al suyo. Lo único que logré decir es que prefería que me quitará la pintura con su cuerpo entero a que lo pusiera son sus manos.
Pero primero tendríamos que acabar las horas de trabajo que llevábamos, así que le siguió pintando mi cuerpo, mientras el silencio y la tensión sexual subían con los segundos. Al fin termino su obras después de 3 horas de placentero trabajo y comenzamos la sesión de fotos. Sobre un sillón comencé a posar, con una mano tapaba uno de mis senos, y con la otra con le pantalón desabrochado lo abría un poco. Cada foto resultaba mas erótica, y junto a su dirección el frío de la noche desapareció en segundos.
Después de media hora más habíamos acabo el trabajo, para ese entonces ya era de madrugada, y bueno, solo quedaba desaparecer su trabajo. Como había usado una nueva pintura me dijo que tenía que usar un aceite especial para retirarla sin maltratar mi piel, así que sacó la botella del aceite y me la extendió, yo estaba acostada en el sillón exhausta del día, así que le pedí que me ayudara con la labor. Aceptó sin mucho remordimiento y comenzó a frotar todo mi torso con el delicado aceite, pero como el pantalón que tenía puesto era de utilería me pidió queme lo quitara para no mancharlo, sí que con un pequeño boxer cachetero quedé tendida en el sillón dispuesta al último paso. Empezó de nuevo a poner el aceite sobre mi, y le pedí que se sentara sobre mi para que estuviera mas cómodo, después de todo el también estaba cansado del día.
En esa cómoda, pero extraña posición laboral, empecé a notar como su miembro se endurecía, así que delicadamente comencé a mover cadenciosamente mi cuerpo debajo del suyo, el me pidió que parara o si no, no podría contenerse, a lo que le respondí con un apasionado beso en los labios, nuestros cuerpos no resistieron mas la atracción y se entregaron aquella noche entre el fuego y la pintura.