Blossom: placeres secretos

Una ligera indiscrección, y lo que comenzó como una noche normal entre amigas se volvió mucho más interesante...

BLOSSOM: PLACERES SECRETOS

Blossom Russo

Six LeMeure

Joey Russo

Anthony Russo

Nick Russo

Tema Principal:

Que nos traerá el futuro, quien puede adivinar,

Si escuchas lo que digo no te deprimirás.

No debes preocuparte, arréglate y sal a pasear,

Y toma nota nena, recuerda que hoy el sol brillará.

Y no te cortes, sonríe ya,

Los malos rollos, siempre se van.

Y no te prives la vida es para disfrutar,

Y toma nota nena, seguro que hoy el sol…brillará

BLOSSOM: PLACERES SECRETOS

Como tantas noches, Six se preparaba para dormir junto a Blossom en la habitación de ésta, acomodando el suelo como una segunda cama. Blossom, tras descorrer las sábanas, se miró insistentemente al espejo.

-¿Debería operarme la nariz-preguntó Blossom-?.

-Por enésima vez, tu nariz está perfecta, solo es

-Grande, desproporcionadamente grande-se anticipó-, tanto que podría servir como pista de ski.

-Bueno, ¿y qué?. Al menos eso te hace única, no es algo tan estrambótico como llamarse "Six" porqué tu padre necesitó 6 cervezas para tenerte.

Tanto Blossom como ella se rieron durante un buen rato.

-¿Sabrías decirme como está Joey?. Hace días que no lo veo.

-Solo está entrenando con el equipo de rugby, como siempre. Francamente, no entiendo como te puede gustar alguien que tiene el electroencefalograma de una zanahoria-bromeó Blossom-.

-Es que es monísimo-suspiró Six-, sobre todo cuando dice tonterías.

-Decir que la Torre Eiffel está en Pisa creo que excede un poco el término de tontería, ¿no te parece-ironizó-?.

-Bueno, entonces solo es un pelín corto…Disculpa que te corte pero, ¿puedo bajar a por algo de comer?. Hablar de Joey me ha abierto el apetito.

-Sí claro, no hay problema, y ya que vas podrías traerme algo a mí.

Six salió del cuarto y bajó a la cocina, donde asaltó la nevera, cogiendo lo suficiente para hacer un par de sándwiches. Tras hacerlos subió al cuarto, pero lo encontró vacío.

-¿Blossom?, ¿donde estás?.

Dejando los sándwiches en la mesita de noche, Six salió del cuarto para buscar a su amiga, pero parecía no haber rastro de ella. Por la sala estar de estar y a la cocina acaba de pasar, de manera que no podía estar allí. ¿Habría ido al baño?. Movida por la curiosidad fue hasta él, pero allí tampoco estaba. ¿A dónde se había ido?. Fue entonces que, pasando cerca del cuarto de Joey, escuchó unos extraños ruidos, muy leves, que llamaron su atención. En su inocencia, Six abrió y se encontró con un panorama sobrecogedor: Blossom se encontraba entre Anthony y Joey, ambos desnudos de cintura para abajo, mientras su hermana pequeña les hacía una mamada a los dos.

Durante unos momentos Six fue incapaz de decir una sola palabra; los demás, al tener los ojos cerrados, no fueron conscientes de que eran observados, y dado que la puerta no estaba cerrada si no solo entornada, no hizo ruido al abrirse del todo. Pasó un poco hasta que Joey, al mirar, vio a Six parada en medio de la puerta.

-¡DIOS MÍO, ES SIX!.

Los tres quedaron tan paralizados como la propia Six. La cara de ésta era un poema, aunque los demás no le iban a la zaga.

-¿¿Se puede saber que está pasando aquí??.

-Es que hablar de Joey a mí también me abrió el apetito.

El sarcasmo de Blossom fue recibido con una mueca de incredulidad por parte de su mejor amiga.

-¿Y desde cuando vosotros…vosotros…eso?.

-Por…casualidad-contestó Blossom con aparente nerviosismo-

-Sí…bueno…no fue planeado-se excusó Anthony-…solo…ocurrió

-Sí-añadió Joey-…hace un par de semanas…ella salió de la ducha…yo entré sin llamar por error…y pasó…y luego Anthony nos pilló

-¿Y cuando pensabas decírmelo-preguntó Six algo molesta-?.

-¿Y como esperabas que te contara algo así?. ¿Quizá algo como "Hola Six me gusta tu peinado, como vas en tus exámenes, y ¡ah sí!, me lo monto con mis hermanos"?.

Six frunció algo el ceño y entendió la actitud de Blossom.

-Bueno, y ya que estamos, ¿puedo apuntarme a la fiesta o necesito invitación?.

Levantándose del suelo, los cuatro fueron al cuarto de Blossom, y aunque casi se lanza a los brazos de Joey, Blossom se le adelantó.

-Déjamelo ahora, luego será tuyo. Ve con Anthony.

Un tanto frustrada ella obedeció y fue con el hermano mayor, en el principio de lo que se antojaba como una noche bastante mejor de lo que ella esperaba, y no tardó en despojarse de toda la ropa para dejar que su inesperado amante admirase su cuerpo. Anthony la hizo girar delante de él para verla por entero, quedándose maravillado por el culo tan perfecto que tenía, el cual comenzó a sobar insistentemente, haciendo que Six comenzase a excitarse. En tanto, Blossom y Joey iban un paso por delante, pues ya estaban besándose apasionadamente, con él masajeándole los pechos por encima del pijama. Con lentitud y mucha excitación Blossom fue quitándoselo para desnudarse y que la tocara sin la ropa de por medio. El ambiente era de lo más caldeado.

Las sobadas de Anthony en el culo de Six hicieron que ésta se abalanzase sobre él, rozándose contra su cuerpo. Él quedó fascinado por las enhiestas y redondeadas tetas de Six, y llevado por la necesidad abrió la boca y acercó a la cara a ellas, acogiéndolas y devorándolas como si fueran flanes de vainilla. Rodeándolo con los brazos Six lo dejó hacer, dejando que la excelente comida de tetas que le estaban dando la pusiera bien caliente. Por su parte Blossom hacía otro tanto con Joey, permitiendo que éste terminara de quitarle la ropa para volver a besarse fogosamente, solo que ésta vez tenía dos dedos bajándole por el vientre, acariciándolo, jugando con el ombligo antes de bajar entre sus piernas y masajearla entre ellas, ruborizándola de placer. Los dedos eran hábiles y jugaban a entrar y salir para dejar la zona bien mojadita. La intensa preparación convierte a Blossom en una mera muñeca con la que jugar.

Six, que no perdía detalle, se mordía el labio viendo a su adorado amor, deseando tenerlo para sí, añorando poder comérselo a mordiscos. Mientras tanto tenía que esperar, y de paso, podía pasárselo muy bien con Anthony, que no dejaba ni un solo rincón de su cuerpo por besar y acariciar. Las manos subían y bajaban por uno y otro lado, poniendo a la chica caliente hasta límites desconocidos. Cambiando la estrategia Anthony pasó a devorar un plato más jugoso, haciendo tumbar a Six, besándose con ella un poco para después, sin despegar la boca de su cuerpo, ir bajando hasta retomar los chupetones en sus pezones y terminar por devorar su palpitante y ardiente cuca. A la primera lametada Six creyó morirse, jamás había probado nada parecido y le encantaba lo que estaba sintiendo. Más experto de lo que parecía a simple vista, Anthony estuvo como un sibarita dándose un verdadero atracón de plato de marisco, chupando y mordisqueándolo todo hasta que la cara de Six parecía un tomate.

Igual de colorada estaba la cara de Blossom, ya que Joey decidió imitar a su hermano y pasar de caricias dactilares a caricias orales, y aunque era algo más torpe que Anthony, Joey supo complacer a Blossom y darle una estupenda cunnilingus, demorándose sobretodo para penetrarla con la lengua y hundírsela lo más posible, para luego sacarla y repetir operación. Como si fuera una competición, los gemidos de placer de Blossom provocaron en Six una especie de celos y se puso a gemir tanto o más que su amiga, en una rivalidad por ver quien lo gozaba más. Ambos hombres devoraban la almejita de su respectiva pareja con pasión exacerbada. La excitación y calentura de los cuatro iba aumentando por enteros conforme una y otra iban pidiendo y manejando la situación, diciéndoles a sus amantes donde chupar y donde presionar y como hacerlo. Six consiguió que Anthony la pusiera tan caliente que creía poder fundir una viga de hierro con sus propias manos, mientras que Blossom se encontraba tan berrionda que no pudo aguantar más y le pidió a Joey se que la metiera tan fuerte que se la sacara por la boca.

Joey no la complació en el acto, pues quería que Blossom le devolviera el favor y retomara lo que le hacía antes de que Six los pillara en el cuarto contiguo. Obediente, Blossom accedió y engulló de una sola vez toda la tranca de su hermano, consiguiendo metérsela toda hasta que su enorme nariz chocó con su vello púbico. Una vez toda dentro de la boca comenzó a girar la cabeza como poseída por el diablo, chupando y aspirando con tanta fuerza que Joey creyó que se la iba a arrancar de un mordisco. Observando atónita lo ocurrido a menos de dos metros de ella, Six decidió que iba a imitar y superar a su amiga, y haciendo cesar la comida de coño de Anthony, se giró para acometer una salvaje felación que ya desde sus primeros instantes hizo que él quedase como en trance, dejándose hacer por la morenaza, la cual hizo alarde de una maestría que ni siquiera la propia Blossom (quien miraba por el rabillo del ojo como quien miraba la técnica de una competidora) podía prever.

Embargados por la lujuria y el vicio que los tenía dominados hasta la última fibra de sus seres, y llegado al punto de "no retorno", tanto Joey como Anthony no podían aguantar por más tiempo lo que ellas también ansiaban tan visceralmente, de manera que colocándose en posición idónea, tanto uno como otro fueron penetrándolas con lentitud y deliciosa parsimonia hasta que las tuvieron totalmente barrenadas. Las dos chicas se aferraron a ellos como a clavos ardiendo y se besaron largo y tendido con potentes besos de tornillo, para después apretarse más contra sus cuerpos, aguantando la embestida a la que eran sometidas. La sensación de sentirse llenas y completas fue algo que ni de lejos se esperaban, pero tan bien recibido que de inmediato se pusieron a gemir como auténticas perras en celo, disfrutando cada segundo de las embestidas que les estaban dando. Ninguna de ellas quería perderse ni un ápice del momento.

Tanto Joey como Anthony se dedicaban en cuerpo y alma a complacer respectivamente a Blossom y a Six, que parecían más dos ninfómanas insaciables que dos chicas de aproximadamente 13-14 años. Six se contoneaba y gemía a la par que cruzó las piernas por la cintura de Anthony, ayudando a éste a darle con más fuerza. Blossom, por su lado, cruzó las manos y apretó para que Joey hiciera lo mismo, cambiando poco después de postura para quedar ella sentada sobre él, cabalgándolo y rebotando sobre su mástil como una auténtica amazona en una competición de saltó de hípica. Sus pequeñas tetas iban y venían de un lado a otro, bamboleándose como dos flanes que pedían a gritos ser comidos. Joey se aferró a ellos y jugó a retorcer de los pezones a su hermanita, que correspondió con estocadas más fuertes y severas, clavándose su verga de tal manera que incluso le hacía algo de daño, pero era un dolor maravilloso.

Six también decidió que quería cambiar de postura y se puso a cuatro patas en el suelo, abriéndose bien de nalgas para que Anthony tuviera más facilidades para volver a penetrarla. Él, antes de hacerlo, probó a meterle un dedo por el orto, encontrando no solo cierta resistencia en esa zona si no una disposición por parte de Six que ni él se esperaba. Viendo la situación Anthony cogió por sorpresa a Six y apuntó su manubrio al otro agujero, colocándolo entre las nalgas y haciendo presión para que pudiera entrar. Ella se retorció y gimió dolorida, pero en ningún momento le dijo que parase, y con un poco más de fuerza que hiciera, Anthony desvirgó el culo de Six y la acometió hasta el fondo, besándose con ella para acallar los gritos que posiblemente hubieran podido oír en 300 metros a la redonda. Cuando toda su resistencia se convirtió en pasividad, Anthony Russo, con un ritmo suave y lento, se dispuso a descubrir los placeres anales de la mejor amiga de su hermana. Ésta comenzó a proferir toda clase de incoherencias y jadeos mientras disfrutaba de aquella nueva experiencia. Jamás había pensado lo mucho que le podría gustar que le dieran por el culo.

Blossom quedó sorprendida no solo por las aptitudes de Six, si no por adelantarse en hacer algo que ella misma no había considerado hasta el momento. Diciéndole a Joey que ella también quería probar, Blossom imitó a su mejor amiga y se puso a cuatro patas sobre la cama, separando las nalgas con sus manos para dilatar un poco la zona. Le dijo a Joey que quería que se lo lamiera, que tenía el orto bien limpio y aseado y que no habría problema, y aunque un poco reticente al principio, Joey accedió a complacerla, comenzando a darle un fantástico beso negro a su querida hermanita, la cual, en cuanto notó la rasposa lengua de Joey entre sus nalgas se derritió como queso fundido al sol. Las sensaciones que le provocaban eras maravillosas, toda una delicia, y por su mente pasó la idea de que si la lengua ya era algo tan estupendo, entonces el resto sería una auténtica pasada. Durante varios minutos estuvo humedeciendo toda la zona, preparándola para endiñársela hasta el fondo, y sin darle tiempo a ella para reaccionar Joey se puso sobre ella cual perro sobre perra, se la cogió con la mano para ponerla en el lugar preciso e hizo alarde de todas sus energías para culearla, consiguiéndolo con algo más de facilidad que a Six. Blossom se sintió tan ultrajada como dolorida.

Si no gritó fue porqué Joey se le anticipó y la hizo callar, pero Blossom, debido al dolor que supuso aquella desvirgación, se removía intentando zafarse y sacarse a su hermano de su ano. Sus intentos solo sirvieron para que le entrada más, hasta que toda la verga quedó bien enterrada en su culito. Después de dejar pasar unos momentos para que ella se acomodase y ya no le doliera tanto Joey se dispuso a obedecer la orden de Blossom, enculándola a base de bien y a buen ritmo, sin las delicadezas de Anthony, quien se encontraba en el séptimo cielo viendo como Six había pasado del dolor al placer y pedía que le dieran mucho más fuerte. Anthony la complacía como podía, poniéndose encima de ella y cogiéndola bien fuerte de la cintura para tener un punto de apoyo en donde pudiera embatirla como ella misma deseaba. El olor a sexo impregnaba toda la habitación.

Tanto ellas como ellos se encontraban tan encendidos como animados a seguir hasta el final, cosa que, debido al ritmo que llevaban, no estaba muy lejos de sobrevenirles. Six y Anthony, al llevar una ligera ventaja sobre Blossom y Joey, notaban como el orgasmo se les echaba encima como si fuera una gigantesca onda expansiva. Los otros dos también querían gozar al igual que ellos y se enseñaron con más fuerza para precipitar el orgasmo que tanto querían, pero Six y Anthony iban demasiado adelantados y cuando Blossom y Joey comenzaban a sentir que iban encarados a la recta final Six y Anthony tuvieron su ansiado clímax, corriéndose como verdaderos locos. Six, en un alarde de fogosidad, recogió todo la leche que Anthony le había dejado en el orto y se lo tragó como una glotona, dejando a él atónito. Después se pusieron a mirar como Blossom y Joey terminaban lo suyo, quedando el ano de Blossom tan enrojecido y dilatado como el de su amiga. A diferencia de Six, Blossom no tuvo estómago para tragarse la leche de Joey, pero Six lo hizo por ella para tragárselo también, convirtiéndose en una verdadera gourmet.

Animados por la escena, Joey y Anthony les pidieron a las chicas que se lo montaran entre ellas, que se lo hicieran delante de ellos, y ellas, sonriéndose, empezaron por darse pequeños besitos que fueron subiendo de tono hasta convertirse en verdaderos morreos de tornillo que duraban minutos enteros. La pasión desatada parecía haberlas enloquecido y enfebrecido a tal punto que ya nada les importaba salvo seguir disfrutando del momento. Entregadas a ellas mismas, Blossom y Six pasaron de meros besos a comerse las tetas la una a la otra, mientras que los chicos actuaban de mirones, tocándose con paciencia para volver a ponerse duros. Ellas, al verlos así, simplemente se reían como chicas traviesas. Dejando de lado los morreos y los besos de tornillo las dos probaron algo nuevo, y poniéndose una encima de la otra, se dedicaron a abrirse su entrepierna para terminar con la cabeza hundida una en el coño de la otra, devorándose como si fueran animales hambrientos, casi famélicos.

Los chicos no perdían un detalle de todo lo que las inseparables amigas se hacían entre sí. Joey, que era el más "cabezahueca" de los dos, se conformaba con verlo de lejos a la vez que se masturbaba con toda paciencia, en tanto que Anthony, el listo de la banda, le encantaba ver hasta que punto ellas se lo hacían, probando nuevas posturas y toqueteos para conseguir correrse tal y como ellos se lo pidieron. Blossom devoraba la vulva de Six con una glotonería que ni ella misma podría haber adivinado, y Six tampoco se quedaba atrás haciendo lo propio. Sus intentos fueron recibiendo su recompensa y ambas no tardaron en calentarse tanto que sintieron la inminente llegada de un nuevo orgasmo, de manera que apretaron el ritmo de la mutua follada y al fin lograron lo que querían, corriéndose a raudales y quedando en la cama, agotadas.

-Ahora quiero a Joey-protestó Six-. ¡Lo necesito, quiero tirármelo!.

-¡No!. Déjamelo una vez más. De los dos él es quien mejor me lo hace.

-Blossom, dijiste que después de hacerlo contigo me lo dejarías.

-¡No! Solo déjame una vez más, por favor

-¿¡QUÉ!?. ¡No, lo quiero ahora!.

-¡Y yo digo que no!.

Enfadada por la egoísta actitud de Blossom, Six salió hecha una furia de la habitación, cerrando de un portazo.

-Je, como se ha puesto-rió Joey-, ha salido tan rápida que ni siquiera se ha vestido con algo-bromeó-

Encolerizada hasta la médula Six bajó las escaleras y se sentó en un extremo del sofá, cruzándose de brazos y refunfuñando entre dientes durante un par de minutos en que, conforme el enfado se le iba pasando, comenzó a darse cuentas de tres cosas importantes: A), que había salido desnuda del cuarto de Blossom; B), que la TV estaba encendida; y C), que al otro lado del sofá estaba el padre de Blossom, Nick, vestido en pijama y albornoz, quien debido a un leve caso de insomnio se había levantado para pasar el rato. Cuando Six cruzó la mirada con él, éste se quedó callado, con el ceño fruncido, apoyando un brazo en el respaldo del sofá y apoyando la cara en la mano, en un gesto que claramente era la espera a una explicación de lo que estaba pasando.

-¡¡SR. RUSSO!!...Yo…bueno…supongo que se preguntará que hago aquí sin ropa…verá es que…Blossom y yo…bueno no, Anthony y yo…no, tampoco…verá, todo tiene una fácil explicación

Nick entornó algo más los ojos, no solo por el nerviosismo de Six si no también por la curiosidad de ver cual sería la explicación que iba a dar.

-Sí bueno…lo que pasa es que yo…verá fui a buscar algo de comer…luego Blossom no estaba…la busqué pero no la encontré…entonces la encontré…pero no estaba sola…¿usted me entiende?...claro que no ¿verdad?...

El habitual nerviosismo de Six cuando se producía una situación difícil no era algo nuevo para Nick, pero aquello era algo que él no había visto.

-Luego pasó que…ay bueno, todo se descontroló…no fue culpa mía…fue de ella

Y fue justo al decir eso que al hacer un aspaviento para señalar arriba que tiró una pequeña lámpara que había en la mesita que había detrás de ella, justo al lado del sofá. Six quedó más confundida aún.

-¡¡Perdone Sr. Russo, fue sin querer!!. Ahora lo recojo y le explico

En lugar de levantarse y cogerla del suelo, Six se puso de rodillas sobre el sofá y se agachó todo lo que pudo para recoger la lámpara y ponerla, sin darse cuenta de que al hacerlo le estaba enseñando a Nick un primer plano de su rechoncho culito y su vulva. No fue consciente de ello hasta que notó como unos dedos que la empezaban a tocar. Six, en lugar de levantarse, permaneció así un buen rato, a la espera de ver que pasaba. En lugar de retirarse los dedos se envalentonaron, Six gimió un poco haciendo ver que tenía permiso para seguir haciendo eso y más cosas, y entonces notó como las manos la cogían de la cintura y la pusieron de nuevo sentada en el sofá. Acto seguido, unos labios la besaron tan fuerte que casi la dejaron sin aire.

Al mismo tiempo que era besada los besos no se despegaron de su cuerpo, apretándole los pequeños botoncitos de los pezones y haciendo que se estremeciera de placer. De alguna manera que desconocía el Sr. Russo, en lugar de hacerle a ella cualquier tipo de bronca o reproche había pasado directamente al plato principal, tomando posesión de cuerpo de la adolescente para hacer con él su santa voluntad. Six no protestó en ningún momento por miedo a las represalias, pero en cuanto los dedos se colaron por sus labios vaginales y se frotaron a la vez que los besos ganaban intensidad el miedo dejó paso a un intenso deseo. Six separó un poco más las piernas para dejárselo más fácil, y usó su mano derecha para acariciar al padre de su mejor amiga, sintiendo el vello de su pecho primero, bajando después y llegando a un prominente bulto que sobresalía del pantalón del pijama y que hizo a Six relamerse al ver como podía resarcirse por lo de antes: si no podía tener a Joey, el Sr. Russo le serviría mejor.

Bajándole los pantalones acogió su miembro con las manos y lo frotó sin prisa, palmeándolo arriba y abajo para ver lo duro que lo tenía y ponerlo más duro aún, si eso era posible. Las manos de Nick, juguetonas y exploradoras, pasaron por detrás después de jugar con sus pezones, acariciándola la espalda y bajando hasta tener su carnoso culo bien cogido, apretándolo y masajeándolo, notando como a Six le gustaba el tratamiento que recibía. Ésta se agachó para que él pudiera cachetearla, cosa que hizo varias veces hasta dejarla algo enrojecida pero muy excitada. Justo después se incorporó levemente para volver a besarlo, y después se agachó abriendo la boca para engullírsela toda.

Lo hizo como una experta, a la primera y hasta el fondo. Luego de tenerla toda en la boca la apretó con los labios y la lengua, usando ésta para enroscarse alrededor del tronco y chupar con más ganas. Nick quedó como en trance desde el primer momento, dejando que ella tomase el control del momento y de él, haciéndolo con tantas ganas debido al odio que sentía por el desprecio de Blossom que por un segundo Nick creyó que de tanta fuerza al chupar se la arrancaría de cuajo. Six chupaba y chupaba sin darle a su nuevo amante un segundo para recomponerse, además de que le llevó una mano a su entrepierna para que la tocara y la pusiera bien húmeda. Ella, totalmente arrebatada y fuera de sí siguió con su maniobra hasta que notó que estaba bien lubricada, y acto seguido se sentó sobre el regazo de Nick de espaldas a él, empalándose ella solita hasta que la tuvo bien asentada dentro suyo.

Tras recuperarse del leve shock del momento de unión Nick fue quien llevó la nota dominante esta vez, moviéndose usando las caderas para hacer que Six rebotara sobre su estaca. Six movió la mano derecha como buscando una mano amiga, y cuando ésta cogió la suya la llevó a sus tetas para que las apretara a su antojo. La predisposición de Six para dejarse hacer de todo era algo que tenía a Nick fuera de órbita, pues nunca en todas sus citas posteriores a su divorcio tuvo tantas facilidades. Las tetas de Six fueron amasadas, apretadas, masajeadas, tironeadas y retorcidas a partes iguales, pasando de un juego a otro sin previo aviso, aunque una de las manos de Nick, para alternar, bajó para jugar con el clítoris de ella a la vez que se la tiraba. Los ánimos estaban tan por las nubes que ninguno escuchó pasos que venían de la escalera.

-Oye Six, he estado hablando con Anthony y Joey y lo siento. Vengo a disculparme y que sepas que…¿¿¡¡PERO QUE ES ESTO!!??.

La cara de Blossom fue todo un poema, pues de todas las cosas que esperaba encontrar al buscar a Six, aquella no era una de ellas. Su padre se había despertado en mitad de la noche, algo inaudito hasta el momento, y de alguna manera Six había conseguido seducirlo, tirándoselo delante suyo.

-Eso es, así…vamos Sr. Russo, fólleme hasta el fondo, no se pare…mmmm me gusta, siga así…ooh que bien

-¡¡SIX!!, ¿¿SE PUEDE SABER QUE HACES??.

-¿Acaso no es…evidente-preguntó Six con cierto retintín-?.

-Six, ¡que es mi padre!.

-¿Y?. Antes me he tirado a tu hermano y no te importaba, y eso que tú te estabas tirando a Joey sabiendo lo mucho que deseaba tirármelo yo.

La cara de Nick se torció en un gesto de incredulidad, clavándose sus ojos en los de su hija, la cual fue incapaz de articular respuesta. Quiso parar para pedir explicaciones, pero Six lo hizo tumbarse boca arriba en el sofá, sentándose ella después encima suya y continuando con la excelsa follada que estaba recibiendo, aún estando Blossom delante.

-¡Six, para ya, tenemos que hablar!...

-Yo no paro hasta que me lo folle. No pienso detenerme hasta haberme follado a tu padre-dicho en tono algo enfadado-.

Dicho lo cual Six se entregó de lleno a la tarea mencionada, cabalgando a Nick una y otra vez. Éste procuraba no permanecer pasivo todo el rato, de manera que hacía lo que podía con Six, bien fuera jugando un poco con sus tetas o bien buscando su boca para comérsela. De uno ú otro modo el juego establecido entre Nick y Six subiendo en tono y fogosidad hasta que, entre jadeos incontrolables, gemidos varios y verdaderos estertores tanto uno como otro llegaron al orgasmo y ella cayo sobre él, con una cara de felicidad impagable. Se había vengado del desprecio de Blossom.

-Bien, espero que ahora alguien me explique que está pasando aquí.

-Oh, eso es fácil Sr. Russo: Blossom se lo monta con Joey y Anthony. Yo los pillé y los montamos los cuatro juntos, pero como Blossom no me dejó hacerlo con Joey bajé aquí enfadada y le usé a usted de chivo expiatorio-dijo a toda velocidad-.

Nick se quedó algo patidifuso escuchando la confesión de Six, y al buscar una confirmación o desmentido por parte de su hija, ésta no fue capaz de decir nada, lo que más que desmentido, era la confirmación de lo que había pasado.

-Papá-dijo más tarde-, bueno, quizá podría explicarte

-Ya me explicarás luego todo esto, "Srta. Catherine Russo"-la reprochó con tono enfadado-.

-¿Catherine-preguntó Six alucinada-?, ¿te llamas así?.

Blossom se limitó a asentir con la cabeza, sin decir nada. Al mirar a su padre, éste y Six se cogieron de las manos y ella le susurró algo a él, haciéndole sonreír con gesto malvado.

-Nos vamos arriba, ¡los tres!.

La orden de Nick fue recibida sin una sola protesta. Cuando los tres subieron se encontraron con Anthony y Joel tumbados cada uno al lado de la cama, y aunque todo parecía normal, tanto Blossom como Six no pudieron evitar pensar si había ocurrido algo entre ellos, aunque esa era una pregunta de la que preferían no saber la respuesta.

-Bien bien-dijo Nick al llegar, viendo la escena-

Los dos hermanos saltaron de la cama como un soldado que se estuviera poniendo firme ante un superior.

-Ni se os ocurra decir nada, ya veremos que haré con todo esto-continuó Nick en tono tajante-, de momento digo lo siguiente: Joey, con Six, y en cuanto a ti, señorita-dijo con algo de retintín-, creo que mereces una buena reprimenda, ¿no crees lo mismo, Anthony?.

La picardía de Nick fue rápidamente entendida por su hijo mayor, y en cuanto Blossom estuvo atrapada entre su padre y su hermano éstos comenzaron a toquetearla y besarla sin una pizca de ternura y cariño. Six, mientras veía como Blossom iba a recibir un "castigo" por lo ocurrido, recibía a Joey con los brazos abiertos, feliz de saber que por fin había llegado su oportunidad. Literalmente se le echó en los brazos comiéndoselo a besos, dando salida a una pasión largo tiempo frustrada y reprimida. Joey correspondió de la misma manera sin dejar de sobarla en aquellas tersas y estupendas nalgas que resonaban fantásticamente con cada cachete. Six se dejó hacer por él y al oído le susurró que podía hacer lo que quisiera con ella, que lo quería todo. Joey se sonrió para sus adentros al escucharlo.

En tanto que Six y Joey se entregaban a placeres de lo más variopinto, Blossom recibía su castigo como si se tratase de una víctima de violación, pues la actitud de sus hombres, más que de amantes, parecía la de dos desconocidos que se fuesen a dar un festín con ella. Anthony se encargaba de acariciarle el culo, de apretarlo, sobarlo, pegarlo y pellizcarlo un poco a la vez que Nick se ocupaba de sus pequeñas tetas, mordisqueándolas hasta oírla gemir de dolor chupando de ellas y tironeando con los labios que hacían las veces de potentes ventosas. El cuerpo de Blossom fue severamente tratado por ellos, dispuestos a ir hasta el final para darle su merecido a su hermana e hija por entender que ella había provocado todo lo que estaba pasando. En todo momento Blossom no dejaba de gemir, pues aunque aquello le provocaba un fuerte dolor, en el fondo de su corazón le gustaba que la tratasen de aquella manera.

Si el ambiente ya era explosivo de por sí, los jadeos e incoherencias de Blossom subían aún más la temperatura del lugar. No importa lo salvajes que eran, que ella en ningún momento les dijo que pararan, aunque no dejaba de quejarse por los pellizcos y leves mordiscos que recibía en su cuerpo. Six y Joey, en tanto, estaban ya metidos en vereda, pues ella, tumbada en el suelo boca arriba se había abierto de piernas y abierto sus labios vaginales con los dedos, invitando a Joey a entrar como si estuviese desesperada por un buen rapapolvo. Joey la había penetrado con lentitud, tomándose su tiempo para deleitarse en el acto de la penetración, y ahora que ya la tenía bien empalada no se hacía de rogar y se la trabajaba con vicio. Six atrajo la cara de su adorado amor hacia sí y se morrearon con insaciable lujuria, chocando sus lenguas como si tratase de un duelo a espadas. La poronga de Joey hacía estragos en toda la espectacular anatomía de Six LeMeure, revolviéndola de arriba abajo y llevándola a un mundo que había soñado durante más tiempo que debía recordar. Para ella aquel momento valía más que todo el oro del mundo.

A un par de metros de allí Blossom se preparó para recibir un "castigo" por partida doble: colocada a cuatro patas como a las perras, con Anthony encima y su padre detrás de ella, ambos buscaron el agujero que más ansiaban de ella, y casi la penetraron al mismo tiempo. Ensartada a dos bandas, Blossom tuvo un fuerte arrebato de sentirse completa, de sentirse mujer. Aún así le dolía la manera en que Nick la había penetrado, pues aunque no hacía mucho que Joey la había enculado, la tranca de su padre era algo más gruesa y larga y eso la hacía difícil acomodarse, pero aunque le hubieran dado dos días no habría podido, pues padre e hijo no dieron tiempo a la jovencita para que se sintiera a gusto, y de inmediato se pusieron manos a la obra, embatiéndola con unas ganas fuera de serie. Aferrándose a sus caderas Nick la empalaba por su ano, y Anthony hacía lo propio cogiéndola con fuerza de sus pequeñas domingas, probando a ver cuanto podía retorcerlas y saborearlas en plan violento hasta que su hermanita le dijese que parase, pero en ningún momento lo oyó.

Barrenada por sus dos agujeros, Catherine "Blossom" Russo estaba viviendo una auténtica maravilla, su primer trío que además era con su hermano y su padre, follándola con una potencia arrolladora que la tenía como en estado de trance. Todo su cuerpo iba de un lado a otro bamboleado por las dos vergas que la estaban dejando más satisfecha que todos los polvos previos que había tenido con Joey, y a poca de distancia de ella, ésta y Six estaban aislados en su propio mundo, inmersos en una sesión de puro sexo que les tenía con el alma en vilo. Six se movía y jadeaba pidiendo más de todo, de fuerza, de salvajismo, de amor, de penetración…lo quería todo, lo deseaba todo y no aceptaría un "no" por respuesta. Joey, con la mirada encendida, casi echando chispas, penetraba a Six como un martillo pilón que estuviese forjando una espada, llegando así a un tremendo orgasmo cuyos ecos resonaron en toda la habitación. Six, más radiante que nunca, se volteó y con voz melosa le dijo "la quiero toda dentro, rómpeme el culo".

Conforme Joey recuperaba un poco el ánimo y le iba metiendo dedos hasta volver a recuperar la erección éste no dejaba de ver como su superinteligente y recatada hermanita se estaba volviendo más zorra según iban pasados los minutos. La oyó pedir a gritos que terminaran dentro de ella de una vez, algo que sucedió, para su goce y el de Nick y Anthony apenas breves instantes. Una vez se salieron de ella siguieron toqueteándola para intentar una nueva ronda, y Six, que no perdió ojo de todo lo que pasaba, dijo con picardía "esta va a ser una noche muuuuuy larga". Entre toqueteos por una y otra parte, Joey recuperó la forma y enculó a Six, y Blossom se sorprendió de lo que podría dar de sí su cuerpo cuando Nick y Anthony no solo la volvieron a penetrar, si no que los dos la habían penetrado por su chorreante panocha, y así la orgía duró hasta altas horas de la madrugada, probando todo tipo de posturas, combinaciones, y penetraciones

A la mañana siguiente Blossom despertó sola en su cuarto, con el cuerpo más dolorido de lo que hasta el momento lo había sentido. Le dolía todo, hasta las cejas. Para su sorpresa la habitación estaba de lo más normalita, como si nada hubiera pasado, y viendo que Six no estaba durmiendo en la cama del suelo, no tardó en preguntarse si todo lo que había sucedido simplemente lo había soñado. Hambrienta bajó hasta la cocina, donde encontró a su padre sentado a la mesa, desayunando.

-Buenos días papá, ¿todo está bien?.

-Sí Blossom, todo está perfecto. ¿Qué tal has dormido?.

-Pues bien, pero he despertado más cansada que cuando me he ido a dormir. Estoy literalmente reventada.

Blossom notó como una ligera tensión en el rostro de su padre.

-¿Papá, estás bien?, ¿te ocurre algo?.

-Si…solo un momento…solo…un momentoooooooo

Nick rechinó entre dientes y cerró los ojos, pareciendo que estuvieran dándole latigazos. Cuando su rostro consiguió relajarse, Six salió debajo de la mesa y se sentó al otro lado de Nick. Blossom, sonriendo, salió de dudas sobre la preguntar que se hizo antes.

-¿Y donde están Joey y Anthony-preguntó Blossom-?.

-Pues durmiendo, claro-contestó Nick-. No tienen prisa por levantarse para ir a clase, ¿sabes?. Por algo es domingo.

-¿Y que podríamos hacer para pasar el rato-preguntó Six-?. Yo ya avisé en casa, puedo quedarme aquí todo el día.

-Uhm, no sé-pensó jocosa Blossom en voz alta-…¿tú que dices, Papá?...

Nick iba a contestar, pero de pronto notó dos manos, una por cada pierna, que subían por sus muslos hasta que terminaron por acoger a la vez su manubrio. Ellas se miraron con malicia al ver que habían coincidido en su intención, sonriéndose traviesas, para después mirar a él. Nick, quien, devolviéndoles el favor, desplazó sus manos hasta que se posaron sobre ambos conejitos, masajeándolos.

-Chicas, no tengo ni idea-contestó irónico-…primero avisaremos a Joey y Anthony…y cuando estemos todos juntos…ya se nos ocurrirá algo

Blossom y Six, al escuchar aquello, sonrieron relamiéndose de gusto