Blanka

Blanka es una guarra virgen que sueña con ser tratada como una puta y una perra. Relato que me dedicaron hace poco.

Hola mi puta,

Ahora que descubriste que pese a no hacer recibido nunca una polla en tu coño ni en tu culo eres una guarra que solo espera que la follen unos machos bien dotados, te voy a dar lo que quieres, un relato sobre una perra como tu.

Blanka era una viciosa que nunca se habia atrevido a echar un polvo con un hombre, porque tanto deseo le daba miedo. Sin embargo, muchas veces cuando veia hombres a su alrededor, sentia como su cuerpo necesitaba ser tocado, penetrado, violentado. Cuando iba a bailar con sus amigos en la discoteca, frecuentemente se imaginaba seguir a un par de tios hasta los lavabos, para sentir sus pollas en su boca, en su coño y en su culo, y chuparles hasta la última gota de leche. Cuando bailaba, se restregaba discretamente sobre algun desconocido, soñando con violaciones y corridas, y se sentia muy muy mojada.

Pero pese a ser tan deseosa de follar, no habia conseguido atreverse. Lo mas lejos que habia ido con un chico, era una mamadita en un coche, y no habia podido siquiera disfrutar del sabor, porque el tio no la dejo tragar su leche. La popre Blanka estaba desesperada. Se pasaba las noches masturbandose en su cama o en la ducha, bajandose peliculas pornos de internet y soñando ser una estrella del gang bang, con una polla en la boca, otra en el culo, otra en el coño y una en cada mano, controlando un universo de semen y penes erectos, dispuesta para recibir las corridas por todas partes.

Un día, cuando había salido a hacer unas compras y caminaba por la calle con las bolsas, tropezo y una de las bolsas salio disparada. A Blanka le dio un poco de verguenza porque justamente habia comprado entre otras cosas un pepino y un frasco de lubricante, y estos dos salieron de la bolsa para acabar en el suelo. Cuando se agacho para recogerlos una mano ya habia agarrado el pepino. Era un hombre alto de unos 30 años. La ayudo a recoger y le propuso acercarla en coche, para que no se encartara con tantas bolsas. Blanka acepto. Habia algo en la forma de hablar de este hombre que le hacia sentir que debia aceptar. Subio a su coche. Le indico su direccion. El hombre solamente la miro y le dijo. Todavia no vamos a ir a tu casa, tengo algo mejor para ti. Ella, a pesar de un poco de desconfianza, empezaba a sentir una excitacion muy potente, y sin saber porque lo decia, le contesto que le llevara donde quisiera.

El hombre se fue hacia los alrededores de la ciudad, a uno de esos hoteles para viajero. Aparco el coche, y sin esperar ninguna reaccion de Blanka, le metio la mano entre las piernas. Blanka ya sentia que algo fuerte iba a pasar, y durante todo el trayecto en coche habia empezado a mojar sus bragas. El hombre lo sintio, y le dijo que cogiera solo el pepino y el lubricante, que ahora irian a una habitacion para estar tranquilos.

Blanka siguio docilmente al desconocido. Sentia que no podia resistirse, estaba muy excitada. No sabia muy bien lo que queria, pero esperaba poder probar la polla del hombre y por fin echar un polvo como el que siempre habia soñado.

El hombre la hizo entrar en la habitacion, se sento en el sofa y le dijo. Veo que me has seguido sin resistencia. ¿Acaso eres obediente ? Blanka aprobo con la cabeza. ¿Entonces, vas a obedecerme ? ¿Obedeceras a todo ? Blanka queria decir que si, pero sin saber muy bien porque, le dijo "si, amo". ¿Amo? contesto el desconocido. ¿Asi que eres una perra sumisa ? Muy bien. Ahora veras. El hombre le ordono que se quitara la ropa. Ella estaba de pie, habia dejado la bolsa de la compra en la cama, y el se habia sentado en un sillon. A pesar de la verguenza, el morbo era mas fuerte y Blanka se quito lentamente la ropa. El hombre le grito "no te he pedido un striptease, quitate todo ahora mismo o te lo arranco yo". Cuando el desconocido levanto la voz, Blanka sintio que su excitacion aumentaba. Dejo de quitarse la ropa para que volviera a gritarla. Así fue. Entonces, ella se puso a cien y se quito en un segundo lo que le quedaba de ropa. El no dijo nada. La miro. Vio que estaba loca por follar y sonrio. Ya estaba pensando en como iba a hacer para desesperarla mucho mas.

Puta, le dijo, quiero que me enseñes las profundidades de tu cuerpo. Abre la boca. Mas grande. Así. Ahora abrete de piernas. Mas. Mas. Enseñame tu coño. Separa los labios con tus dedos. Muestramelo todo. Mmm. Si, asi es perra. Muy bien. Ahora date la vuelta. Agachate hacia delante, abre las piernas, separa las nalgas con tus manos y enseñame como tienes el culo. Así es, buena perra. Pero hay algo que no va. Veo que mi perra esta muy peluda. Le vamos a hacer la peluqueria. Sigueme.

El hombre se levanto y fue hacia el baño. Blanka le siguio sin decir una palabra. Esta situacion tan especial la dejaba sin palabra y seguia excitandola en cada segundo. Su amo la tumbo en el suelo frio del cuarto de baño, bocarriba. Hizo que abriera las piernas, saco una hoja de afeitar, y se dedico a raparle el coño. Cada vez que el hombre rozaba su piel, Blanka tenia que contenerse, porque deseaba mas que la follara. Pero el seguia con su tema y cuando acabo la miro y dijo: ahora eres una perra decente. Volvamos al cuarto.

En la habitacion, obligo a Blanka que se pusiera a cuatro patas. La hizo caminar durante mucho tiempo. Ella sentia que sus rodillas empezaban a sufrir con el roce del suelo. Pero este pequeño dolor le aumentaba el placer y la excitacion. Como no podia mas de las ganas de follar, de repente la perra quiso tocarse. El hombre le adivino la intencion y se enfado...

Al hombre no le gusto nada ver que Blanka intentara acariciarse. Antes de que su mano llegara a rozar su coño, el la agarro, y le doblo el brazo detras de la espalda. Blanka se sintio atrapada, ya no podia moverse, ya que cuando el hombre le movia un poco el brazo hacia arriba, le provocaba un dolor intenso.

"¿Puta, me la quieres jugar ? Aqui quien decide cuando disfrutas y cuando sufres soy yo. ¿Entendido?". Blanka accedio. Pero el hombre no estaba dispuesto a continuar sin castigarla. Cogio la bolsa de plastico de las compras que seguia en la cama. La vacio, y la uso para atar las manos de su perra por la espalda. Apreto muy fuerte. Blanka estaba ahora de rodillas, con las manos atadas. Mojaba mas que nunca. Al dolor y al morbo se le habia añadido una sensacion de miedo a lo que iba a pasar, y este miedo la excitaba todavia mas. La muy puta no paraba de sentirse mas cachonda. Si unos instantes estaba a cien, ahora ya estaba a doscientos, y sentia que se podia poner mucho mas. Era una sensacion increible para ella.

El hombre se quito el cinturon, lo paso alrededor del cuello de blanka, y lo apreto. Luego la obligo de nuevo a pasearse de rodillas por la habitacion, tirando fuerte de esta correa que por momento la asfixiaba. La obligo a caminar durante mucho tiempo, muy rapido, hasta que sus rodillas se pusiesen rojas de frotar contra el suelo, hasta que no pudiera mas. Cuando vio que Blanka tenia dificultad para aguantar de rodillas, la arrastro hacia el borde de la cama. La hizo tumbarse boca abajo, con las manos atadas todavia.

"Ahora te dare tu castigo" dijo el hombre. Le quito el cinturon del cuello y empezo a azotarla sobre muslos, nalgas y espalda. Primero fueron unos golpes suaves, pero Blanka se asustaba antes de recibirlos, porque no sabia donde le iban a golpear. Poco a poco, el hombre fue golpeando mas fuerte. Blanka gemia suavemente. Pensando que su amo no le iba a notar, aprovecho los movimientos que hacia su cuerpo al recibir los golpes para restregarse el coño contra la cama. Pero su amo lo veia todo. La dejo hacer un rato, hasta que, de repente, dejo de golpear.

"Perra. ¿No aprendes, verdad? ¿Crees que no he visto lo que has hecho esta vez ?". Bruscamente le dio la vuelta a Blanca y ella se encontro bocarriba. Donde estaba su coño segundos antes se podia notar una mancha húmeda.

"Ya que tanto quieres masturbarte, voy a dejarte que lo hagas. Pero aqui no". El hombre la levanto, le desato las manos y le dio un abrigo. "Ven, vamos al coche, y sin protestar". Blanka no podia mas, su coño goteaba de lo excitada que estaba. Se subio al coche rapidamente. Estaba sin aliento. Las cosas se sucedian a tanta velocidad que no sabia como reaccionar. Solo podia disfrutar de esta situacion tan peculiar. El hombre paro el coche en un poligono industrial que ella conocia por ser el lugar de prostitucion callejera de la ciudad. Alli fuera estaban las putas negociando con clientes. La mayoria iban practicamente desnudas. El hombre paro a unos metros de un grupo de putas. Dijo: "Ahora, Sal del coche": "No, perra, este abrigo se queda dentro". Blanka estaba petrificada. Tenia miedo a que el hombre la dejase en tal sitio y aprovechase el momento para irse. Pero el hombre tambien bajo del coche. "Ahora si que te puedes masturbar. Tocate viendo tus congeneres, viendo estas putas baratas, viendo estos clientes que seguro que tu follarias gratis. Tocate, venga. Dale mas fuerte, venga." Blanka no se hizo rogar y empezo a tocarse. Nunca habia sentido su coño tan mojado. Sus dedos resbalaban sobre su vagina y su clitoris. Se sentia muy bien, y estar desnuda en plena calle le encantaba. Sintio que se iba a correr, cuando su amo le quito las manos del coño, y la metio rapidamente en el coche. "Ya basta, no creeras que asi acaba la cosa. Vamos".

Unos instantes despues, estaban de nuevo en la habitacion del hotel.

El hombre la volvio a atar, pero esta vez lo hizo a la barra de donde cuelgan las cortinas del baño. La dejo sola un momento y volvio con una botella de agua.

"Toma perra, que vas a necesitar agua porque vas a hacer mucho ejercicio". La obligo a beber una botella de un litro y medio de agua, apago la luz del baño y se fue diciendo. "No quiero escuchar nada aqui dentro hasta que vuelva". Cerro la puera y se fue a la habitacion. Este momento de calma, lo aprovecho Blanka para recordar todo lo que habia pasado en el día. Cada recuerdo volvia a excitarla mas. Le encantaba dejarse llevar. Hasta ahora, habia experimentado mil sensaciones, y eso que todavia no habia siquiera sentido la polla de su amo. La oscuridad le daba un poco de miedo, pero no queria decir nada, porque se podria cabrear su amo y no darle el placer que tanto ansiaba.

Escucho como el desconocido parecia remover cosas en la habitacion. Luego solo el silencio. Paso un buen rato. Le parecio una eternidad a Blanka. Incluso siento que se enfriaba. Llego a preguntarse que hacia alli. ¿Fue una hora ? ¿Fueron dos ? No podia adivinarlo. Cuando se decidia a dejarlo, escucho ruido en la habitacion, y poco despues la puerta del baño se abrio. En cuestion de unos segundos, volvio a ponerse cachonda. Se daba cuenta que de verdad era una perra, que se ponia triste sin su amo y a cien cuando le escuchaba llegar.

El hombre no encendio la luz. Blanka no le podia ver porque estaba de espaldas a la puerta. El hombre la habia colocado con una pierna en la bañera y la otra fuera. Escucho como el hombre se sentia en una mesa que habia traido de la habitacion. No le dijo nada. Ella esperaba algo, excitada, pero el no decia nada. Paso un buen rato, y Blanka sintio cada vez mas fuerte algo que no habia notado un rato antes. Toda el agua que habia bebido hacia efecto. Necesitaba mear. Pero, ¿Que hacer?. No se atrevia a hablar. Cuando no pudo mas, timidamente le dirigio la palabra a su amo.

"¿Amo?" dijo de forma casi imperceptible. "¿Que quieres, perra ?". "Tengo pis, amo". El hombre le contesto: "Pues mea, perra. Pero te aviso, no te puedes mover de la postura en la cual estas, y como mees fuera de la bañera veras tu castigo". Blanka no se atrevia a hacer nada. Pero el tiempo pasaba y sabia que el hombre no le permitiria salir de alli. Asi que se arriesgo. Sintio como la orina salia disparada de su cuerpo. Intento apuntar lo mejor que pudo hacia la bañera, pero sentia gotas que deslizaban sobre sus piernas. Cuando acabo, el hombre encendio la luz. Blanka no le habia hecho tan mal, pero una pequeña cantidad de liquido habia caido al suelo. El hombre se puso furioso. La desato, la hizo ponerse de rodillas y le restrego la cara contra la orina. "Cerda. No eres capaz de mear limpiamente. No vales mas que esta orina" Le tiro papel y la obligo a limpiar el suelo. A continuacion la hizo ponerse a cuatro patas en la bañera. "Ahora toca lavarte, perra". La enjambono, haciendo todo lo que podia para volver a ponerla muy cachonda. En particular se puso a lavarle el coño y el culo de forma intensa, y Blanka se movia de placer al sentir los dedos de su amo tocarla por estas partes. Luego la ducho, con agua fria. Blanka temblaba pero sentia que su excitacion no desaparecia. La seco y se la llevo para la habitacion.

"Bueno, perra. Ahora que estas limpia vas a tener premio. Voy a dejarte que me chupes la polla un rato." El hombre se sento en la cama, se bajo los pantalones, hizo que Blanka se pusiera de rodilla frente a el y sin mas le puso su polla en la boca"

Solo era la segunda vez que Blanka probaba una polla. Fue muy diferente a la primera. No tuvo tiempo de preguntarse como debia hacerlo para dar placer al hombre. El la cogio por el pelo, le ordeno que abriera la boca bien grande, y se la metio toda. Durante unos segundos, Blanka penso que se iba a atragantar. Tuvo que emplearse a fondo para relajarse y no dejar que las arcadas la hicieran vomitar sobre la polla de su amo. Su reaccion habria sido catastrofica. El hombre la cogia por el pelo, acercando y alejando su cara como si fuese un objeto. Le follaba la cara y le ordenaba que succionara todo lo que ella pudiera. Blanka intentaba pasar su lengua, pero debia emplearse demasiado para no vomitar que conseguia concentrarse. Sentia la polla del hombre que le destrozaba la garganta. Sus gestos violentos tambien lastimaban su pelo delicado. Pero nuestra perra se dejaba llevar porque cada gramo de dolor era tambien placer.

Despues de unos minutos, el hombre la empujo violentemente, deshaciendose de la cara de su puta como si fuese una pelota. El gesto fue tan violento que Blanka cayo de espaldas. De nuevo estaba muy mojada. Sentia que por fin iba a llegar el momento de sentir esta polla por su coño y posiblemente por su culo.El hombre la levanto. La volvio a colocar bocabajo sobre la cama. Le ato de nuevo las manos en la espalda, y le metio sus bragas en la boca, para que se quedase callada. Despues de unas cuantas palmadas y golpes de cinturon que fueron recibidos por nuestra perra como bendiciones, el hombre se decidio a follarla.

"Me voy a poner un condon. Con las perras callejeras como tu, a saber donde habras metido el coño". Blanka queria protestar. Queria decirle que ella nunca habia sido penetrada por una polla. Pero no se atrevia a contradecir a su amo. Ademas, con el sabor de sus jugos en la boca gracias a las bragas, aprovechaba el momento, mientras sentia su coño empaparse mas y mas.

El hombre ya estaba preparado para follarla cuando noto algo raro en su coño. "Mira que tenemos aqui". "Parece que a esta perra nadie la ha montado todavia" "Asi es, todavia tiene el himen intacto." Le quito las bragas de la boca y le pregunto: "Eres virgen, puta ?" Blanka contesto timidamente que si. "Que bien" dijo su amo, "parce que no tengo que preocuparme de enfermedades, me quitare la maldita goma". A los pocos segundos, Blanka sintio como la polla se acercaba de su coño. El hombre dijo "Voy a ir suavemente, ya que es tu primera vez". Pero empujo con toda su fuerza su polla hasta el fondo, reventando el himen de la perra. "Te menti", dijo, "de todas formas es lo que querias." Blanca sintio un dolor intenso cuando la polla destrozo sus entrañas, pero la excitacion acumulada transformaba cada dolor en placer increiblemente fuerte. Empezo a gemir, mientras el hombre le daba rapido, duro y profundo. De vez en cuando, la pegaba muy fuerte, o la mordia hasta la sangre, y todo este dolor, mezclado con su polla golpeando en sus adentros y rozando su clitoris la volvia loca. Queria gritar, pero las bragas lo impedian. El hombre la tiraba por el pelo, le exprimia los pechos, le aprietaba los pezones. Todo de forma brutal, violenta e imprevista. Al mismo le insultaba. "Perra. Te voy a poner a trabajar de puta por la calle, porque es lo que eres, no he visto en mi vida una mujer mas guarra, mas zorra y mas puta que tu". Blanka estaba mas alla de todo lo que habia podido imaginar jamas. No queria correrse pero occurio. De repente sentio un placer inmenso, seguido de una relajacion grande. Siento como los movimientos de la polla de su amo en su coño dejaban de darle placer para empezar a dolerle. El hombre lo vio enseguida.

"Puta, asi que te corres sin esperar a tu amo !" "Espera y veras". Saco enseguida su pene, y se dedico a azotarla con el cinturon. Habia enfurecido y los golpes llovian en los muslos, en las nalgas, en la espalda de Blanka. La puta empezo a sufrir, le subieron las lagrimas a los ojos y se puso a gemir y lloriquear. Lejos de parar, el hombre le dio la vuelta y empezo a abofetarla, y a golpearla con el cinturon en los pechos, en la barriga, y hasta entre las piernas algunas veces. Poco a poco, Blanka fue recubriendo morbo, el dolor volvia a despertar al deseo sexual, dejo de lloriquear, y sus gemidos se hicieron mas placenteros. El hombre entonces la volvio a colocar como antes.

Le puso una mano en el coño y empezo a masturbarla. Enseguida volvio a mojar. El hombre metio un dedo, luego dos, y tres ... y de repente Blanka sintio como algo frio y grande le penetraba el coño. "Ahora vas a poder disfrutar de tu compra", dijo el hombre.Le clavo el pepino en el coño. Luego le partio por la mitad para que no le molestara en su proposito.

El pepino le tapaba el coño entero, y era una sensacion muy extraña para Blanka. Pero al rato sintio como el hombre le metia un dedo por el ano. Le escupio varias veces en el ojete, y empezo a agrandarlo. Un dedo, luego dos. Blanka se movia porque le dolia, pero un par de bofetadas la volvieron a dejar tranquila. Poco despues, cuando al hombre le parecio que estaba lista, le introdujo la polla. Esta penetracion fue igual de violenta que la de su coño. Pero dolio muchisimo mas, ya que no habia ningun liquido para lubricar, a parte de la poca saliva que habia echado el amo. Blanka grito, y suplico a su amo que parara, le dolia demasiado. El hombre iba a dejarlo cuando nuestra perra cambio de opinion. Se habia acostumbrado al dolor y ese le parecia placentero. Sentia la presion del pepino en su coño y de la polla de su amo en su culo. Que mas daba que le hubiese revantado el ano. Que mas daba que sangrara del culo. Disfrutaba aun mas que antes de su primera corrida.

Su amo la follaba sin parar, lo mas profundo y violento posible. La golpeaba, la hacia tomar poses distintas, pero siempre le follaba el culo. Cuando ella estaba a punto de volver a correrse, el saco su polla del culo. La cogio por el pelo y le metio otra vez la polla en la boca. Enseguida se corrio, llenando de leche la boca de la puta. Expulso hasta la ultima gota, y le ordono que se lo tragara todo.

Para una cerda como Blanca, esta mezcla de semen, jugos y restos de mierda que tenia en la boca era un nectar. Lo bebio como el brevaje mas preciado. Su amo la masturbo hasta que se corriera.

Luego la llevo otra vez para el baño, la ducho con agua fria. Le ordeno que se vistiera y la hizo subir al coche.

"Ves, puta, cumplo con mi palabra, te llevo a tu casa". Y alli la dejo.

Asi fue como una virgen con fantasias se convirtio en una puta salvaje.

Fin