Blanco y negro

Final de la historia

BLANCO Y NEGRO – 3

No ahora te la meto por el chichi haber si te gusta también por delante, y sin miramientos se la metió por el coño, hizo un gesto de dolor, ya que no estaba lubricada, a cada movimiento la insultaba y le preguntaba si le gustaba más por delante que por detrás, no decía nada callada y resignada admitía su culpabilidad, eso la sacaba de quicio a Mónica, que con más ímpetu se movía,

fue entonces cuando sintió un atisbo de placer en Charlotte con unos pequeños sus piros, acelero el movimiento y esos suspiros se convirtieron en jadeos de placer, comenzaba a murmurar diciendo, en voz baja, “ si así sigue mi amor, dame mas no pares quiero que me llenes de tu leche dame fuerte”, al oír que quería fuerte, Mónica dio unos golpes con sus caderas que le hizo gritar a Charlotte, despertándola del letargo que tenia, comenzó a jadear pidiendo más intensidad en la penetración, Charlotte estaba demostrando que sus orgasmos eran auténticos pero muy lentos, casi goce por su parte, no es que fuese frígida pero para llegar al orgasmo vaginal al macho que la montase le costaría mucho, eso le izo recapacitar para preparar un plan para que ella fuese multiorgasmica, llego con dificultad al orgasmo vaginal, al parecer, la violación del día anterior, le había hecho insensible al acto vaginal.

Volvió sobre sus pasos y se acerco a Geraldine, volvía a temblar y comenzaba nuevamente a llorar.

Que muñequita, ya estas llorando otra vez, te vamos a poner la LLORONA, si te queda bien Geraldine la Llorona, como las muñecas y sin decir nada más se la enchufo entera por el culo, dio un grito pidiendo socorro.

Gritaba, me duele, sácalo por favor me haces mucho daño, seré buena hare lo que me mandes pero sácalo, a cada suplica, Mónica empujaba mas, cuando dejo de llorar y comenzó a suplicar con una voz más suave, diciendo, no me des tan fuerte, prefiero más despacio, me gusta más, fue decir eso, y Mónica le dio un fuerte empujón, y Geraldine que no lo esperaba dijo Hay que gusto así dame así. Al darse cuenta Mónica que la estaba engañando apretó el acelerador y comenzó a darle más fuerte y seguido hasta que la oyó gritar de verdad diciendo.

YA YA ESTA AQUÍ, ME VINO QUE MARAVILLA DAME MAS FUERTE LO QUIERO ENTERO. Mónica no paró hasta que realmente observo que Geraldine se desmallaba de placer. Se separo y salió de la habitación.

Comento con Ana la frigidez de Charlotte y le pregunto si en el laboratorio tendrían algo para evitarla, le dijo que si que precisamente habían sacado un fármaco para evitar la frigidez en la mujer pero que estaba a la espera de ser autorizado para su venta, no obstante le traería unas dosis para probar con Charlotte.

Por la tarde, Ana le trajo el fármaco, le dijo que probase con una dosis haber cómo reaccionaba, sería conveniente inyectársela por la noche para que mañana se pudiese comprobar los efectos. Esa noche antes de retirarse para descansar, fueron a ver a Geraldine y le inyectaron una dosis, pregunto para qué era y le dijeron que como en el polvo vaginal, parecía que no llegaba al orgasmo era para reavivar su deseo y conseguir no uno si no varios orgasmos, y que mañana con Ana comprobarían los resultados. Se le inyecto y todas se retiraron a descansar. Geraldine y Charlotte se quedaron en la misma posición atadas en espera del día siguiente que le correspondía a Ana.

Al día siguiente, fue Ana la que entro en la habitación, ya llevaba el arnés puesto, pregunto quien quería ser la primera, ninguna respondió, ante el silencio se dirigió a Geraldine, le dio un par de azotes en las nalgas, le paso la mano por el coño, diciéndole que estaba muy sucio y haber si aprendía a lavárselo como una buena puta y viéndole el culo, le dijo.

Lo tienes muy bonito, esta hermoso, y sin decir nada más se la clavo en el mismo culo, cogiéndola de sorpresa y soltando un grito Geraldine, que se escucho en la planta baja de la casa, Mónica y Sandra, al oírlo se rieron diciendo – Ya empezó Anita, no saben la que les espera – efectivamente Ana aunque parecía una chica calmada y modosa era muy perversa y se guardaba todo lo que le hacían a ella y sus amigas. Mientras la bombeaba le metía los dedos en el coño apretándole el clítoris y con la otra mano le pellizcaba los pezones, cosa que les hacia realmente daño, soltaba el clítoris y le daba una buena palmada en el culo, soltaba el pezón y otra palmada en la otra nalga, mientras no dejaba de meter y sacar constantemente y cada vez más rápido, al parecer no quería llegar al orgasmo, eso quería decir que le gustaba tenerla dentro, para engañarla comenzó a sacarla, llegando a sacarla totalmente y le dijo- bueno por hoy ya esta- Geraldine se relajo y cuando creyó que se retiraba se la volvió a meter con un golpe más fuerte que el primero y bombeando con mas crueldad, Geraldine comenzó a gritar y llorar diciendo que le estaba perforando los intestinos que parase, pero hasta que no dijo que le gustaba y que quería mas no paro, la dejo completamente abierta y como había sido la última en encularla le puso un consolador corto pero grueso que le taparía el ano y que solo se lo sacaría para ir a defecar.

Se acerco a Charlotte, le dio un par de azotes, le apretó sus pezones, le sobo el coño y cuando creyó que la iba a encular, de un golpe se la metió por el coño de un golpe, comenzó a moverse, quería saber si la inyección que le pusieron por la noche le haría efecto, se movía con rapidez, pero al parecer la había vuelto más frígida ya que no sentía nada, tal vez la dosis era poca, por lo que decidió en ese momento inyectarle una dosis mayor, con las cachetadas que le daba constantemente no sintió el pinchazo, a los pocos momentos sintió como empezaba a retorcerse, le pregunto que le pasaba y le dijo que sentía mucho calor en el coño y que necesitaba apagar ese fuego con algo le pedía que descargase su semen dentro de ella que no aguantaba ese ardor que sentía. Parecía ser que la inyección debía de ser aplicada poco antes de la penetración. Le dijo que le pasaría pronto y que ella misma lo apagaría con sus corridas, no obstante siguió

bombeándola a todo trapo hasta que soltó un grito pidiendo más quería que la follasen constantemente

tenía un orgasmo tras otro, no podía parar fue tal la excitación que se desmallo del placer de los orgasmos. Comprobado los efectos se volvió hacia Geraldine. Comenzó a azotarla, aprovechando para inyectarle una dosis del fármaco para producir orgasmos.

Le cogió los pechos, se los pellizco y cuando se quejaba del dolor que le producía, la penetro de un golpe, le pregunto, -te gusta, que sientes es guay una buena penetración verdad- Geraldine, le dijo que sentía calor que necesitaba refrescar su coño le estaba ardiendo, comprobó que las reacciones de ambas eran iguales, el fármaco les producía calor y necesitaba el alivio interno que en actos normales lo aliviaría la eyaculación del macho y en caso de masturbación la propia eyaculación de la mujer. Le aplico un mete y saca constante hasta que pedía a gritos que le refrescase el coño no podía aguantar ese calor que le satisfacía internamente, pedía a gritos que no parase que le inundase el coño con su esperma. Se desmonto y se dirigió a Charlotte, que aun tenía la sensación de calor en su coño.

Como se encuentra esta putita negra, le pica el coño o el culo, le dijo.

Charlotte le dijo que el coño le picaba por el calor pero que podía aguantar y que el culo le pedía una buena polla.

Ósea que tu culo te pide polla, pues vas a tener polla hasta en la sopa, y de un golpe se la metió entera, la cara que puso era de completa satisfacción, le gustaba que la encularan, sentía una gran satisfacción de ser penetrada analmente, a que se debía? Tal vez tuviese reminiscencias de homosexual y le gustaba que le diesen por detrás o que consideraba el coño únicamente para dar satisfacción al hombre. De todas maneras en un futuro le darían por todos los sitios, el mete y saca de Ana no paraba, y Charlotte le pedía mas quería que la inundase de esperma, ambas se corrieron y al sacar el falo del culo de Charlotte le puso el consolador pequeño para taparle el ano como lo había hecho con Geraldine.

Las dejaron descansar, por la tarde se personaron las tres en la habitación y les preguntaron si les había gustado lo que les habían dado, sumisamente dieron la conformidad solicitando que se repitiese lo antes posible, habían descubierto que el ser violadas para ellas era una satisfacción, que ahora se podrían abrir de piernas sin temor ante cualquier persona que se lo pidiese. Pero Mónica no se fiaba de ellas, en su mente pensaba que si las soltaban ahora las atacarían, y harían con ella y sus amigas estragos, decidieron que las debían seguir drogando para su escarnio y que poco a poco les quitarían la sedación cuando comprobasen su autentico cambio.

Así lo decidieron, las drogaron y volvieron a ser sumisas olvidándose de lo que les habían hecho. Volvieron a su trabajo domestico con los mismos uniformes, todos los días Ana, las revisaba en su limpieza personal, comprobaba que sus coños estuviesen bien limpios y si estaban sucios les daba unos azotes en el culo con una fusta. Tenían que comportarse como mujeres, putas, pero mujeres, durante tres días al mes les mandaban ponerse unos tampones que como es natural no manchaban, ya que no tenían menstruación pero si tenían flujo vaginal, les hacían orinar sentadas, ya que en un principio orinaban de pie por la costumbre masculina.

Cuando daban alguna fiesta en la casa, ellas estaban a disposición de sus invitados, fuesen hombres o mujeres si alguno les pedía cualquier cosa debían obedecer al momento.

Durante las vacaciones, que cada una se marchaba a pasarlas con su familia, Geraldine y Charlotte, quedaban a cargo de un prostíbulo conocido por Mónica, que en varias ocasiones había ido a atender a las chicas en revisiones ginecológicas u otras. Durante ese tiempo, además de hacer las labores de limpieza, eran ofrecidas a los clientes gratuitamente, por lo que la mayor parte del día estaban con las piernas abiertas o con una polla en el culo.

Cuando regresaron de las vacaciones, les preguntaron cómo se habían portado, les informaron de que estupendamente, siempre estaban dispuestas a los servicios.

Hicieron la prueba de disminuirla la dosis de la drogodependencia, querían saber su reacción, pero sin que ella se dieran cuenta, día

a día le restaban dosis, su comportamiento no variaba seguían sumisas y se ofrecían a los clientes, las compañeras del prostíbulo se ofrecieron a sonsacarles información, les preguntaban de donde eran, como se llamaban porque habían llegado a prostituirse, a esa pregunta, Charlotte, respondió que un antiguo novio después de violarla le había hecho un hijo que durante el embarazo había perdido y por culpa del aborto la tuvieron que vaciar, por eso no podía tener hijos, Geraldine le dijo que en realidad había nacido hombre, pero no le gustaba su cuerpo, por eso se transformo y ahora es feliz con el que tiene.

No obstante no se fiaron y les cambiaron el fármaco que las mantenía sumisas, se les borro la memoria y se les dio otra a base de medicaciones, el resultado sería permanente, se acepto las historias que habían contado y con esa base se las llevaron a otra ciudad, se les pusieron en el bolso 100$ a cada una y las dejaron en un barrio conocido por su ambiente de prostitución, al cabo de un tiempo eran conocidas por LAS DAMAS una blanca y otra negra, como las fichas del juego otras las conocían por el chocolate y la leche ya que siempre estaban juntas.

Si alguno de los lectores las encuentra, que recuerden porque llegaron a ese extremo.