Blanco y negra (2)

Continuación...

... La colocó cuidadosamente, se cogió las tetas y comenzó a frotarse con mi polla que estaba más dura que una piedra. De vez en cuando, cuando bajaba le pegaba un lametón o un chupetón a la punta volviéndome loco. Como es lógico empezaba a no poder aguantar más y antes de descargar todo lo que tenía dentro la cogí de los brazos, la levanté del suelo y me morreé con ella intensamente. Me separé y me agaché a chuparle las tetas.

-Mmmm que rico! Qué bien me chupas nene.

Pasaba de una a otra como loco, lamiendo y mordisqueando, cosa que le volvía loca. Mientras tanto le estrujaba ese culo apretado que tenía, y le frotaba la polla por las piernas. Me levanté le di la vuelta. Le puse las manos en el mueble del baño de frente al espejo. Me pegué a ella cogiéndole las tetas desde detrás y poniendo mi polla el la rajita de su culo.

-Mmm papito que cipote tan gordo tienes. Me estas poniendo cachondísima.

-Y más que te voy a poner.

La incliné hacia delante dejando su culo en pompa. Me agaché y comencé a comerle ese coñito depilado desde detrás, pegando largos lametones desde su clítoris hasta el agujero del culo. Cada vez que iba y venía ella gemía, y cada vez más alto. Cuando empecé anotar que había muchos más líquidos que mi propia saliva me levanté y le susurré al oido.

-Agarrate a lo que puedas que te la voy a meter de una.

Ella se estremeció y levantó el culo para facilitarme la faena. Se la coloqué en la entrada, pero antes de empotrarla contra el lavabo amagué y se la froté con el clítoris. Como no se lo esperaba una descarga recorrió su cuerpo, momento que aproveché para, esta vez sí, metérsela hasta los huevos.

-Ahhhhhhhhh

-Mmmmmmm

-Otra vez, otra vez

Tenía que complacerla, así que la saqué y se la volví a clavar hasta el fondo

-Ahhhhhhhh

Repetí la operación

-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

A partir de ahí la cogí de las caderas (y qué caderas) y empecé a darle todo lo fuerte que podía. Ella pedía más, así que en cada embestida le daba más fuerte.

-Mira qué cara de puta tienes

-Ella se miró en el espejo y le encantó. Puso más cara de loba y me dijo

-Siiiii, dame como a las putas

Entonces le recogí el pelo en una coleta y con una mano le tiraba de la cabeza hacia atrás y con la otra le daba azotes.

-Ahhhhh, sí, sí. Más, más maaaaaaaaaaaas

Yo tenía la polla gordísima, pero increíblemente aguantaba, así que decidí probar otras posturas. Se la saqué la senté en el lavabo y se la metí. Así no entraba tanto, pero como tenía el glande hinchadísimo a ella le gustaba casi más y yo podía admirar esas tetazas. Se las cogí y le dí duro.

-Qué te parece mi otro "metro"

-Muy calentito y húmedo

-Vamos cabrón dame fuerte!

-Claro que sí nena!

Me fui calentando cada vez más y le dije

-Me voy a correr!

-Eso quiero verlo yo!

Se bajó y se arrodilló delante de mí chupándola.

-Mmmmmm que rabo tienes cabrón

-Chupa puta chupa!

Ella se la metía y sacaba rápido y eficaz. Apenas tardé un minuto en correrme.

-Ahhh síiiiiiii

Ella se la sacó justo cuando saltó el primer chorro, que le cayó en la cara. Siguió pajeándome viendo como saltaba mi leche sobre sus tetas y cara y gimiendo como una perra.

-Mmmm que calentito sale, mmmmm

-Sí, todo para ti.

Bajó la velocidad de la paja y comenzó a darme lametones a lo largo de todo el rabo dejándolo limpio y morcillón. Cuando acabó me dijo

-Mira como me has puesto. Ahora me tendré que duchar otra vez

El contraste de su piel oscurísima y me semen blanco chorreando por la comisura de sus labios y sus tetas hizo que mi polla comenzara a palpitar de nuevo.

-Vaya, parece que el nene tiene ganas de más...

-Te falta enseñarme el otro metro...

-Cierto. Ahora mismo te lo presento.

Se levantó, se dio la vuelta y frotó su culo con mi polla.

-Qué te parece?

-Que vamos a conocernos a fondo.

-Por supuesto...