Bite Me XVIII

− ¿En qué punto está su relación con la señora Lamberson? No puedo ver quién pregunta. − Es una pregunta demasiado personal. Lo dejo manejar sus asuntos por su lado. No espero nada de ella. Sólo quería que ella supiera que la amo. La mujer sale de la sombra. − Nunca lo ha dudado.

Hace casi 3 días que estoy confinada en mi cuarto de hotel, el Beau Rivage. Mi habitación da sobre el lago Tendre. Este es siempre el plan B de San, cuando quiere confiarse sin orejas indiscretas, y además como es el hotel más anticuado de la ciudad, estoy segura de que nadie vendrá a buscar aquí a «la que quería ser millonaria.»

Estas palabras son las de Sophie. No es lo más chocante de su artículo de 4 páginas. Se ha complacido, ha tomado su más bella pluma y su imaginación desbordante, para hacerme la heroína del XL News . Estoy tan lejos de ser quien ella cuenta, pero no veo realmente cómo restablecer la verdad… Decir que Sophie me ha utilizado estaría a mil leguas de la realidad, ha hecho peor, me ha seducido como a una serpiente para que yo coma una manzana podrida. Hoy después de haberme entregado a la ciudad entera, se ha transformado en el preferido, a quien los otros periódicos tratan de arrebatarse. Sophie Lewis, la infiltrada, la que se atreve, la que ha puesto al desnudo a la señorita Clara. «Ella obtendrá las confidencias de los más grandes, créalo» había leído a propósito de ella en internet. Sophie Lewis es una estafadora, es de esta escuela periodística que enseña que sólo la exclusiva cuenta, qué importa la verdad siempre que se consiga el escalofrío. Ayer en la noche, para mi gran sorpresa he recibido un mail de su parte.

De:

Sophie Lewis

A:

Clara

Tendrás dificultad para entender por qué he escogido revelar todo sobre tus confidencias, pero nunca te he escondido mi interés periodístico por tu historia. No pensé por supuesto que eso tomaría tal amplitud y que tu enemiga declarada, Olivia H, se aprovecharía de eso para desacreditar tu trabajo, pero tengo que hacer un talk show la próxima semana para defender En el corazón de todos, podría defender tu causa, ella estará en la bandeja.

Me apena que estés afligida Clary.

Buen día

Sophie

De:

Hello Ise

A:

Sophie Lewis

Mi peor enemiga eres tú. Lo que has hecho, es imperdonable. JAMÁS me había sentido tan mal, y conociendo mi supuesto camino, puedes pensar que he vivido ya algunos dramas.

Tú me has utilizado, me has calumniado, has novelado la realidad. Ante mis ojos eres peor que Olivia H, quien tiene la decencia de no hacerse pasar por un mujer de bien para llegar a sus fines. Me das asco, eres lo que la humanidad tiene de peor: traición, mentira, manipulación, afán de lucro.

La próxima vez que tengas noticias de mí, será a través de mi abogado Daves Gobelin.

Espero nunca más cruzarme contigo.

Clary

Cuando redacté mi respuesta, ya había perdido el enojo. Focalizarme sobre Sophie sería un error, tengo que centrar mi energía sobre los problemas más urgentes por resolver. Sandy, con su segundo mes de embarazo bien entrado maneja el asunto de manera magistral. No he tenido ninguna relación con mis allegados desde el problema. Lo he rechazado. Mélanie evidentemente está fuera de sí, es ella quien me ha presentado a Sophie y me ha empujado a aceptar su entrevista. Yo sé que ella nada tiene que ver con eso y por lo tanto me reúso a verla. Lo mismo para Alice y Sammy, soy incapaz de cruzar sus miradas en este momento. Temo que puedan creer el montón de estupideces escritas por Sophie.

Sandy rehúye cuidadosamente hablarme de Rebecca y Tessa, pero imagino que esta primera plana, aunque no las cite directamente, ha debido hacerles mucho daño a ambas. Rebecca sabía que durante su desaparición, hemos tenido Tessa y yo una aventura, pero Sophie (por una vez de manera correcta) habla en su periodicucho de una relación actual y hace suficientes alusiones para que puedan saber que «la  misteriosa y riquísima vampiresa de la señorita Clara» es Tessa Lamberson.

Alguien toca a la puerta. Tres golpes, después dos pequeños y un grande, puedo abrir sin miedo. Es el código.

Daves, con cara fatigada, es la segunda persona que San ha contratado después de haberme instalado aquí. Por el momento, sólo él y Miller conocen mi madriguera. Daves ha actuado muy rápido, ha obtenido un decreto de la corte para suspender la difusión del XL News . Fue aceptada pero el mal está hecho; el artículo circulaba de mano en mano y después en la web.

Con Luke, pasaron la noche elaborando la «réplica». Miller, al

principio desolado por la situación, ha estado agradablemente sorprendido de ver duplicarse las ventas de En el corazón de todos , aunque eran ya muy buenas. Voluntariamente me he retirado de las discusiones siguiendo los sagaces consejos de Sandy. Mi primer objetivo es calmarme, respirar y encontrar la calma en mí misma durante esta tormenta que no acaba de retumbar. Me siento tristemente equivocada, idiota, ingenua, pero sobre todo tengo un terrible miedo que ensucia cada una de mis tentativas de optimismo. Estoy aterrorizada por la idea de perder a Tessa. No he tenido noticias suyas y debe atravesar una tormenta que no puedo imaginar, entre Rebecca y Elisabeth, que no son, hay que admitirlo, los seres humanos más cálidos. Debe guardarme rencor de manera atroz, ella que no soportaba verme tan cerca de Sophie, sabe a partir de ahora que soy capaz de confiarme a la primera mujer que me ofrece una cena romántica. ¿Cómo he podido arruinar todo entre nosotras dos? No solamente he destruido el frágil equilibrio nuestro, sino también su confianza y, quien sabe, puede ser, hasta su posición en LüX.

Invito a Daves a sentarse y decírmelo todo, sin protegerme.

− Querida, usted es un poco como mi hija, jamás la maltrataría. Pero no tema, le voy a decir en dónde estamos. Comenzando con XL News .

− ¿Qué quieren? ¿No me han perjudicado lo suficiente?

− Usted tiene la posibilidad de escribir en sus columnas una respuesta sobre las divagaciones de la señora Lewis. La «primera plana» más 4 páginas de en medio. Usted retomará punto por punto sus declaraciones y aportará «su» verdad. Nosotros organizaremos una conferencia de prensa para una lectura pública. Cada periodista presente, tendrá el derecho de hacerle una pregunta. Sofiane y Meredith han trabajado toda la noche para imaginar las peores: desde las más malvadas hasta las más personales incluyendo las que son engañosas.

− Gracias Daves. Me doy cuenta de que tengo un maravilloso equipo alrededor de mí aunque no he hecho más que estropear lo que habíamos construido.

− Hablo en mi nombre y en el de Luke. Usted ha sido engañada, no lo habría sido si fuera una mujer más aguerrida, menos gentil. Pero En el corazón de todos no hubiera sido lo que es, si usted hubiera sido diferente.

− ¿Qué más da hoy Daves? Estoy escondida en un hotel, mi nombre está manchado, lo poco de confianza que yo tenía en mí

misma se ha derrumbado. Y además, Tessa…

− No se preocupe, después de la tormenta…

− Mi padre siempre me decía eso. Pero era cuando me caía de la bicicleta.

− Es igual. El único consejo sagaz que puedo darle: escriba este artículo con el corazón y la mayor sinceridad posible. Cambie la marcha, haga morder el polvo a Sophie Lewis. Quiero que todo el mundo lo vea como una mala hierba sin escrúpulos.

El ojo de Daves, a pesar de su agotamiento, se enciende. Desde lo más profundo de sí desea verme levantar la cabeza y avanzar. Lo voy a hacer, por mí, por Tessa, pero también por él.

Él me da una gruesa carpeta y me deja sola, sin dejar de asegurarse sobre nuestra próxima cita, justo al día siguiente, para la famosa conferencia de prensa.

Sin dejarme el tiempo de abrir los documentos de Daves alguien toca a la puerta. Tres golpes, dos pequeños y un grande.

Es Martin, el mesero del Beau Rivage y amigo de Sandy que había encontrado un poco antes de las fiestas de Navidad. Una eternidad. Es la única persona fuera de mi círculo que conoce mi escondite y Sandy se ha asegurado de que él comprenda que ninguna indiscreción es posible, salvo que venga de él.

Martin parece disfrutar ocuparse de mí, la pequeña refugiada y él me cuida como a un pájaro con la pata rota. Sobre su bandeja de plata, un platillo debajo de la tapadera. Este nuevo amigo (aunque creo que voy a necesitar veinte años para confiar en alguien) me asegura que voy a saborear «la mejor hamburguesa de la ciudad, hasta del mundo.» No tengo hambre, pero el dolor de cabeza y la pérdida de energía que arrastro desde la mañana son los signos de un cuerpo maltratado. No he comido nada desde hace dos días.

Debajo de la tapadera encuentro efectivamente, la reina de las cheeseburger. Carne jugosa, pan dorado y crujiente, cheddar que chorrea. Nunca había visto comida rápida parecerse tanto a la de un chef. La lechuga y los tomates refrescan el alimento que es, hay que decirlo, muy pesado y encuentro mi primer momento de placer desde que San ha llegado al castillo para darme la noticia.

Satisfecha y despierta por mis papilas en fiesta, veo el final del túnel. Es necesario que golpee fuerte, es necesario convencerlos y es necesario que disculpe a Tessa. Al mismo tiempo, tengo que encontrar una manera de tener noticias. Llamo a Sandy quien contesta de inmediato.

− ¿Sí mi bella?

−Clara, acabo de ver a Daves, llegó el momento de levantarme y responder a los golpes de Sophie.

− Está bien, querida, Nicolas me ha dicho que después de haber recorrido las opiniones de aquí y allá, tienes de verdad mucho apoyo. La gente no se preocupa de con quién estés y si es legal, la gente sostiene a quien ha restaurado el blasón de la comunidad.

− Oh muchas gracias, eso me conmueve de verdad. Pero tengo una preocupación, tú sabes lo peor. No es eso lo que más me preocupa en este momento. EsTessa. Yo creo que es hora de asumir mi amor por ella. La amo, así es y no quiero perderla.

− Yo…yo lo sé Clara. Pero de su lado es realmente… complicado.

− ¿Has hablado con ella? ¿Sabes cómo está?

−Sí y sí.

− Cuéntame más.

− Está furiosa. Furiosa de tu «ingenuidad», furiosa de que Sophie te haya hecho eso, furiosa de la situación en la que ella se encuentra… ha dejado el castillo, después de una muy violenta disputa con su madre. Su mundo se derrumba Clary y no lo digo para hacerte daño, prefiero ser honesta. Tessa está muy mal.

− Oh dios mío…Pero… ¿y LüX?

− Ella ha cedido su parte a Rebecca, en fin, según el acuerdo que lo ligaba con el contrato de Elisabeth. Si ella se iba y la dejaba, Rebecca devendría accionaria mayoritaria. Su primera medida fue despedir a Tessa apoyada por los últimos porcentajes que tenía Elisabeth.

− ¿Tessa está sola para atravesar eso?

− Alice y Sammy están con ella. Mélanie ha regresado a su casa, tiene demasiada vergüenza por Sophie, incuba una depresión ella también.

− Sandy, ¿Sabes dónde está?

− Sí.

Sandy y yo hablamos una buena hora más. Estaba lejos de imaginarme el efecto dominó de este artículo sobre la vida de todos. Tengo que actuar y como soy el origen de todo eso, voy a recoger y pegar de nuevo el jarrón roto, aunque me lleve años.

Telefoneo en principio a Mélanie para hablar con ella. Necesita ser tranquilizada sobre el papel que ha jugado en esto. Ella fue engañada tanto como yo en esta historia. Ella terminó por confesarme que ha estado con Sophie para romperle la cara y que no había menos de tres personas para impedirle maltratar su pequeña «cara de ángel» me dice. Me río frente al carácter apasionado y el ímpetu de mi amiga. Ella necesitaba que la perdonara, pero nada de esto es su culpa. Para probárselo, la invito a compartir mi recámara en el hotel, sin omitir decirle como entrar sin que la sigan.

La segunda etapa de mi proyecto consiste en llamar a Alice para que pase a verme. La necesito, para que ponga una carta de mi parte en las manos de Tessa, a pesar de esta mala aventura, no tengo miedo de que Alice me traicione. Así ella verá a Mélanie y se podrían también reencontrar.

Encuentro un bloc de papel con las iniciales doradas del hotel así como un bolígrafo en el cajón de la mesita de noche y me lanzo a la escritura de mi carta.

Te amo. Siempre terminamos las cartas con estas palabras, pero antes de todo quiero que lo sepas y que es lo más importante. Te amo y no hay que tener miedo de eso, no hay que tener vergüenza. No esconderé más mis sentimientos por ti, la vida, mi vida, es demasiado corta para eso. Aunque no debamos vernos de nuevo nunca más, el mundo debe saber que yo amo a Tessa Lamberson. Sí es una vampiresa, sí es rica, sí es bella… Sí me pregunto cada mañana por qué ha posado sus ojos sobre una chica como yo… Pero nunca jamás dejaría que alguien ensuciara este amor tan fuerte, tan bello, tan puro.

Mi amor, no busco disculparme por lo que ha sucedido y porque nuestra tan bella relación, privada, se ha encontrado en las manos de una persona odiosa. Podría esconderme en mi estupidez, el alcohol, la situación, la necesidad de confiarme… De verdad, no tengo excusa. Tal vez buscaba inconscientemente el momento en que nuestro secreto sería revelar ante todos y sobre todo a Rebecca, todavía no lo sé, no tengo suficiente distancia sobre la situación.

Entonces te pido, no perdonarme, sino comprenderme y sobre todo quiero que sepas que si tú hubieras sido una pobre mortal, te hubiera amado de la misma manera. Estás aquí, en mi corazón, mi cuerpo vibra con el tuyo y tus sonrisas, tus miradas, tus caricias valen todo el oro del mundo.

Te amo y quiero que me ames también. Estaremos en nuestro pequeño barco, achicando el agua, pero estaremos juntos y seremos los más felices del mundo.

Alice sabe dónde estoy, entonces si por casualidad, te encuentras en la necesidad de estar entre mis brazos, ven.

Tu Clary


He pasado la noche estudiando la carpeta preparada por Meredith, Sofiane. Sé que no va a ser fácil convencer a los periodistas de que no soy la arribista que ha querido describir Sophie Lewis. Por lo contrario, no tengo dificultad alguna para escribir mi respuesta para XL News . Me es más difícil anticipar las miradas y las preguntas de los buitres que para mí son iguales a Lewis.

Alice ha recuperado mi carta para Tessa, ha hecho la ida y vuelta, después ha regresado para cuidar a Mélanie. Las he escuchado reír a ambas en la habitación de al lado y mi corazón se ha oprimido. Sea lo que sea, estoy en buen camino, Tessa sabe lo que siento, Mélanie sabe que no estoy molesta y ella y Alice han retomado el curso de su bonita historia.

Estar sola me hace pensar en Sammy. La extraño terriblemente, si ella tuviera un teléfono, si pudiera llamarle, ella ha pasado sus últimos meses siendo como una madre para mí y me gustaría que estuviera aquí. Ella que sólo nos tiene a nosotros.

Releo mi papel rezando para que sea suficientemente convincente y me saque de este mal paso. Pero cuento sobre todo con la conferencia de prensa, porque pueden manipular o malentender las palabras puestas sobre el papel, pero tengo fe en la sinceridad que pondré en mi discurso frente a los periodistas para convencerlos de quién soy.

He escogido tres preguntas que me inquietan más que las otras por si acaso me las plantearan.

  1. ¿Cómo ha podido usted acostarse con una mujer cuando su esposa dormía debajo del mismo techo?

Pero dudo que una pregunta tan personal y moralizadora sea hecha.

  1. ¿Si a usted no le interesa el dinero por qué ha aceptado el mecenazgo y los regalos de su amante?

  2. Desmiente usted haber dicho a Sophie Lewis que Tessa Lamberson era su alma gemela y que usted quisiera transformarse en vampiresa…

Me torturo imaginando reporteros con largos dientes, ávidos de lágrimas y escándalo. Temo sobre todo que Sophie se plante para dirigir la atención sobre ella. El timbre del teléfono me recuerda que la reunión será pronto. Martin llega para anunciarme la presencia de Luke Miller. Saliendo, aunque que no tenemos el hábito de tocarnos, Luke y yo nos fundimos en un abrazo. Nos quedamos un momento en silencio, como dos compañeros, en lo que se anuncia ser una complicada partida de ajedrez.

− Déjame jovencita si no van a pensar que usted desea mi pobre cuerpo de editor.

− ¿Soy la nueva Reina Margot, Luke?

− Más bien la nueva Eva. Pero tengo ganas de evitarle siglos de culpabilidad.

− Luke, a propósito, sobre lo que Sophie ha escrito…

− Shhhtt mi pequeña. No se inquiete, yo sé lo que usted le ha confiado y cómo ella lo ha deformado. No olvide que soy un hombre de letras, sé que hay una parte de verdad en lo que ella dice. Yo sé que usted ama desde lo más profundo de su corazón a Tessa. Pero no he esperado que una mocosa me lo diga para entenderlo. En cambio, no creo en sus tonterías de dinero, de éxito, de poder y de ambición. Usted prefiere manejar un Smart, no un Porsche.

− Conozco una mujer que prefiere manejar un escarabajo. A usted le gustaría, es mi amiga Sammy.

− Ah… ¡Preséntamela rápido!

Cuando está a punto de entrar al ascensor detengo a Luke.

− Luke, tengo miedo.

− Lo sé, pero tengo confianza ciega en su fuerza de persuasión.

− ¡Gracias, es usted todo un caballero, un amigo digno, Luke, usted es el hombre ideal! Bueno, después de Tessa ¡claro!

− Oh, usted sabe que soy un solterón.

− ¿Nunca hemos hablado de esta mujer, la humana, que usted una vez amó?

− Se llamaba Marie-Madelaine. Hace cierto tiempo, en otra vida seguramente. En la época… cuándo no existía la donación de sangre, internet, el teléfono… Para ser breve, tenía un establecimiento nocturno, un casino. El padre de Marie-Madelaine era un gran jugador de Black Jack. Yo no había alcanzado la edad sin retorno, tenía 35 años, grandes ambiciones, quería convertirme en el propietario de todos los lugares nocturnos de Passéna. Nos hemos amado locamente, como en las novelas que ella devoraba, pero había este secreto sobre mi condición. Ella había comenzado a cansarse de nuestras citas nocturnas. No quería presentarla a nadie, la escondía, tenía miedo de que encontraran a esta joven rubia de buena familia demasiado apetecible.

− ¿Qué ha pasado?

− La he dejado. No podía decirle. En el mejor de los casos me tomaba por loco y me hacía encerrar, en el peor, ella convencería a los otros y mi familia le habría ajustado las cuentas.

− Eso es horrible.

− Ella se ha casado después con un hombre insoportable, se escapó en su mundo imaginario, los libros. Para olvidar a un marido alcohólico que la golpeaba. Yo le escribía largas cartas, no me respondía nunca. Ha muerto muy joven. Un accidente. Siempre he sabido que había provocado al destino, una noche, su padre me ha traído una caja. Estaban guardadas adentro todas mis cartas. Rodeadas por una cinta roja, estaban desgastadas de tanto ser leídas, a veces el papel ondulado me indicaba que había llorado. He vendido el casino, he llegado a Melvin con la idea de tener un oficio que le rindiera homenaje. Ella hubiera tenido miles de libros conmigo…

Luke me toma por el brazo, estoy en silencio. En la calle, bajo la cabeza.

− No bajes la cabezaClary, nunca, prométemelo, los que bajan la cabeza son quienes en el cadalso, inclinan la espalda para facilitar el paso de la guillotina.


−… Y sí, he otorgado una entrevista con Sophie Lewis, ella me había sido recomendada. Hemos hablado mucho de En el corazón de todos , con pasión, durante horas. Yo me he sentido cómoda con ella, entonces me he desahogado y todo se derrumbó. No voy a regresar sobre las injurias de las que me ha hecho objeto esta periodista que no ha dudado en mentir para hacer un escándalo, porque yo no soy de esa clase.

No estoy en la tierra para ganar. No estoy en la tierra para aplastar. No estoy en la tierra para brillar. Estoy en la tierra para una sola y única razón: amar. En el corazón de todos ha nacido del amor. El amor que tengo por mis nuevos amigos. Vampiros, humanos… me vale. En el corazón de todos es la historia de una chica que cayó enamorada de bellas personas. Alice, Sandy, Sammy, Daves, Luke, Daniela, Mélanie … y… sobre todo de Tessa. Entonces qué importa, si se cree que todo eso fue calculado, mentiroso… he amado y es todo lo que me enriquece. Gracias

Termino la lectura de mi artículo temblando. Estoy emocionada, emocionada de tener la ocasión de declarar a todos los que han dado un sentido a mi vida estos últimos meses: gracias.

Silencio.

La sala entera se calla. Las cámaras que retrasmiten la conferencia sobre las cadenas de prensa local giran. Todo el mundo se calla. Incómoda, esbozo una sonrisa, busco con los ojos a alguien que pudiera ayudarme y encuentro a Luke. El pequeño señor se ha quitado sus falsos lentes. Unas lágrimas inundan sus hermosos ojos, devenidos grises. Verlo así poner las últimas cartas bocarriba que yo había escogido para no quebrarme. Me toca a mí dejar escapar una lágrima. Un periodista de la primera fila, pone su cuadernito en el piso, se levanta y empieza a dar palmadas. Un golpe, dos golpes, no se detiene. El de al lado lo imita y es toda la sala frente a mí que aplaude. Estoy sorprendida y curiosamente liberada. Cuando todos se sientan de nuevo creo percibir cerca de las puertas una silueta familiar. Pero las luces y las primeras preguntas de los periodistas me impiden verificar mi impresión.

Al contrario de como se esperaba, todo el mundo está un tanto agradable. Me había preparado para una fosa de tiburones pero mi artículo ha calmado a los más severos. Me hablan sobre todo de lo siguiente: « ¿Tiene usted la intención de demandar a Sophie Lewis por sus declaraciones calumniosas?» , « ¿Habrá una segunda parte de “En el corazón de todos”?» Me esfuerzo como puedo para contestar las preguntas. Cuando un periodista lleva el problema de la ilegalidad de las parejas Vampiros-Humanos, veo aquí la oportunidad de sentar mis convicciones:

− Estoy en contra de las fronteras, en contra de los muros, en contra de las leyes que enfrentan a humanos y vampiros. Si hice «En el corazón de todos» es en un principio para los míos, para que comprendan que ya no están amenazados, que entiendan que los vampiros son un tanto diferentes de nosotros, pero que tienen un corazón como el nuestro. Un corazón que se entusiasma, que sonríe, que vive, que llora, que ama. ¿Por qué impedir a la gente encontrarse, amarse y hasta detestarse? Desde el fin de la crisis de la sangre, el gobierno ha amordazado a los hombres. Hemos conocido la existencia de los vampiros. Después hemos entendido que ya no eran una amenaza pero que era mejor evitar frecuentarlos. Estoy en contra de este discurso ambiguo.

Mi experiencia personal me ha comprobado que había bellas cosas para vivir del lado del barrio rojo como era el caso en la zona H y mientras esté viva no dejaré de luchar para que nuestras dos

especies se unan. Entonces sí, mi relación con una mujer distinta a mí, me atraerá posiblemente problemas jurídicos, pero vale la pena…

Una voz se eleva entre las otras.

− ¿En qué punto está su relación con la señora Lamberson?

No puedo ver quién pregunta.

− Es una pregunta demasiado personal. Lo dejo manejar sus asuntos por su lado. No espero nada de ella. Sólo quería que ella supiera que la amo.

La mujer sale de la sombra.

− Nunca lo ha dudado.

Los periodistas se asombran. Se dan la vuelta, cuchichean. Daves consulta su reloj y anuncia que la conferencia está por terminar, pero que la señora Clara responderá a las preguntas en entrevistas, siempre y cuando no se trate de transformar «sus palabras en grandes titulares difamatorios.»

Risas en la sala. Estoy fascinada con Tessa, que avanza hasta la mesa.

− Estuviste magistral.

− Estaba abobada.

− Es lo que digo.

− Me has hecho falta.

− Tú también. Gracias por la carta. «Gracias» es un eufemismo, esto ha desbloqueado todo. Tienes razón, hay dos cosas por hacer como si no tuviéramos tiempo, el tiempo que tengo ganas de estar contigo. Mi madre, LüX, Rebecca… todo eso pertenece al pasado.

− Creo que estás haciendo grandes sacrificios…

− Tú no, Elisabeth sí. Tanto he dado por la compañía, no entiendo por qué mi madre se atreve a ofrecerla a una mujer que no es su hija, que no conoce nada de esta sociedad. Pero no te igualan a ti, a tus grandes ojos, a tu pequeña nariz, a tus hoyuelos, a tu inmenso corazón.

Me levanto y me lanzo a los brazos de Tessa. Nos abrazamos tímidamente al principio, y con fuerza y pasión después. Pasa una eternidad y cuando la sala queda vacía y nuestros dos cuerpos no se separan más, Daves entra en la sala aclarándose la voz.

− Yo…eh…Disculpe, Clary…

− Acérquese Daves, le voy a presentar a Tessa.

El abogado derecho como la justicia se acerca y toma la mano de Tessa.

− Estoy encantada de conocerlo Daves, Clary me ha hablado

mucho de usted. De parte de Alice ya había escuchado hablar bien de usted, pero lo que ha hecho por ella, y por lo tanto para nosotras, es totalmente admirable.

− Había prometido a la señorita protegerla.

− Y usted ha cumplido su promesa. Este contexto nos enseña que la confianza es un producto escaso.

− Sí, es verdad. Clary me ha hablado un poco de su caso, me gustaría hablar de eso con su abogado si usted lo acepta.

− Sí, por supuesto, los voy a poner en contacto, pero usted sabe, él ha revisado los códigos y los contratos, parecería que ya nada es posible para recuperar la compañía.

− Estoy seguro de que usted cree en el tiempo. El tiempo siempre acaba por darnos extraños regalos. Tenga fe, si hemos sacado a Clary de una situación como esta, estoy seguro de que podemos hacer lo mismo para usted.

No me siento fuera del apuro, aunque la conferencia de prensa ha pasado mejor de lo que yo pensaba. Por lo tanto creo en Daves y en su filosofía. La vida no puede consentir tanto a Rebecca, que ha actuado mal y está protegida. Todo eso no es más que una cuestión de paciencia.

Daves nos deja y Tessa me conduce hasta la salida.

− ¿A dónde vamos?

− A casa.

− ¿Al castillo? ¿Con Elisabeth, Rebecca...?

− Estamos en mi casa. He heredado este bien de mi padre, ninguna persona podría quitármelo. Rebecca lo sabe y pienso que tú eres la última persona que ella quisiera ver. No te preocupes.

− Si lo dices.

− Sammy, Alice y Mélanie están avisados. Esta noche vamos a cenar todos con Sandy y Daniela.

Como en los viejos tiempos

me digo mientras camino. En el corredor, una televisión retransmite las noticias. Sophie Lewis habla en Duplex con la presentadora. Me trepo a una silla y subo el volumen.

  • Nunca he querido calumniar a Clary. Es una amiga, pensaba ayudarla contando su historia con la mayor sinceridad. Las alusiones a su ambición han sido mal interpretadas, yo hablaba más bien de compromiso.

- «Esta mujer estaría lista para seducir a la primera vampiresa rica que se encuentre en su camino para infiltrarse en el medio» ¿Mantiene usted sus declaraciones?

− Este artículo era un encargo del XL News , estaba cansado y puede ser que lo haya escrito demasiado rápido…

Sigo escuchando a Sophie liándose en sus explicaciones tan largas como dudosas. La presentadora interrumpe bruscamente su entrevista concluyendo que la verdad está restablecida. Tengo la impresión de ver un arcoíris.

Tessa no deja de bostezar cuando ve a Sophie en la televisión, ella no entiende todavía cómo una mujer puede llegar a tales prácticas para tener éxito. Tessa no podrá jamás entender lo que puede pasar en la cabeza de una mujer que no tiene más de 60 años para construirse socialmente. La tranquilizo acariciando su mejilla y me conduce hasta la limusina.

− Si quieres conservar tu reputación de devoradora de diamantes, no voy a molestarme en aportar agua al molino en eso.

− Gracias mi amor, como ya soy una ladrona de esposa, tengo la perfecta combinación.

En el coche que nos conduce al castillo, en donde todo ha comenzado, me adormezco sobre el pecho de Tessa. Aprovecho cada momento a su lado y agradezco finalmente a Sophie Lewis, puede ser que me haya causado daño, pero me ha ayudado a entender una cosa. Tenemos que disfrutar a la gente que amamos, tanto como podamos hacerlo. Me he despertado a causa de la grava que canta sobre las ruedas del coche. Sammy abre la puerta, empuja ligeramente a Tessa y se lanza sobre mí.

− Mi niña. Has estado tan bella por tu valor, tan grande, tan inspiradora.

− Oh Sammy, gracias, te he extrañado tanto.

− Sabes, le decía hace poco a Alice, eres el corazón de esta casa. Te amo mi pequeña.

− ¡Y me vas a amar todavía más cuando te anuncie que te he encontrado un enamorado!

Sienna LLoyd