Bite Me XVII

Última noche. Clary conoce a Sophie, y que pasará con Tessa?

Debo ser idiota, o no particularmente rencorosa porque desde que Mélanie vino al castillo, soy feliz, la velada era perfecta y sin embargo... Estaban todas las personas que amo en el mundo pero también Tessa y Rebecca, la pareja Fénix. Ellos reían con las bromas de los demás, pero también entre ellos. Eso no me ensombreció la velada, pareciera que me acostumbro a la situación...

Tessa no regalaba gestos tiernos a su mujer, pero ella compensaba esa falta de atención lanzándose sobre ella. Un beso en la mejilla, una caricia en sus cabellos. Sé que ese cuadro es ficticio, lo que me ayuda a soportarlo.

Lo que cuentas esa noche, eran mis amigos. Sandy se parece a todas las futuras madres, ella toca su vientre plano como si fuera redondo y habla con tranquilidad. Hace dos meses, yo veía a una mujer guapa y vacía que coleccionaba hombres y mujeres como se coleccionan bolsos, hoy me encuentro con una mujer colmada. Ella será una súper mamá.

Me enteré que Sammy había tenido un hijo hace tiempo, Cris, eran amigos de Tessa. Después él se “fue” como ella explica. Entendí el dolor que velaba los ojos esmeralda de la pequeña mujer para quien “fue” no era sino una metáfora. Se cree a los vampiros inmortales porque sólo un golpe en el corazón puede desterrarlos de esta tierra, pero un golpe en el corazón llega tan rápido. Tessa me contó, más tarde, que Cris se había lanzado por la ventana a la edad de 17 años sobre una de las rejas del parque Lémont. Me sentía terriblemente apenada por Sammy, esto había sucedido hace casi cien años pero una madre siempre es una madre. Afortunadamente, para reanimar la atmósfera, estaba el desfile amoroso de Mélanie y Alice.

Decir hasta que punto yo tenía razón sobre ellas dos es un eufemismo. Alice y Mélanie están hechos de la misma madera, incluso de la misma sangre. Orgullosas, inteligentes, seductoras y sobre todo muy simpáticas. Su ping-pong me dio calambres de tal forma que reía al verlos tratar de ganar a la otra.

A veces, ellos eran los únicos que reían y al calmarse se miraban encantadas. Entonces, de repente, ya nadie más existía.

Asistir al nacimiento de un amor consuela al corazón. Qué importan los aspavientos de Rebecca para mostrar que ella estaba de

nuevo con Tessa, su corazón es mío, el mío es de ella. Mélanie va a vivir momentos complicados también, estoy encantada de haberle presentado a Alice, pero, ese tipo de relaciones está prohibido, entonces, ¿no es acaso ese un regalo envenenado de mi parte?

Diez días pasaron y Tessa y yo pudimos escaparnos para tener esos momentos nuestros en el barco. Las primeras veces, nos lanzamos literalmente la una sobre la otra. Ella y yo solos en una pieza y nuestros ritmos cardiacos se aceleraban. El frenesís de nuestros besos quema nuestra ropa y una vez desnudos, nada nos detiene. Algunas noches, cuando estoy a punto de dormirme, me doy cuenta hasta qué punto esta mujer  posee mi cuerpo y mi alma.

  • ¡Clary, tienes correo!

Sammy golpea la puerta con un termo de café y un sobre espeso sobre una charola de plata. El sello “Miller” borra mi sonrisa, pensaba en Tessa, que era ella quien me escribía esta carta.

  • Me pareces muy pensativa hermosa.

  • Hum, sí, estoy estresada, en un mes es la salida de “En el corazón de todos”.

  • ¿Es el título definitivo?

  • Si, en fin, lo hemos discutido bastante con Miller. Él quería “En el corazón” , así, corto, pero creo que es el “de todos” lo más significativo.

  • En todo caso es muy bello. Bueno, me niego a que me hagas esperar hasta la salida. ¿Sabes lo que vamos a organizar? Una jornada de cine a la semana. Se han pasado películas de amor, pasemos ahora a las de horror, a los dramas y enseguida a las comedias. Hace ya tres días que reímos con Alice, San y yo y no pensamos en “Miller” ni en nada más.

  • Sammy, voy a terminar por creer que es mi madre quien te ha enviado a mi camino para cuidarme.

  • Es mi Cris quien te ha enviado para que me ocupe de ti.

Abrazo fuertemente a Sammy, quien abrumada por esta oleada de afecto, sale de la recámara refunfuñando que ella tiene «muchas cosas por hacer» .

Abro el sobre que contiene otro a su interior. Una nota se escapa:

Clary, recibimos esta carta que le fue dirigida a la oficina. Suyo, L.M.

Mi corazón se acelera cuando reconozco la escritura familiar de Tessa Dirigida únicamente a la señorita Clary.

El sello de cera confirma que mi correo no ha sido abierto y me tiro sobre la cama para leer a mi amante.

Clary,

Busco siempre los medios más discretos para borrar las pistas y comunicarme contigo sin que se entere nadie. Gracias otra vez por la noche del jueves, fue... fulgurante. Tu piel me hace falta cada vez que me separo de ella.

Desafortunadamente no tengo ninguna buena noticia que darte. La investigación no avanza absolutamente nada, he tratado de entablar conversación con Sandy para obtener los detalles y más información pero ella piensa que ya no debería darle vueltas al asunto y concentrarme en el futuro... ¿Desde cuándo se convirtió en Gandhi?

Si solamente tuviera el nombre del amante, o de los testigos. Una mala noticia nunca llega sola, me enteré que mi amiga tiene que utilizar su barco. Ella nos lo hizo saber a Rebecca y a mi y piensa que ya no necesito más de su yate. Ella vendrá a recuperarlo la siguiente semana. Rebecca nos programó cenas toda la semana, por lo tanto, solo queda una noche para nosotros y es ésta. “Ahí estaré a partir de las 20h.

No es que realmente ame nuestra vida clandestina, pero me gustaba ese lugar escondido fuera de todo, del tiempo y de los demás. Saber que pronto ya no existirá, es como un mal presagio, este correo me llena de pena.

Me recuesto en la cama y trato de ver el vaso medio lleno, ¡necesito ser positiva! Esta noche la pasaré con Tessa.

Bajo a ver a Sammy y en lo que bajo a la cocina, invento una excusa para esta noche. Empujando la puerta, me doy cuenta que no traigo puesto más que una playera y un bóxer cuando veo a Rebecca que está a punto de ahogarse y a Tessa que no puede ocultar un esbozo de sonrisa.

  • Oh perdón, buenos días, venía a ver a Sammy, no sabía que estaban aquí.

Rebecca me escruta, siento que es malvada, hago mi más bella sonrisa para inspirarle piedad.

  • ¿No tienes frío así?

  • Si un poco, de hecho estoy un poco apresurada, Sammy, sólo venía para avisarte que esta noche, yo...

Había completamente olvidado la coartada tan sólida que había inventado para esta noche.

  • Tengo una cita.

  • Ok pequeña, ¿para el trabajo?

Tessa y Rebecca no dejan de mirarme fijamente, tengo la impresión de estar delante de un jurado.

  • Euh, no, personal. Un muchacho. Mi ex. Stephanie.

¡Pero qué estoy diciendo!

  • Oh, oh, oh. Hicimos bien en venir a desayunar aquí Tess, nos enteramos de los secretitos de Clary.

Rebecca se levanta, me sirve una taza de café y «arde en deseos de saber todo sobre ese Stephanie» . Genial, no solamente voy a tener que hablar de mi vida sentimental con esta mujer que odio sino que además lo haré en calzones y frente a mi amante.

  • Oh, me encantaría contarte pero debo salir a comprarme... algo de ropa para esta cita.

  • No seas grosera. ¡Quiero saber!

  • Almorcemos juntas un día.

Esta frase se construye y sale de mi boca sin que me dé cuenta. Movida por la necesidad de alejar a Rebecca de mi verdadero secreto, heme aquí convertida en su mejor amiga quien la invita a almorzar. Sorprendida, Rebecca no sabe cómo reaccionar. Sammy interrumpe el silencio.

  • ¡Clary, te va a dar frío! Bueno, no te espero para cenar esta noche, ni a Rebecca que está en casa de San, ni a Alice que está en misión ¿y tú, Tessa?

  • Ah yo, mi encantadora mujer me ha sometido a un horario de ministro, esta noche, para variar, tomaré el Aston Martin y recorreré la ciudad como un vieja soltera, un cigarro en los labios.

Me río con la imagen y Rebecca interrumpe la fantasía de Tessa.

  • Bueno, como sea, sé prudente y no te pierdas de vista, no me gusta cuando manejas rápido sobre la carretera.

Ella se levanta, la besa en la boca y abandona la pieza. La sigo y mientras que me dirijo al baño, Tessa me alcanza y entra conmigo. Me susurra.

  • Tengo 30 segundos para decirte que tu manera de aparecerte hoy fue la cosa más excitante que haya visto en esta cocina. Tengo 30 segundos para tocar estas nalgas tan redondas que me desafiaban mientras yo trataba de guardar la calma.

Ella se ciñe contra mi. La siento excitada. Me encantaría que me hiciese el amor enseguida pero sólo me besa y se va como un rayo.

Sola en la ducha, sonrío.


De:

Mél.

Para:

Clary

Clary cariño,

Es necesario que encuentre una forma para obtener un pase como tú. Para el barrio rojo. La forma de escribirme con Alice es tan tórrida que incluso la pantalla de mi teléfono celular me mira como si fuera una cualquiera.

Me río frente a mi pantalla y empiezo a chatear con Mél.

  • Para el pase, es necesario que seas periodista o diplomática.

  • Incluso querría ser el Papa para pasar una noche con Alice.

  • ¿De veras?

  • No, pero no tienes idea de hasta qué punto ella y yo, es... ¡increíble! Oh Clara, lo siento mucho, soy egoísta, tu situación no es fácil. ¿No es demasiado difícil sin Tessa?

  • Si, un poco... pero fue su elección.

  • Bueno, voy a encontrar a alguien para ti, a alguien genial, para agradecerte.

  • Bah... no es necesario, esta noche, veré a Stephanie.

Bah si, si quiero evitar traicionarme, es necesario que dé las mismas explicaciones a todo el mundo. Nadie conoce a Stephanie, será mi nueva coartada. Ya no puedo usar a Mél ya que si invento que estoy en su casa y si Alice se entera que esto no es cierto sabrá lo mío con Tessa.

  • ¿Quién es Stephanie?

  • Mi ex. Mi primera novia. Me envió un correo electrónico, bueno, nada serio. Es sólo para salir.

  • Ok, pero permanece en contacto, nunca se sabe.

Tessa tiene a Rebecca, yo a Mélanie.


Llego 30 minutos antes al barco. Antes hice un saqueo en la tienda “Agent Provocateur”. Nunca había entrado a una boutique consagrada a la lencería sexy. La mitad de las veces , tomo un sostén demasiado grande. Y ahora «pezoneras, ligueros, ligas, corsés...» No conocía el lenguaje de la ropa interior.

Pasé una hora y media en una cabina para comprar unos cuantos gramos de tela.

La vendedora me tomó en sus manos para poner mis «atributos por delante.» Un push-up violeta, en satín y encaje negro y una tanga para acentuar mis nalgas que es necesario dejar de ocultar según parece.

Me preparo con mis armas de seducción masiva que cubro con un negligé de seda que combina. Espero a Tessa con una copa de champaña en la mano. A las 20h en punto llega también con los brazos llenos de regalos.

  • Veo que me estás esperando.

  • Si, así es.

  • Espero que no los hayas comprado para la ocasión ya que no tengo la intención de tratarlos con delicadeza.

El juego de la seducción ha comenzado.

  • ¡Mira, tengo un regalo para ti!

  • Tessa, te había dicho que ya no quería regalos. Podrían empezar a sospechar.

  • Oh, no te preocupes, solamente yo puedo encontrar este regalo sexy.

Tessa saca una caja que abro con prisa.

  • ¿Una cámara?

  • Esta noche, es nuestra última noche y quiero inmortalizarla.

  • No estoy segura de tener ganas de verme...

  • Es perfecto, este video no es para ti, sino para mi.

Reconozco en el tono de Tessa aquél de nuestros inicios. Grave, autoritario, frío. Un tono que yo no aceptaría en la vida de todos los días, pero que me excita cuando se trata del cuerpo a cuerpo.

Tessa se pone cómodo junto a mí sobre el sofá.

  • ¿Quién es Stephanie?

  • Mi ex.

  • Realmente. ¿No es el fruto de tu imaginación?

  • Ya sabes, aún con el riesgo de que te molestes, hubo otras mujeres antes que tú. Muy pocos. Pero Stephanie es de ésas que cuentan. No volví a verla desde que rompimos. Pero existe.

  • Odio la idea de que otras mujeres puedan tocarte. Eres mía.

  • Tus celos son sexy. Bueno, entonces ya no habrá más barco, ¿se acabaron los encuentros tardíos sobre el navío en dique seco?

  • Si, encontraré otro medio. No antes de algún tiempo. Rebecca no me deja.

  • No quiero que hablemos de eso. Muéstrame la cámara.

Es mi tercera copa de champaña y el alcohol me nubla la cabeza. Me quito el camisón, no para seducir a Tessa, sino porque tengo calor. Ésta se quita el resto de su ropa y baja la luz. Me levanta del sofá y me besa con pasión. Mientras nuestras lenguas se enredan y justo antes de cerrar los ojos, percibo en la penumbra de nuestros encuentros el testigo rojo de la cámara encendida.

Tessa se sienta sobre el amplio sillón club de cuero negro. Abre las piernas para que pueda también sentarme. Nos ponemos las dos frente a la máquina que registra nuestros movimientos. De espalda a ella, siento su boca sobre mi nuca, y fijo el ojo que nos observa. Esta película es para ella, quiero que ella descubra, a primera vista, que ya desde esta noche, pensaba en el momento en que la miraría. Mis ojos observan atentamente el objetivo, como si se tratara de Tessa. Durante ese tiempo me abre las piernas. Sus manos se deslizan a lo largo de mis muslos, suavemente. Su excitación  aumenta a medida que se acerca a mis bragas. Contra mis nalgas, el calor que emana, me enciende. Gimo y ondulo mis caderas para excitarla.

– Decidiste volverme loca.

– Decidí que esta noche, tú y yo íbamos a volvernos locas.

– Trátame de usted Clary. Como al principio, como cuando todavía no estaba ahí.

Coloca su mano en mi vagina y la manosea. Comienzo a sentir la humedad invadir mi intimidad.

– Usted no puede ahora ir ahí. Sino, voy a gozar demasiado rápido.

Tessa se irrita y cubre mi boca con su mano derecha. La izquierda continúa su ballet circular.

– Hago lo que quiero.

Su humedad no deja de crecer contra mi espalda. Y me aprieta contra ella.

– Verte con las piernas abiertas bajo mi control, es la primera imagen que quiero conservar de ti. Yo sé, que en ese momento, delante de tu sexo todavía casto y protegido por el encaje, comenzaré a acariciarme, lentamente.

Abro un poco más las piernas, embriagada por el relato de Tessa. Cierro los ojos y lo imagino delante de este espectáculo.

Tuerzo mi espalda, levanto mis pechos, oprimo mi vientre. Quiero ser perfecta para ella. Cuando tengo la oportunidad de percatarme de la cámara; le ofrezco mi mirada más tórrida. Comienzo a sentir calor y el sudor de los pechos de Tessa moja mi espalda.

Ella retira su mano, me levanta con delicadeza y se acerca al aparato. Me pide alcanzarlo mientras hace zoom.

– Quita tu brasier.

– Ya está.

– No te muevas más. Ponte de perfil. Quiero tener tu pezón en el centro. Lo voy a estirar.

Arrodillada sobre la alfombra, espero a Tessa. Ella llega desnuda, con las bragas empapadas de fluido y no tengo más que un deseo, meterlo en mi boca. Pero sé que a Tessa no le gusta que se cambie su guion. Es ella quien decide.

Frente a mí, saca su lengua ancha y lame mis pechos. Toma mis senos como si fueran manzanas y pasa de uno a otro. Los observa, los muerde, sonríe cuando se levantan, los prueba.

Me atrevo a deslizar mis manos hacia ella.

– Creo que necesitas esto.

Tessa se levanta y cuando estoy todavía de rodillas, me presenta su sexo. Reproduzco lo que administró a mis pechos y me ocupo de su clítoris como a ella le gusta.

Tessaextiende su brazo y recupera la cámara. La sostiene con una mano y con la otra me tira por los cabellos para filmar los golpes que da a mi boca. Yo no lo miro. Continúo fijando el objetivo, lamiéndolo. Consciente de no tener el nivel de una profesional de la industria X, hago todo el esfuerzo para darle tanto placer como ella me lo está dando.

Orgullosa, retira su sexo reluciente y apaga a cámara.

– ¿Ya?

– Oh, oh, no, en absoluto. Estoy tan excitada que hace falta que descanse. Pero no te duermas en los laureles, pequeña provocadora. Cambiamos justo de decoración.

– Tú eres la realizadora.

– Eres tan excitante Clary, verdaderamente estás a años luz de saber el efecto que tienes sobre las mujeres.

– En ti quieres decir.

– No A LAS mujeres. Ya vi a Alicemirar con apetito la caída de tu cintura. Actúas como si fueras una chica normal mientras que

eres un concentrado de sex-appeal, es a veces una tortura.

– No eres objetiva Tessa.

– Te lo digo, emanas algo animal. Si un día deseas ver este pequeño recuerdo, vas a comprender que tengo razón.

– No quiero ver de nuevo estas imágenes, son para ti, es mi regalo.

– Tengo ganas de ti.

Tessa de nuevo encendido me lleva hacia el vestidor. Un islote central, destinado a escoger y doblar la ropa, ocupa el espacio.

Tessa me iza arriba y me da la cámara después de haberla encendido.

– Fílmate. Quiero que la mires mientras te recorro.

Apunto la cámara hacia mí, molesta, como si fuera otra persona.

Tessa hace que mis calzones se enrollen a lo largo de mis muslos, me estremezco. Su lengua me prueba primero, tímidamente, para hacer subir la presión. Se siente tan bien, húmeda y dura. Se desliza de mi clítoris hacia mi vagina en un largo movimiento de vaivén. Tengo dificultad para dejar mis ojos abiertos pero Tessa que levanta de vez en cuando la cabeza me ordena volverlos a abrir. Quiere verme al borde del placer. Entonces fijo valientemente el lente, trato de resistirme, mis piernas aprietan su cabeza y tratan de prohibirle el acceso a mi vagina, sin contar con el vigor de mi amante que las abre en unos segundos. Como cada vez que estoy excitada, unas manchas rojas aparecen en mi busto. Mis mejillas están ardiendo, mi voz se hace ronca, estoy a punto de gozar y resisto. Tessa detiene la dulce tortura.

– Voy a penetrarte, a recompensarte por tu paciencia. Pero antes, justo antes, quiero que te acaricies para mí. Ven al cuarto. Tengo ganas que te entregues y para ayudarte, tengo un pequeño regalo. Tessa me guía y me extiende sobre la cama. Me deja desnuda por unos momentos. Un minuto precioso para hacer descender la presión, estaba a dos dedos de ceder y autorizar mi cuerpo gozar.

Tessa regresa con un pequeño paquete rectangular. Mientras lo abro, sentada al borde de la cama, la lengua de Tessa retoma sus asaltos y está de nuevo lamiendo y mordiendo mis muslos.

Saco un tubo rosa en látex, de la medida de un miembro con unas cintas, de la caja negra y roja.

Sorprendida, me toma unos segundos comprender que se trata de un strap-on.

– Nunca he utilizado esto, Tessa.

– Pues bien, entonces así, voy a grabar tu bautizo. No te inquietes, voy a ocuparme de ayudarte al principio.

Tessa me extiende sobre la cama, abre mis piernas y siento el látex rozar el frente de mi sexo húmedo. Me dejo cosquillear, curiosa de experimentar un nuevo juego sexual con Tessa. El sostiene el falso miembro entre sus manos, me lo hace lamer  lame, y lo vuelve a presentar a la entrada de mi sexo. Muy suavemente, lo clava y los picos en el glande del juguete me masajean y presionan la parte escondida de mi clítoris. Esta sensación es inédita y tengo la impresión que una mano me penetra y estimula todos los centímetros cuadrados de mi orificio.

– Ahora, acaríciate al mismo tiempo.

– Tessa, voy…

– Trátame de usted y no me interrumpas más. Quiero que te acaricies y quiero filmar tus pupilas dilatándose a medida que aumente el placer.

Me callo, todavía más encendida por las órdenes deTessa. Sus ojos son severos y sé que esta será violenta. Me acaricio mientras que siento el objeto que ella manipula entrar y salir cada vez más rápido.

Todos mis sentidos están en alerta, masturbarme, ser penetrada y ver a Tessa que me filma y se acaricia a la vez… todas estas cosas son demasiadas excitantes para mí. Mi vagina palpita y mi lubrificación hace resbalar el strap-on que Tessa trata de penetrar más lejos.

Satisfecha por mis gemidos que se intercambian con pequeños gritos, Tessa acelera la cadencia antes de detenerse por completo.

La cámara, el juguete. Me pide esperarla y me siento encantada de poder respirar pero tan frustrada de no haber gozado tan cerca del fin.

Pone la cámara sobre la mesilla de noche, me invita a reunirme con ella bajo las sábanas y me besa con delicadeza tocándome los cabellos.

– Eres tan bella. Eres…

– Béseme otra vez.

Nuestras lenguas se saborean, se enlazan, se cazan, juegan. Ellas se conocen y saben desearse, pelearse y reconciliarse. Pegado contra mí, siento el corazón de Tessa que late rápidamente. ¿Es el deseo, el amor? Mi garganta se estrecha, lo que siento por ella es insólito, tan bueno. Ya no tengo más limites, ni pudor pero ya no tengo vergüenza. Todo esto es sólo amor. Un amor infinito. Lo estrecho aún

más fuerte en mis brazos y mi dicha se tiñe por esa nube sombría que es el fin del viaje, del capítulo. Como si tuviera la misma reflexión, Tessa se aparta y me mira. Registramos mentalmente lo que está pasando. Mi mano acaricia sus claviculas, sus pechos  y se desliza sobre su vientre. Este camino es mi punto débil, cuando lo veo torcida y desnuda y que mis ojos se posan sobre ese sexo libre de pelos, pierdo el sentido. Tengo ganas de tocarla, de besarle el vientre.

Tessa se levanta y se pone el strap-on, vuelve a la cama con más fuerza, la ternura le deja sitio a las ganas feroces que tratamos de más y mucho tiempo de amordazar, rápidamente me domina con todo su cuerpo, ata mis tobillos a sus manos y se hunde en mí con vigor. Las piernas al aire, me doy cuenta plenamente del ataque que hace en mí, mi sexo que había sido estimulado demasiado esa noche recibe ese impulso de frente como un golpe fatal y cuando trato de retener el orgasmo que estalla en mí, aprieto las piernas. Tessa ve su miembro de plástico ser masajeado por la onda de choque que me recorre la vagina. No pudiendo más, se deja ir a su vez en un grito salvaje. Este instante dura una eternidad y tengo la impresión de que necesito al menos un minuto para terminar de gozar hasta el final todo el placer que me electrifica la piel.

Estoy sofocada de haber gritado hasta romperme la voz y acojo Tessa contra mi vientre bañado. Es como si termináramos de correr un maratón. Estoy a tal punto que no puedo ni hablar.

Tessa encuentra la fuerza para extender su brazo y cortar la cámara que había totalmente olvidado y nos dormimos felices y agotadas.

Me desperté a las 4 de la mañana por el frío. Cubro el cuerpo desnudo de Tessa que no se ha movido desde que la venció el sueño encima de mí. Siento todavía ondas de placer que recorren mi cuerpo. ¡Qué noche! Saber que ésta fue digitalmente inmortalizada me hace sonreír, aunque sé que seré incapaz de mirar una sola imagen de ese tórrido idilio, pero estoy contenta de saber que Tessa conserva una prueba de nuestra unión.

Me vuelvo a dormir, tengo la impresión de ser la Bella Durmiente al ser este sueño tan reparador. Es la alarma de mi teléfono que me despierta.

Tessa ya no está allí.

  • ¿Hola?

Me aclaro la garganta para tratar de encontrar normalidad en mi voz. Pero ésta persiste en seguir rota.

  • Buenos días, ratoncito, ¿te encuentras todavía en el barco?

  • Si, apenas me estoy despertando.

  • Siento mucho arrancarte de los brazos de Morfeo pero... prefiero que tengas el tiempo de tomar un café antes de irte. Ellos vendrán a recuperarlo en dos horas.

  • ¡Dios mío! ¿Pero qué hora es?

  • Las diez en punto.

  • Oh no, tendré que encontrar una nueva excusa para Stephanie.

  • No, no te preocupes, te he cubierto las espaldas, Sammy estaba preocupada por no haber visto tu auto cuando llegó a las nueve de la mañana y le dije que me había encontrado contigo y que me habías dicho que tenías cosas que arreglar con Miller.

  • Oh gracias, no soy muy buena para dar excusas, ¡sólo Dios sabe que estupidez pude haber inventado!

  • Deberías tomar un té con miel querida, te oyes ronca.

  • ¿Y de quién es la culpa?

  • Tengo que dejarte señorita sinvergüenza, si Rebecca me ve carcajear en el teléfono, va a sospechar.

  • Te mando un beso.

El té con miel calma la picazón pero a las 11h, sigo afónica. Lucas me llama, no respondo y le informo que estoy acatarrada y que es mejor que pase a verlo porque ya no puedo hablar. Me responde que necesita trabajar conmigo el planning de las siguientes dos

semanas.


El encuentro con Miller es cómico, mi falta de voz no nos impide sin embargo organizar los eventos siguientes. Entre las visitas con el impresor para afinar mi manuscrito, el comunicado de prensa, el encuentro con el agente encargado de la promoción en el barrio rojo, y también el de la zona H, me doy cuenta que no tengo un solo minuto para mí en los siguientes días. Cuando Sofiane y Meredith, “mis” dos agentes, tratan de programarme unas “entrevistas”, me acuerdo del consejo de Rebecca.

  • Prefiero lidiar con esas solicitudes hasta el momento de la salida del libro.

Las dos se alzan de hombros molestas, no sin antes explicarme que será importante agendar una entrevista exclusiva el día de la salida con uno de los grandes semanarios de la ciudad, en el XL News , en el Liberté , en el Melvin City News , ... qué importa. Luke viene en mi auxilio.

  • Chicas, veremos eso en tiempo y forma, esta pequeña está enferma. Clary, regrese a su casa y descanse, pasado mañana, usted y yo no nos separaremos más que para dormir.

Decir que iba a estar ocupada era un eufemismo. Es el cuarto mensaje de texto que Tessa me envía. Logró encontrar un nido romántico para la noche, pero no lo capto y me encuentro en medio del campo de batalla que le sirve de oficina a Luke.

El libro salió ya hace dos días. Las dos últimas semanas se han ido como el rayo e incluso si he pasado algunas veladas con Tessa han sido en compañía de Alice, San, Daniela, Sammy y por supuesto de Rebecca.

Siento que Tessa se siente afectada por mi falta de tiempo, pero ella fue la primera en impulsarme en esta vía y ninguna de las citas que he tenido con Luke ha sido inútil. Después de haber releído 10 veces el libro, todavía encuentro errores y contrasentidos. Después tuvimos la sesión fotográfica que fue una catástrofe y todo para que mi cara sea la insignia de portada. Al final, optamos por lo más simple, parezco tener 18 años, pero me veo “pasable”.

Después estuvieron los comunicados de prensa que no me convencían. Si hubiera dejado pasar los textos gentilmente escritos

por Sofiane y Meredith, En el corazón de todos no había sido presentado correctamente. Yo no quería que la obra se viese como una investigación periodística de una estudiante, ni como un ensayo filosófico de una chica romántica que quiere que todo el mundo se ame.

Rebecca incluso recibió una copia y me dijo que el texto era muy comercializable, lo que en su idioma quiere decir que está bien, creo.

Con todo esto, no tuve el tiempo ni para preocuparme por Mélanie. Alice fue a verla una noche, se quedó 5 minutos bajo su porche y huyó al primer ruido en la alameda. La guerra de la sangre está en todas las memorias y el tiempo en el que todo el mundo transitará en paz por cualquier parte en la ciudad todavía está lejos. Mi teléfono celular vibra de nuevo, pero Luke acaba de abrir una botella para celebrar los primeros 5000 ejemplares vendidos.

Clary, te espero desde hace 10 minutos, nadie me ha hecho esperar nunca así. Yo también tengo un trabajo. Sé ponerlo de lado cuando se trata de ti.

La reflexión de Tessa me molesta. Se le ha ocurrido desaparecer días enteros sin avisarme, justamente por el trabajo. Es la primera vez que lo hago esperar. Le respondo.

Tessa, no puedo escaparme. Festejamos nuestras primeras ventas, 5000 libros, ¿te das cuenta? ¡En apenas dos días!. Lo siento, pero no puedo dejar a Luke festejar solo este pequeño logro, después de todo lo que ha hecho por mí. No me odies.

Olvidas que yo también te he ayudado. Bien, quédate con Miller. Yo regreso a casa, lástima por nuestra noche, después de todo, sólo hace dos semanas que no nos hemos visto... Buenas noches.

No entiendo lo que molesta aTeesa, ella debería estar contenta por mí, incluso venir con nosotros, después de todo, es ella quien invirtió para que En el corazón de todos viera la luz y en cambio, se comporta como una niña caprichosa que no obtiene al instante lo que quiere. Estoy muy decepcionada por no verla esta noche, pero este castigo, porque lo es, no debe estropear esta velada. Es mi noche.

Luke, Meredith, Sofiane, Daves y yo levantamos nuestras copas y Miller se parte con un adorable discurso. Cuando termina, me quito una lágrima antes de que ruede por mi mejilla. Todo el mundo voltea a verme, es el momento de decir unas palabras a este equipo que me ha apoyado.

  • Voy a decir un pequeño discurso, deseo organizar una

pequeña fiesta para agradecer a todas las personas que han hecho En el corazón de todos posible. Pero antes del gran speech, que preparé para esta noche, déjenme decirles hasta qué punto soy afortunada por haberlos encontrado. Chicas, gracias por sus invaluables consejos y discúlpenme por hacerlas rabiar con mis correcciones a destiempo. Daves, no sé si fue la fortuna quien puso la réplica de mi padre en mi camino, pero como con él, a su lado me siento protegida. Luke, le agradezco particularmente por el tiempo, la ambición y la gentileza. Usted es un genio del libro. Usted es un magnate con el corazón de oro y usted reconcilia en mí la idea de ser poderoso y bueno al mismo tiempo.

Apenado, Lucas se voltea hacia la ventana y bromea para olvidar su emoción.

Terminamos con la botella de champaña y rápidamente todo el mundo abandona la oficina.

Recibo un nuevo mensaje de texto y mientras sonrío pensando que Tessa cambió de opinión y que se disculpa, encuentro un mensaje de Mélanie que necesita verme «de manera urgente.»

Tomo mi automóvil, un ejemplar del libro bajo el brazo para regalárselo y me dirijo a la zona H. Hace un mes que ya no había pasado por ahí y mi presentimiento del repunte de los H ya no lo es más, es una realidad. Nuevos grafiti rojos están ahí, llaman a la violencia. Carteles recubren los muros. A la luz del fuego me encuentro cara a cara con el dibujo mural de una niña aterrorizada por un vampiro espantoso que se le aproxima, visiblemente sediento. El slogan: «¿Va a dejar a sus hijos crecer con esta amenaza que los ronda? ¡Matémoslos A Todos! ¡MAT! Únase a los H »

Por mi parte estoy aterrorizada, como esa niña, pero no por los vampiros sino por esos H y su propaganda fascista. No comprendo por que las autoridades, que firmaron el armisticio, permiten que ese tipo de discurso contamine los espíritus.

Me encuentro con Mélanie en un bar del centro. Ella fuma, ansiosa.

  • ¿No es tal vez el mejor momento de regalarte esto?

Saco el libro y ella brinca de alegría.

  • ¡Es demasiado bello! Estoy tan orgullosa de ti.

  • Bueno, antes de que hablemos de él, dime, ¿qué pasa?

  • Me vas a matar.

  • ¿Qué?

  • Clara, hice una cosa vergonzosa.

  • ¿?

  • Bueno, conoces a mi amiga Sophie Swift .

  • No.

  • Claro que si. La periodista, la amiga de infancia súper guapa de mi hermano, estaba enamorada de ella siendo niña, ¡estoy segura de habértela mencionado!

  • Ok, no me acuerdo, pero, ¿en qué momento te voy a matar?

  • Bueno, de hecho, Sophie, es el único que ha podido ayudarme, bueno, no gratuitamente. Perdón,Clara. Me siento una estúpida, pero no tenía otra opción, quiero estar con Alice y...

  • No entiendo absolutamente nada Mél, explícame simple y llanamente desde el principio.

  • Bueno entonces, la buena noticia, es que Hugo sedujo a alguien del consulado para mí y así me obtuvo un permiso de luna llena. Tengo un acceso nivel 4, yo también. Podré ir contigo.

  • No, pero, espera, es genial... ¿Alice está enterado?

  • Todavía no.

  • ¿Le vas a dar la sorpresa?

  • ¡Si!

  • Oh, te voy a llevar al castillo y vas a esperarlo sobre su cama... Espera dos segundos. Has dicho la buena noticia , lo que supone que existe una mala, ¿verdad?

  • Si... en fin, no es nada dramático, pero es ahí que tengo un poco de vergüenza. Para obtener ese pase, estaba dispuesta a todo... entonces, te vendí.

  • ¿Qué? ¿qué quieres decir con eso?

  • Sophie me pidió a cambio de mi permiso tener una entrevista exclusiva contigo. Para el XL News , creo.

  • Pero Mélanie, no tenías el derecho de garantizarle nada. Esperaba algo peor, pero tengo dos agentes, no sé siquiera si eso sea posible.

  • Oh, te lo ruego, por mí, por Alice, hazlo por nosotras. Hugo es un buen tipo, lo vas a adorar. Y además, estoy segura que escribirá un súper artículo sobre ti. Lo siento, pero era el único medio para estar al lado de Alice, me siento tan infeliz lejos de ella.

Este último argumento ahoga mi molestia. Yo hubiera hecho tal vez lo mismo en el lugar de Mélanie. Y además, no es como si me hubiera traicionado, ella sólo se adelantó para mi, prometiendo a su amigo algo que ella sabía que yo aceptaría.

Les envío un mensaje de texto a Meredith y a Sofiane que están

  • Bueno, tengo otra cosa en la cabeza, prosigue Mélanie.

  • ¿Eh? ¿Qué otra tontería hiciste?

  • No, nada, ninguna. Solamente, conozco bien a Sophie, yo te conozco bien y pienso que las dos... creo que te estoy agradeciendo por Alice presentándotelo.

  • Ah, por que ¿decidiste casarme?

  • Eres soltera, eres bella, no te vas a convertir en monja. Mira como es ella.... ¿ok?

Mélanie me acerca su teléfono celular para mostrarme su foto. Estoy sorprendida. Esperaba tener que fingir para borrar toda sospecha, pero Sophie es encantadora, no hay duda. Es más grande que yo, al menos por 10 años. Tiene los cabellos de un rubio oscuro y tiene los ojos negros. Es una combinación rara. En el hueco de sus ojos, unas arrugas de malicia se extienden, tiene grandes dientes blancos, una sonrisa franca y es más alta por una cabeza que todas las demás mujeres que aparecen en la foto.

Regresamos las dos juntas al castillo y como lo habíamos convenido, yo la dejo en el umbral de la puerta deAlice. Me alejo, la escucho golpear. Me detengo, escucho sus gritos de alegría y sus risas , después la puerta se vuelve a cerrar.

Cuando me acuesto, Tessa no se ha reportado. Trato de no pensar en su rostro y vuelvo a pensar en esa rubia de los ojos negros...

Estoy exhausta, he trabajado mucho estas últimas tres semanas. En el corazón de todos salió ya hace una semana y mi teléfono no deja de sonar. Meredith y Sofiane manejan muy bien mi “silencio” mediático, ellas declararon a la prensa que tomé vacaciones desde la publicación de la obra, lo que me deja ocho días para respirar.

Los pocos artículos que he podido leer (todavía tengo mucho miedo de leer las “críticas”) son muy halagadores. En fin, entendámonos, no tengo derecho a los artículos de los fanáticos del libro, pero los periodistas y algunos profesores que han sido interrogados sobre el tema son bastante positivos. Ellos lo encuentran completo, original... aunque un poco inocente sobre el tema maravilloso de las relaciones humano-vampiro.

Las personas me molestan por no creer más que en la paz. Después de todo, hemos abatido el racismo, el machismo e incluso la homofobia. ¿Porqué no seríamos capaces de matar de raíz la

vampirofobia?

Como quiera que sea, hoy es un día “off”, Sammy me organizó una triple sesión en la sala de proyección. Nos enfrascamos en un maratón Woody Allen. Annie Hall , Manhattan y Bananas . Sandy estará ahí, también Mélanie, que no ha regresado a su casa desde que tiene su pase, tiene miedo que se den cuenta de que no pertenece al cuerpo diplomático.

Cuando llego a la cocina, Mélanie y Sandy platican con Sammy. San tiene desde hace tiempo un vientre pequeño que me conmueve cada vez que pongo en él la mirada.

  • Buenos días a todas. Hum, ¡qué bien huele aquí!

  • Sammy nos preparó palomitas dulces de caramelo y saladas a la mantequilla, me informa San, que hace bizcos sobre el bol.

-Sammy, gracias otra vez por todas estas comidas, me encantan, es usted una gran chef.

  • Ah no, ¡tu no vas a hablarme de usted también! Me costó dos meses poder cambiar los malos hábitos de Clary.

Tomo distancia de esas tres mujeres que ya forman parte de mi vida cotidiana, encuentro su complicidad surrealista. Ellas no tenían nada que ver, no tenían porqué haberse encontrado, no se conocían incluso hace un año y ahí, se alistan para compartir una película riendo sarcásticamente como viejas amigas.

Mientras que San va al baño y Mél y Sammy por el último bol de palomitas, bajo a la sala de proyección.

Creo que la puerta está bloqueada, pero esta cerrada en realidad. Escucho entonces risas que vienen del interior. Estoy inmóvil y no me atrevo a moverme. Es la voz de Rebecca, su sonora risa burguesa que se sobrepone a otra risa. Es la de Tessa, ella se carcajea a su manera, discretamente pero con ganas. Escucho los asientos plegables volver a su sitio pero soy incapaz de moverme, quisiera esconderme, no tengo la más mínima intención de cruzarme con ellas, pero mis piernas me desobedecen. Tessa se disculpó por sus últimos mensajes de texto, había tenido un mal día, no llegaba a nada en sus investigaciones sobre Rebecca y había tenido al contador y a su padre encima toda la tarde. Ella nos había encontrado un lugar y esa cita era, según ella, el rayo de sol de su jornada. Por lo tanto estaba muy desilusionado de que no pudiera liberarme e ir.

Afortunadamente, para obtener su perdón, organicé por mi parte una velada romántica. Mélanie me había pedido que pasara a su casa para llevarle algunas cosas, entonces llevé a Gabriel conmigo. Él estaba muy sorprendido por los grafiti de los H , fuimos muy prudentes y por algunas horas, el adorable y mullido nido de Mélanie se convirtió en el nuestro.

Desde ese día, nos buscamos. Yo pierdo sus llamadas telefónicas, ella encuentra ya muy tarde mis mensajes ocultos... Es un poco triste, ella está ahí y a la vez lejos.

La puerta se abre súbitamente y me sobresalto. Rebecca seca sus lágrimas, ella está roja por haber reído tan fuerte. Cuando me ve, Tessa pierde su sonrisa. Tengo la impresión de que ella se siente sorprendida en un delito flagrante.

  • Oh Clary, perdón, monopolizamos la sala. Le mostraba a Tessa el video de la fiesta de aniversario de nuestra boda. Vimos a su madres, que visiblemente había bebido demasiado, bailar como Elvis en la pista, cuando se conoce aElisabeth... es... oh, Dios mío, no voy a poder parar de reír hoy.

Me esfuerzo por sonreír, por no mostrar mi molestia. ¿Qué es lo que yo creía? Sé que Tessa odia a Rebecca por lo que ha hecho, pero sé también que tienen una vida de recuerdos y de complicidad. Y aunque la pasión entre nosotras dos es innegable, no puedo impedirme ver con malos ojos esta franca camaradería entre ellas.

El miedo hace que me comporte nerviosa y fría.

-Elisabeth, bailar, ¡me cuesta trabajo imaginarlo, si!

  • Ja, ja, mi pobreClary, vas a trabajar tus abdominales si te muestro eso. Bueno, tengo trabajo mi amor. ¿Puedes pasar más tarde a mi oficina? Tengo unos documentos que tienes que firmar.

  • Si, por supuesto.

Mélanie, San y Sammy llegan con los brazos llenos de palomitas. Mélanie siente de inmediato mi molestia y me pide que la ayude. Le lanzo una mirada negra a Tessa cuando pasa y le sonrío con todos mis dientes a Rebecca.

Durante la función de Annie Hall , aprovecho todos los momentos mágicos que ofrece esta película, y hay muchos, para llorar discretamente. Mélanie me toma la mano y me susurra al oído:

  • Cabellos rojos, flamígeros o no, la dragón tiene de todas formas un culo de caballo.

  • Chut, ruge Sammy.

  • Tengo ganas de una langosta ahora, declara seriamente Sandy.

Nos reímos las tres y olvido por unas horas a Rebecca y a la mujer que amo.

Al final de la función, mis ojos acostumbrados a la penumbra se entornan frente a la luz tamizada del pasillo. Entro a mi habitación y encuentro un mensaje de Tessa atorado entre la pantalla y el teclado de mi computadora portátil.

Me haces falta. No me mires así. Si, reí por ver a mi madre, esta mujer que nunca ha sido capaz de sonreír, deshacerse en la pista. Pero no he hecho nada malo, Clary, tú lo sabes

.

Tiene razón. No ha hecho nada malo y la extraño. Esta relación, ¿cuánto tiempo va a durar? ¿Cuánto tiempo voy a soportar este amor que me pesa?¿de ser aquella que se oculta, que se calla y lo soporta sonriendo?

Incapaz de dormir, aunque las tres de la madrugada ya pasaron, vagabundeo en la Web. Tengo dos mensajes no leídos en el buzón de mi mail destinados a la señorita Clara y éstos van a cambiar el curso de mi noche ya mermada.

El primero es de Sophie Lewis.

De:

Sophie Lewis

Para:

Señorita Clara

Querida Clara,

Nuestra amiga común Mélanie (bueno, yo la llamo el Espagueti desde que es pequeña) (no le digas que yo te lo dije) (ella es del tipo que golpea con el puño cerrado), me prometió una entrevista contigo.

Bueno, de hecho, yo la obligué, ella necesitaba su pase para obtener no-sé-qué. En resumen, estaría encantada, fascinada, extasiada, todo eso, de conocerte. Aprovecho para declararte mi pasión (literaria por supuesto) (no soy tan atrevido). Tu libro es muy completo pero sobre todo, lleno de corazón. Y eso, no es facultad de todo el mundo Clara.

Sophie

P.S.: ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? ¡Estoy disponible todos los días a toda hora, 24 sobre 24 para ti!

Había olvidado a esa famosa Sophie. Le respondo que estoy disponible al día siguiente, es necesario que haga esta entrevista lo más pronto que pueda, se lo prometí a Mélanie.

Es chistosa esta muchacha. Pero por más simpático que sea, no llega a borrar lo amargo que nace del segundo correo.

De:

Olivia H.

Para:

Señorita Héllo Ise.

Querida señorita,

Usted es una vergüenza para nuestra especie. He leído su libro y sólo sirve para lanzarlo a la letrina. ¿Cómo se atreve usted a comparar a esos odiosos y sanguinarios animales con los humanos? Hablo en nombre de las víctimas, de todas esas familias diezmadas a través de los siglos para colmar la sed inalterable de esos monstruos. Los vampiros son unos asesinos, seres sin alma que se han enriquecido robando la fortuna de hombres que trabajan duro, a lo largo de sus vidas. Nacemos, vivimos y morimos. Eso sucede con todos los seres sobre la tierra, del helecho al leopardo, pasando por el águila.

Satán ha llegado y, celoso de la creación tan bella de Dios, envió a sus secuaces para arruinar esta maravillosa obra.

Su obra trata de excusar a esos bárbaros. Usted habla de «sobrevivencia» , de «ley de la naturaleza» . Pero señorita, ¿comprende usted que esa gente que usted quiere no responde a las leyes de la naturaleza? ¿Le parece normal tener 240 años y tener la apariencia de un efebo de 19 años? Es contra natura, es una abominación.

Su libro es peligroso, he llamado al boicot. Los H boicotean ya la donación de sangre. Si cayera en las manos inocentes de nuestras queridas cabezas rubias, podría provocar daños irreparables. No intente hacer nacer el amor y la comprensión ahí donde no hay más que maleficio.

A partir de qué derecho incita usted al gobierno a abrir las fronteras entre el barrio rojo y la zona H, para que las dos razas se conozcan . Si eso llegara a suceder, seres desaparecerían como por arte de magia. Se hablaría de secuestros, de locos, de sicópatas y cuando nos diésemos cuenta de que los vampiros afilan sus caninos, sería entonces demasiado tarde. Sus manos no escribirán más y sólo servirán para orar por el perdón de su alma.

Su libro es mentiroso, hace apología de esa escoria, antes de que nosotros... Sepa una cosa, los vampiros son anomalías, Dios no creó al Hombre para ser desangrado por murciélagos. Entonces, no se encariñe demasiado con esas bestias, la depuración ya comenzó.

Pronto, hablaremos de los vampiros, como hoy hablamos de los dinosaurios... Como monstruos desaparecidos de la faz de la tierra.

No es demasiado tarde para cambiar de opinión e involucrarse de nuestro lado. Piénselo y únase al bando correcto el día del juicio final.

Olivia H,

Por la supervivencia de la raza humana. ¡MAT!

Releo el mail 20 veces, hasta hacerme daño en los ojos. Paso por todos los estados: la pena, el miedo, la cólera. Estoy asqueada por este discurso pero también muy inquieta. Si nunca hubiera escuchado hablar de los H , creo que hubiera suprimido ese correo basura. Pero sé que es un grupo cada vez más poderoso, cada vez más presentes y algo me dice que este Olivia, este incendiaria, es cualquier cosa menos inofensiva.

Después de algunas investigaciones en Internet encuentro su página. A priori, nada sugiere en su físico un poco banal que se trate del líder de las fuerzas H de Melvin. Encuentro páginas y páginas de textos de la misma índole pero lo que me sorprende, son los comentarios bajo los artículos. Cientos de testimonios de apoyo. Por lo que leo, los vampiros son la causa de todos los males terrestres. Cambio climático, crisis económica, atentados, sida... Todo se mezcla.

Nunca he negado la sombra pasada de los congéneres de Tessa. Ellos mataban para sobrevivir, como yo “mato” (por medio de la industria alimentaria) animales para mi consumo. Y además, todo eso está detrás de nosotros, la donación de sangre es una muy buena respuesta. Saciados, los vampiros no tienen más la “pulsión”, nosotros les proveemos la gasolina necesaria para que vivan sin matar.

Olivia en su página se regodea de haber reunido ya a millares de adeptos listos para luchar contra las «bacterias.»

Mientras estallo, indignada por las peligrosas estupideces que leo, un nuevo mail de Sophie aparece.

De:

Sophie Lewis

Para:

Señorita Clary

Es una hora poco apropiada para responder a un correo. Permíteme advertirte que la falta de sueño hace envejecer prematuramente. Bueno, si me fio de la foto de tu libro, pareces ser apenas mayor, pero aún así.

No tengo sueño, necesito hablar.

De:

Señorita Clary

Para:

Sophie Lewis

Soy un poco más vieja que la mayoría. No tengo sueño y ni siquiera estoy próxima a dormir. Acabo de recibir un correo de Olivia H. Creo que esta noche, no es buena idea buscarme.

Apenas mando el correo ya lamento mi falta de educación. No lo he releído y encuentro mi fórmula agresiva. Estoy molesta, pero la pobre de Sophie no tiene la culpa. Una invitación a hablar por chat por parte de la periodista me permite reparar mi falta de tacto.

  • ¡Buenas noches Clary!

  • Oh, buenas noches. Siento haber enviado ese mail, no fue correcto. Este Olivier me puso realmente fuera de mí.

  • ¡Ya veo! Y bueno, también supongo que no miras mucho la televisión.

  • No en realidad.

  • Muy bien, su Olivia es hija de George Liss. Usted sabe que él está en la lucha por acceder a la vice-presidencia .

  • ¿Cómo llegamos a ese punto?

  • El miedo,Clary. El miedo. Pero podemos hacer algo, tú y yo.

  • ¿?

  • Ja, ja, no te estoy haciendo ninguna proposición indecente. Todavía no, seguramente después, desconfía de mí. No, hablo de escribir en el periódico más leído del país. Tú tendrás ahí una tribuna para ayudar a las personas a que ya no tengan miedo. Yo te ayudaré.

  • Ya quiero hacerlo.

  • Y yo, si no duermo, es por que este papel es tan importante para ti como para mí.

  • ¡Gracias! Mél tiene razón, eres una buena persona.

  • ¿Espagueti te dijo eso? Eh bien, bueno, ahora podemos hablar de ese retrato tuyo en el libro.

  • Ah, deja de molestarme con eso. Parezco idiota en esa foto.

  • ¿Puedo ver otra?

  • Bah, yo... yo no tengo fotos mías en la computadora.

  • ¿Tiene usted una cámara? Tómese una foto y envíemela, necesito verificar algo.

Frente a la webcam, busco una posición y un gesto que me hagan parecer más grande. Tengo el cabello revuelto, un suéter grueso que cae sobre mi hombro y mis ojeras siguen hundiéndose bajo mis ojos cansados. Logro enviar algo decente y espero estresada retomar la conversación. No sé que me pasa, la fatiga me hace parecer ebria y heme aquí coqueteando en la Web con una perfecta desconocida.

Como respuesta, recibo una foto de ella, con la siguiente leyenda: «Así, usted me reconocerá mañana.» Sophie ignora que ya lo he visto en foto y ésta, aunque de mala calidad, halaga todavía más su físico atípico. Ella tiene también el cabello revuelto, una playera blanca un poco grande y una bufanda.

  • ¿Hace frío en tu casa, Sophie?

  • ¿No tienes un peine en tu casa,Clara?

  • Ja, ja, 1-0

Analizo la foto, sus grandes ojos negros y percibo sobre la mesita de noche, detrás de él, un ejemplar de “Bella del Señor”.

  • ¿Estás leyendo Bella del Señor ?

  • Ah, ok, ¡espías en mi foto!

  • Tengo una foto, la analizo, soy curiosa.

  • La re-re-re-releo Bella del Señor .

  • Es mi libro favorito.

  • Un punto en común, eso es bueno. Bueno, estoy exhausta ¿nos vemos mañana por la noche? Espérame en el Narval si quieres.

  • Ok, 19h.

  • ¡Buenas noches!

  • Espera, Sophie, una última pregunta. ¿qué querías verificar con la foto?

  • Si eras tan sexy como Mélanie me había dicho.

No tengo tiempo de responder nada, Sophie está fuera de lugar. Y además, ¿qué hubiera respondido a eso?. Me acuesto sonriendo, este mini flirt me ha hecho bien, pero lo último que tengo en la cabeza todas las noches, y eso desde hace casi 100 días, es a Tessa.


  • Eh bien señorita “Clara” la misteriosa, regresas muy tarde.

Encontrar a Rebecca que lee a las dos de la mañana, mientras que acabo de pasar cuatro horas en compañía de Sophie, así es como no quería terminar mi velada.

  • Si, estaba con Sophie Lewis del XL News .

  • Oh, ya veo, una entrevista algo tarde, dime...

  • Es el tema que es inagotable, es apasionante.

La veo jugar con sus dedos sobre su teléfono mientras hablamos.

-Clary, ¿estás segura que no es Sophie en cuestión quien es apasionante? ¡Realmente es guapa!

Ella me muestra una foto de Sophieencontrada en la red. Genial, ¡de nuevo un momento de “complicidad femenina” con la mujer de Tessa!

  • Debo admitir que es guapa.

Ella me sirve una taza de café, la suerte está echada, tendré que contarle.

  • ¿Vas a volver a verla?

  • Creo que no, la entrevista ya está hecha, era únicamente profesional.

  • Si, es eso, ¿sabes cómo terminan los asuntos “profesionales”? Por un matrimonio, ¿cómo crees que encontré a Tessa?

Piedad, no, no la historia de la pareja del año.

Ella prosigue.

  • Además, era nuestro aniversario de bodas, ayer.

  • ¡Feliz aniversario!

  • Bueno, te lo muestro a ti, pero es solo entre ella y yo normalmente.

  • Eh... ¿qué?

Rebecca levanta su falda, hasta medio muslo, levanto los ojos al cielo, incómoda, y cuando los vuelvo a bajar, veo un tatuaje. Un arabesco que forma la letra T.

  • Es muy bonito.

  • Tessa se tatuó lo mismo, bueno, en su caso una R, en el torso.

Necesité de todos los dones de paciencia y de respiración para tragar esta noticia sin pestañear. Estoy a punto de transformarme en un maestro zen. Sin embargo, hiervo en cólera, Rebecca, que sabe exactamente lo que hace, ignora la más mínima de mis reacciones.

  • Me parece muy romántico. Y debo confesarte algo, estoy un poco celosa.

  • ¿Celosa?

  • Si, Tessa y tú, forman una linda pareja que ha sabido superar todas las pruebas.

Necesitaba desviar su inspección meticulosa, necesitaba justificar mi tristeza repentina, por desgracia, indisimulable. Estaba tan feliz por esas horas pasadas en compañía de Sophie. Hablar, reflexionar de la manera más relajada. Hacerme conquistar, ver que le gusto, sólo por el ego. Amo a Tessa más que a nada, pero Sophie  me ha hecho comprender hoy que me sentía desamparada.

  • Clary, estoy segura que vas a encontrar a alguien. Alguien como tú.

Podría caer en la trampa de la empatía de Rebecca. Pero conozco su verdadero rostro, ella acaricia a su presa antes de morderla, sigo pues con la guardia en alto.

  • Tessa tuvo la idea de este tatuaje. Cuando vimos el resultado, nos dijimos que lo que cuenta, es la esperanza. Entonces, ten fe en tu futuro.

  • Bueno, te mentí, acepté la cita (no profesional) de Sophie  para cenar.

  • ¡Ah! Lo sabía. Es muy guapa. Y además, es como tú, escribe y... es un humana.

  • Si, es simple y me gusta un poco, creo.

Rebecca obtuvo lo que quería y no necesito ni 3 minutos para encontrar una excusa y abandonar la pieza, aunque yo empezara a contarle la importancia de mi entrevista.

Llego a mi recámara furiosa y le envío un mensaje de texto a Sophie.

Si la cena para mañana en la noche sigue en pie, cuenta conmigo.

Mientras me desmaquillo, recibo un mensaje de Tessa.

HolaClary, podemos vernos mañana, para que me pongas al día sobre las cifras de venta.

Es prudente, sabe que Rebecca le revisa su teléfono.

Mañana es imposible. Pero encontraremos un momento en la semana. Acabo de ver el tatuaje de Rebecca. Adorable, tuviste una excelente idea. Feliz aniversario de bodas. Beso.Clara.

Apago mi teléfono, voy a dejar marinar a mi adorado amante que se toma un poco demasiado en serio su papel de mujer enamorada. Entiendo que tenga que congeniar con ella... Pero ¿un tatuaje? ¿en el torso? Ahí donde lo beso regularmente. Una «R» que me restregará no ser aquella que tiene el derecho de estar oficialmente a su lado.


Una Mélanie sobreexcitada me despierta.

  • Me voy a la zona blanca, me voy a la zona blanca.

  • ¡Buenos días Mél!

  • Me voy a la zona blanca, ja, ja.

  • Es increíble. Vas a ver, vas a pasar un momento maravilloso.

  • Tessanos presta su helicóptero, ¡es tan gentil!

  • Si, es muy gentil, realmente.

  • Oh, no te hagas la gruñona: ¡LO SÉ TODO!

  • ¿Todo qué?

  • Sammy me dijo de la cita con Sophie, esta noche, ¿así es?

  • Y Sammy¿cómo sabe? Las noticias corren rápido.

  • Fue San quien le dijo, Rebecca le contó. Todo se arregla. Estoy demasiado feliz, incluso ella puede venir aquí, si funcionan, vamos a vivir todos juntos como en Friends ...

Mélanie habla rápido, fuerte. Su energía sin embargo no es comunicativa. Me gustaría contarle de Tessa, empiezo a sufrir el no poder confiar en nadie. De hablarme sola, ¡qué fardo! La historia del tatuaje me vuelve a la cabeza y la garganta me quema.

  • Perdona mi Mél, todavía no me despierto bien.

  • Lo sé. Sólo quería decirte que estoy demasiado contenta por lo de Sophie . Y también que no nos vamos a poder ver en una semana porque voy a la zona blanca con mi amado.

  • Estoy contenta por ti, Espagueti...

  • ¡Oh,la maldita! No tenía el derecho de decirte. No se lo digas a Alice, no me lo voy a quitar de encima.

  • Prometido.

  • ¿Me puedes prestar tu traje de baño Eres, que es tan lindo?

  • Te lo regalo.

  • Muchísimas gracias.

Mélanie abandona la pieza histérica y puedo estirarme como un gato sobre una cama mullida.

Prendo mi teléfono. Sophie me cita en Narval y me pide que me vista con ropa abrigadora y no demasiado “sofisticada”.Tessa, por su parte, está claramente enojado:

La idea no fue mía, sino de Rebecca. El tatuaje está muy bien, veámonos cuando tengas tiempo para las cifras y hasta ese momento, disfruta tu cita con Sophia.

¿Sophia? Tsss, es mezquina, conoce su nombre, sabe ser despectiva. Sin embargo su mensaje me llena de pena. Ya no tenemos la oportunidad de estar las dos solas y las puyas que nos enviamos no son dignas de nuestro amor.

Decido escribirle una carta, que tendré el cuidado de esconder en su estudio. Nadie entra, una vez me hice pillar en el interior y pasé unos 15 minutos terribles. Si deslizo mi mensaje bajo el pisapapeles, tal vez lo leerá.

Tessa,

creo que necesitamos vernos. Nos molestamos mutuamente sin razón y eso no puede ser. Todo está de cabeza para mí en este momento y yo sé que te contienes para soportar diariamente una vida en pareja que detestas. Pienso en ti. Besos.

Decido vagabundear todo el día en las calles del barrio rojo.

Algunas personas me reconocen, ya no miran mi permiso, me saludan. Tengo la sensación de ser rodeada por la benevolencia y eso refuerza mi idea de estar en el buen camino. Sin querer generalizar, tengo la impresión de que esta obra beneficia más a los vampiros que a los humanos. Tengo pues más trabajo por hacer del otro lado de la ciudad, ahí donde Olivia H. y su pequeña milicia reclutan a fuerza de terror y de odio.

El reloj avanza y ya me encuentro en dirección del Narval. Estoy feliz de volver a verlo, incluso si la entrevista que me hizo fue muy “profesional”, reí en cada una de sus bromas y la encontré encantadora. Hace tanto tiempo que no conocía a alguien como yo, un mortal que no tiene más que una vida, con grandes ambiciones y las ganas de cambiar las cosas. Le hago creer a Rebecca que se trataba de una cita, pero yo sé que no es el caso, un atuendo confortable dice mucho de las intenciones de un muchacha.

Cuando llego, la apariencia de Sopjie borra mis últimas dudas. Ella es encantadora pero no quiere encantarme. Viste un suéter grueso en lana y botas de lluvia sobre un pantalón en terciopelo acanalado. A pesar de este atavío, no es menos seductora.

  • Sabía que no ibas a respetar mi código de vestimenta.

  • Bromeas, traigo suéter y zapatillas.

  • Traes puesta una falda.

  • Soy una chica.

  • Ja, ja. Bueno, afortunadamente, traje botas para ti. Póntelas, rápido, tenemos camino que recorrer.

Entro en el pequeño coche escandaloso deSophie.

  • ¿A dónde vamos?

  • Al Cantón Duprès.

  • ¿Eh? Pero está a dos horas. ¿no es un pueblo?

  • Es más pequeño que un pueblo. Pero no está más que a una hora de carretera.

En el camino, Sophie enciende su autoestéreo. Saca un casette de los Jackson Five. Un “cassette”, una antigüedad. Fuma sus cigarros, conduce sin preocuparse por su auto y canta a toda voz. A las 20 horas, estoy bajo su encanto. Todos estos meses en el lujo me han hecho olvidar que no necesitaba de un cine privado, un helicóptero o de bailes para preciar la vida. En mis botas demasiado grandes, estiro mis piernas y miro el sol ponerse sobre el campo escarchado.

  • ¿Te gusta comer?

  • Soy una troglodita.

  • Está muy bien, vamos a un albergue. Sirven legumbres de su hortaliza cocidas en caldo de pollo, acompañadas de patas de puerco.

  • Afortunadamente no estoy a dieta.

  • Estas perfecta así.

Sophie me lanza una tímida sonrisa y nos callamos mientras que el pequeño Michael canta: «Oh just one more chance to show you that i love you, baby, baby.»

La noche ya ha caído cuando llegamos al Albergue de Pig. La encargada de esos lugares, Alice, es una mujer regordeta, rizada y jovial. Sus cabellos grises no concuerdan con su dinamismo.

-Sophie Lewis, ¡hace tanto tiempo! Te pongo en tu mesa preferida.

  • Alice, te presento a Clary, la autora de En el corazón de todos .

  • No lo he leído todavía, pero he escuchado muy buenos comentarios. Es un honor recibir a una estrella.

Antes de la llegada de los platillos, Alice nos sirve un aperitivo 100% local, el Bigna. El licor es dulce pero tengo la impresión de beber alcohol de 90°. Sin embargo cuando Sophie me desafía a tomarlo de un solo golpe, lo hago.

No sé cuántos shots he tomado, pero mientras que Sophie y yo nos paseamos en el campo raso, me río sola, completamente ebria.

  • Clary, ¿porqué a veces tengo la impresión de que estás triste?

  • Porque este mundo es un poco cruel a veces, ¿no te parece?.

Sophie se acerca a mí. Pasa su brazo bajo el mío y caminamos en silencio.  Tessa está siempre en mi corazón, pero tengo ganas de que Sophie me bese.

  • Hugo, me siento muy bien aquí, contigo, en medio de ninguna parte, libre. Eres realmente una buena mujer.

Ella se detiene.

  • Tú no estás mal tampoco... para ser una intelectual.

Nos miramos largamente, se inclina hacia mí y lo rechazo en el momento que siento sus labios rozar los míos.

  • No puedo. Yo,Tessa...

  • ¿Tessa? ¿Tu mecenas? ¿Estás con ella?

  • Si, yo, oh... ¿porqué te estoy contando ésto?. Me guardo todo para mí desde hace unas semanas, ya no puedo más.

-Clary, puedes decirme, lo sabes.

El aroma de las hierbas altas, el cuarto menguante de la luna, la gentileza de Sophie, esa necesidad de escapar aunque sea unos segundos de esta relación tan complicada... Todo me impulsa a besarlo, me inclino hacia ella, me susurra un: «Ven aquí» .Y la beso.

Una hora después, sentados en la tibieza del albergue ya casi vacío, le cuento todo. Le digo que mi corazón le pertenece a Tessa. Ella  me cuenta su historia de amor imposible con su primera redactora en jefe, amiga de sus padres. Nos confiamos el uno al otro por mucho tiempo y disertamos sobre los avatares del amor.

Me acompaña a mi auto y me quita mis botas de Cenicienta. Le agradezco por haberme escuchado atentamente, y también por el beso. Antes de partir, me desliza en el oído:

  • Debimos habernos conocido antes de todo esto...

En el fondo de mi corazón, me doy cuenta de que ese gesto no hace más que confirmar una cosa: hubiera podido amar aSophie, pero amo a Tessa.


  • ¡Clary, vístete, rápido, Sandy llega y dice que hay un problema urgente que resolver!

-Sammy, hace dos días que ando de reunión en reunión, ¡necesito dormir!

  • Clary, creo que es algo grave, apúrate, parece aterrorizada.

«Grave»

¿Qué puede ser tan grave para que Sammy golpee a mi puerta a las 6h10 de la mañana? Hace una semana que Mélanie se fue con Alice, que Tessa y yo nos hemos reconciliado (como atestigua nuestra noche pasada), el libro es un éxito... ¿porquéSandy...? Dios mío... ¿el bebé?

Salto en pijama y corro hacia la cocina. Apenas el café tostado, Sandy entra en tromba a la cocina.

-Clary, Dios mío. Pónte tus zapatos y sígueme. Toma tu computadora y tu teléfono. El resto, ya veremos.

  • ¿Qué? Pero ¿qué pasa?

  • Sígueme, apúrate.

  • Pero tengo muchas cosas...

Molesta por mis tergiversaciones, Sandy saca un periódico de su bolso de mano. Lo azota sobre la barra de la cocina.

  • Esto es lo que hay...

Delante de mí, el encabezado principal del XL News . Una foto mía en plena página y un título inequívoco: «La señorita Clary sale de las sombras. Encuentre las confidencias de la nueva estrella de la literatura y descubra cómo su relación con una vampiresa casada la ayudó a penetrar su círculo cerrado»

  • Ésto estará mañana en los puestos de periódicos, es Daniela quien lo vió al pasar y créeme, cuando hayas leído este periódico querrás estar muy lejos del castillo.

Sienna Lloyd